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4 May 2006

Análisis del error en la ejecución la técnica o goshi en la etapa de iniciación

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Con el objetivo de conocer los errores más frecuentes que se producen durante la etapa de iniciación en la técnica de judo denominada O Goshi, se presenta el siguiente estudio. Para ello, se realizó un análisis videográfico -mediante el uso de la metodología observacional .

Autor(es): Dr. D. Alfonso Gutiérrez Santiago*;D. Iván Prieto Lage **
Entidades(es): *Profesor de “Deportes de adversario con fines recreativos” de la Facultad de Ciencias de la Educación y el Deporte de la Universidad de Vigo -Licenciatura en Ciencias de Actividad Física y del Deporte-. ** Doctorando en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Universidad de Vigo.
Congreso: I Congreso Internacional de las Ciencias Deportivas
Pontevedra – 4-6 de Mayo de 2006
ISBN: 84-611-0552-4
Palabras claves: Judo, técnica, error, O goshi

Resumen del análisis del error en la ejecución la técnica o goshi

Con el objetivo de conocer los errores más frecuentes que se producen durante la etapa de iniciación en la técnica de judo denominada O Goshi, se presenta el siguiente estudio. Para ello, se realizó un análisis videográfico -mediante el uso de la metodología observacional (Anguera, Blanco, Losada y Hernández, 2000)- de la ejecución técnica de alumnos de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte de la Universidad de Vigo que cursaron la asignatura “Deportes de adversario con fines recreativos” durante aproximadamente 4 meses. Los resultados, analizados mediante estadísticos descriptivos con el paquete de software estadístico SPSS 12.0.1, muestran como la escasa flexión de piernas así como la falta de carga del cuerpo del adversario sobre la cadera del ejecutante son los errores que más frecuentemente se cometen.

1.INTRODUCCIÓN:

Se entiende como técnica deportiva el conjunto de movimientos o gestos motrices eficaces y económicos que nos van a permitir la obtención del máximo rendimiento, de tal forma que se adapten a la situación competitiva y al reglamento (Grosser y Neumaier, 1986). De este modo, y en esta misma línea, según los precedentes autores, un modelo técnico deportivo se refiere al patrón ideal de movimiento específico de una disciplina deportiva que representa el objetivo al que pretendemos llegar a través del entrenamiento técnico. El papel que desempeña la técnica en las distintas disciplinas deportivas es importante, pero, como bien sabemos, dicha importancia no es igual en todas ellas. En los deportes denominados como colectivos es necesario adaptar la técnica a la situación de juego, influyendo de forma muy considerable otras variables como la táctica. De igual modo, existen deportes individuales, donde no hay un adversario que interactúa de forma directa sobre nuestra ejecución, lo cual supone que la técnica en este tipo de disciplinas deportivas tiene una importancia muy elevada. Por otro lado, nos encontramos con aquellos deportes, denominados genéricamente deportes de lucha, en los cuales la ejecución técnica a realizar está relacionada directamente con las acciones llevadas a cabo por nuestro adversario. En el deporte del judo, durante la etapa de iniciación, se persigue la enseñanzaaprendizaje del modelo técnico deportivo, debido, entre otras cosas, a que se trata de un modelo que encaja perfectamente en dicha etapa. Durante ésta, los entrenadores comprueban como los judokas comenten, una y otra vez, los mismos errores en la ejecución de las acciones técnicas. A partir de este momento las adaptaciones, los feedbacks y los ejercicios correctores se suceden con el objetivo de perfeccionar el modelo técnico deportivo. Realizando un repaso de las publicaciones existentes sobre la doctrina del judo, podemos observar fácilmente como la gran mayoría de estos manuales simplemente se limitan a describir, de una forma más o menos detallada, el modo de ejecutar las distintas técnicas. En un menor porcentaje, los autores, a demás de describir la técnica, también hacen mención a los típicos errores que se pueden encontrar a la hora de ejecutar una técnica concreta. Dichas menciones, imaginamos, están basadas en la experiencia personal de los autores. El Objetivo de este estudio es analizar los errores más frecuentes que se producen en la ejecución de la técnica de proyección O Goshi, estableciendo una herramienta que pueda servir como soporte técnico en el proceso de enseñanza-aprendizaje desempeñado por los distintos profesionales del judo.

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2.MATERIAL Y MÉTODO.

