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23 Ene 2012

Esquí alpino y obesidad infantil

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La presente comunicación pretende ser una guía para docentes y profesionales dela actividad física que se vayan a relacionar con la enseñanza del esquí alpino conniños en edad escolar con sobrepeso u obesidad. Para ello se hará un repaso de los principales factores morfológicos, fisiológicos y psicosociales que revierten en unas necesidades especiales a tener en cuenta a la hora de programar una actividad física para este grupo de población infantil.

Autor(es): Abraham Carlé Calo*
Entidades(es): *Plaza Neptuno nº4 1ºD – San Fernando (Cádiz) CP: 11100 abrahamcarle@gmail.com Teléfono de contacto: 677316555 Universidad de Granada (UGR)
Congreso: I Congreso Internacional de las Ciencias Deportivas
Úbeda – 11 de Septiembre de 2011
ISBN: 9788461536665
Palabras claves: salud, esquí, obesidad, metodología de enseñanza

Esquí alpino y obesidad infantil

Resumen

La presente comunicación pretende ser una guía para docentes y profesionales de la actividad física que se vayan a relacionar con la enseñanza del esquí alpino con niños en edad escolar con sobrepeso u obesidad. Para ello se hará un repaso de los principales factores morfológicos, fisiológicos y psicosociales que revierten en unas necesidades especiales a tener en cuenta a la hora de programar una actividad física para este grupo de población infantil. Se pretende conseguir una enseñanza del esquí alpino lo más saludable posible para los niños con obesidad, encaminándola a la obtención de hábitos saludables, sin que ello deteriore la calidad de la enseñanza para todos y el factor lúdico y socializador de la actividad físico-deportiva. Se apuesta por una metodología de enseñanza basada en la consecución de logros, programando bloques de tiempo acotado con un único objetivo principal, dando descansos periódicos e integrando actividades lúdico deportivas y ejes transversales de educación.

1.INTRODUCCIÓN:

La práctica de deportes de invierno está cada vez más presente en las programaciones curriculares de los centros de enseñanza primaria y secundaria de España. El esquí alpino suele ser el deporte elegido mayoritariamente como actividad principal de muchos viajes de estudios o excursiones escolares durante la temporada de invierno. En España el índice de obesidad infantil es muy elevado. Por ello se hace necesario observar qué características tiene este sector de la población (infantil obesa) a la hora de enfrentarse al aprendizaje del esquí alpino. La educación física ha de intentar dar una solución a la problemática actual de la comunidad infantil de nuestro país, sirvan como ejemplo las siguientes frases: ”el área de Educación física se muestra sensible a los acelerados cambios que experimenta la sociedad y pretende dar respuesta, a través de sus intenciones educativas, a aquellas necesidades, individuales y colectivas, que conduzcan al bienestar personal y a promover una vida saludable, lejos de estereotipos y discriminaciones de cualquier tipo”.(BOLETIN OFICIAL DEL ESTADO[ BOE]num 293, REAL DECRETO [RD]1513/2006, de 7 de diciembre) En este mismo documento también se cita lo siguiente: “el área se orienta a crear hábitos de práctica saludable, regular y continuada a lo largo de la vida, así como a sentirse bien con el propio cuerpo, lo que constituye una valiosa ayuda en la mejora de la autoestima. Por otra parte, la inclusión de la vertiente lúdica y de experimentación de nuevas posibilidades motrices puede contribuir a establecer las bases de una adecuada educación para el ocio” (BOE num 293, RD 1513/2006, de 7 de diciembre, p 43075). El esquí, ya sea entendido como actividad programada dentro del aula o como parte de un programa puntual, cumplirá con estos requisitos si de verdad adecuamos su práctica a las necesidades de la población infantil actual. Durante las clases de esquí veo como muchos niños con obesidad y sobrepeso abandonan la práctica deportiva al poco tiempo de iniciar la clase. Además es difícil conseguir que se retome la práctica por diversos motivos: miedo ante el fracaso y el ridículo en público, diferencias de nivel provocadas por el tiempo sin práctica, sensación de agobio provocado por el calor… En una tesis sobre los factores de riesgo cardiovascular en la población infanto- juvenil llevada a cabo en la Universidad Complutense de Madrid se dice los siguiente: “Existe un importante grado de “tracking” entre los valores de paráme- tros bioquímicos y antropométricos en la edad infantil con los valores de la edad adulta (…) por lo que es previsible que, si no se inician actividades preventivas desde la edad infantil, se observe un aumento en las prevalencias de factores de riesgo cardiovascular en la edad adulta”.(Repáraz Abaitua,Federico 1998,) Es nuestra obligación y deber ayudar a que cada acción desarrollada desde el ámbito de la actividad y la educación física sea un paso en la mejora de la calidad de vida de nuestros alumnos y de la sociedad en general.

