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25 Nov 2013

Imagen corporal y sensibilidad a la ansiedad en fisicoculturistas

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La ansiedad es una variable que estar implicada con dimensiones corporales y los deportes donde éstas son destacadas.

Autor(es): Flores, M.; González, A.; Sandez, V. y Arbinaga, F.

Universidade de Huelva

Congreso: XIV Congreso Internacional sobre la Psicología del deporte
Pontevedra, 14 al 16 de Noviembre de 2013
ISBN: 978-84-939424-6-5
Palabras Clave: Sensibilidad a la ansiedad, imagen corporal, fisicoculturismo.

Imagen corporal y sensibilidad a la ansiedad en fisicoculturistas

Resumen:

La ansiedad es una variable que estar implicada con dimensiones corporales y los deportes donde éstas son destacadas. Se pretende analizar las relaciones entre la Imagen Corporal y la Sensibilidad a la Ansiedad en fisicoculturistas. Han participado un total de 79 fisicoculturistas (50.56% hombres). Las pruebas utilizadas han sido la adaptación española del Anxiety Sensitivity Index (Peterson y Reiss, 1992) y la parrilla de imágenes “Bodybuilder Imagen Grig“(Hildebrandt, Langenbucher, y Schlundt, 2004). Los resultados han confirmado que la imagen de cuerpo ideal en grasa para el hombre muestra correlaciones negativas con el ASI-somática (r=-.329, p=.008) y total (r=-.287, p=.021). En cuanto a la valoración del cuerpo más atractivo en el hombre en su dimensión de grasa correlaciona con ASI-cognitiva (r=-.263, p=.034) y con ASI-total (r=-.269, p=.03). Por último, en la variable que unifica la respuesta de los hombres a la pregunta “elige la puntuación que mejor representa lo que crees que es el cuerpo más atractivo de un hombre para las mujeres” y las respuestas dadas por las mujeres al ítem “elige la puntuación que representa para ti el cuerpo más atractivo para un hombre”, en su dimensión muscularidad, las relaciones han sido con ASI-somática (r=-.311, p=.012) y en su dimensión grasa con el ASI-social (r=-.258, p=.038). De cara al futuro se debe seguir trabajando para concretar el papel que la sensibilidad a la ansiedad tiene en las respuestas y malestar con respecto a la Imagen corporal.

El interés sobre la IC desde una perspectiva científica, es reciente y ha ido asociándose de manera constante tanto al peso como a la altura del sujeto (Harmats, Gronendyke y Thomas, 1985), aunque también a la grasa corporal y el desarrollo muscular (Cahone y Pope, 2001); especialmente en los hombres se afirma que la musculatura se torna en un aspecto de gran relevancia (Sandín, Chorot,  Santed, Jimenez y Romero, 1994). Así pues, es posible entender la imagen corporal como una construcción social, influida por variables económicas, sociales, culturales y religiosas, entre otras.
La sensibilidad a la ansiedad (SA) es entendida como una predisposición del sujeto a responder con ansiedad a los síntomas de ansiedad (Reiss y McNally, 1985). McNally (1990) realizará una nueva definición en la que afirma que debe entenderse como el miedo a ciertas sensaciones corporales, las cuales no necesariamente tienen que producirse por ansiedad. A esto debe añadirse, que el índice SA que puede manifestar un sujeto, más que la reacción orgánica al estrés, denota fenómenos cognitivos como “creencias o tendencias a interpretar las reacciones orgánicas”.
En este contexto, se debe hacer una distinción, en lo que a la ansiedad se refiere, entre términos como preocupación y sensibilidad. Mientras que la SA correlaciona significativamente alto con las dimensiones cognitivas y somáticas, la preocupación lo hace en mayor medida con la dimensión cognitiva.
Hausenblas y Fallon (2002) observaron, que el Índice de Masa Corporal (IMC) resultaba ser un buen predictor de la insatisfacción corporal y de la ansiedad física social en las mujeres que no practicaban el fisicoculturismo. Por su parte, los varones son las conductas de ejercicio las que permiten predecir dicha insatisfacción corporal, mostrando una relación con una pobre autoestima y unos mayores niveles de depresión (McCreary y Sasse, 2000). En la propuesta biopsicosocial de Ricciardelli y McCabe (2004), muestran que las normas sociales y culturales tienen importantes relaciones con la tendencia a intentar incrementar la musculatura en los varones como ya sugirieran Leit, Pope y Gray (2001).
Por su parte, en fisicoculturismo la IC tiene gran relevancia, dando que ha de ajustarse a las normas de valoración de los jueces, quienes determinarán los resultados que el deportista vaya a obtener. La preocupación por ésta ocasiona con frecuencia efectos negativos sobre la salud (Olivardia, Pope, Borowiecki y Cohane, 2004). Pope y Katz (1994) hablaron de “Dismorfia Muscular”. Con dicha alteración, se han relacionado un conjunto de comportamientos: entrenamiento compulsivo, comparaciones físicas con malestar tras las mismas, dietas restrictivas, evitación social… Así mismo, se han definido relaciones entre la ansiedad física social y la imagen corporal en deportes como el fisicoculturismo (Arbinaga y Caracuel, 2008).
Según Holle (2004) se ha producido un aumento de la insatisfacción corporal en los hombres durante las últimas décadas. Sabiston y Munroe (2001) propusieron que la publicidad se asociaba con mayores niveles de ansiedad física social en atletas femeninas. Bakere et. col. (2008), con personas deportistas de ambos sexos y sedentarios encontraron que los resultados mostraron que la imagen corporal de ambos se vio afectada negativamente, siendo la de los primeros afectada en mayor grado.
En base a este contexto en el que la persona se encuentra influenciada por su entorno social y por las propias percepciones, el presente trabajo busca definir y determinar las posibles relaciones que pudieran existir entre la SA y la IC en población fisicoculturistas; así como las posibles interacciones con variables relacionadas con el entrenamiento.

