Elementos que configuran el proceso comunicativo en danza contemporánea
Resumen elementos que configuran el proceso comunicativo
¿De que elementos dispone el coreógrafo de danza contemporánea para comunicar al público sus intenciones y su mensaje?, ¿qué elementos del proceso comunicativo tienen la capacidad de modificar la intención del coreógrafo y el sentido de su creación?, ¿en que elemento del proceso de comunicación debe el coreógrafo influir y como hacerlo durante la creación de la obra?
1. INTRODUCCIÓN
La estética contemporánea exige del bailarín la utilización de las diversas disciplinas existentes para su formación. Con esto los productos artísticos obtenidos evidencian las influencias de otras artes y de cualquier otra disciplina de la actividad humana. Algo que se observa actualmente es que los profesionales del mundo de la danza deberán compartir una noción de cuerpo escénico creada entre el género de la danza y del teatro. La ruptura con lenguajes escénicos que provienen estrictamente de la danza abre puertas interpretativas, una manera de crear una “cultura corporal” utilizando métodos de las diferentes artes para así formar un intérprete y bailarín completo. No nos referimos a la danza-teatro, esto ya es una modalidad de danza con sus características propias y diferentes a las del resto de estilos de danza, se trata de crear una interpretación para el momento de bailar algo concreto, que el bailarín conozca cual es la actitud que debe adoptar en escena para que se cumplan los objetivos del coreógrafo. Es importante cualquiera que sea la modalidad de danza, pero en algunos estilos más que en otros es fundamental, como en el caso de ciertos coreógrafos de danza contemporánea que, por la complejidad y la interdisciplinariedad de sus obras, dificultan su comprensión. Uno de los objetivos del coreógrafo, es transmitir al público algo concreto y con un significado y una intención concretas. Bailar siempre implica expresar y comunicar, esto crea la necesidad de realizar un estudio y un análisis del proceso comunicativo que se establece en el sector cultural de las “artes escénicas” y en este caso de la danza contemporánea. Dentro de la creación de una obra completa con un título que la denomine se han unido la coreografía y una puesta en escena específica para ello. Todos los elementos son importantes para transmitir y comunicar la intención del coreógrafo, pero el estudio se va a centrar en el proceso de creación de la coreografía que es propia de un coreógrafo, y en como éste utiliza todos los elementos de que dispone para lograr transmitir lo que desea a través de la danza. En este proceso de creación están implicados directamente los bailarines y, a través de ellos, el creador va a llevar a cabo su obra.
2. ESTUDIO Y ANÁLISIS DEL PROCESO COMUNICATIVO
El lenguaje verbal y la lingüística, tienen muchas propiedades que son comunes a otros sistemas de signos y lenguajes, o incluso a todos ellos. El estudio de la comunicación y de las relaciones comunicativas no sólo son interesantes para el “ARTE VERBAL” sino también a todo tipo de discurso. La lingüística podría explorar todos los problemas posibles en su universo del discurso pero habría que buscar otra ciencia que estudiara las comunicaciones extralingüísticas. Dado el problema de su inexistencia se va a crear un paralelismo por similitud de elementos que configuran distintos procesos comunicativos; el lingüístico?verbal con el propio de las artes escénicas (danza contemporánea) La característica principal que describe una obra de danza es el hecho en sí de ser una “Obra de arte”, es una creación artística llevada a cabo uniendo una serie de aspectos que requieren una atención del público especialmente de los sentidos de la vista y el oído. Es algo que el público ve y oye, que se realiza en un escenario y quien está enviando el mensaje utiliza el cuerpo en toda su amplitud expresiva acompañado de una serie de elementos escénicos. Por tanto es una “Obra de arte escénico”, que la diferencia de otras artes (plástica, literaria). Partiendo de estos aspectos que la configuran parece conveniente denominar “comunicación artísticoescénica” al proceso comunicativo en Danza Contemporánea. A través de un estudio y un análisis del sistema lingüístico?verbal podremos llegar a buscar una similitud entre los elementos que lo configuran y los elementos que configuran la comunicación artístico?escénica.
