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1 Feb 2012

Análisis de la seguridad de las instalaciones deportivas de las sedes de los juegos deportivos provinciales de Jaén

Objetivos: identificar y valorar los riesgos presentes en los espacios y equipamientos deportivos más habituales en las sedes comarcales en donde se desarrollan los programas de promoción deportiva de la Diputación de Jaén

Autor(es): Latorre Román, Pedro Ángel, Mejía Meza, José Armando, Gallego Rodríguez, María del Señor, Muñoz Endrino,  Álvaro
Entidades(es): Universidad de Jaén
Congreso: IX Congreso Internacional sobre la Enseñanza de la Educación Física y el Deporte Escolar
Úbeda 8 – 11 de Septiembre de 2011
ISBN: 9788461536665
Palabras claves: seguridad, riesgos, instalaciones deportivas, escolares, evaluación

Análisis de la seguridad de las instalaciones deportivas de las sedes de los juegos deportivos provinciales de Jaén

Resumen

Objetivos: identificar y valorar los riesgos presentes en los espacios y equipamientos deportivos más habituales en las sedes comarcales en donde se desarrollan los programas de promoción deportiva de la Diputación de Jaén, describir el nivel de cumplimiento de la normativa N.I.D.E y UNE-EN que determina la normalización y seguridad de estos espacios y equipamientos deportivos. Material y métodos: se han analizado las instalaciones y equipamientos deportivos de 21 localidades de la provincia de Jaén. Se ha empleado una ampliación del instrumento de inspección visual de Latorre (2008) formado por 116 ítems que plantean situaciones de riesgo y referencias normativas. Además, se empleó un carro de tracción (empresa Ceres Control).

Resultados: la valoración media en seguridad de las instalaciones deportivas fue 27,23± 14,3. Los campos pequeños son los que presentan mayor incumplimiento normativo; sin embargo, las instalaciones cubiertas muestran los niveles más elevados en gravedad y número de riesgos. En los equipamientos, es de destacar que de las 52 pruebas de carga realizadas a las canastas, en 31 de ellas, las canastas vuelcan. En 78 pruebas de carga realizadas a las porterías, 34 de ellas vuelcan. Conclusiones: las instalaciones deportivas de los municipios analizados presentan una valoración global de aceptable en materia de seguridad Si embargo, la presencia de riesgos  puntuales, de naturaleza importante e intolerable,  requiere la intervención de las medidas oportunas para eliminar o reducir estos riesgos, que en la mayor parte de los casos, es factible y con un reducido coste económico.

Introducción

La práctica físico deportiva conlleva indudables beneficios para la salud, sin embargo, mientras los gobiernos de los países desarrollados siguen promocionándola entre los niños, hay que tener en cuenta el riesgo de accidentes y la falta de medidas preventivas eficaces. Los niños suelen tener una percepción del riesgo limitada, lo que, entre otros factores, condiciona que puedan sufrir múltiples accidentes durante sus juegos y actividades físicas.

Flechoso (2001) indica que la seguridad en las áreas de juego infantil es muy subjetiva, ya que depende de la capacidad del niño para valorar el riesgo objetivo, lo que implica prestar cuidado en el diseño de las zonas de juego de los niños. En este sentido, Hudson (2008) señala quese presta poca atención en proporcionar entornos de recreo seguros en las escuelas, mejorar las prácticas de supervisión, el diseño adecuado, el mantenimiento de equipos, etc.

La seguridad en el deporte escolar, está garantizada por su componente pasivo, relacionado con la normalización de las instalaciones  y materiales deportivos, así como su adecuado estado de conservación y calidad (responsabilidad de las diferentes administraciones y constructores). Y el componente activo, referido a la adecuada competencia profesional en el control de los riesgos, y a la prudencia de los deportistas, determinada esta última por factores psicológicos y de personalidad, experiencias previas, edad, sexo, competencia percibida, etc., que determinan la percepción y la asunción de riesgos (Latorre y Muñoz, 2011).