Método

Participantes
La muestra estuvo conformada por un total de 79 fisicoculturistas de Huelva, Elche y Valencia de los cuales 65 son hombres (41.54% competidores y 58.46% no competidores) y 14 mujeres (42.86% competidoras y 57.14% no competidoras). La edad media para todo el grupo es de 24.39 años (Sd=6.62); así mismo, la muestra refleja que llevan una media de 87.28 meses entrenando (Sd=67.49) haciéndolo unos 3.84 días a la semana (Sd=1.23) en sesiones de 104.35 minutos por término medio (Sd=35.96) (ver tabla 1).

Instrumentos
Los participantes cumplimentaron de forman individual, junto a una entrevista ad hoc de datos socio-deportivos, el Índice de Sensibilidad a la Ansiedad [Anxiety Sensitivity Index, ASI] (Peterson y Reiss, 1992), en su versión española (Sandín y Chorot, 1999). El ASI está constituido por tres subescalas: somática, cognitiva, social y una puntuación total. Anteriores trabajos han puesto de manifiesto las buenas propiedades psicométricas de dicha escala, (Sandín et al. 1996, 2001).En la evaluación de la IC se consideró la parrilla de imágenes “Bodybuilder Imagen Grig (BIG-S)“  tendente a determinar la valoración que lleva a cabo el sujeto sobre su grasa corporal en el eje horizontal (0-120) y la muscularidad en el eje vertical (0-100) (Hildebrandt, Langenbucher, y Schlundt, 2004). Basadas en dicha parrilla, se incluyó una serie de preguntas para los hombres: a.- “Elige la puntuación que mejor representa tu cuerpo actual”, b.- “Elige la puntuación que mejor representa tu cuerpo ideal”, c.- “Elige la puntuación que mejor representa el cuerpo más atractivo” y d.- “Elige la puntuación que mejor representa lo que crees es el cuerpo más atractivo para las mujeres”. Para las mujeres: a.- “Elige la puntuación que representa para ti el cuerpo más atractivo en un hombre”.

Procedimiento
La recogida de información se llevó a cabo individualmente en las instalaciones del gimnasio, de manera previa a la sesión de entrenamiento que tenían programada para ese día. Para que los participantes pudieran ser considerados competidores debían haber estado más de cuatro años entrenando de manera continuada y compitiendo de manera oficial al menos en los dos últimos años, debiendo entrenar más de 3 días a la semana. De no cumplir dichas características eran considerados como. No competidores. A todos los participantes se les informo de la confidencialidad de los datos y la posibilidad de abandonar el estudio cuando así lo considerase oportuno.
Con idea de determinar si las opiniones de los hombres y mujeres coinciden, se han creado dos variables, la primera de ellas a partir de los datos obtenidos en la parrilla de imágenes al conjugarse las respuestas dadas por los hombres al ítem “elige la puntuación que mejor representa el cuerpo más atractivo” y las respuestas dadas por las mujeres al ítem “elige la puntuación que representa para ti el cuerpo más atractivo para un hombre”. Dicha variable la denominaremos como COINCIDE 1.
La segunda, con la unión de las respuestas dadas por los hombres a “elige la puntuación que mejor representa lo que crees que es el cuerpo más atractivo de un hombre para las mujeres” y  las respuestas dadas por las mujeres al ítem “elige la puntuación que representa para ti el cuerpo más atractivo para un hombre”. Dicha variable la denominaremos como COINCIDE 2.

