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1 Mar 2011

Bases para la recuperación de las lesiones deportivas en niños y jóvenes

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Desde hace unas décadas venimos observando un notable aumento en las actividades deportivas en cualquiera de sus vertientes, tanto a nivel recreativo como en competición. Las mentes de los padres se llenan de ilusiones, de medallas, de becas…


Autor(es):
Prof. D. Jose Luis Aristín González
Entidades(es): Universidad de A Coruña, Escuela Universitaria de Fisioterapia
Congreso: Congreso Internacional de las Ciencias del Deporte
Pontevedra: 08-10 de Mayo de 2006
ISBN: 978-84-612-3518-6
Palabras claves:

Desde hace unas décadas venimos observando un notable aumento en las actividades deportivas en cualquiera de sus vertientes, tanto a nivel recreativo como en competición. Las mentes de los padres se llenan de ilusiones, de medallas, de becas escolares y de brillantes carreras deportivas profesionales para sus hijos, los cuales, a su vez, se marcan pautas de superación consigo mismo y con lo demás compañeros Se practican deportes en edades avanzadas y por otra parte es frecuente ver como se estimula constantemente a los niños a participar en actividades organizadas demasiado tempranamente. Algunos no solo juegan en deportes interescolares sino que a menudo compiten en varios equipos en una misma temporada deportiva. Es muy usual veamos que algunos no tienen “periodos de descanso”, tiempo que les ayudaría a recuperarse convenientemente. Ese afán desmedido que en muchas ocasiones se desata con los niños y adolescentes para que rindan más, lleva aparejado un aumento de la intensidad, frecuencia y duración de los entrenamientos. Los movimientos estereotipados de los gestos deportivos, conllevan la producción de microtraumatismos que afectan al desarrollo del aparato locomotor del niño – adolescente, y se erigen como los mayores responsables de la producción de lesiones. Sin embargo, el niño, que tiene una tendencia innata a jugar, no se lesiona habitualmente cuando practica actividades libres, aunque tampoco está exento de sufrir en un momento determinado un macrotraumatismo. Lo más habitual es que si practica deportes organizados pueda sufrir algún tipo de lesión aguda (fracturas, luxaciones y desgarros). El ciclismo, el baloncesto, la gimnasia, el futbol y el patinaje son en un ±20% los que obligan a acudir a los Servicios de Urgencias de los Hospitales. Pero hablemos del aparato locomotor del niño, el cual presenta unas características propias. Es un organismo en desarrollo y fase de aprendizaje, con una musculatura débil pero con tendones muy resistentes y con puntos vulnerables en los cartílagos de crecimiento. Los niños no son versiones reducidas de los adultos y no deben ser tratados como tales, la práctica deportiva errónea a una edad temprana puede ser particularmente perjudicial, así pues, es importante que los niños sigan un esquema de actividad física apropiado, razonable y que se ajuste a sus capacidades físicas. (Mc George S.). La O.M.S. dice: «La salud es un completo estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad». Cuando se habla de deporte salud, siempre se hace referencia a la actividad moderada y frecuente, y a las relaciones que poseen ciertos componentes de la condición física con la salud, pero nunca se dice hasta donde se puede llegar, lo que constituye un verdadero problema para los profesionales de la actividad físico-deportiva como el llevar a la práctica un programa de salud a través del ejercicio físico. No conozco normas reguladoras al respecto La fórmula de «cuanto más mejor» (ejercicio), no se sostiene científicamente. Se conocen guías para producir efectos de entrenamientos que lleven a la mejora de la