El estudio se ha llevado a cabo en la ciudad de Pontevedra, más concretamente en el Pabellón de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte (Universidad de Vigo) y en el tatami del Centro Gallego de Tecnificación Deportiva (C.G.T.D.). La muestra ha estado compuesta por los alumnos de la asignatura de “Deportes de adversario con fines recreativos” del último año -4º- de la Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte -Universidad de Vigo-, durante los cursos 2003/2004, 2004/2005 y 2005/2006, alcanzando un total de 142 alumnos. La ejecución de la técnica O goshi ha sido filmada durante el examen práctico de dicha asignatura en un tatami de 10X10 metros. En este examen los alumnos deben ejecutar siete técnicas diferentes, cuatro de proyección (Nague Waza) y tres de control (Katame Waza). Los ejecutantes deben realizar una técnica de cada uno de los grupos que la escuela Kodakan establece como criterio de clasificación (Técnicas de brazo -Te Waza-, técnicas de pierna -Ashi Waza-, técnicas de cadera -Koshi Waza-, técnicas de sacrificio -Sutemi Waza-, técnicas de inmovilización -Osae Waza-, técnicas estrangulación -Shime Waza- y técnicas de luxación -Kansetsu Waza-). La elección de dicha técnica la realiza el profesor, basándose en un criterio de aleatoriedad. Debido a que los alumnos son instruidos en más de una técnica de cada grupo, no todos han ejecutado O goshi durante el examen práctico. La muestra final de la ejecución de esta técnica ha quedado reducida, por tanto, a 33 ejecuciones. El criterio fundamental de elección de este tipo de población, está basado en la dificultad para conseguir un número elevado de sujetos que posean unas características homogéneas y que hayan recibido las enseñanzas de un mismo modelo técnico -con el fin de evitar elementos que puedan distorsionar los resultados finales- fuera del ámbito de la enseñanza reglada. Por ello, recurrimos a utilizar alumnos universitarios. Asimismo, renunciamos a otras posibilidades, como gimnasios y clubes donde se impartiese Judo, ya que en estos últimos lugares es muy difícil encontrar una muestra que sea homogénea y elevada; lo cual nos llevaría -con el fin de soslayar esta última dificultad- a utilizar muestras de distintos gimnasios, suponiendo ello una falta de homogeneidad y seguramente la utilización de modelos técnicos distintos. Por otra parte hemos desechado como muestra, dentro del propio grupo de estudio aquellos alumnos que hayan tenido a lo largo de su vida un contacto directo con el deporte del judo. La recopilación de datos se ha realizado mediante una grabación con dos cámaras de vídeo digital (Samsung VP-D70 y Samsung VP-D301), utilizando en ambos casos un plano general corto. Las cámaras se han dispuesto de forma horizontal sobre dos trípodes, a una altura de 1,50 metros, situadas de forma diagonal una de la otra y a aproximadamente a 2 metros del borde del tatami. Posteriormente se realizó una edición de las distintas muestras obtenidas mediante el programa informático Pinnacle Studio 9.1.2 La variable fundamental que hemos estudiado en esta investigación es el error técnico, mediante una metodología de tipo observacional. Más concretamente, basándonos en las afirmaciones de Heinemann (2003), podemos manifestar que el tipo de observación realizada ha sido estandarizada, abierta y no participante. Posteriormente, se realizó un visionado de los vídeos donde se analizó la técnica en cuestión, determinando y categorizando los distintos errores cometidos en la realización de las mismas, así como la frecuencia de dichos errores.

3. RESULTADOS.

Para una mejor compresión de los resultados, es conveniente, en primer lugar, mostrar una descripción del modelo técnico de esta proyección: Técnica O Goshi. Los judokas se encuentran uno frente al otro en posición natural con un kumikata fundamental de diestro. El ejecutante -Tori- realiza un desequilibrio hacia delante con ambas manos. Levanta y tira con su mano izquierda, que se encuentra a la altura del codo, en la parte exterior de la manga de su adversario, al mismo tiempo que atrae hacia sí mismo el cuerpo de uke con su mano derecha, que se sitúa en la línea imaginaria que une su hombro con la solapa del judogui de uke, con lo que provoca el desequilibrio frontal de su compañero. Tori, mediante un movimiento de Tai-Sabaki, a la vez que baja el centro de gravedad de su cuerpo, lleva su pie derecho a la parte interior, en el plano frontal, del pie derecho de uke y a la misma altura, aunque un poco adelantado -5cm- en su plano sagital. Desde esta situación y mediante un giro en el eje vertical coloca su pie izquierdo en la parte interior en el plano frontal del pie izquierdo de Uke y a la misma altura, en el plano sagital, que su otro pie, quedando de espaldas al cuerpo de uke. Durante esta acción el ejecutante trata de bajar aun más su centro de gravedad por medio de una flexión de sus rodillas, quedando la parte posterior de la cadera de Tori al nivel de los muslos de Uke, a la vez que introduce su brazo derecho por debajo de la axila izquierda de Uke, para acabar rodeando totalmente su cadera a la altura del cinturón. Tori carga sobre su cadera el cuerpo de su compañero, a la vez se produce una ligera torsión de su tronco hacia el lado izquierdo y una elevación de su cadera, realizando un vigoroso movimiento de extensión de sus rodillas, lo que sumado a una gran flexión de su tronco favorece la proyección hacia delante en el plano sagital.