Completa la información

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº23.

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Resultados

De las características socio-demográficas y deportivas, señalar que los hombres presentan una mayor altura y peso, como sería de esperar, y una tendencia, no significativa a los niveles tradicionales, a que las mujeres sean mayores en edad que los hombres (Tabla 1). No existiendo diferencias significativas en el resto de variables mostradas en la tabla.
Tabla 1.
Características sociodemográficas y deportivas de la muestra.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº23

Referente a los resultados obtenidos en la prueba ASI, se realizaron los respectivos análisis de cada una de las subescalas con la finalidad de determinar su alfa de Cronbach; obteniendo resultados muy aceptables en las escalas somática (?=0.786), cognitiva (?=0.92) y total (?=0.833) siendo la subescala de ansiedad social (?=0.388) la que presente mayor problemática en su resultado.Al analizar las puntuaciones obtenidas en la escala ASI en función del sexo de los participantes no se mostraron diferencias en las diversas subescalas (Somática (t=0.71; p=0.48), Cognitiva  (t=0.17; p=0.865), Social (t=0.298; p=0.767) y Total (t=0.551; p=0.583). De igual forma, cuando se considera a los competidores vs no competidores tampoco se detectan diferencias significativas (A. Somática.- t=0.033 p=0.974; A. Cognitiva.- t=0.905 p=0.367; A. Social.- t=1.575 p=0.118 y A. Total.- t=0.796 p=0.427).
Por su parte, en la Parrilla de Imágenes el alfa de Cronbach obtenido al considerarse las diversas medidas de la escala ha sido aceptable (Grasa- ?=0.804 y Muscularidad- ?=0.722).
Cuando se pretende analizas las posibles diferencias entre hombres y mujeres sobre la variable “elige la puntuación que mejor representa el cuerpo más atractivo”, según la variable grasa, los hombres muestran una Md=24.14 y una Sd=14.74 frente a las mujeres ­Md=28.93 Sd=12.11 no siendo estas diferencias estadísticamente significativas (t=1.135 p=0.26). A su vez, en la variable muscularidad, en la que los hombres obtuvieron una Md=66.85 y Sd=15.43 y las mujeres Md=61.07 Sd=16.19 tampoco se observan diferencias significativas (t=1.260 p=0.212).
Por su parte, en cuanto a la variable que busca determinar si hay coincidencia entre lo que el hombre piensa que es el cuerpo más atractivo de un hombre para las mujeres y lo que en realidad creen las mujeres que es el cuerpo más atractivo COINCIDE 1.  Se observa que entre los hombres (Md=28.99 Sd=16.55) y las mujeres (Md=29.93 Sd=12.12), para la dimensión grasa no existen diferencias estadísticamente significativas (t=0.012, p=0.990). En el caso de la muscularidad, viene a ocurrir igual al mostrarse una ausencia de diferencias a los niveles tradicionales (t=1.743 p=0.085) donde los hombres (Md=53.62 Sd=14.16) muestran una ligera tendencia a puntuar más abajo que las mujeres (Md=61.07 Sd=16.19).
En la tabla 2 se deja constancia de las principales correlaciones obtenidas que han mostrado una significación estadística entre las subescalas del ASI y las diversas variables de imagen corporal.

Tabla 2.
Correlaciones significativas entre ASI e imagen corporal.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº23

Por último se relacionó el hecho de ser competidor o no, con la variable imagen corporal (tabla 3).
Tabla 3.
Variables Imagen Corporal (Competidores y no competidores).

