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30 Sep 2013

EL PENTATLÓN MODERNO COMO DEPORTE ESCOLAR. SITUACIÓN ACTUAL Y PROPUESTA DE MEJORA EN CANTABRIA

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El Pentatlón Moderno es un deporte creado directamente por el barón de Coubertin para su integración en el Programa Olímpico e integrado, en categoría absoluta, por las disciplinas de natación, carrera a pie, tiro, esgrima y equitación.

Autor(es): Autor: Carlos Cobo Corrales.
Entidades(es): Universidad de Cantabria
Congreso: X Congreso Internacional sobre la Enseñanza de la Educación Física y el Deporte Escolar
Pontevedra, 5 al 8 de Septiembre de 2013
ISBN: 978-84-939424-4-1
Palabras Clave: : pentatlón moderno, formación multideportiva, padres de deportistas, biatlón, deporte escolar.

EL PENTATLÓN MODERNO COMO DEPORTE ESCOLAR. SITUACIÓN ACTUAL Y PROPUESTA DE MEJORA EN CANTABRIA

RESUMEN

El Pentatlón Moderno es un deporte creado directamente por el barón de Coubertin para su integración en el Programa Olímpico e integrado, en categoría absoluta, por las disciplinas de natación, carrera a pie, tiro, esgrima y equitación. Pese a su carácter olímpico no goza de gran popularidad en nuestros días, ignorándose el potencial educativo y deportivo de su práctica y de las modalidades que lo conforman, destacando la enorme diversidadde situaciones motrices que se dan en el mismo y el hecho de que integre deportes poco conocidos y que pueden desarrollar factores como el autocontrol, la responsabilidad y la inhibición de conductas violentas. Dentro de Cantabria, a diferencia de otras Comunidades Autónomas, su difusión era muy limitada, apenas existiendo practicantes en los últimos años. Por ello un grupo de personas dentro de la Federación Cántabra de Pentatlón Moderno y Triatlón deciden realizar una serie de medidas y tareas dirigidas a aumentar la participación. Estas acciones, pequeñas y modestas en su origen no han obtenido grandes resultados, pero han dado sus pequeños frutos y pueden sentar la base o servir de ejemplo para innovaciones más exigentes, siempre y cuando se superen errores y limitaciones, y se realice un trabajo realista, coordinado y coherente.

PALABRAS CLAVE: pentatlón moderno, formación multideportiva, padres de deportistas, biatlón, deporte escolar.

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Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº22.