condición física, pero no se sabe todavía que cantidad de resistencia cardiovascular, fuerza muscular, flexibilidad y adiposidad son adecuadas para la salud. Son muchos los que señalan que una buena política para promover la salud de los ciudadanos a través de actividades físico-deportivas, debe comenzar en la escuela (Shepard, 1989). La etapa escolar es fundamental para fomentar un estilo de vida activo, se trata de un período en el que se necesitan aprender hábitos saludables respecto a comida, bebida, actividades de ocio, etc… y adquirir una base de conocimiento práctico del propio cuerpo que influirá y facilitará el compromiso de una vida sana. En relación con el problema anteriormente planteado de la cantidad de actividad física o ejercicio para la salud, la clave podría estar en resaltar que los verdaderos beneficios tanto en promoción de la salud como a nivel educativo, se alcanza haciendo actividad física y no buscando resultados, altos niveles de excelencia atlética, o comparando la condición física con los iguales. En el contexto de este proceso es donde deben integrarse el desarrollo de programas de promoción de salud mediante el ejercicio físico en niños y jóvenes. Hay que procurar que la fascinación que produce el deporte de competición entre jóvenes conduzca también a la adquisición de hábitos saludables.. Es muy bueno que practiquemos didáctica y pedagogía con los niños para que aprendan a hacer deporte sin riesgos. Hemos de evitar los excesos en las pautas de superación que determinados chavales se auto imponen debido a los constantes estímulos externos que reciben de los medios audiovisuales, padres, familiares y compañeros, que influyen perversamente en la conducta deportiva del niño obligándole innecesariamente a imitar a aquellas figuras de moda del deporte profesional Nosotros, como profesionales de las Ciencias del deporte (entrenadores, preparadores físicos, fisioterapeutas, médicos, psicólogos, podólogos, dietistas, maestros…) hemos de utilizar las medidas consiguientes preventivas para evitar lesiones en niños y adolescentes. Si ocurriera, se han de poner a disposición de aquellos lo medios e instrumentos más modernos y personal sanitario especializado (médicos, fisioterapeutas, podólogos, etc.) para que vuelvan a practicar la actividad deportiva con las debidas garantías de éxito en la excelencia físico-educativa. He de señalar que durante los últimos años estamos asistiendo a la incorporación del profesional de la Fisioterapia dentro del conjunto de profesionales encargados de la educación de los jóvenes que inician su carrera deportiva. El papel desarrollado por la Fisioterapia en este contexto se centra en la enseñanza y aprendizaje de aquellos aspectos deportivos y sociofisiológicos de la vida diaria de atleta, como son la prevención de lesiones, las medidas de recuperación muscular, el reposo activo, etc., que inciden de forma directa e indirecta en el rendimiento deportivo final Pero volvamos al hueso en crecimiento del niño. Hemos de recordar que es una estructura en constante desarrollo, viva y que reacciona a los estímulos que reciba de presión y tracción. Thomas en 1956 indica que una presión de 6.6 gramos por mm es necesaria para estimular el crecimiento. Strobino al mismo tiempo indica que una presión de 37 gramos por mm produce un retardo en el crecimiento. Suessebach en1973, indica que la tracción estimula el crecimiento. Por último, Cañadell, en 1976, nos habla de que un “estímulo compresivo impulsa el crecimiento de los cartílagos”. Para iniciar este trabajo, he creído que sería conveniente recordar que cualquier agente mecánico que golpea sobre la estructura osteotendinosa-muscular, va a provocar una

reacción en virtud de la intensidad de la acción cinética. Por tanto, ese microtrauma repetitivo estimula el aumento de serotonina por degradación de los mastocitos, que conlleva a una vasoconstricción generalizada del rango arterial, venoso y capilar de la superficie afectada, ocasionado un sufrimiento tisular. Por otro lado, a nivel de las articulaciones, el cansancio va a propiciar desordenes metabólicos relacionado con el contenido hídrico y celular del cartílago, así como del acido condroitin-sulfúrico base de la elasticidad y resistencia del cartílago. Al mismo tiempo disminuye el azufre, la viscosidad del liquido sinovial y por tanto la lubrificación en la susodicha articulación, con lo cual, se incrementan los catabolitos acidos. Asimismo se produce una disminución de la función de amortiguación del cartílago por el efecto mecánico del cansancio articular al aumentar la presión hidrostática, la permeabilidad y secreción sinovial que va a incidir en la irrigación epicondrial con el consiguiente efecto negativo en la citada estructura anatómica.