Figura 1. Técnica O goshi (Inogai y Habersetzer, 2002).

Tras el análisis y observación de las diferentes técnicas ejecutadas por este grupo de estudio, los errores que se han constatado son los siguientes: – Error 1: La mano izquierda de Tori permanece en posición de agarre sin efectuar ninguna acción de desequilibrio durante la primera fase de la proyección. – Error 2: La mano derecha de Tori permanece en posición de agarre, sin efectuar ninguna acción de desequilibrio durante la primera fase de la proyección. – Error 3: Tori agarra con su mano izquierda, durante la ejecución de la proyección, en la porción media del bíceps braquial del judogui de Uke. – Error 4: Tori agarra con su mano izquierda la muñeca de Uke durante la ejecución de la técnica. – Error 5: En el momento en que Tori, después del agarre inicial, realiza un semigiro en el eje vertical para colocarse de espaldas a su compañero, su pie derecho se sitúa inmediatamente delante, en el plano sagital, aunque a menos de 20 cm. del pie derecho de Uke. – Error 6: El pie derecho de Tori se sitúa en la parte exterior, en el plano frontal, de la posición que ocupa el pie derecho de Uke en el momento en el que el ejecutante de la acción técnica se encuentra de espaldas al cuerpo de su adversario. – Error 7: El pie izquierdo de Tori, a pesar de que su pie derecho se desplaza iniciando el movimiento de Tai Sabaki, permanece en la posición inicial, girando sobre sí mismo sin que se produzca desplazamiento alguno durante la ejecución de la técnica. – Error 8: En el momento en que Tori, después del agarre inicial, realiza un movimiento de Tai-Sabaki para, de esta forma, colocarse de espaldas a su compañero, su pie izquierdo se sitúa inmediatamente delante, en el plano sagital, aunque a menos de 20 cm., del pie izquierdo de Uke. – Error 9: En el momento en que Tori, después del agarre inicial, realiza un semigiro para colocarse de espaldas a su compañero, su pie izquierdo se sitúa delante, en el plano sagital, aunque a más de 20 cm. del pie izquierdo de Uke. – Error 10: El pie izquierdo de Tori se sitúa en la parte exterior, en el plano frontal, de la posición que ocupa el pie izquierdo de Uke en el momento que el ejecutante de la acción técnica se encuentra de espaldas al cuerpo de su adversario. – Error 11: Tori, encontrándose de espaldas a Uke, y pasando su mano derecha por debajo de la axila izquierda de éste, coloca su mano derecha a la altura del cinturón de su adversario, pero en la mitad del cuerpo. – Error 12: Tori pasa su mano derecha por debajo de la axila izquierda del cuerpo de Uke abrazando la espalda para proyectar. – Error 13: La mano derecha de Tori agarra el cinturón de Uke realizando una acción de “pesca” -Tsuri-, es decir, tirando del mismo hacia arriba para, de este modo, proyectarle. – Error 14: Tori pasa su mano derecha por debajo de la axila izquierda del cuerpo de Uke y tira del judogui, a la altura de la cintura, realizando la acción de “pesca” -Tsuri-. – Error 15: Se aprecia una separación entre la parte posterior de la cresta iliaca izquierda del cuerpo de tori y la parte anterior del hemicuerpo izquierdo Uke durante la segunda fase de la proyección. – Error 16: La parte izquierda de la cadera de Tori se encuentra fuera, en el plano frontal, del espacio comprendido entre las dos crestas iliacas de Uke. – Error 17: La cresta iliaca derecha de Tori, se encuentra en la parte media del tronco de Uke pero su cresta iliaca izquierda aunque se sitúa dentro de la línea de los pies de Uke, en el plano sagital, se encuentra separada del hemicuerpo izquierdo de Uke, en el plano sagital. – Error 18: Las piernas de Tori permanecen en extensión durante toda la proyección. – Error 19: Tori realiza una flexión insuficiente de la articulación de la rodilla, ya que su cadera no se sitúa a la altura de los muslos de Uke durante la acción de flexión de piernas. – Error 20: Tori, durante la ejecución de la acción técnica, no carga en ningún momento el cuerpo de Uke sobre su cuerpo. – Error 21: Tori, tras efectuar una flexión de piernas durante la segunda fase de la proyección, no realiza la extensión de las mismas, permaneciendo en flexión durante la fase final de la técnica. – Error 22: En primer lugar Tori efectúa una flexo extensión de la articulación de sus rodillas y después Uke tracciona del brazo para cargar a Uke sobre su espalda. No simultanea la acción. – Error 23: Durante la fase final de la proyección, Tori acompaña el cuerpo de Uke con su brazo derecho hasta el momento en el que el cuerpo de su compañero contacta con el suelo y finaliza la ejecución técnica. – Error 24: Durante la fase de proyección, Tori no efectúa acción alguna con su mano izquierda, por lo que no controla la caída del cuerpo de su adversario. – Error 25: Tori mantiene una flexión, en torno a los 70º- 90º con respecto a la verticalidad, durante la fase final de la proyección, manteniéndola una vez finalizada la misma. – Error 26: Tori se desequilibra hacia atrás, en el plano sagital, después de proyectar a su compañero. Corrige su posición con la ayuda de su pie derecho. – Error 27: Tori se desequilibra hacia atrás, en el plano sagital, después de proyectar a su compañero. Corrige su posición con la ayuda de su pie izquierdo. – Error 28: Tori se desequilibra hacia adelante, en el plano sagital, después de proyectar a su compañero. Corrige su posición con la ayuda de su pie derecho. – Error 29: Tori se desequilibra hacia adelante, en el plano sagital, después de proyectar a su compañero. Corrige su posición con la ayuda de su pie izquierdo. – Error 30: La ejecución de la proyección es lenta y sin continuidad. A continuación, se presenta en la siguiente tabla la frecuencia y el porcentaje de los errores constatados en el grupo de estudio (n=33).