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INTRODUCCIÓN

En el mundo clásico heleno la prueba de pentatlón (formada por la carrera de un estadio, lucha, salto de longitud con halteras, lanzamiento de jabalina y de disco) gozaba de gran popularidad y desarrollaba las habilidades que debía poseer un guerrero en la antigüedad. Pierre de Coubertin deseaba actualizar dicha disciplina deportiva, buscando una innovación moral y pedagógica que desarrollase un deportista completo. Para ello eligió  las pruebas en función de las competencias que debería reunir un hipotético oficial de enlace del siglo XIX tras las líneas enemigas: tiro deportivo (pistola), esgrima, natación, salto ecuestre y carrera a pie campo a través.
Su debut fue en los Juegos Olímpicos (JJOO) de Estocolmo, en 1912, con gran dominio de los suecos, hasta la década de los sesenta, donde cederían terreno frente a húngaros y soviéticos. Como ejemplo de su carácter militar, algo lógico viendo algunas de sus disciplinas y a pesar de haber sido creado ex proceso para los JJOO, está el hecho de que un joven George S. Patton, aún con el rango de teniente, fue seleccionado por el Ejército de los EEUU y ocupó el quinto puesto final. A lo largo de los años el orden de las pruebas, el material, el número de jornadas en que se disputa y su sistema de puntuación ha sufrido diversos cambios, uno de los más importantes ha sido, en 2008, la fijación de una prueba combinada de tiro y carrera a pie (originalmente se desarrollaban por separado), con la intención de hacer este deporte más atractivo y mediático, de relanzarlo, ya que pese a ser el único deporte creado expresamente para su inclusión en los JJOO, su repercusión y participación actual es relativamente pequeña.
Otra innovación reciente ha sido el empleo de pistolas laser, aumentando la seguridad de la prueba combinada de tiro y carrera. Pero esta novedad aún no se ha implantado en categorías de base debido a su costo económico.
En España el Pentatlón Moderno ha sido un deporte que no se ha desarrollado completamente por toda la geografía nacional. Actualmente se focaliza en Galicia y Cataluña, CCAA donde el Pentatlón Moderno tiene mejores índices cuantitativos y cualitativos. Años atrás también estuvo muy arraigado en Melilla y en Canarias. En nuestros días además se desarrolla en Asturias y en Cantabria. Las causas que han llevado en diversos lugares a su desaparición o a una merma importante de practicantes son variados: razones económicas, conflictos internos a nivel federativo y la presencia de gestiones federativas unipersonales (toda la labor de promoción y desarrollo de este deporte ejercido por una única persona, creándose un vacio cuando dicha persona abandona sus funciones). Las competiciones en España son escasas, centrándose en un Campeonato de España, con varias fases y sedes y con una jornada final en Barcelona, pero dichas pruebas exigen viajes y desplazamientos, lo que supone una fuente extra de motivación y de socialización, además de que al estar espaciadas en el tiempo permiten simultanearlas con otros deportes y actividades.
Durante varios años el Pentatlón Moderno y el Triatlón formaron parte de una misma Federación Española, pero finalmente se crearon dos federaciones nacionales totalmente independientes. Pero a nivel comunitario, en Galicia y en Cantabria, ambos deportes están amparados por la misma estructura federativa.
La prueba de equitación se reserva para la categorías absolutas, por ese motivo nos centraremos aquí en las modalidades que disputan los pentatletas escolares. Las categorías más bajas son las de benjamines  (hasta 10 años), alevines (11 y 12 años) e infantiles (13 y 14 años) y sólo realizan natación, tiro y carrera, lo que en Francia bautizaron como “pentajeune” (Bouzou y Floure, 1998, p.65). Es a partir de cadetes (15 y 16 años) donde se introduce la esgrima.

JUSTIFICACIÓN PEDAGÓGICA DEL PENTATLÓN MODERNO

El principal argumento que se podría dar para defender la práctica de este deporte sería su variedad y versatilidad. Para explicar dicha diversidad nos atenderemos, principalmente, a criterios praxiológicos, analizando las diversas acciones y situaciones que pueden darse. Más adelante hablaremos del potencial educativo de actividades inicialmente planteadas con finalidades bélicas y de lucha.
Los deportes, siguiendo los planteamientos praxiológicos, se pueden estructurar considerándose los siguientes aspectos (Hernández y Rodríguez, 2004, p.40):
.- El objetivo motor que se debe alcanzar prioritariamente (traslación, reproducir un modelo, llevar el móvil a un lugar determinado, enfrentarse cuerpo a cuerpo).

.- El signo de la comunicación motriz que existe en ese deporte (sin comunicación, cooperación, oposición, cooperación/ oposición).

.- La estandarización o no del espacio.