La  gestión de la seguridad en el ámbito de la actividad físico-deportiva, debe responder, en todo caso, a la siguiente estructura lógica (Gómez, 2009):

  • Qué se quiere proteger: objetos de protección (personas, bienes y actividades).
  • Dónde se quiere proteger: ámbito y lugar.
  • De qué se quiere proteger: peligros y riesgos.
  • Para qué se quiere proteger: objetivos.
  • Por qué se quiere proteger: necesidades.
  • Cómo se quiere proteger: forma, soluciones.
  • Cuándo se quiere proteger: tiempo, duración, momento.

 Respondiendo al segundo interrogante, consideramos que el control de la seguridad de las  instalaciones deportivas, representan un elemento fundamental en la prevención de accidentes deportivos. Las instalaciones y materiales deportivos, interaccionan con el ser humano, siendo el medio ambiente y el entorno un factor que condiciona el estado de conservación de las instalaciones y de la salud de los participantes. Por poner algunos ejemplos, cuando las porterías o las canastas están en mal estado y, además, el usuario realiza acciones irracionales sobre ellas, la interacción entre ambos elementos puede ser muy negativa. Por otro lado, las condiciones meteorológicas pueden deteriorar en gran medida el pavimento de una pista polideportiva descubierta, oxidar los equipamientos, etc., circunstancias todas ellas que predisponen al accidente deportivo. Watson (1984) describe que una de las causas más comunes del accidente deportivo, son los defectos del material deportivo, equipamiento y zonas de juego.

Es de destacar que la normativa sobre instalaciones deportivas y de esparcimiento en España (N.I.D.E) está elaborada por el Consejo Superior de Deportes [CSD] (2011), y tiene como objetivo definir las condiciones reglamentarias y de diseño que deben considerarse en la construcción de instalaciones deportivas en general y escolares en particular. También, se han considerado las normas europeas (EN) y españolas (UNE) que son elaboradas en España por AENOR (1999) (referentes a equipamiento deportivo) y en donde se establecen los criterios mínimos que deben aplicarse para que un equipamiento deportivo sea seguro en relación a estabilidad, riesgo de atrapamiento, protección a los golpes y resistencia. Toda esta normativa no es de obligado cumplimiento en España, se aplica como recomendaciones generales.

La investigación sobre accidentalidad deportiva infantil en España es escasa, destacándose los datos aportados por el Instituto Nacional del Consumo (2008). En este estudio se enfatiza un predominio de los accidentes entre los hombres en relación con las mujeres, superior a la media, hasta los 24 años. Los accidentes más frecuentes están causados por caídas (41,4%), aplastamientos, cortes y desgarros (22,6%), golpes o choques (13,0%), por efectos térmicos o  quemaduras (9,6%) y por esfuerzos físicos o agotamiento (4,2%).  Un 5,1% de los accidentes ocurren en las zonas recreativas o de diversión y un porcentaje algo por debajo del 4%, acontecen en áreas al aire libre. En el área deportiva (incluidos colegios) suceden un 9,7% de los accidentes.

Los accidentes relacionados con los juegos y el tiempo libre, suponen un 12,6%, ocurriendo en la Educación física reglada un 0,6% de los accidentes. La práctica de deportes en equipo y con pelota continúa siendo la principal causa de los accidentes asociados a actividades deportivas (48,4%). La mayoría de los entrevistados entienden que las lesiones que sufrieron son puramente  fortuitas, aunque el 25,5% atribuyen el percance a imprudencias o temeridades y un porcentaje algo menor (25,3%) a descuidos o distracciones. Es en la práctica deportiva y en las actividades educativas donde en mayor medida interviene una segunda persona en la generación del accidente.

Pese a que los datos estadísticos no parezcan muy importantes, sí es cierto que existe información reflejada en la hemeroteca y en la jurisprudencia que indica situaciones insoportables en una sociedad avanzada y un sistema educativo de calidad: muertes de niños por caída de portería, tetraplejías, avulsión de dedos, traumatismos diversos; jurisprudencia, que en muchos casos responsabiliza al docente y al centro escolar.

Objetivos: Como objetivo general de este estudio, nos planteamos identificar y valorar los riesgos presentes en los espacios y equipamientos deportivos más habituales en las sedes comarcales en donde se desarrollan los programas de promoción deportiva de la Diputación de Jaén: Juegos Deportivos Provinciales. De manera específica, pretendemos describir el nivel de cumplimiento de la normativa N.I.D.E y UNE-EN que determina la normalización y seguridad de estos espacios y equipamientos deportivos.