Tabla 1. Frecuencias y porcentajes de los errores técnicos en O Goshi. Frec: Frecuencia, Porcent: Porcentaje.

Ilustración 1. Errores más frecuentes en la técnica O Goshi. E (Error).

4. DISCUSIÓN

Al tratarse de un trabajo inédito en la investigación de este deporte, nos vemos obligados a descartar la posibilidad de realizar una discusión, de tipo científico, con otro tipo de estudios similares. Se ha encontrado un trabajo en el que se analizaban los errores en la técnica O soto Gari (Suárez y Cortegaza, 2003) con una metodología similar, pero, como vemos, con un objeto de estudio diferente. En cualquier caso, algunos de los autores más prestigiosos en la doctrina del judo, reflexionan en sus obras sobre los puntos esenciales o importantes de la técnica. Algunos, además, ofrecen un apartado específico de errores técnicos. Este tipo de indicaciones, que suponemos que estarán basadas en su experiencia personal y profesional coinciden, en muchos casos, con los errores típicos que se han encontrado en el análisis de este grupo de estudio. Así Uzawa, en 1981, afirma que “se debe bajar la cadera mediante una flexión de las piernas” (Error 19). Algo más concretos son Taira y Herguedas (1992) indicando que “la parte posterior de la cadera de Tori ha de situarse aproximadamente al nivel de los muslos de Uke, es decir, ha de guardar una gran suspensión de rodillas”. Otros autores también ponen de manifiesto la importancia de realizar una profunda flexión en la fase de Tsukuri de esta acción técnica. (Fernández, 1985; González y Artímez, 1992; Inogai y Habersetzer, 2002; Kobayashi y Sharp, 1995). Del mismo modo, Uzawa (1981) afirma que un punto esencial de la ejecución de esta técnica es “cargar el abdomen de Uke en la parte posterior del costado de Tori” (Error 20). También Taira y Herguedas (1992) consideran esta acción como fundamental para la ejecución de una correcta proyección de O goshi, manifestando que “no hay que olvidar que esta vez hemos de cargar el cuerpo del otro sobre nuestra cadera…”. En esta misma línea se muestran Carratalá y Carratalá (2000). Por otro lado, Franco de Sarabia (1985) nos comenta la importancia de la correcta colocación de los pies de Tori -de forma paralela, cerca y en el interior de los pies de Uke- en el momento en que el ejecutante se encuentra de espaldas al adversario. (Errores 8, 9 y 10). Estas mismas indicaciones son expuestas por varios de los autores de reconocido prestigio internacional. (Fernández, 1985; Kawaishi, 1964; Renault, 1975). Otro de los puntos clave que hacen mención los autores y que se ve reflejado en errores en el análisis videográfico, es la incorrecta situación de la cadera de Tori sobre el cuerpo de Uke en la fase de tsukuri. (Errores 15, 16 y 17). Recomiendan, en todo caso, que haya un contacto firme entre las caderas de ambos judokas de forma que no se produzca una separación entre una y otra. (Dando, 1995; Gleeson, 1977; Kobayashi y Sharp, 1995). Otros autores ponen atención en la colocación del brazo derecho de Tori sobre el cuerpo de Uke, (Errores 13 y 14) en donde expresan que en ningún caso debe agarrar al cinturón ni al judogui, sino abrazar ampliamente sobre la cintura. (Carratalá y Carratalá, 2000; Fernández, 1985; Gleeson, 1977; Taira, Herguedas y Román, 1992). En este caso observamos como éste no es un error que se haya producido de forma mayoritaria. Otros de los puntos clave que recomiendan tener en cuenta los autores y que no se ha producido de forma significativa en este grupo de estudio, es la falta de torsión de tronco y caderas durante la última fase de la ejecución técnica de O goshi (Franco de Sarabia, 1985; González y Artímez, 1992; Kawaishi, 1964; Uzawa, 1981).