Una importante división de los deportes (Parlebas, 2001, en Hernández  y Rodríguez, 2004, p.75)  se hace entre los deportes psicomotrices (acción en solitario, por ejemplo natación por calles) y los sociomotrices (donde el individuo actúa con otros, cooperación y/o oposición, por ejemplo en esgrima). En el pentatlón moderno existen modalidades de ambas categorías.
En ambos casos la incertidumbre (inseguridad, fluctuación, inquietud, irresolución, variabilidad, etc.) es un factor clave y pone en primera fila procesos cognitivos e informacionales.
Las diferentes situaciones motrices que se pueden dar en los deportes psicomotrices vienen determinadas por el conjunto de los siguientes parámetros: “la técnica o modelos de ejecución, el reglamento o las reglas, el espacio de acción y su uso, el tiempo de acción, la comunicación motriz y la estrategia motriz” (Hernández, 2005; p.99). En los deportes sociomotrices de oposición  estarían “la técnica o modelos de ejecución, el reglamento o reglas de juego, el espacio deportivo, el tiempo, la comunicación motriz y la estrategia motriz” (p.105).
Siguiendo las clasificaciones de diferentes autores recopiladas por Hernández y Rodríguez (2004, p.74) y Hernández (2005, p.19) se podría hablar la clasificación de Bouet (1968), en función de la experiencia vivida por el participante, donde enumera un total de cinco categorías. Así se podría encontrar, dentro del pentatlón moderno, de deportes de combate, sean con el propio cuerpo o con implementos (esgrima) y deportes atléticos (natación, carrera) y gimnásticos, donde imperan las posibilidades motoras cuantificables de la persona y su técnica. Durand (1969) usa el criterio pedagógico, diferenciando cuatro grupos, entre los cuales estarían los deportes individuales (tiro, natación y carrera) y los deportes de combate (esgrima). Hernández (2005, p.22) habla también de Knapp (1979), en función de que el medio externo sea variable o imprevisible,  y su clasificación entre habilidades abiertas (requieren un constante ajuste espacio-temporal del deportista, como en la esgrima) y cerradas (poseen patrones motores estereotipados, sin variación externa). Continuando la recopilación de estos dos autores aparece Matveiev (1975), su criterio de clasificación es el tipo prioritario de periodización del entrenamiento exigida por cada deporte. Este autor habla también de deportes de combate o lucha (esgrima) y de deportes de resistencia orgánica de tipo aeróbico (natación, carrera), pero además habla de los deportes complejos o poliathones, donde se encontraría realmente el pentatlón moderno y otras actividades deportivas (decatlón, triatlón, duatlón, gimnasias deportivas, biatlón y todas las pruebas combinadas). En Ruiz (1994, pp.97-104) también podemos encontrar otras categorizaciones.
En estas clasificaciones habría que añadir espacio para disciplinas como el tiro deportivo (con sus modalidades olímpicas y no olímpicas) y que conlleva la necesidad de una enorme precisión y concentración, además de formación y disciplina (incidiendo en los temas de responsabilidad y seguridad)  en el manejo de armas de fuego o de aire comprimido (hasta la total implantación de las pistolas laser las categorías escolares siguen disparando con balines- perdigones- de 4,5 mm.). Aquí la referida variedad del pentatlón alcanzaría su máximo exponente, ya que el desarrollo combinado de la carrera a pie y el tiro exige el desarrollo simultáneo de destrezas “opuestas”.

Está claro que el pentatlón pone a prueba diferentes capacidades y habilidades, logrando una formación multideportiva, con enormes transferencias a otros deportes y viceversa.
La transferencia sería a la manera en la que el aprendizaje de una habilidad motriz influye en la adquisición de otras habilidades (Ruiz, 1994, p.124). En una iniciación deportiva y en la enseñanza de la educación física se debe buscar que las personas sean capaces de adaptarse y responder mejor a las exigencias de su medio, lo cual implica poner en marcha mecanismos de transferencia (Ruiz, 1994, p.123), aplicando a situaciones nuevas soluciones y conocimientos anteriormente descubiertos (p.124).
Nunca hay que olvidar que se debe entender el pentatlón moderno como un deporte con identidad propia, no como la simple suma de varios deportes, ya que la adición de las partes no suele ser igual al todo.
Las actividades luctatorias, sean con o sin implemento (esgrima, kendo, palo canario, etc.) han estado presente en gran parte de las culturas, siendo en algunas una práctica física de primer orden. Desde hace siglos también han existido diversas actividades físicas basadas en acciones precisas de tiro (con arco, ballesta o armas de fuego y/o aire comprimido, etc.). Ambos tipos de prácticas están presentes en el pentatlón moderno. Al centrarnos en estas modalidades no se quiere en ningún momento despreciar el potencial educativo y deportivo de destrezas básicas como la carrera y la natación. Pero como entendemos que estos deportes son mucho más conocidos y la extensión de esta comunicación es limitada nos centraremos en las prácticas de lucha y tiro.
Son deportes que provienen, inicial y fundamentalmente, de actividades utilitarias que posibilitaban sobrevivir en la vida cotidiana, como actividades que preparaban para el combate, para matar y/o conservar la vida. Con el tiempo estas y otras actividades físicas se fueron configurando dentro de las características definitorias de lo que actualmente conocemos como deporte. Algunas de ellas mantuvieron su carácter bélico y luctatorio, sirva de ejemplo que en el libro de propaganda “Pour la Patrie” de Lermusiaux y Tavernier (1886, en Le Floc´hmoan, 1965, p.165) se dice que

