Los principios del entrenamiento personal con David Martínez
Sobre David Martínez
Es readaptador deportivo en el CAU rugby de Valencia, director de ST solutions y director del departamento en formación en logística Zeebra.
Alto Rendimiento: – ¿Cuál crees que es la evolución que ha vivido el mundo del entrenamiento?
David Martínez: –Bueno, a nivel entrenamiento personal, creo que es muy significativo el ver cómo hemos pasado en los últimos 10 o 15 años de un entrenamiento, de un entrenador personal basado en el fitness, luego se pasó al concepto del wellness, pilates, gimnasias suaves, en cuerpo mente, para de buenas a primeras volver a pegar un cambio hacia el fitness y el entrenamiento intensisímo. Y ahora pues, nos estamos adentrando curiosamente en muchísima biomecánica, muchísima anatomía funcional, muchísimo ejercicio correctivo y compensatorio. Es decir, yo creo que ha habido subidas y bajadas en cuanto a los caminos que ha tomado el entrenamiento personal y que también es importante verlo para ver hacia donde queremos ir o cual es una línea de trabajo que debemos optar.
Alto Rendimiento: –Entonces, ¿cómo crees que habría que enfocar este entrenamiento personal en la actualidad?
David Martínez: –Lo primero que hay que diferenciar es que una cosa es el entrenador personal y otra cosa son las tendencias del entrenamiento. Para mí lo que se está confundiendo mucho es un entrenador personal es aquel que utiliza determinadas metodologías sobre determinados sistemas. No, un entrenador personal que trabaja one to one con un cliente que tiene unas necesidades. El método que tu utilices después, es el que debes conocer mejor o con el que tienes que sentirte más seguro y a gusto, y además, que mejor se adapte a las necesidades del cliente. Entonces, para mí, es importantísimo que haya unas bases formativas muy potentes, que entrenador personal conozca todo lo que hay alrededor, aunque pueda practicar o tener preferencias por un método u otro, y sobre todo -importante- adaptarlo y saber adaptarlo al cliente, a las patologías del cliente y a las necesidades del cliente. Porque éstos muchas veces se ven influenciados por los medios de comunicación y realmente no saben lo que quieren, simplemente pues la publicidad ya sabemos cómo es, ellos tienen un ideal, y para conseguir ese ideal pues hay que adaptarse, pero sobre todo no al revés, no adaptar al cliente al ideal sino adaptar el proceso del ideal al cliente.
Alto Rendimiento: –Vayamos poco a poco, entonces. Cuéntanos qué esto de smar training, cuáles son los principios de entrenamiento en los que se basa y qué metodología utiliza.
David Martínez: –Smartraining es un programa formativo dedicado a entrenadores personales que quieran dar un salto cualitativo en la atención a sus clientes. Es un programa que venimos desarrollando desde hace dos años en conjunción con diferentes profesionales de la actividad física. Contamos ahora mismo en nuestro equipo con licenciados, con doctorados, con fisioterapeutas y con entrenadores. Se basa en cinco módulos principalmente. Uno es las valoraciones de la actitud física, es decir, para nosotros todo lo que tenga que ver con el estado de los elementos que van a producir el movimiento. Es decir, el entrenamiento se basa en el movimiento, pues antes de prescribir cualquier tipo de ejercicio debemos valorar, o entendemos que debemos valorar cómo se va a producir. Luego a partir de ahí vamos generando formaciones en tanto en cuanto cómo adaptamos el entrenamiento de fuerzas a esas necesidades, cómo y cuándo utilizamos determinados métodos y materiales, cómo trabajamos desde la lesión, con la lesión en los diferentes equipos multidisciplinares y cómo, en los últimos tiempos, el deporte amateur, el corredor, el jugador de pádel, jugador de fútbol ocasional, jugador de baloncesto, es decir, esas actividades lúdico-deportivas que están entrando en los gimnasios y que los clientes empiezan a necesitar una preparación física, bien desde el campo preventivo que para nosotros es lo más importante, bien desde el campo del rendimiento, típico: “Quiero aumentar mi velocidad, quiero aumentar mi potencia”, pues también empezamos a enseñar a los entrenadores esas pequeñas cualidades físicas y cómo entrenarlas, sobre todo como ya he mencionado, siempre desde el ámbito preventivo a las lesiones que es donde creo que más debemos incidir ahora mismo en los campos de entrenamiento.