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2.FACTORES A TENER EN CUENTA EN LA ENSEÑANZA DEL ESQUÍ CON POBLACIÓN INFANTIL OBESA:

Como en cualquier otro tipo de actividad física, es muy importante que conozcamos las características de las personas que van a iniciarse en el esquí, así como sus particularidades o necesidades individuales. Por tanto se hace necesario tener unas referencias acerca de las características de la población infantil obesa antes de prescribir el ejercicio o realizar un programa de enseñanza de esquí para niños. Un aspecto que suele tenerse en cuenta en primer lugar para determinar si una persona es obesa o no es el índice de masa corporal (IMC), el cual expresa en kg/m2. (Darias Curvo, 2008)) tiene en cuenta los siguientes valores: IMC superior a 30 es indicador de obesidad, siendo el intervalo de 25-30 indicador de sobrepeso. Creo importante no tener en cuenta solo este parámetro ya que, aunque ha demostrado tener cierta correlación no es el más fiable para diagnosticar la obesidad. Al tener en cuenta tan solo la altura y el peso y no la composición corporal puede fallar en personas musculosas o “desproporcionadas”. Es importante conocer la composición corporal para poder determinar si una persona entra dentro de los rangos de normalidad o de exceso de grasa, siendo los valores superiores a 25% en hombres y 31% en mujeres los que determinan que una persona es obesa. El método más fiable es la medición de pliegues cutáneos. Está es una técnica difícil y que requiere de formación, experiencia y tiempo para realizar la prueba en condiciones aceptables. Es por ello que se han buscado métodos simplificados para la determinación del porcentaje de peso graso de una persona. Al parecer, “La medición del pliegue subescapular es el método que mejor combina la simplicidad de aplicación con la potencia predictiva con respecto a la obesidad” (Cano Garcinuño,A.; Pérez García,I.; Casares Alonso,I.; Alberola López,S. 2011(Cano Garcinuño, Pérez García, Casares Alonso, & Alberola López, 2011)). Por tanto, opino que en los reconocimientos médicos o campañas de vacunación realizadas en los colegios se puede incluir esta medición para orientar acerca de los niveles de obesidad. Otros factores como el perímetro abdominal, el de la cintura o el ratio cintura cadera también son mediciones simples y baratas que nos darán información relevante acerca de los factores de riesgo de la salud relacionados con el sobrepeso. Si un niño tiene obesidad probablemente tenga una serie de factores de riesgo para la salud como pueden ser los siguientes:

RESISTENCIA A LA INSULINA:

La resistencia a la insulina dificulta el transporte de nutrientes al interior de la célula desde el torrente sanguíneo. Es por ello que hay que vigilar los niveles de intensidad y duración del ejercicio, ya que estas personas tendrán una percepción diferente del esfuerzo realizado en comparación con otras personas no obesas. Esta misma consideración debemos tener si el niño padece hipotiroidismo. La obesidad en la adolescencia se asocia a problemas de tolerancia a la glucosa, a la resistencia a la insulina y la adiposidad. Estos factores pueden interactuar para aumentar el riesgo cardiovascular. (Burke, 2006)) observo, tras el seguimiento de los niveles de insulina durante varios años en un grupo de niños con obesidad, un aumento de dichos niveles durante la infancia. La hiperinsulinemia también afecta al almacenamiento de grasas y el aumento de sensación de hambre. Todo esto se puede controlar con la actividad física.