La nefasta guerra de 1870…no ha sido la menor de las causas que han determinado la fundación  de numerosas sociedades de tiro y gimnasia, las

cuales se podrían calificar sin ninguna pretensión como sociedades de salvaguarda…¿es que no debemos facilitar a nuestros hijos los comienzos del servicio militar que les espera a los 21 años, con la práctica del tiro y de la gimnasia?, ¿es que las sociedades de tiro y gimnasia no son los planteles de donde saldrán ya formados los soldados del mañana?
Estas sociedades de tiro y gimnasia  llegaron a tener casi medio millón de socios en vísperas de la PGM, pero este deporte de preparación militar no gustaba a los jóvenes estudiantes que buscaban una distracción más que un alistamiento (Le Floc´hmoan, 1965, pp.166- 167).
Olivera Betrán (2002) habla del proceso formativo que conduzca a las prácticas físicas del pasado a un deporte educativo. Entre otras prácticas físicas primigenias y antiguas cita a las técnicas de lucha que “representan no sólo unas prácticas más o menos agresivas, sino que suponen un excelente medio de autoconocimiento, autocontrol, respeto, disciplina o ritualidad; valores de gran interés pedagógico” (p.3). También nombra a los recursos cinegéticos y bélicos, en su paso a los deportes de control y precisión, “su manejo con fines educativos produce una sorprendente inversión, ya que provoca la transformación de unos hábitos agresivos y mortíferos en prácticas de interiorización con un marcado carácter educativo” (p.4).
Un caso muy llamativo del potencial educativo de actividades motrices inicialmente concebidas para la guerra y la lucha real,  son las artes marciales del sudeste asiático:
El antiguo Ju- Jutsu estaba previsto solo para la lucha y la victoria. Jigoro Kano extrajo de él lo esencial para hacerlo accesible a todos y que sirviera como instrumento de educación moral, intelectual y físico, para el bien y la prosperidad común (Jazarin, 1996, p.101).
Estas artes de lucha, prácticamente, desde sus orígenes no atendieron solamente al aspecto físico o material de preparación para la lucha o el combate, sino que se relacionaron con motivaciones, éticas o espirituales, de naturaleza superior a aquellas que simplemente puedan asociarse a la necesidad de combatir (Villamón y Espartero, 1999, p.65).
La reducción de la agresividad por parte de los practicantes de artes marciales es un hecho constatado por Nosanchuk y Catherine MacNeil (1989) cuando dichos practicantes han sido entrenados de forma tradicional, es decir, siguiendo una serie de pautas, principios y valores, dejando el resultado en segundo plano.
El deporte ha conllevado cierto empuje civilizador, entendiéndose éste como  una forma organizada de tensión en grupo, donde estas tensiones se producen al mismo tiempo que se contienen, dando lugar a un “equilibrio de tensiones” (Elias, 1992, p.195). El deporte “ofrece la liberadora emoción de una lucha en la que invierten habilidad y esfuerzo físico mientras queda reducida al mínimo la posibilidad de que alguien resulte seriamente dañado” (Elias, 1992, p.202). En las sociedades modernas, a la vez que existen unas normas y restricciones  que garantizan a las personas seguridad y estabilidad también se pierden “satisfacciones agradables asociadas con formas de conducta más sencillas y espontáneas. El deporte fue una de las soluciones a este problema.” (Elias, 1992, p.202).
Debemos potenciar el deporte como forma controlada de catarsis, evitando otras formas de liberar tensiones (por ejemplo, el fenómeno hooligan y los actos vandálicos), mostrando tolerancia cero con la diferentes manifestaciones de violencia (física, verbal, discriminaciones, etc.).
Tampoco debemos olvidar que lo importante es el proceso, no es el éxito y el resultado final de la competición lo único que cuenta, sino las experiencias vividas durante la práctica, enfatizando las actitudes internas y el autoconocimiento.

