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Programa de entrenamiento mental del deportista, LINCE
7 Abr 2015

LINCE: una herramienta para el entrenamiento mental del deportista con África Martín Giner

Nuevos Másteres 2021 - Entrevistas

Sobre África Martín Giner

Es diplomada en trabajo social con experto en intervención psicoeducativa y en inteligencia emocional. Además es autora de varias publicaciones y creadora del programa Lince: Una Herramienta Para el Entrenamiento Mental.

Entrevistador: – ¿En qué consiste este programa del Lince?

Entrevistado: –Pues mira, el programa Lince es un programa de entrenamiento mental para el alto rendimiento ¿Qué significa esto, en qué se basa Lince? Es un programa en el que trabajamos mediante la acción-reflexión sobre cinco áreas, cada una de las áreas está representada en una de las letras del Lince, tenemos el lenguaje, la imaginación, la neurocomunicación, las creencias y las emociones. Este programa cuando lo creé, un poco lo que hice fue aunar diferentes conocimientos y herramientas basadas en ejercicios, en determinados protocolos que se pueden seguir en cada una de estas áreas. Entonces un poco el marco teórico de referencia con el que trabajamos pues es psicología cognitiva, psicología positiva, inteligencia emocional, también conocimientos neurocientíficos y también una parte del programa Lince se orienta con determinados conocimientos de la sabiduría oriental, trabajamos con mindfulness, con diferentes técnicas de visualización, etcétera. Lo que persigue el programa Lince esa ayudar a la persona que lo realiza a optimizar sus propios recursos, de ahí el que lo llamemos para el alto rendimiento. Nosotros siempre proponemos que alto rendimiento no tiene por qué ser hacer más sino aprender a ser mejor y eso es lo que vamos acompañando a la persona -en este caso al deportista- a que consiga optimizar mejor sus recursos y haciendo mejor lo que hace sin tener que invertir más esfuerzo, pues consiga mejores resultados.

Entrevistador: –¿Entonces cómo trabajáis para mejorar el rendimiento con esta herramienta?

Entrevistado: –En el programa individual… Porque tenemos como un programa individual y un programa mixto donde podemos hacer formación en sala y luego secciones individuales. Pero bueno en cualquiera de los dos lo que vamos a trabajar es sobre el desarrollo de cinco neurocompetencias. Son competencias personales y las llamamos neurocompetencias porque están por debajo de las competencias técnicas, es decir el deportista con su entrenador técnico y su preparador físico pues ya va desarrollando las habilidades técnicas o físicas que necesita para su deporte. Pero es muy importante también que sea consciente de cómo está gestionando a ese otro nivel en el plano mental otras competencias. Nosotros estas competencias hemos decidido -o bueno yo en este caso- cuando he creado el programa me di cuenta que hay cinco que son fundamentales, la autoconfianza, la autoregulación emocional, la automotivación, la adaptación al cambio y la concentración, haciendo un trabajo específico para desarrollar esas cinco neurocompetencias la experiencia que he tenido ya en estos cuatro años que llevo con deportistas es que obtienen mejoras -fíjate- en la marca deportiva entre un 20 y un 25% de media, de competencia a competencia  ha habido mejoras pues de un 40% en autoconfianza, de un 30 o un 35% en gestionar la presión que se tiene el día de la competición, es decir esos nervios que te entran cuando estás en el día clave etcétera ¿Entonces cómo lo trabajamos? Pues con ejercicios, con sesiones en las que al deportista le vas guiando a través de preguntas para ver cómo está gestionando su preparación, su entrenamiento y la propia competición. Y le vas proponiendo todo un… Semana a semana una serie de ejercicios que tiene que ir haciendo de tipo de auto registro, sobre qué piensa, cómo actúa, qué emociones tiene, a luego también ejercicios de visualización, de relajación, de minfulness y trabajamos con un sistema muy vanguardista que forma parte también de la sesión que se llama NeuroFeedback Neuro Optimal, esta técnica está dentro de la N de neurocomunicación en Lince. Y ahí lo que hace es un entrenamiento a nivel cerebral, es como una gimnasia cerebral. El deportista viene, se sienta, le conectamos con unos electrodos, esos electrodos van a un electroencefalograma que está midiendo 256 veces por segundo la actividad eléctrica del cerebro y lo manda a un software, ese software hace un pre-test al deportista para ver cómo viene el cerebro en ese momento a nivel de equilibrio, bueno le propone un ejercicio de entrenamiento en función de cómo viene ese día y en ese entrenamiento lo que va a mejorar es la capacidad de autorregulación que esto traducido a conductas o a cosas más prácticas que podamos entender pues es que si había síntomas de estrés, ese estrés se va a reducir porque se equilibra el sistema nervioso central gracias a esa gimnasia cerebral y entonces donde puede haber insomnio o determinadas pautas de estrés en el día de la competición se van reduciendo y desapareciendo porque el cerebro aprende a responder ante una situación de la mejor manera posible. Lo siguiente que mejoras: atención y concentración. Fíjate lo fundamental que es eso para los deportistas. Pues con esa técnica se va trabajando eso.