CORTISOL:

Su incidencia parecer ser mínima, aun así, con niños que tengan trastornos de las glándulas suprarrenales se debe poner especial atención al balance de minerales y la hidratación. Por lo que las pausas frecuentes para beber agua o bebidas isotónicas será fundamental. Beber antes de que aparezca la sed es importante, y más aún, en un medio en el que el aire seco reseca las mucosas de las vías respiratorias y hace que perdamos mucha agua por el simple hecho de respirar.

COLESTEROLEMIA:

Las placas de ateroma son raras en niños, pero los niveles altos de colesterol LDL y los niveles bajos de colesterol HDL conllevan una serie de riesgos, como puede ser la arterosclerosis. De un estudio realizado en Australia acerca de la obesidad, el sobrepeso y la arterosclerosis se puede extraer lo siguiente: “La aterosclerosis comienza en la infancia. Estrías grasas en la aorta son comunes incluso a los tres años y los estudios de autopsia han identificado arterosclerosis en adolescentes y adultos jóvenes.”… Además, en cuanto los niveles de colesterol en sangre debemos tener presente que: “los triglicéridos fueron significativamente más altos y el HDL-C fue significativamente menor a la edad de 8 años en los niños que presentaban sobrepeso u obesidad” (Burke,Valerie 2006,p 831).

PRESIÓN ARTERIAL:

Los valores de este factor en niños son diferentes que en adultos. En los obesos suele estar elevada (en niños y adultos), aunque no todos los estudios están de acuerdo. En un estudio realizado por la Escuela de Medicina y Farmacología del Oeste de Australia se extrae lo siguiente: “de los participantes que tenían sobrepeso u obesidad en la edad de 9 años, el 53% de los hombres y 32% de las mujeres eran hipertensos o tenían riesgo de hipertensión futura, a la edad de 25 años… incluso en niños de 1 año se halló relación, con una diferencia del grupo sin sobrepeso de 3.2 mm Hg con un año de edad, 3.2 mmHg a los 3 años de edad, 2.4 mm Hg a los 5 años de edad y 6.2 mmHg a los 8 años de edad” ( Burke,Valerie 2006, p 831). Los cambios en la presión arterial no producirán riegos de desprendimiento de placa ateroma en el caso de los niños, pero puede repercutir en el gasto cardíaco y en el cansancio, aumentándolos. Fagard,R.H. (2006) afirma que el entrenamiento de fuerza de intensidad moderada es capaz de reducir la presión arterial y que el ejercicio es una terapia para la prevención, tratamiento y control de la hipertensión El esquí, ajustando las características de la sesión según nuestras necesidades particulares, puede ayudar a controlar la hipertensión y producir cambios positivos sobre ella. La frecuencia cardiaca de reposo también suele estar elevada en estos jóvenes por dos factores: baja forma física y gran tamaño corporal. También se puede incidir sobre este factor. No hay muchos estudios sobre niños obesos y la práctica del esquí, pero encontramos algunos datos obtenidos para adultos que si se podrían extrapolar a la población que nos preocupa en este caso. Así vemos como existen evidencias de que el esquí de intensidad moderada (70% frecuencia cardiaca máxima) es asimilado bien en personas desentrenadas. Además, con una semana de entrenamiento de esquí a alturas moderadas se observa un descenso de la frecuencia cardiaca de reposo, de los triglicéridos, de la resistencia a la insulina y de la noradrenalina en reposo (a Kahn et al 1996, citado en (Krautgasser, Scheiber, Kröll, Ring-Dimitriou, & Müller, 2009)) Todo lo expuesto vuelve a demostrarnos que la calidad y cantidad de descansos, así como el control de la intensidad del ejercicio serán de vital importancia si pretendemos realizar un programa de entre 2 y 5 días de esquí con niños con obesidad. Evidentemente, no disponemos de material avanzado para el control de la intensidad del ejercicio pero el uso del “talk test”, consistente en evaluar si el sujeto puede mantener una pequeña conversación o la escala de apreciación subjetiva del esfuerzo 0-10, junto con la valoración de las respuestas fisiológicas observables como la sudoración, el ritmo respiratorio o el color de la piel pueden ser herramientas simples y útiles para saber si nos estamos excediendo en la intensidad de los ejercicios o si estamos en unos márgenes aceptables. Un ejemplo de actividades que son de alta intensidad y que provocan mucho cansancio físico y mental para estos niños son ascender pequeñas cuestas usando la técnica de la escalera o los pasos divergentes, levantarse tras una caída (sobre todo en zonas llanas y de baja pendiente) o desplazarse largas distancias impulsándose con los bastones. Si evitamos en lo posible la reiteración sistemática de estas acciones estaremos haciendo un gran favor a nuestros alumnos.