ESTADO ACTUAL DEL PENTATLÓN MODERNO EN CANTABRIA. INICIO DE POSIBLES VÍAS DE MEJORA

Como ya se ha dicho anteriormente, en Cantabria el Pentatlón Moderno forma parte de la misma Federación que el Triatlón, por lo que no es de extrañar que sus practicantes, no muy numerosos, también sean triatletas. Hace cuatro años esta región disponía de una decena de pentatletas (algún año se llegó a la docena), la mayoría de categorías escolares, sin contar con los federados que sólo competían en biatlón (combinada de carrera, natación y carrera amparada por la Federación Española e Internacional de Pentatlón Moderno). Lógicamente nunca se ha tenido el potencial de otras CCAA, pero los pentatletas cántabros, enrolados en un único club existente en la provincia, competían de forma regular en los Campeonatos de España. Los recursos materiales (pistas de esgrima, pistolas, espadas, trajes de esgrima, etc.) de esta Federación son pequeños, pero hasta la fecha habían sido suficientes para esta cantidad de deportistas. Para la modalidad de tiro existe un convenio de colaboración con el Club de Tiro San Martín en Santander y para la esgrima se hace lo propio el Club de Esgrima de Santander (CESAN), con el desinteresado apoyo de su alma mater, la entrenadora María Cruz Rodríguez.
En el 2012 y a comienzos del 2013 sólo había cuatro licencias, sin que hubiera presencia cántabra en varias pruebas del Campeonato de España. Ante esta situación los padres de estos deportistas, junto al director técnico de la Federación, deciden ir realizando pequeñas acciones que posibiliten ir recuperando número de practicantes y competiciones, tratando de captar nuevos pentatletas dentro del triatlón.
Tras no poder acudir a la primera prueba del Campeonato de España en Barcelona, se decide que para la siguiente (Lugo) se preparará el viaje con la debida antelación, haciéndose cargo la Federación del mismo, incluyendo los gastos de los padres asistentes. Se acuerda dar material de tiro (pistolas, balines y dianas metálicas) a los padres, para que puedan practicar el tiro con sus hijos, ya que al vivir en diferentes localidades resulta muy complicado realizar entrenamientos de tiro conjuntos y dirigidos. Pese a tener cierta repercusión en prensa se aboga también por buscar otras formas de difusión mediática (página web, blogs). A finales de abril un pentatleta juvenil compite en la 19ª Trobada Internacional Vila de Sant Boi (Barcelona), siendo el primer cántabro que acude al mismo en varios años.
El 25 de mayo estaba prevista la tercera fase del Campeonato de España a celebrar en Santander. Ante esta competición se deciden realizar una serie de novedades y acciones. Por un lado se cambia su lugar de celebración, ubicándose en las magnificas instalaciones de la Sociedad Deportiva Club Parayas, entidad privada localizada en el vecino municipio de Camargo, buscando un mayor respaldo mediático y una mayor afluencia de público, así como contar con el apoyo del propio Club y de las instituciones municipales. Dicho Club Parayas, que cuenta desde hace décadas con equipo de natación y ha sido sede de actividades de esgrima, se muestra interesado en crear una sección de pentatlón moderno, lo cual daría lugar a un nuevo equipo y especialmente la fijación de un núcleo estable (lugar y horarios) de entrenamientos.
Otra aportación fue invitar a delegaciones de Portugal y Francia, dando a la prueba un carácter internacional. Finalmente los deportistas galos no pudieron acudir por tener su calendario deportivo muy saturado, valga de ejemplo que en 1997 nuestros vecinos contaban con 35 competiciones de “pentajeune” en su territorio (Bouzou y Floure, 1998, p.65). Entre gallegos, catalanes, portugueses y un madrileño apenas se superaba la cuarentena de participantes, menos de la mitad de los pentatletas que acudieron a Santander en 2012. El motivo de ello reside en la presente crisis económica, que ha reducido el número de viajes drásticamente por los recortes en las subvenciones a clubes y federaciones. Para tratar de reducir este hecho se busco una oferta hotelera lo más barata posible, así como ofrecer actividades turísticas y culturales post competición, para hacer más motivante y enriquecedor el desplazamiento para deportistas y acompañantes foráneos.
A principios de julio, en el mismo fin de semana, tiene lugar en el CAR de Sant Cugat y en la propia Barcelona la jornada final del Campeonato de España de Pentatlón, así como el Campeonato de España de Biatlón, respectivamente. Ante estas pruebas se hacen los preparativos para acudir a los mismos con el mayor número de deportistas posibles, intentando usar la prueba del biatlón como “enganche” de triatletas hacia el pentatlón moderno.
Algunas de estas propuestas no tuvieron la repercusión deseada, por diferentes motivos, pero por lo menos se ha aumentado el número de participaciones respecto al año anterior y se ha visto que se pueden introducir, poco a poco, pequeños cambios, existiendo mayor margen de mejora si existe una mayor coordinación y planificación.
Para finalizar y desde una óptica positiva se ha conseguido aumentar el número de deportistas y participaciones, que era lo que se buscaba inicialmente.