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº23

A partir de los datos analizados, se puede afirmar que existen diferencias estadísticamente significativas (t=4.904 p=0.000) entre la percepción de los competidores (Md=65.3 Sd=11.43) y los no competidores (Md=48.29 Sd=15.25) a la hora de valorar su cuerpo actual en la variable muscularidad, en la cual, los competidores valoran su cuerpo más musculoso en contraste de las puntuaciones dadas por los no competidores; sin diferenciarse en la consideración de su cuerpo actual sobre los índices de grasa.
Pese a estas percepciones del cuerpo actual, cuando se les pregunta por el cuerpo ideal, las diferencias son tanto en grasa (t=2,498 p=0,015) como en muscularidad (t=3.16 p=0.002). Para los no competidores, el cuerpo ideal tendría unos mayores niveles de grasa que el reconocido por los competidores. Mientras que en muscularidad, son los competidores quienes reconocen que debían tener mayores índice.
Aunque los competidores mantienen una idea diferente, frente a los no competidores, de lo que es el cuerpo ideal en un hombre, no muestran diferencias estadísticamente significativas en cuanto a la percepción de lo que consideran el cuerpo más atractivo en un hombre, coincidiendo sus puntuaciones tanto en la variable grasa como en muscularidad. Haciendo alusión a lo que creen los hombres que piensan las mujeres sobre la IC más atractiva en los hombres no se muestran diferencias entre las puntuaciones obtenidas entre competidores y no competidores, en cuanto a la grasa (t=1.658 p=0.102) ni en cuanto a la muscularidad (t=0.042 p=0.967).
Por último, cuando se les demanda información sobre lo que ellos piensan con respecto a lo que las mujeres fisicoculturistas consideran cuál es el cuerpo masculino más atractivo, no se muestran diferencias entre las opiniones que realizan las competidoras y las no competidoras en la consideración de índice de grasa ideales y el grado de muscularidad.

Discusión

Los resultados mostraron que no sólo existe relación entre la Sensibilidad a la Ansiedad y la Imagen Corporal, en concreto se detecta unas correlaciones significativas y de signo negativo entre el ASI, en sus tres dimensiones y el total, con la variable cuerpo ideal (grasa), cuerpo atractivo (grasa) y en la variable que unifica la respuesta de los hombres a la pregunta “elige la puntuación que mejor representa lo que crees que es el cuerpo más atractivo de un hombre para las mujeres” y  las respuestas dadas por las mujeres al ítem “elige la puntuación que representa para ti el cuerpo más atractivo para un hombre” muestran correlaciones negativas significativas con el ASI somática, en su dimensión de muscularidad, y social, en ésta última en su dimensión de grasa.
Decir que no se detectan diferencias en las puntuaciones del ASI en función del sexo ni del grado de implicación con la competición.
Por su parte, la variable IC no está exenta de influencia hacia la conducta del fisicoculturistas donde los hombres y mujeres no mantienen disparidad de ideas hacia la dimensión grasa cuando se les pide a los hombres que “elige la puntuación que mejor representa el cuerpo más atractivo” y las respuestas dadas por las mujeres al ítem “elige la puntuación que representa para ti el cuerpo más atractivo para un hombre”.
Por último, decir que a la hora de comparar competidores vs no competidores se detectan diferencias en las variables cuerpo actual, en su dimensión muscularidad, en el cuerpo ideal en su dimensión de grasa y muscularidad.

Referencias.

Arbinaga, F. y Caracuel, J.C. (2008). Imagen corporal en varones fisicoculturistas. Acta Colombiana de Psicología. 11 (1) pp 75-88.
Bakere S.R. (2008) Hot Topic in Sport and Athletics. New York: Nova Science Publishers.
Cohane, G. H. y Pope, H.G. (2001). Body image in boys: a review of the literature. International Journal of Eating Disorders, 29, 373-379
Harmatz, M. G. Gronendyke, J. y Thomas, T. (1985). The underweight mala: The unrecognized problem group of body image research. The Journal of Obesity and Weight Regulation, 4,4 258-267.
Hausenblas, H. A. y Fallon, E. (2002) Relationship among body image, exercise behavior and exercise dependence symptoms. International Journal of Eating Disorders, 32, 179-185.
Hildebrandt, T. Langenbucher, J. y Schlundt, D.G. (2004). Muscularity concerns among men: development of attitudinal and perceptual measures. Body Image 1, 169-181
Holle, C. (2004). Male Body Image: Self-Oerceived Weight Status and Avoidance of Body Exposure. Perceptual and Motor Skills, 99 (3), 853-860.
Leit, R.A. Pope, H.G. y Gray, J.J. (2001) Cultural expectations of muscularity in men: the evolution of playgirl centerfolds. International Journal of Eating disorders, 29, 90-93.
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Olivardia, R., Pope, H.G., Borowiecki J.J. y Cohane, G. 2004). Biceps and body image: The relationship between muscularity and self-esteem. Depression and eating disorders symptoms. Psychology of Men and Masculinity, 5,2 112-120.
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Ricciardelli, L.A y McCabe, M.P (2004). A biopsychosocial model of disordered eating and the pursuit of muscularity in adolescent boys. Psychological Bulletin, 130, 2, 179-205.
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