Entrevistador: – Actualmente hay varias metodologías de entrenamiento que le dan una importancia vital a lo que es la parte cognitiva. Entonces evidentemente a la carga cognitiva. ¿Crees que a través de este software, de esta herramienta se podría hacer una medición real en campo de la carga cognitiva que está suponiendo el entrenamiento?

Entrevistado: –No, este sistema no nos da un diagnóstico que podamos enviarle o darle al deportista. El  sistema lo que está haciendo, que sí que está haciendo un diagnóstico en el sentido de que está midiendo constantemente cómo está funcionando el cerebro, en cuanto a esta capacidad de auto regularse, de funcionar en estado de equilibrio en cada una de las bandas de frecuencia en donde está midiendo. Pero lo hace en el momento, y el propio sistema, como está haciendo esas mediciones, lo que hace es darse cuenta de cuándo el cerebro se está yendo de esos parámetros de equilibrio. Cuando se va de esos parámetros lo que hace es interrumpir una música que está sonando. El entrenamiento funciona por condicionamiento tradicional, operante. El cerebro, la interrupción de la música lo recibe, lo escucha como un feedback, como una información que le dice que algo no funciona bien. Y él solito reorganiza las conexiones neuronales para volver a entrar dentro de los parámetros óptimos. De esa manera la música vuelve a sonar. A base de repeticiones, la música se interrumpe porque se produce un desequilibrio en el cerebro, el cerebro reorganiza las conexiones neuronales y se activa la música. Bueno, pues a base de repetición de este tipo de comportamiento y a base de sesiones, se va aprendiendo el cerebro a funcionar de manera óptima y equilibrada. Pero claro, no es una herramienta que podamos utilizar para hacer mediciones de la carga -como me has dicho- cognitiva. De hecho, es un entrenamiento sin esfuerzo y no consciente. Es decir, que la persona no tiene que pensar en nada cuando está haciendo el entrenamiento con el neuro-feedback. Se relaja, le pedimos que piense en cosas relajantes, que no esté muy enfocado en nada en concreto. Porque precisamente si se enfoca en algo en concreto, pone su atención dirigida hacia algo específico, se dificulta el aprendizaje. Lo que va a desarrollar es como más flexibilidad mental, más facilidad para adaptarse al campo.

Entrevistador: –Cuéntanos entonces, ¿cómo puede también este programa LINCE ayudarnos a mejorar la atención y la concentración en los deportistas?

Entrevistado: –Muy bien. Bueno, pues en primer lugar siempre vamos a recomendar hacer el programa de neuro-feedback, pero luego vamos a reforzar ese trabajo de mejora de la concentración de dos maneras. Primero, nos vamos a dirigir a eliminar las barreras de la concentración. Y después, a entrenar la concentración en sí misma mediante ejercicios dirigidos. La primera parte, eliminar las barreras. Es fundamental tener un control sobre el diálogo interno en los momentos del reto, o en los momentos en los que se está en la acción, en la actuación deportiva. Ese diálogo interno, si está cargado de autocrítica, de evaluaciones sobre la actuación, etcétera, ese diálogo va a generar una emoción negativa y va directamente a minar la auto confianza en ese momento y a perder la concentración. Entonces es fundamental enseñar al deportista a que cuando está la situación límite tiene que aprender a controlar ese diálogo interno. Y esto se entrena. O sea que primero nos damos cuenta de qué pensamientos nos vienen, empezamos a ser conscientes de ellos. Luego elegimos pensamientos que puedan ser palabras clave, un anclaje, una instrucción positiva que me pueda sacar de ese diálogo interno, y que a partir de ahí mi atención pueda estar centrada de nuevo en la acción. Es decir, que por ejemplo un pequeño error en la actuación deportiva no me suponga perder la atención durante dos minutos, sino que sea unos segundos de volver a estar centrado. Entonces vamos a hacer un trabajo para eliminar esas barreras, o en este caso lo centramos en el dialogo interno. Y luego -o bueno, o en paralelo- también vamos a ir entrenando por ejemplo mediante ejercicios muy sencillos de mindfulness a centrar la atención en un objeto en concreto. Trabajamos por ejemplo con el ejercicio de centrar la atención en la respiración. Y también a fortalecer la atención plena, que es la capacidad de estar consciente de todo lo que está sucediendo en mi entorno. Porque también depende de cada deporte se necesita un tipo de atención o de concentración diferente. Es la suma de las dos líneas de trabajo más el neuro-feedback, que al final pues en concentración mejoran bastante.

Entrevistador: –¿Qué otras mejoras aporta esta herramienta?