MICROTRAUMATISMO

Repetición de pequeño traumatismo, que sumado al tiempo, causa un proceso patológico o degenerativo derivado de los mecanismos de tracción o presión consecutivos, los cuales llegan a vencer la resistencia del tejido como si fuera el gran impacto de la lesión aguda. La correcta denominación es “lesion por sobrecarga”, porque la carga de trabajo fue mayor a la que es capaz de soportar un tejido determinado, llámese tendón o músculo, componentes todos ellos del aparato locomotor. Las lesiones por microtraumatismos se manifiestan por alteraciones morfológicas predisponentes: desequilibrios musculo-tendinosos, alteraciones biomecánicas, crecimiento propiamente dicho (Factores de riesgo intrínseco), o por errores de entrenamiento, tecnopatias (Factores de riesgo extrínsecos). En el niño, que existen fases de crecimiento más intensivo, los cartílagos pueden tener una menor flexibilidad, lo cual presdipone en este tiempo de manera más sensible al traumatismo. En principio el hueso sano se adaptará mejor al entrenamiento progresivo y adecuado para cada edad, por tanto, sería conveniente realizar previamente un estudio y control de constitución física del niño con objeto de detectar posibles anomalías y evitar la horrenda “lesión por sobrecarga”; incluso si hallamos modificaciones graves en su morfología, aconsejaríamos iniciar el deporte como mecanismo compensador o complementario que contribuyera a conseguir una corrección o curación de las mismas Por tanto, han de respetarse las distintas fases por la que pasa un organismo en desarrollo durante el aprendizaje deportivo del niño. De lo contrario, si se producen las pequeños traumatismos, se acabará por manifestar en el niño o adolescente las lesiones óseas, como periostitis, epifisitis , apofisitis , fracturas por fatiga u osteonecrosis. La lesión crónica más propia de un niño en crecimiento es la entesitis (lesión por tracción en inserción tendinosa) habitualmente en una zona de crecimiento, núcleo de osificación primario o secundario En el niño, son raras las lesiones tendinosas debido a que estas estructuras gozan de una extraordinaria elasticidad y relevante resistencia.

FACTORES DE RIESGO INTRINSECOS

A. 1 Desequilibrios musculotendinosos. Observar la relación entre fuerza, flexibilidad y volumen muscular sobre todo en miembros inferiores después de un trote intenso. No puede existir un cuadriceps fuerte y tenso, isquiotibiales débiles y tensos y gemelos y sóleo fuertes y tensos. Es necesario un trabajo de estiramientos en tensión pasiva (contracción-relajación-estiramiento después de entrenar) y activa (estirar en contracción isomértrica antes de entrenar) para corregir este desequilibrio.

B. Alteraciones biomecánicas . Las bailarinas, gimnastas, practicantes de artes marciales y rugby pueden propiciar un aumento de la hiperlordosis lumbar, lo cual es un mecanismo favorecedor de la rotura del “pars articularis” vertebral dando lugar a una espondilolisis. Si es produce bilateralmente, puede originar el desplazamiento anterior de la vertebra (L5) dando lugar a una espondilolistesis. Si un deportista presenta pies valgos es muy posible que desarrolle una apofisitis por los microtraumatismos La diferencia entre MMII que no sobrepase el centímetro y medio no debe provocar mayores problemas en los niños. que origina un tendon de Aquiles retraido. Habrá que proceder a subsanarlo con una ortesis compensadora. C. Acción del propio crecimiento. Habitualmente el mayor número de lesiones aparece en la época de crecimiento. Los brotes estimulan el rápido crecimiento de los huesos los cuales no dan tiempo para que el aparato musculo – ligamentosa se adapte a la nueva situación. Por este motivo, se produce un aumento de tensión en la zona y se minimiza la flexibilidad de la articulación. Basta con realizar el test de Elevación de Pierna Recta” para analizar la retracción de la musculatura isquiosural . El valor normal se sitúa en igual o mayor a 75° de flexión de cadera, cortedad leve o moderada de grado I entre 61° y 74° y marcada cortedad o de grado II si los valores son menores o iguales a 60. Pero, donde el niño donde va a sufrir más lesiones por el microtraumatismo repetitivo será en las zonas de crecimiento, lugar de inserción de los tendones donde se producen las lesiones conmás frecuencia por mal uso o por abuso. Esos lugares serán : tuberosidad anterior de la tibia, calcáneo, epitróclea, isquion, trocánteres, espinas iliacas D. Entrenamientos desafortunados. El niño requiere un entrenamiento específico y singular. La frecuencia, duranción e intensidad deben de estar adaptadas a la edad y condición física del niño o adolescente. Sería un error aplicarle planes de entrenamiento pensados para los adultos. E. Lugares para realizar el deporte y material deportivo. Es muy importante tener en cuenta el tipo de firme donde se realiza el deporte. Terrenos duros (cemento, asfalto), suelos sintéticos o de madera pueden desencadenar lesiones en los miembros inferiores de los niños. También es importante el calzado, la vestimenta, raquetas, etc.. . Unas zapatillas sin contrafuerte, unos tacos de las botas de futbol excesivamente duros pueden originar serios problemas. La prevención de lesiones es responsabilidad también del utillero.