Figura 1. Cuadro de los elementos comunicativos extraído del paradigma comunicativo de Jakobson (1974)
Figura 1. Elementos que configuran el proceso comunicativo en danza contemporánea
Como su denominación indica, dentro de la comunicación lingüística Emisor es quien emite el mensaje y Receptor es quien lo recibe. El problema más esencial en el análisis del discurso es el del Código entre emisor y receptor que es la clave en el intercambio de Mensajes, o simplemente en la emisión y recepción de mensajes sin que exista un intercambio o respuesta. Los gestos y la manera corporal de expresarse durante un diálogo, no sólo son inherentes a todo tipo de comunicaciones, sino que el diálogo corporal se torna exclusivo en un proceso de comunicación artístico?escénica, únicamente a través del cuerpo y de los elementos que lo acompañan durante la representación de una obra se comunican los coreógrafos y los bailarines. Dentro de la comunicación en danza contemporánea parece claro quién es el receptor, el público, pero existe una posible confusión de a qué elemento del proceso le corresponde ser el emisor.Es necesario realizar un análisis de cuáles son los elementos que crean un proceso comunicativo escénico?artístico para establecer y concluir una relación estructural. Cuando un coreógrafo tiene una idea que quiere desarrollar y comunicar al público tienen lugar una serie de acciones que forman parte de un proceso coreográfico a través del cual nacerá y se creará una obra artística. Primero es necesario distinguir dos momentos diferentes que suceden durante el proceso comunicativo artístico?escénico. Un primer momento, el de la creación de la obra, en este caso creación de la coreografía, y el momento de la actuación, que sería la puesta en escena de la obra y corresponde a la situación en la que existe comunicación con un público.
Durante la creación de la obra sucede la creación del mensaje, que corresponde con el proceso coreográfico. Dentro de este proceso hay unos elementos principales: el coreógrafo, que es el creador del mensaje, la coreografía y el bailarín. Tomando como referencia los elementos de un proceso comunicativo lingüístico (emisor, receptor, mensaje, contenido y código) y su estructura estableceremos una similitud con el proceso de creación coreográfica y de puesta en escena. Dentro del primer momento de una creación artística, de la creación coreográfica propiamente dicha, el coreógrafo es el elemento que crea el mensaje, que es la composición artística o coreografía. Por lo tanto parece corresponderle ser el emisor del mensaje ya que va a ser él quien lo configure, quien le dé forma y quien decide como se emite en su totalidad. Este mensaje va a estar formado por elementos técnicos y movimientos propios de danza, es una composición de posiciones, figuras corporales, frases y cadencias de movimiento en comunión con una música. Toda esta composición de movimientos son lo que corresponde al vocabulario coreográfico, el vocabulario de la danza y del movimiento corporal que corresponde al código, y que va unido a otros elementos secundarios pero importantes que contribuyen a dar un contenido significativo al mensaje. Estos elementos forman la estética de la obra; decorado, luces, vestuario, el atrezzo que completa la obra. Dentro del proceso de creación coreográfica y durante toda su duración no existe la figura del receptor de forma real, en persona, sino que la obra se crea para un receptor, que sería el público y que constituye uno de los objetivos de la creación, además de la inspiración y de la necesidad del artista de llevar a cabo una idea. Uno de los objetivos es comunicar a un público una serie de emociones y de ideas que se reflejan en su obra. Por lo tanto, el receptor está de forma implícita. Un elemento que dentro del proceso comunicativo artístico?escénico se puede considerar principal, a diferencia de lo que sucede en la comunicación lingüística, es el canal por el que viaja el mensaje, en danza la idea creativa y la composición viaja a través del movimiento corporal del cuerpo del bailarín, que dentro del proceso comunicativo y creador tiene una función tan importante como la del emisor o coreógrafo. A través de la propia creatividad del bailarín, el coreógrafo va progresando y encontrando la forma de llevar a cabo su idea, y es el bailarín el que necesita del creador para fomentar su propia creatividad nutriéndose de sus ideas. Forman un “dúo creativo” a través del cual va naciendo la obra artística. Por lo tanto el proceso creativo?coreográfico podría estructurarse de la siguiente manera:
Figura 2. Elementos que configuran el proceso comunicativo en danza contemporánea