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Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº18.

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Metodología

Este estudio tiene un carácter descriptivo y transversal.

Muestra. La muestra empleada está formada por los núcleos poblacionales (sedes comarcales) en donde se desarrollan los programas de promoción deportiva de la Diputación Provincial de Jaén. En total se han analizado 21 localidades, encontrando en la figura 1, el número de espacios y equipamientos examinados.

Figura 1. Número de instalaciones y equipamientos analizados.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 18

 

Instrumentos y materiales. Se ha empleado una adaptación ampliada del instrumento de inspección visual desarrollado por Latorre (2008), se trata de un cuestionario formado por 116 ítems que están distribuidos según los aspectos a observar: espacios descubiertos (campos pequeños y grandes), espacios cubiertos y equipamientos más habituales en el entorno escolar: canastas, porterías, postes de voleibol, postes de tenis y espalderas. En este instrumento diferenciamos una escala dicotómica de identificación del riesgo y una escala de estimación que pretende valorar éste. Este instrumento de observación se ajustó a los tópicos de validez de contenido, en base a la opinión de expertos en la materia y esencialmente en la recopilación de la normativa en seguridad al respecto (normativa N.I.D.E y UNE-EN), de cada espacio y equipamiento deportivo.

Además, como criterio de fiabilidad, calculamos el coeficiente Kappa de Cohen que describe el nivel de concordancia interjueces. El grado de acuerdo medio entre cuatro observadores fue de 0,7, que es considerado como bueno. La baremación del cuestionario nos permite obtener una valoración global de la seguridad de la instalación deportiva desde 0 (seguridad óptima) a 116 (seguridad deficiente) en base a la suma de las puntuaciones positivas de presencia de riesgo (1) en cada ítem analizado.

Por otro lado, se realizaron las pruebas oportunas de carga en porterías, canastas y postes de voleibol. Para ello, se utilizaron los adecuados dispositivos mecánicos, empleando la fuerza de tracción que requiere cada equipamiento según la norma UNE-EN específica en cuanto a métodos de ensayo, tanto en prueba de resistencia como de estabilidad. Empleamos un carro de tracción diseñado por la empresa de ingeniería Ceres Control. En las porterías, como prueba de resistencia, se aplicó una fuerza vertical de 1.800 N durante aproximadamente 1 minuto en el centro del larguero, observándose si existía rotura o deformación (figura 2). Como prueba de estabilidad, se aplicó una fuerza de 1.100 N durante aproximadamente 1 minuto en el centro del larguero y en la parte superior, por medio de una cuerda de 3.000 mm de longitud, observándose si la portería basculaba o se deslizaba.

Figura 2. Prueba de resistencia en porterías.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 18

En las canastas, como prueba de estabilidad, se aplicó una fuerza de 3.200 N, observándose si existía deformación permanente o vuelco (Figura 3).

Figura 3. Prueba de estabilidad y resistencia de las canastas.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 18

Procedimiento. El estudio se llevó a cabo durante el periodo de marzo y abril del 2010. Se realizó un cronograma de visitas programadas a las instalaciones deportivas de las 21 localidades seleccionadas. Inicialmente, se realizó la inspección visual de las instalaciones deportivas y que se centró en la evaluación de la divergencia entre el nivel de seguridad exigido en las normas específicas y el nivel de seguridad real constatada en el equipamiento in situ. Tras la inspección visual e identificación de los riesgos, se procedió a la valoración de éstos en relación con la probabilidad de que ocurra un accidente y las consecuencias de éste (tabla 1).

Tabla 1. Valoración del riesgo.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 18

Posteriormente a la inspección visual, se procedió a la realización de las pruebas de resistencia y estabilidad de los diferentes equipamientos deportivos.

Resultados.

Los resultados se exponen mediante estadística descriptiva en porcentajes y frecuencias, empleando el programa estadístico SPSS., v.18.0  para Windows, (SPSS Inc., Chicago, USA). En relación con el nivel de seguridad de las instalaciones deportivas analizadas, obtuvimos en la puntuación total del cuestionario, un valor medio de 27,23± 14,35, que consideramos aceptable. Por otro, lado, el diagrama de sectores nos permite observar el incumplimiento normativo (N.I.D.E y UNE-EN), en términos porcentuales, de las diferentes instalaciones y equipamientos (figura 4).