LESIONES POR USO EXCESIVO.

• Fracturas por fatiga .- No se respeta el limite fisiológico y se producen fisuras óseas. Aparece en edades entre 10 y 13 años. Cursa con dolor, impotencia funcional, inflamación. Se asientan en ⅓ superior de la tibia, peroné, isquion, rótula y metatarsianos. Se da en deportes como : carrera, saltos, gimnasia, fútbol y danza • Espondilolisis Deportes que favorecen la hiperlordosis y los movimientos de rotación (gimnasia, judo, tiro, halterofilia, salto de altura, salto de trampolín, triple salto, remo, lanzamiento de jabalina, golf, atletismo, balonmano, danza…). Los microtraumatismos causan la rotura del “pars articularis” pero no hay deslizamiento anterior de la vértebra. No se produce consolidación ósea. Se genera sobre todo en los niños entre 5 y 10 años de edad y su incidencia global en la población es aproximadamente del 5%. Los niños con lumbalgias frecuentes deben acudir al hospital para que sean examinados por el Servicio de Traumatología infantil.

• Espondilolistesis (Killian.1854). Subluxación gradual de la articulación posterior lumbosacra debido al peso del cuerpo. La variante ístmica es la que tiene mayor importancia en el deportista, donde se produce una lisis de la pars. Es más frecuente en el segmento L5, seguido de L4. puede afectar a más de un nivel y puede ser unilateral. Tratamiento : A veces en fase aguda se coloca corsé de yeso en una posición que bajo Rx se acerque lo más posible el istmo al cuerpo vertebral, reposo,,ultrasonidos en zona sacrolumbar, hidrocinesiterapia, faja protectora, potenciación de abdominales y flexibilización lumbar. Si existe ciática, aliviar el dolor e inflamación: IF, TENS, Galvánicas. En el niño en fase prepuberal y puberal, el descubrimiento de una espondilolistesis en los estadios I o II no contraindica la gimnasia escolar, a condición de efectuar un control clínico y radiológico. En el adolescente que se encuentra al final del crecimiento, el descubrimiento de una espondilolistesis en estadio I o II no contraindica la práctica deportiva, a condición de que sea indolora. Tener reservas a más largo plazo sobre la evolución dolorosa. Muchas reservas a la hora de practicar un deporte a alto nivel. • Osgood-Schlatter.- Apofisitis de la tuberosidad tibial (necrosis difusa del núcleo apofisiario). Observada entre 8 y 16 años. Afecta en particular al varón entre 13 y 14 años y a las niñas entre 10 y 11 años. Es bilateral. Los microtraumatismos repetidos en tracción provocan una avulsión parcial que conduciría a la proliferación de cartílago y huesos responsables de la protuberancia de la tuberosidad. Relacionada directamente con la intensidad deportiva. Por tremenda hipersolicitación del cuadriceps. Dolor localizado a la presión en la tuberosidad anterior de la tibia que se encuentra edematosa y prominente. Dolor al realizar la extensión de la rodilla contra resistencia. Están retraídos los isquiotibiales, cuadriceps y tríceps. Su evolución se sitúa entre 6 meses a 2 años. Se puede encontrar en futbol, atletismo, danza, baloncesto, levantamiento de pesas y balonvolea. Tratamiento : reposo deportivo, crioterapia, estiramiento de isquiotibiales y recto anterior y fortalecimientro isométrico de cuadriceps, evitando siempre el dolor . Los antiinflamatorios resultan ineficaces. En raras ocasiones están indicada la inmovilización completa puesto que produce atrofia de cuadriceps. Infiltraciones de corticoides están contraindicadas • Sinding-Larsen y Johansson. Afección relacionada con las tracciones ejercidas sobre el aparato extensor de la rodilla, pero cuya lesión está desplazada al polo inferior de la rótula. Se presenta en niños entre 11 y 13 años después de traumatismos mínimos como puede ser una caída de rodillas, o después de microtraumatismos repetidos, en el curso de la práctica intensiva de determinados deportes como pueden ser el patinaje artístico, saltos, balonmano o fútbol. Aparece en ocasiones asociada a una enfermedad de Osgood-Schlatter y suele ser unilateral. El niño normalmente refiere la aparición de dolor crónico o agudo en el polo inferior de la rótula. Este dolor se muestra durante la realización de la actividad deportiva y no desaparece con el reposo. Al realizar la exploración aparecerá: empastamiento a nivel del polo inferior de la rótula, dolor a la contracción isométrica del cuádriceps, dolor a la tensión (estiramiento) del aparato extensor. Se produce un aumento de la distancia talón-nalga en decúbito prono al flexionar la rodilla, dolor selectivo a la palpación del polo inferior de la rótula.