SOCIOECONÓMICOS

En un estudio realizado en Brandsen (Buenos Aires, Argentina) se concluyó que: “La población escolar de Brandsen presenta altas prevalencias de sobrepeso y obesidad. La probabilidad de presentar sobrepeso es mayor en los niños de hogares con adversas condiciones socio-ambientales. Por el contrario, los niños obesos tienden a ser más en los hogares que tienen las condiciones socioambientales más favorables” (Cesani et al., 2010)). En otro estudio realizado en Las Islas Canarias (España), se comparó el nivel socioeconómico, medido como ingresos anuales de la familia, y la tendencia a la obesidad y la diabetes. En este estudio se afirma que: “a menor nivel de ingresos, mayor es la incidencia de obesidad y diabetes”(Darias Curvo, 2008)). Vemos como claramente los extremos de las clases sociales son los más afectados por el sobrepeso, la obesidad y por sus riesgos o enfermedades asociadas. Se hace necesario poner la información y los medios necesarios para combatir esta epidemia a disposición de todos, facilitando el acceso a todos los sectores. Por tanto, poner al alcance de todos la posibilidad de realizar actividades como el esquí, puede ayudar a que, incluso los más desfavorecidos, descubran nuevas formas de ocio activo y sientan los beneficios del deporte y de los hábitos de vida saludables. A los beneficios físicos hay que sumar los emocionales y psicológicos que se desprenden de las actividades grupales realizadas al aire libre.

FACTORES FAMILIARES:

Un factor que ha sido identificado como una causa potencial del aumento de las tasas de obesidad es el empleo de las madres. Aunque la actividad física y la ingesta de alimentos son las causas directas del aumento de la prevalencia de niños con sobrepeso y obesidad, el hecho de que más mujeres estén trabajando podría haber afectado a los hábitos de vida de los niños que, a su vez, afectan a la probabilidad del niño de tener sobrepeso u obesidad.(García, Labeaga, & Ortega, 2006)). Otro de los factores ampliamente mencionado en la bibliografía científica es el hecho de que los padres sean obesos. Esta relación parece estar afectada tanto por parámetros genéticos como ambientales, de tal modo que la ausencia de hábitos saludables dentro del núcleo familiar condiciona determinantemente las formas de ocio de los niños. Con el esquí podemos dar a conocer a los jóvenes una nueva forma de ocio activa y promover que desarrollen afinidad por otros deportes de deslizamiento, como el patinaje.

DEMOGRAFÍA:

En España, las tasas de obesidad y sobrepeso infantil más altas se encuentran en Andalucía, Canarias, Cantabria y Murcia, mientras que las más bajas se observan en Castilla y León, Madrid y Navarra.(García et al., 2006)). En Andalucía y Cantabria debería priorizarse la adaptación de la enseñanza del esquí acorde con las condiciones de su población infantil, para mejorar el servicio que se ofrece en sus estaciones de esquí, Sierra Nevada y Alto Campoo.

3. CONSIDERACIONES PRACTICAS: ERGONOMÍA

MATERIAL: Ropa ancha de alta transpiración, aunque impermeable, y que no esté demasiado ceñida. Así ayudaremos a disipar el exceso de calor y no dificultaremos los movimientos. Lo ideal sería llevar varias capas de tejidos sintéticos bajo la chaqueta, que faciliten la traspiración y no se empapen de sudor. Así en caso de tener calor pueden quitarse una o varias prendas (capas) y seguirán estando protegidos por la chaqueta. Es más que aconsejable que la chaqueta y los pantalones posean algún sistema de ventilación opcional, para poder aumentar la traspiración en caso de necesitarlo. Las botas serán de caña ancha y baja tanto para niños como niñas, debido al gran perímetro y volumen de la zona de la pantorrilla (botas de caña baja generalmente para mujeres por tener un gastrocnemio de mayor longitud). A menudo se observa como los niños con perímetros grandes se quejan de dolor, e incomodidad a la hora de ponerse y usar las botas. Hemos visto que muchos de ellos sienten menos molestias con las recomendaciones anteriormente citadas. En cuanto a los esquís se seguirán las recomendaciones típicas de altura y graduación de las fijaciones según altura, peso y nivel del esquiador. Es muy importante recordarles a los niños y a los padres que no se deben usar más de un par de calcetines, así como calentadores u tras pendas complementarias. Tampoco se aconseja que lleven mayas o pantalones de cualquier tipo bajo los pantalones de nieve. Esto en la mayoría de los casos solo aumenta la sensación de calor y de agobio.