5. CONCLUSIONES

Una vez realizado el análisis videográfico de la técnica O goshi y tras un proceso de interpretación del mismo, las conclusiones de este estudio son las siguientes: – Los errores que con más frecuencia comete este grupo de deportistas en la ejecución de la técnica O Goshi, es la ausencia de carga del cuerpo de Uke sobre la cadera de Tori y la leve flexión de piernas que Tori realiza durante la ejecución técnica. – La colocación errónea del brazo derecho de Tori sobre el cuerpo de Uke también es uno de los errores más habituales. Del mismo modo, la situación del pie izquierdo del ejecutante delante, en vez de en el interior del pie de Uke, es bastante usual. – Hemos observado, además, como muchos de los alumnos acompañan el cuerpo de Uke con su brazo derecho hasta el momento del contacto del compañero con el suelo. – Finalmente, creemos importante continuar con este tipo de prácticas experimentales, con el fin de dotar de un cierto rigor científico el proceso de enseñanza – aprendizaje de las técnicas de este deporte.

Bibliografía

  • – Anguera, M.T.; Blanco, A.; Losada, J.L. y Hernández, A. (2000). La metodología observacional en el deporte: conceptos básicos. Lecturas: Educación Física y Deportes, Revista Digital – Buenos Aires – Año 5 – Nº 24, pp1-7. http://www.efdeportes.com/efd24b/ obs.htm [Consulta 13-9-2004]
  • – Carratalá, V.; E. Carratalá. (2000). Judo. Madrid: Consejo Superior de Deportes.
  • – Dando, J. (1995). Judo. Play the game. Londres: Blandford.
  • – Fernández Almodóvar, A. (1985). Judo Básico. Madrid: Alhambra.
  • – Franco de Sarabia, Fernando (1985). Cinturón negro de Judo. Madrid: Esteban Sanz Martínez
  • – Gleeson, J. R. (1977). Judo para occidentales. Barcelona: Hispano Europea.
  • – González, V. and J. A. Artímez. 1992. Los deportes olímpicos y los grandes especialistas gallegos. A Coruña: Secretaría Xeral para o deporte.
  • – Grosser, M.; Neumaier, A. (1986). Técnicas de entrenamiento. Barcelona: Martínez Roca.
  • – Heinemann, K. (2003). Introducción a la metodología de la investigación empírica. Barcelona: Paidotribo.
  • – Inogai, T. y Habersetzer, R. (2002). Judo pratique. Du débutant à la ceinture noire. Paris: Amphora.
  • – Kano, J. (1989). Judo Kodokan. Madrid: Eyras.
  • – Kawaishi. (1964). Mi método de Judo. Barcelona: Bruguera.
  • – Kobayashi, K; Sharp, H. E. (1995). The Sport of Judo. Japón: Charles E. Tuttle Company.
  • – Renault, J.-F. (1975). El judo en 10 lecciones. Bilbao: Editorial Cantábrica.
  • – Suárez, S.; y Cotegaza, L. (2003). O Soto Gari: errores típicos que ocurren durante su aprendizaje. Causas. Lecturas: Educación Física y Deportes, Revista Digital – Buenos Aires – Año 8 – Nº 58, pp1-1. http://www.efdeportes.com/efd58/judo.htm [Consulta 13-9-2004]
  • – Taira, S.; Herguedas, J. y Román, F.I. (1992). Judo (I). Madrid: C.O.E.
  • – Uzawa, T (1981). Pedagogía del Judo. Valladolid: Miñón.

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