Evolución:

La evolución es espontánea hacia la curación, en el estado de osificación, entre los 12 y los 15 años.

Tratamiento:

reposo deportivo durante seis semanas. kinesiterapia de la articulación, estiramientos de cuádriceps, potenciación del aparato extensor (de forma progresiva), vendajes funcionales con vendas blandas para intentar bajar la rótula. En caso de fragmentos óseos arrancados o de calcificación, si los síntomas persisten, puede resultar necesaria una exéresis.

– Enfermedad de Kölher.Polo superior de la rótula. Aparece en niños entre 5 – 8 años y puede ser uni o bilateral. Es consecuencia de una hipersolicitación rotuliana y está favorecida por una rótula baja. Radiológicamente se pueden apreciar irregularidades en la zona superior de la rótula. Cursa con dolor a la palpación y al esfuerzo (sobre todo al salto) y evoluciona clínicamente en 1-2 años, aunque las lesiones radiológicas tardan 3-4 años en desaparecer. Es necesario adaptar la intensidad del ejercicio a la clínica y realizar actividades complementarias de descarga (natación, etc.). Asimismo, conviene descargar la musculatura responsable de la sobresolicitación (cuádriceps). • Fractura incompleta de Freiberg (1914) : Es una osteocondritis de la epífisis distal del segundo metatarsiano que aparece entre los 10-18 años, afectando preferentemente a las mujeres, en una proporción 4/1. Puede aparecer, también, en la cabeza de los metatarsianos tercero y cuarto, rara vez en el quinto y nunca en el primero, ya que a este nivel no hay fisis de crecimiento. Se asocia a pies cavos y, en general, al trabajo “de puntillas” (ballet, danza, gimnasia, etc.). Suele haber una insuficiencia del primer radio y una sobrecarga de los radios centrales. Se caracteriza por un dolor localizado a la presión laterolateral y en la cabeza del segundo metatarsiano, sobre todo al adoptar la posición “de puntillas”.También inflamación en el dorso del pie con tumefacción local, aumento de la temperatura cutánea. En las radiografías, puede apreciarse un aplastamiento de la cabeza del metatarsiano, que puede llegar a evolucionar, incluso, hacia la artrosis. La colocación de unas plantillas de descarga metatarsal, suelen dar buenos resultados. Magnetoterapia. • Enfermedad de Sever. Descrita por Haglund en 1907. Mas conocida como enfermedad de Sever (1912). Se da en niños entre 8 y 14 años. Presentación uni o bilateral. Se trata de una afección de la apófisis de la tuberosita mayor del calcáneo en la que se inserta en tendón de Aquiles. Se caracteriza por dolores periódicos más o menos persistentes por un mecanismo de tracción y compresión producido por el sistema suro-aquileo-plantar y la presión contra el suelo (se agudiza al marchar de talones).. Habrá que modular la intensidad deportiva. La evolución es favorable pero las imágenes radiológicas de osteocondensación y fragmentación puede durar años. Se aconseja reposo deportivo de 6 a 9 meses. Puede acoplarse una talonera (2 cms.) para reducir al tensión del triceps, creando una flexión plantar permanente y absorber las vibraciones del suelo durante la marcha. Antiinflamatorios solo en caso de fuerte dolor. No infiltraciones, ni cirugía. Fisioterapia : Ultrasonidos continuos pero a dosis bajas. –