Figura 4. Porcentaje de incumplimiento normativo por instalación y equipamiento.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 18

En la tabla 2, se describen el número y tipología de riesgos en los diferentes espacios y equipamientos deportivos, que consideramos de naturaleza inasumible.

Tabla 2. Número y tipología de riesgo por instalación y equipamiento.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 18

Es importante destacar que de las 52 pruebas de carga realizadas a las canastas, en 31 de ellas, las canastas vuelcan. En 78 pruebas de carga realizadas a las porterías, 34 de ellas vuelcan. Por tanto, las canastas (móviles autoestables) son uno de los equipamientos que presenta un riesgo de vuelco a tener muy en cuenta, ya que puede resultar engañosa la circunstancia de seguridad que se produce ante la presencia de contrapesos, que en la práctica resultan ineficaces.
Dentro de las situaciones de riesgo e incumplimientos normativos encontrados en este estudio (Tabla 3), destacamos:

  • Bandas de seguridad de los campos pequeños que no se adecuan a norma, espacios ocupados además por material deportivo peligroso, otros equipamientos y mobiliario escolar (fuentes, bancos, etc.).
  • Canastas sin protección de los anclajes y del soporte de la canasta.
  • Porterías debajo de canastas.
  • Porterías sin anclar o sin sistema antivuelco.
  • Alambradas perimetrales deterioradas.
  • Presencia de salientes oxidados con bordes y aristas expuestos sin redondear.
  • Ausencia de etiquetado normativo de los equipamientos.
  • Pavimentos deteriorados y sucios.
  • Ganchos de las porterías de acero abierto que pueden provocar atrapamiento y desgarro.
  • Ventanales sin protección cercanos a espacios de juego.
  • Canastas con contrapesos de poca eficacia.

Tabla 3. Ejemplos de riesgos en las instalaciones deportivas.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 18

Discusión.

Teniendo en cuenta el resultado global de las instalaciones en relación con la baremación del cuestionario, podemos decir que el nivel de seguridad medio es aceptable. Debemos destacar que dentro de las instalaciones deportivas, los espacios descubiertos (campos pequeños) son los que presentan mayor incumplimiento normativo un 28,75%, sin embargo, las instalaciones cubiertas presentan los niveles más elevados en gravedad y número de riesgos.

En relación con los equipamientos, los postes de voleibol son los que presentan mayor nivel de incumplimiento. A nivel de gravedad de riesgos presentes, se destacan con riesgos de carácter importante e intolerable, 68 en las porterías de fútbol- sala,  56 en las de fútbol y 49  en las canastas. Dentro de la tipología de canastas, las de tipo móvil-autoestable, presentan el mayor porcentaje de incumplimiento normativo y mayor número y gravedad de los riesgos, no soportando la prueba de carga en más de la mitad de las analizadas. Igualmente y con respecto al tipo de porterías, las porterías de sala, presentan el mayor porcentaje de incumplimiento normativo y número y gravedad de riesgos. Por último, es de considerar la presencia de un total de 519 riesgos de carácter moderado, importante e intolerable, riesgos que consideramos inasumibles, lo que representa una media de 24,7 riesgos por instalaciones y equipamientos  municipales, y de los cuales 218 son importantes e intolerables, lo que supone una media de 10,3 riesgos de esta naturaleza.

En relación con el mal estado de las instalaciones deportivas, es de significar también el estudio de Latorre (2006) sobre un análisis retrospectivo de lesiones y accidentes en Educación Física a alumnos de Universidad y en donde se destacaba que la segunda causa que esgrimían éstos para explicar su accidentalidad en la clase de Educación Física en su periplo escolar, se debía al mal estado de las instalaciones y materiales deportivos. Entre los elementos asociados a las instalaciones deportivas que identificaron como factor propiciador del accidente, incluían aspectos destacados en este estudio como: pavimento deteriorado y sucio, porterías no ancladas, canastas no acolchadas, espalderas en mal estado, porterías sin redes, alambres salientes, etc. Podemos encontrar  consideraciones semejantes a este estudio en las aportaciones de Lucio Morillas (2003), en su investigación de los centros de Secundaria y Bachillerato de la provincia de Málaga, haciendo referencia además que tan sólo el 17,20% de estos centros cumple los requisitos mínimos legales establecidos. Y al de Latorre, Mejía y Gallego (2010) en su estudio sobre las instalaciones deportivas escolares de centros de Secundaria de la provincia de Jaén.