Una vez finalizada la creación llegaría el momento de la actuación, que es la puesta en escena de la obra artística. En este momento el coreógrafo pasa el relevo al bailarín. En la actuación es donde se lleva a cabo el hecho comunicativo para el que ha sido creada la obra. Aquí el coreógrafo ya ha realizado su función y en ese momento es el bailarín quien muestra su obra. En la puesta en escena entran a formar parte de la comunicación otros elementos, y los elementos que formaban la estructura del Proceso Coreográfico, cambian de función. El papel del emisor ahora le va a corresponder al bailarín, en función de su interpretación se transmitirá el mensaje con un significado u otro.El elemento mensaje va a emitirse en su totalidad, no únicamente la composición coreográfica sino la composición estética que va a dotar de un mayor significado al contenido del mensaje. El bailarín, a través de su cuerpo, podrá moverse como desea y como requiere la composición. Gracias a él y a la técnica de danza y capacidad de movimiento va a emitir una idea y una creación a un receptor, que sería el público. El espectador no debe tratar únicamente de entender lo que está viendo, ese no es el único objetivo del creador, debe procurar abrirse a su influjo y dejarse emocionar. Las interpretaciones son siempre personales pero lo importante es la actitud abierta del espectador ante las emociones que son provocadas por la obra. El momento de la actuación, que se corresponde con la situación comunicativa, se puede estructurar de la siguiente forma:
Figura 3. Elementos que configuran el proceso comunicativo en danza contemporánea
2.1. EMISOR: Coreógrafo
La danza es un compendio de muchas otras artes, y por ello, parece que el coreógrafo debería tener inquietud por tratar de comprenderlas y prepararse de forma global como artista. Incluso las distintas manifestaciones artísticas pueden ser, además, fuente de inspiración. Cuando un artista ingresa en un período creativo está más sensible y permeable a cualquier estímulo que tenga que ver con la idea que pretende llevar a cabo en su obra. En este momento creativo, el artista a través de etapas secuenciadas de movimientos realizados por los bailarines comienza a visualizar imágenes y estructuras que quiere expresar y crear en su obra. Para esto tiene que formar, como punto de partida, una propuesta de trabajo, una idea o motivo creativo, que de un contenido a la obra, y de esta forma desarrollará la forma, la técnica y la proyección. El coreógrafo en su discurso envía mensajes para el espectador a través de un lenguaje de gestos expresivos con el cual organiza la comunicación. Del mismo modo que anteriormente hablábamos de la estructura del lenguaje verbal, la danza tiene elementos básicos del discurso que pueden comparase con los elementos de un discurso verbal, estos son los verbos (acciones), el sujeto (las partes del cuerpo) y adverbios (modo de producir la acción). Estas son las acciones significativas del cuerpo. De esta forma, un único bailarín al realizar un movimiento cualquiera, que sería una frase , estaría ejecutando el movimiento en sí, que sería la idea, que corresponde con el verbo de la frase. Con qué parte del cuerpo realiza el movimiento representaría el sujeto y cómo es realizado el movimiento con esa parte concreta del cuerpo sería el adverbio. Este último elemento, el adverbio, dentro de un discurso corporal resulta muy significativo, porque la manera de ejecutar y la expresividad corporal individual es la que da una identidad y una forma al movimiento. Cada coreógrafo influye en esta manera de moverse (adverbios), de cada bailarín, para crear un propio vocabulario corporal y una forma de “hablar con el cuerpo”. Un ballet puede estar asentado en una técnica clásica de danza, una forma de ejecutar los movimientos que tengan la base en el Ballet Clásico y a partir de este modelo clásico de movimientos, cada coreógrafo los rompe y modifica para alcanzar un vocabulario diferente, más contemporáneo en este caso, para comunicarse con la audiencia en los códigos del lenguaje del hombre de hoy.
2.2. MENSAJE / CÓDIGO: Coreografía
Se analizará la coreografía, no el proceso de creación coreográfica, sino la obra de arte en sí, lo que rodea a la composición de movimientos. Hay que tener presente que la base de la coreografía está en la selección y conjugación de movimientos en función de una música. Esto requiere elegir una composición musical y posteriormente realizar un análisis profundo de ésta, es necesario escuchar la música una y otra vez para conocerla y respetar la composición musical en el momento de crear las secuencias de movimientos. La coreografía se puede definir como soluciones, algunas de ellas, con base en la tecnología, de forma que se crea un espacio virtual adecuado a los mensajes que se quieren comunicar. Doris Humphrey propone las siguientes categorías: diseño espacial y temporal, fraseamiento o secuencias de movimientos, espacio escénico, iluminación, dinámicas, ritmo, palabras, música y aderezos. (A. Paula Batalha y L. Xárez,1.999.pag. 81), existe por tanto un encuadramiento visual y sonoro de acuerdo con las intenciones del coreógrafo y que marcan decisivamente el estilo de la coreografía como resultado de la interrelación de los elementos. La ordenación de los movimientos, la composición de estos, la construcción de las secuencias o fraseamientos poden ser analizadas en una visión global de la coreografía pero deben ser también tenidas en cuenta en el análisis de la creación coreográfica.