• Escafoides tarsiano – Enfermedad de Köhler-Mouchet : Es una necrosis avascular aséptica del escafoides del pie, que afecta más frecuentemente a los varones entre los 3-7 años. Predisponen a este proceso el pie plano o hiperpronado. El paciente realiza la marcha apoyándose en el borde externo del pie, como actitud antálgica. Radiológi-camente, puede haber una primera fase negativa. Más tarde, aparecen alteraciones del contorno del hueso, por disminución del grosor del cartílago, así como un aumento del espacio articular con los huesos próximos. También pueden aparecer imágenes de fragmentación y de aumento de densidad. En estadíos avanzados, osteofitosis

marginal, incluso cuerpos libres intraarticulares, aunque es raro llegar a estos estados, teniendo la enfermedad una evolución favorable en 1-3 años.

LESIONES POR ESFUERZO EXCESIVO

Avulsión de la espina iliaca anteroinferior : Se produce al dar un violento puntapie. Dolor inguinal. Reposo al principio en cama y después deportivo durante tres meses. No MASajes intempestivos. Puede ocasionar osificaciones en el recto anterior. Avulsión del isquion . Sucede en carrera corta , de velocidad, en vallas por fuerte tracción del los isquitibiales al flesionar la cadera con la rodilla en extensión. Cuadro muy doloroso con impotencia funcional muy marcada . Si es grande el del fragmento es aconsejable intervención quirurgica. Avulsión del trocánter menor : Dolor inguinal y claudicación. Reposo en cama con cadera y rodillas flexionada Avulsión pico de la rótula. Por un mecanismo de tracción rotuliana. Inmovilizació, con yeso y después elongación del cuadriceps Avulsion tuberosidad anterior de la tibia. Con antecedentes de Osgood-.Schlatter. Epifisiolisis de reparación quirurgica

LESIONES MUSCULOTENDINOSAS EN LOS NIÑOS.

En el niño existe una clara disminución de la lesión músculo-tendinosa en comparación con el deportista adulto. Posiblemente sea por la menor exigencia competitiva. Lo más importante en el niño deportista se centra en la labor profiláctica, el axioma principal de este tipo de lesiones será el reconocimiento físico-funcional de la actitudes y aptitudes del niño no olvidando que el deporte en estas edades está orientado como formativo y educacional. En el niño, la lesión músculo-tendinosa es por un proceso traumático o por sobresolicitación mecánica. Los factores que inciden más habitualmente como el cansancio, presión competitiva , inadaptación al entorno e inexperiencia, defectos de calentamiento o entrenamiento, incorrecta hidratación, asi como el estado del terreno de juego, material, desigualdad física entre jugadores, etc.. pueden ser origen de lesiones músculo-tendinosas en el niño-adolescente. Las causas más frecuentes son por sobrecargas o sobreesfuerzos y habitualmente la lesión se localiza en el origen o zona de inserción muscular o en la zona más superficial del músculo afectado. Otra de las causas es el impacto traumático que puede originar rotura por compresión. Una mala actuación puede ocasionar al niño serios perjuicios. Afectarán primordialmente a recto femoral, gemelos, isquitibiales, adductor largo, oblicuos del abdomen, El trabajo d eprevencion se debe debe centrar en estiraminetos y corrector calentamiento. El principal enemigo del proceso reparador es el hematoma, pudiéndose encapsular y originar osificaciones musculares.