ENTORNO:

Debemos procurar que todas las actividades se realicen en una zona relativamente cercana para evitar pérdidas de tiempo y de dinamismo innecesarias. Además la dificultad de desplazarse y de transportar el material puede acentuar una sensación de fatiga o agobio por calor. Se intentará no elegir fechas en las que la probabilidad de altas temperaturas sea clara (final de temporada). A pesar de lo agradable de disfrutar de la nieve con buen tiempo, una temperatura de más de 20º puede hacer que la actividad sea desagradable. (Gutierrez, 1995)Se deben detectar factores de riesgo de enfermedades por el calor, como hipohidratación, obesidad, pobre condición física, y ciertas enfermedades. La enfermedad por calor puede combatirse eficazmente a través de la aclimatación, la hidratación adecuada y la planificación de eventos con antelación. (Gutierrez,G. 1995)

4. PROPUESTA METODOLÓGICA: Consejos a tener en cuenta en una sesión de esquí.

CALENTAMIENTO:

– CUIDAR INTENSIDAD Y DURACIÓN: La movilización de segmentos corporales puede suponer una actividad moderada o elevada para personas con obesidad, debido al peso de los segmentos corporales y la escasa forma física. Es por ello que se hace indispensable un buen planteamiento y seguimiento del calentamiento para evitar la sobre activación de sistemas de obtención de energía anaerobios, con la consiguiente producción de ácido láctico, elevación extrema de temperatura corporal y aumento excesivo del ritmo cardiaco y respiratorio.

– EJERCICIOS DESACONSEJADOS:

Aquellos basados en patrones de acción muscular CEA (ciclo estiramiento-acortamiento), debido alto impacto articular y al estrés metabólico implicado (estos ejercicios rara vez se usan para calentar). Tampoco se aconseja el uso de ejercicios de elevada exigencia coordinativa, ya que en personas sedentarias este estrés nervioso puede ser causa de fatiga prematura.

ESQUÍ EN BLOQUES DE 40´-60´: Se ha demostrado que son igual de efectivos 3 bloques de 15 minutos de actividad física moderada diaria que una sesión de 45 minutos para principiantes. Si la persona tiene sobrepeso y malos hábitos de actividad tiene mucha mejor posibilidad de conseguir adherencia y resultados fraccionando la sesión. Considerando que en esquí 15´ es muy poco, debido a que tiempo de compromiso motor o de participación activa serán escasos. Se aconseja que la duración aproximada de los bloques sea de unos 40´- 60´ Además la distribución de los bloques permite que el niño se hidrate, recupere una temperatura corporal agradable, y descanse (sin tener que estar inactivo para ello).

OBJETIVO POR BLOQUE: Se plantea la opción de realizar bloques diferenciados por objetivos. En ellos se tratará de aprender o mejorar una única habilidad motriz especifica del esquí. Esto facilitará el aprendizaje de la tarea motriz aumentando las posibilidades de éxito y la actitud positiva. Se emplearán los juegos como forma principal de aprendizaje siempre que sea posible, evitando, en la medida que el profesor/monitor lo considere, las competiciones directas y fomentando los juegos individuales o de cooperación.

INTERCALAR BLOQUES CON OTRA ACTIVIDAD: Realizar actividades de baja intensidad, con carácter lúdico y socializador entre los bloques de esquí. Esto ayudará a dar un pequeño descanso, sin el que el mismo se asocie con estar sentado o comiendo. Realizar muñecos de nieve por grupos, formar una palabra con esquís sobre la nieve, canciones, juegos de pelota y puntería con bolas de nieve tienen cabida en este apartado. Si los responsables del centro desean tratar ejes transversales o temáticas relacionadas con el currículo docente, pueden ser ellos los que las diseñen y pongan en práctica.