CONCLUSIONES

De las experiencias surgidas en estos meses alrededor del pentatlón moderno se puede extraer la idea de la importancia de los padres, colectivo hacia el que otros agentes educativos suelen mirar con recelo, como agentes de cambio e innovación deportiva. En relación a ello también es básico destacar la importancia de tener una buena comunicación y coordinación con los mismos.
También resulta evidente, aunque muchas veces se ignore, que los objetivos propuestos no se consiguen mediante “ciencia infusa”, sino que conllevan trabajo, esfuerzos y sacrificios, que siendo optimistas, tarde o temprano darán sus frutos.
Como elementos a considerar de cara al futuro se encuentran los siguientes:
.- Necesidad de una mayor coordinación, dejando bien claro las funciones y cometidos de las diversas personas implicadas.
.- Actuar de forma colegiada los diferentes agentes implicados, evitar propuestas individualistas y personalistas, aprovechando todas las sinergias posibles.
.- Formalizar las acciones dentro de un límite, sin caer en la mera burocracia, estableciendo pautas de comunicación, cometidos, objetivos y valoraciones posteriores.
.- Aprovechar los recursos disponibles, minimizando gastos (por ejemplo realizando los viajes y alojamientos de forma conjunta) y siendo creativos y funcionales, incluso empleando “materiales de fortuna” (por ejemplo, entrenar con pistolas no reglamentarias).
.- Aumentar el número de competiciones y la variedad de las mismas (pentatlones, biatlones, pruebas de tiro y esgrima, etc.), aprovechando además el tirón actual que experimenta el triatlón.
.- Realizar actividades de iniciación y perfeccionamiento, así como entrenamientos de forma regular, pero sin caer nunca en la mera búsqueda del resultado deportivo.
.- Planificar las acciones con suficiente premura, no dejándolo (por ejemplo, la organización de un viaje) para última hora.

BIBLIOGRAFÍA

Bouzou, Jöel y Floure, Sébastien (1998) Le «pentajeune». EPS, Revue Education Physique et Sport, (269), janvier- février, 1998, 65-66.

Elias, Norbert (1992). Un ensayo sobre el deporte y la violencia. En Elias, Norbert; Dunning, Eric.  Deporte y ocio en el proceso de la civilización (185-212). México D.F.: Fondo de Cultura Económica.

Hernández Moreno, José (2005) Análisis de las estructuras del juego deportivo. Barcelona: INDE.

Hernández Moreno, José; Rodríguez Ribas, Juan Pedro (2004) La praxiología motriz: fundamentos y aplicaciones. Barcelona: INDE.

Jazarin, J.L. (1996) El espíritu del judo. Madrid: Eyras.

Le Floc´hmoan, J. (1965) La génesis de los deportes. Barcelona: Editorial Labor.

Nosanchuck, T.A.; Catherine MacNeil, M.L. (1989): Examination of the Effects of Traditional and Modern Martial Arts Training on Aggressivennes, Agressive Behavior, vol. 15, 1989, 153-159.

Olivera Betrán, Javier (2002) De las prácticas físicas primigenias al deporte educativo (II). Apunts, Educación Física y Deportes (68), 2º trimestre año 2002, 3-4.

Ruiz Pérez, Luis Miguel (1994) Deporte y aprendizaje. Madrid: Visor.

Villamón, Miguel; Espartero, Julián (1999) La lucha en Oriente: el significado del “do”. En  Villamón, M. (dir.) Introducción al judo (55-101), Barcelona: Hispano Europea.

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