En los niños no es frecuente la lesión de tendones, pero este no debe ser motivo para abandonarse a su conocimiento Las roturas puedes ser totales o parciales y entonos caso la primera actuación será la aplicación de hielo. Postriormente, el tratamiento de fisioterapia seguirá las pautas establecidas desde un punto de vista fisioterápico siguiendo las teorias de Jarvinen

RICEI (Reposo, hielo, compresión, elevación e inmovilización).

Tratamiento inicial: Primeras 48 horas.

• RICEI: reposo, hielo, compresión, sobrelevación, inmomovilización. Primeras 48 horas después de la lesión. Probable aspiración del hematoma por el cirujano • Hielo. Mecanismo de acción 1. Bloqueo de los receptores dolorosos. Se elentece la conducción nerviosa. 2. Analgesia. Por cada grado que disminuya la temperatura, hay una disminución de la conducción nerviosa en 2 mms –> disminuye el dolor 3. Bbloqueo de los mediadores de la inflamación, o in activación de los mismos. 4. Cambios en la circulación sanguínea. Vasoconstricción – vasodilatación. Se reduce hemorragia y extravasación • Efectos terapéuticos Disminución del dolor crió anestesia local. Relajante muscular. por inhibición de las terminaciones nerviosas. Disminución proceso inflamatorio. (edema, tumefacción y espasmo muscular.) Se evita la magnitud de la lesión. Disminución de la dosis de fármacos Mejora funcional de las articulaciones. Estimula la circulación sanguínea • Indicaciones : • 1.- inflamación aguda. • 2.- tumefacción traumatica,inflamatoria o post-quirúrgica • 3.- tendinitis, bursitis, tenosinovitis • Aplicación del hielo: sensaciones que percibe el lesionado

4 fases : a) sensación desagradable, b) punzadas, c)sensación quemazón o dolor, d)entumecimiento Tiempo 15 o 20 minutos. • Equipo necesario: – bolsas de plástico pequeñas. – toallas, camisetas. – vendas autoadhesivas sal. facilita fusión del hielo mezcla mas fría • Tratamiento: Lesionado este quieto. Paño algodón piel mojado colocar en la piel (puede ser una camiseta de deporte). Encima del paño mojado (toalla o camiseta) se coloca la bolsa de hielo Situar ahora otra toalla o tela seca sobre la bolsa de hielo para disminuir el efecto de calentamiento por el aire ambiental, y facilitar así la aplicación. Moldear y fijar la bolsa con vendas adhesivas. La duración del tratamiento debe ser entre 15 a 20 minutos, se debe repetir cada 10 minutos durante 2 horas, tres o cuatro veces al día en las primeras 48 después del accidente deportivo. En todo caso, la aplicación debe cesar una vez comprobada la respuesta fisiológica normal que será : Frío-pinchazos y quemazón-entumeciendo, momento en que debe terminar la sesión. • Contraindicaciones: insuficiencias circulatorias. demasiada sensibilidad al frío. escasa sensibilidad al frío. • En caso de contractura o calambre, no se aplicará hielo directamente, sí a distancia. • Vendaje compresivo – objetivo : contrapresión hemorragia para facilitar propias funciones hemostáticas del organismo • Reposo – Zona lesionada. no cargar. Utilizar bastones: 24-48 horas según gravedad. • Elevación : reduce flujo sanguíneo sangre expelida se transporta mas facilidad : se reduce tumefacción Miembro inferior: supino 45minutos. 24-48 horas según gravedad

• Termoterapia (Calor). En urgencias nunca se aplica calor salvo en contractura muscular Aumenta flujo sanguíneo Aumenta metabolismo tisular Aumenta permeabilidad capilar Aumenta contracción mas rápida Disminuye tensión muscular Disminuye disminución del espasmo Disminuye la rigidez articular • NO MASAJE NO CALOR EN PERIODO AGUDO EN ELONGACIONES, RUPTURAS FIBRILARES Y MUSCULARES, DESGARROS. HERNIAS. FAVORECE HEMATOMA (OSIFICACIONES)

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