Entrevistado: –Pues mira, fundamental, la estabilidad emocional a lo largo de la temporada. He tenido varios deportistas -bueno muchos de ellos- que efectivamente cuando se deciden a hacer así un entrenamiento mental te dicen: “Bueno, es que no sé qué me pasa pero tengo rachas en las que todo fluye, voy progresando, voy mejorando mis marcas, doy mi máximo en la competición. Pero luego tengo temporadas en los que no hay manera. Normalmente ellos pues tienen pequeñas rutinas o pequeñas estrategias que han aprendido de sus entrenadores o ellos mismos para salir y gestionar estos estados. O cuando entran en mala racha como dicen ellos a veces. Pero también se dan cuenta de que a veces no le funciona y no entienden qué están haciendo mal o qué podrían hacer mejor. Nosotros ahí trabajamos pues toda una revisión ya más desde la reflexión con el deportista, y también enseñándole ejercicios de inteligencia emocional para que aprenda a darse cuenta de esas emociones que tiene en determinados momentos  con qué están relacionadas, y qué le quieren decir, qué información relevante le están aportando sobre sí mismo, sobre su práctica deportiva o sobre su vida, y desde ahí poder gestionarlo y bueno, pues si hay que tomar determinados cambios en su vida o en su enfoque, pues también tomarlos. Y nos parece fundamental ahí el trabajo que hacemos a nivel de revisión de creencias, porque al final -bueno, esto lo sabemos todos- si yo creo que puedo conseguir x marca o x reto, me voy a predisponer hacia esa consecución mucho más que si yo creo que no puedo. Entonces ahí pues también vamos trabajando esa revisión de dónde puedan haber creencias limitantes que sin que ellos se estén dando cuenta están ahí grabaditas en su mente y les están boicoteando de alguna manera. Y trabajamos también con una técnica para conseguir el cambio de creencias.

Entrevistador: –África, esta metodología de entrenamiento mental, ¿sería efectiva para cualquier tipo de deporte?

Entrevistado: –Sí. Al final lo que Lince trabaja es el núcleo de la persona, el núcleo como central. Entonces esta parte, este núcleo es transversal a las personas y da igual a qué deporte se dediquen. Yo he tenido deportistas -bueno, y tengo ahora mismo- de esgrima, de pádel, he tenido de golf, de fútbol, de automovilismo y de escalada, alpinismo. Son deportes que requieren habilidades a nivel físico y técnico muy dispares, pero al final a nivel mental de lo que se trata es de entrenar a la mente de esta persona, o a esta persona a que su mente esté en un estado óptimo y estable, y aproveche al máximo todos sus recursos. Entonces por eso yo he centrado el alto rendimiento en el desarrollo de estas cinco neuro-competencias que decía antes. Porque cuando ellos potencian, promueven y mejoran cada una de esas competencias, da igual el punto de partida que tenga cada uno, los habrá que tengan un punto de partida más alto, pero siempre se pueden dar una vuelta de tuerca a sí mismos y mejorar. Esto va a revertir directamente en la mejora de sus habilidades técnicas. Con lo cual yo no necesito saber de la habilidad técnica de su deporte, me lo van a contar ellos y lo voy a tener en cuenta, lo vamos trabajando en las sesiones lógicamente. A veces también es necesario que podamos hablar el entrenador del deportista y yo, para ir alineados en lo objetivos, en la evaluación que estamos haciendo del deportista. Pero realmente con cualquier deporte se puede aplicar.

Entrevistador: –Y ya para terminar, África, ¿cuáles son los resultados que estáis obteniendo a través de la aplicación de esta herramienta?

Entrevistado: –Pues mira, como te decía antes, de momento los resultados que he podido cuantificar son los correspondientes a 2012 y 2013. La media de mejora de la marca está en un 20%. Esto es bastante alto cuanto hablamos de deportistas que son profesionales y que están año tras año trabajando para la superación de esa marca. La media de la marca está en un 20%. Los otros resultados tienen que ver con que pasamos un test muy sencillo pero muy claro y muy clarificador para el deportista antes de empezar el programa sobre estas neuro-competencias. Y pasamos un test al finalizar el programa, que normalmente estamos en torno a los seis meses de trabajo intensivo. Luego ya pasaríamos a un trabajo como yo lo llamo de bueno, una revisión cuando el deportista lo necesita. Evidentemente cuando tiene etapas de más competición pues conviene retomar más, pero podríamos pasar a una sesión de puesta a punto, como lo solemos decir, al mes. Pues bien, a los seis meses pasamos otra vez los tests, y los índices de mejora son en torno -como te decía antes, en auto-confianza- un 35% o un 40% en la capacidad para gestionar los nervios y la tensión del día de la competición. Pues esa capacidad ha aumentado considerablemente, con lo cual la tensión de los nervios se ha reducido en un 20%, también salía la media. Y bueno, pues en cada una de las competencias tenemos resultados que oscilan entre los 25% y el 40% de mejora, o sea, respecto del antes al después.

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