HIDRATACIÓN/ NUTRICIÓN / RECUPERACIÓN: Entre cada bloque habrá un pequeño tiempo, tanto previo como posterior a la realización de las actividades complementarias, destinado a la hidratación y alimentación. El objetivo principal, a parte de la recuperación de energía y evitar la deshidratación, es conseguir iniciar a los niños en hábitos alimenticios correctos. Es decir, podemos incitarles a acostumbrarse a comer varias veces y poca cantidad, en vez de solo comer cuando se sienta mucha hambre y de forma compulsiva. Si además conseguimos controlar el tipo de hidratos de carbono que ingieren según su índice glucémico, la cantidad que se come y evitamos productos gasificados y fritos estaremos haciendo una labor excelente.

FEEDBACKS DEL ALUMNO:

Una idea sencilla y efectiva es la de hacer un diario personal. Cada día el alumno reflexionará y verbalizará por escrito sobre los logros experimentados. Es importante ayudarles a que se centren en aspectos positivos o en sensaciones nuevas que sean relevantes. Una planilla que contenga estas simples preguntas puede hacer que tanto el alumno como el profesor sean más conscientes del proceso de enseñanza aprendizaje y de la evolución que están experimentando los niños tanto a nivel técnico como psicológico y emocional:

– ¿HAS APRENDIDO ALGO NUEVO HOY?

– ¿SIENTES QUE HAS SIDO DE CAPAZ DE SUPERARTE?

– ¿TE A COSTADO MENOS REALIZAR LOS EJERCICIOS?

– ¿TE HAS DIVERTIDO CON TUS COMPAÑEROS Y CONTIGO MISMO?

– VALORA DE 0 A 10 EL GRADO DE SATISFACCIÓN QUE TIENES CON RESPECTO A TU ESFUERZO E IMPLICACIÓN CON LAS ACTIVIDADES: (0= nada satisfecho; 10= absolutamente satisfecho) He podido ver como los niños al tener que verbalizar sus impresiones se vuelven más receptivos y participativos en las sesiones. Para algunos el simple hecho de recordar y valorar emocionalmente que fueron capaces de levantarse sin ayuda, o que consiguieron girar, hace que se sientan más capaces e ilusionados.

Bibliografía

  • – Burke, V. (2006). Obesity in childhood and cardiovascular risk. Clinical & Experimental Pharmacology & Physiology, 33(9), 831-837.
  • – Cano Garcinuño, A., Pérez García, I., Casares Alonso, I., & Alberola López, S. (2011). Determinantes del nivel de actividad física en escolares y adolescentes: Estudio OPACA. Anales Españoles De Pediatría: Publicación Oficial De La Asociación Española De Pediatría (AEP), 74(1), 15-24.
  • – Cesani, M.,F.M.F., Luis, M.,A.M.A., Torres, M.,F.M.F., Castro, L.,E.L.E., Quintero, F.,A.F.A., Luna, M.,E.M.E., et al. (2010). [Overweight and obesity in schoolchildren from brandsen and its relationship with socio-environmental characteristics of residence]. Archivos Argentinos De Pediatría, 108(4), 294-302.
  • – Darias Curvo, S. (2008). Análisis de las desigualdades económicas en la prevalencia de la diabetes y la obesidad en canarias. ENE Revista De Enfermería, (4), 51-60.
  • – García, E., Labeaga, J. M., & Ortega, C. (2006). Maternal employment and childhood obesity in spain. Retrieved from http://www.fedea.es/pub/papers/2006/dt2006-17.pdf
  • – Gutierrez, G. (1995). Solar injury and heat illness. Physician & Sportsmedicine, 23(7), 43- 48.
  • – Krautgasser, S., Scheiber, P., Kröll, J., Ring-Dimitriou, S., & Müller, E. (2009). Influence of physical fitness on individual strain during recreational skiing in the elderly. St. Christoph am Alberg, Tyrol, Austria. , IV(Science and Skiing) 310-319.
  • – BOLETIN OFICIAL DEL ESTADO num. 293, REAL DECRETO 1513/2006, de 7 de diciembre por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación primaria.

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