2.3. CANAL: Cuerpo técnico: Bailarín
La contribución que el bailarín ofrece a la interpretación de determinada obra a través de su maestría técnica y de matices específicos de modo que sirve de intermediario en el diálogo en construcción a través de un vocabulario coreográfico concreto marcado. En danza moderna se admite que los cuerpos se manifiestan a partir de su interioridad y provocan la posibilidad de su propia representación. A lo largo de una creación, el bailarín tiene que estar despierto, receptivo y abierto a cualquier sugerencia que se manifieste, a cualquier situación que se presente durante el transcurso de la creación coreográfica. Las enseñanzas técnicas del coreógrafo recaen la mayor parte de las veces en las capacidades técnicas de los bailarines, en la estructura física y en la expresividad. En la construcción coreográfica el bailarín tiene mayor o menor grado de participación conforme a la libertad expresiva que le fue conferida por el coreógrafo. Cualquiera que sea el grado de libertad, el bailarín al representar en escena interpreta la danza dotándola de unas características, cualidad y significado propios. Por lo tanto, el mensaje o emociones comunicadas dependen del estado del bailarín en el momento de cada representación, es aquí donde está la base del proyecto a investigar. Teniendo siempre en cuenta que no se pueden discernir totalmente las emociones de los bailarines, y tomando el cuerpo del individuo poniendo énfasis en sus habilidades expresivas, el coreógrafo tiene la expresión dramática como un aspecto que debe coreografiar para que así comunique con la mayor veracidad, dentro de sus posibilidades, lo que desea.
2.4. RECEPTOR: Espectador / público
Si todos los elementos del proceso están acorde son cuestiones que se requieren al espectador por la danza y son propias de una actividad mental. La apreciación de la danza, como en todas las artes, implica un mayor desarrollo, superior a la simple presencia. Una obra de arte es un objeto de valor, pero sin conocimiento de este objeto es difícil darle un valor. Se crea un diálogo interno que acompaña las etapas de la composición, el bailarín se divide en partes, dos o más que conducen el diálogo en conocimiento consciente más la parte de la mente que escucha el diálogo, la tercera persona o espectador experimenta asombro y después la obligación de trasladar la conversación al movimiento. El espectador debe realizar este proceso dentro de sí.
3. CONCLUSIÓN
Dentro del estilo de danza contemporánea tienen cabida infinidad e ilimitables formas de movimientos y modos de coreografiar. Este estilo se vuelve completamente abierto de manera que el público afín a la danza en ciertas ocasiones no entiende lo que está viendo. Es cierto que el público no debe buscar solamente entender el significado de la coreografía, sino dejarse emocionar por ésta, pero actualmente existen compañías que van naciendo bajo el nombre de danza contemporánea y que proponen obras muy complejas e incomprensibles de todos los modos. La mayor o menor comprensión en ocasiones se encuentra en los bailarines y en su proyección al bailar. Es importante realizar un completo trabajo sobre los elementos coreográficos durante el proceso de creación para lograr el objetivo comunicativo en la puesta en escena. Uno de los objetivos es la comprensión, en mayor o menor medida, de un mensaje enviado por el coreógrafo. El creador posee, dentro del proceso creativo, unos elementos estructurales que va a moldear y construir para crear su obra. Todos los elementos son fijos, no tienen la capacidad propia de modificar el transcurso de la obra, excepto el bailarín, éste es muy importante ya que tiene la posibilidad de influir en el desarrollo de la creación. A través de un trabajo de dramatización el bailarín puede configurar una actitud y un personaje para el momento de bailar una obra concreta. De esta forma, cada vez que actúe tendrá la misma actitud interpretativa. Esto no quiere decir que el bailarín se volverá insensible a lo que le sucede cada momento en su vida, sino que, en la medida que éste pueda, sus emociones y estados personales no deberían influir en su interpretación bailando. De esta forma, el mensaje que se quiere comunicar al receptor, no se verá modificado por la interpretación del bailarín. El contenido del mensaje no podría modificarse por estas diferencias interpretativas, lo que se ve modificado es la diferencia en la forma de llegar al público y lo que emocionalmente suscite sobre él. El trabajo de dramatización debe ser un trabajo paralelo a la creación coreográfica y formar parte de ella. Esto constituye la base de este trabajo y abre puertas a la investigación de la dramatización en danza contemporánea como un aspecto que debe tenerse en cuenta durante la composición coreográfica, y posibilita la aplicación de dichas investigaciones con el objetivo de mejorar y completar la formación del bailarín para de ésta manera, a su vez, se mejore la comunicación con el público.
Referencias
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REVISTAS Y ARTÍCULOS DE APOYO:
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www.efdeportes.com
www.dancer.com/ dance?links
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www.ufba.br/instituicoes/ufba/welcome.hotmail
Pagina web, Almanaque de la danza.
www.domain.com.br
www.sibradid.eef.ufmg.br