Por otro lado, Latorre et al (2009) refiere que un 40% de los padres de niños que practican deporte extraescolar, manifiestan una mala a muy mala satisfacción sobre las instalaciones deportivas. Vizuete (2002) señala en este sentido, que las condiciones en las que se están desarrollando las clases de Educación Física, evidencian la falta de instalaciones y recursos. Asimismo se expresan De Andrés, Ortego, Ortego, L y Gómez (1997), destacando que en ocasiones las clases de Educación Física se imparten en condiciones poco dignas e idóneas. López (2002) indica la necesidad de abordar por parte de las diferentes administraciones, inversiones en la remodelación y mejora de los centros escolares, y en el ámbito deportivo es necesario considerar las bajas condiciones de iluminación, ausencia  de vestuarios, deficiente grado de conservación de los pavimentos y equipamientos,  etc. La problemática de las instalaciones deportivas escolares puede estar motivada por el desconocimiento de la materia, por la no obligatoriedad de cumplir la normativa N.I.D.E, o por el hecho de no considerar esencial el integrar todos los espacios, incluidos los deportivos, en la concepción del equipamiento escolar. (Roskam, 1990).           

Por otro lado, Mun (2004) destaca que antes de desarrollar un plan de gestión de riesgos, es importante entender claramente la percepción del riesgo de  los sujetos. El contexto es otra variable que afecta a lo que constituye una adecuada supervisión de los niños, por lo que el tiempo sin supervisión debería disminuir cuando en el medio ambiente el riesgo es alto (Morrongiello y Schell, 2009), lo que significa la necesidad de garantizar la seguridad de los niños, teniendo en cuenta las condiciones de las instalaciones que hemos descrito anteriormente. En suma, la gestión de los riesgos supone la articulación de mecanismos y procedimientos para identificar, valorar y reducir los riesgos a límites admisibles. El marco jurídico actual de las instalaciones y materiales deportivos está sujeto a una extensa y dispar normativa tanto comunitaria, como nacional, autonómica y local así como de las normas específicas de cada federación deportiva.

Todo ello, ocasiona que los fabricantes de materiales deportivos se enfrenten a una problemática muy compleja a la hora de desarrollar sus productos dependiendo del lugar de destino y de su uso específico. Con el fin de unificar criterios y referentes normativos, el CSD (2008) ha desarrollado el proyecto MAID (mejora y armonización de las instalaciones deportivas) para así dar respuesta a los grandes interrogantes y confusión por la presencia de variadas normativas (europeas, nacionales, autonómicas) que regulan las instalaciones deportivas. Este proceso de armonización es necesario a su vez para establecer referentes normativos de obligado cumplimiento y no sólo recomendaciones como las de las Normas N.I.D.E.

Conclusiones

En líneas generales, las instalaciones deportivas de los municipios analizados presentan una valoración global de aceptable en materia de seguridad Si embargo, la presencia de riesgos  puntuales, de naturaleza importante e intolerable,  requiere la intervención de las medidas oportunas para eliminar o reducir estos riesgos, que en la mayor parte de los casos, es factible y con un reducido coste económico. 

A modo de conclusión, debemos incidir en la necesidad de concienciación por parte de docentes, entrenadores, deportistas, y administraciones, sobre la relevancia que tiene el diseño, construcción, mantenimiento y uso adecuado de los espacios y equipamientos deportivos para garantizar una práctica deportiva óptima, saludable y segura. Como perspectiva de futuro sería interesante contrastar si las instalaciones deportivas asociadas al deporte de competición federada, presentan esta misma problemática, lo que nos ilustraría en cierto modo la diferente consideración que presentan las instalaciones dependiendo del uso y beneficiarios de éste.

Bibliografía

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  • Flechoso, J.J. (2001). Áreas de juego infantil. Normativa europea y concursos públicos. Madrid: AENOR ediciones.
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