Alto Rendimiento: –Has nombrado como primer paso la valoración de la actitud que permita a posteriori prescribir el ejercicio. ¿Qué valoración crees que hay que hacer con los clientes?
David Martínez: –Para mí existen dos tipo o tres tipos de valoraciones: uno son las valoraciones de las actividades de la vida diaria, laborales. Es decir, tenemos que entender cómo es la vida de la persona para entender que a nivel mecánico, a nivel anatómico, a nivel fisiológico, a nivel salud en general, hay determinadas estructuras que están siendo afectadas por un posicionamiento sentado ocho horas, por una conducción de ocho horas, por un movimiento hacia un lado predominante, por ejemplo tened en mente ahora mismo un cajero de supermercado, hace rotaciones de tronco predominantemente hacia el lado donde tiene posicionado su centro de la caja, por así decirlo, o un banquero. Es decir, todas estas cosas que nosotros tenemos que tener en cuenta al analizar al cliente y que pueden incidir pese a que él quiera un objetivo físico, pero pueden incidir en el rendimiento. Lo segundo serían las valoraciones de la aptitud física, es decir, entender que si esas actividades de la vida laboral están incidiendo en esas estructuras, cómo esas estructuras se manifiestan en movimiento. Que muchas veces sólo nos preocupamos desde el ámbito lesivo, pero en el ámbito preventivo es mucho más importante. Por ejemplo, tenemos información de personas que tienen dolor de espalda o reducida la movilidad torácica, son muy asimilados a determinadas profesiones, como por ejemplo ocho horas sentado. Y eso para un entrenador le da muchísima información, bien para poder captar más el cliente, bien para poder guiarle o bien para poder solucionarle un problema. Y por último, evidentemente, unas pequeñas valoraciones sobre las manifestaciones o expresiones con la que vamos a trabajar: fuerza, resistencia… Principalmente. Entonces, en campo del entrenamiento personal debe empezar a trabajar no sólo desde la valoración sino también desde la vida diaria que debemos valorar y cómo correlacionar todas esas valoraciones.
Alto Rendimiento: –En estas valoraciones más de condición física, ¿qué test crees que son importantes o qué métodos para hacer esta valoración de la fuerza, etcétera?
David Martínez: –Existen muchísimos métodos de valoración de la fuerza descritos en la literatura. El problema que está habiendo es que muchos de ellos, según avanza el tiempo -y yo creo que no es malo- se están desestimando por determinadas apariciones de investigaciones o evidencias. Por ejemplo el famoso test del ARM, pues el profesor Vadillo empezaba a plantear determinadas dudas sobre si realmente se estaba haciendo bien. Y luego también su aplicación en el ámbito del entrenamiento personal. Entonces, yo creo que ahora mismo hay que ser un poco más coherente con dónde se encuentra el entrenador, entender que un cliente no va a hacer un protocolo de ARM o no va a hacer un protocolo de Cooper, y adaptar esas valoraciones, que están descritas y determinadas, a la realidad. Entonces, para mí, unas valoraciones sencillas y fáciles pueden ser correlacionar un número de fondos determinados en un minuto, el test de subida del escalón, un test de la milla bien realizado a una persona con determinadas patologías o sedentarismo, pues nos puede dar una idea aproximada del estado inicial, lo importante repito es que el entrenador tenga la capacidad suficiente para adaptar ese protocolo a lo que quiere conseguir del cliente.
Alto Rendimiento: –Entonces, ¿cuáles son los aspectos clave para que este entrenamiento que propongamos al cliente sea funcional y sea adaptado al cliente, es decir, individualizado?
David Martínez: –Bueno, para mí, y creo que es una confusión grande la que se está llevando con el término entrenamiento funcional y hay muchas voces que lo están determinando, para mí todo entrenamiento tiene que ser funcional desde el momento en que tiene que ser orientado y tiene que hacer que el cliente consiga unos determinados objetivos. El hecho de relacionar funcional al uso de materiales diferentes a un entrenamiento de fitness está llevando a una confusión. Está llevando a que se utilicen de manera indiscriminada determinadas propuestas de trabajo que luego realmente en el ámbito preventivo de la lesión que es al final donde los tendríamos que colocar, pues están llevando a descuidarlo. Para que sea totalmente un entrenamiento funcional para mí tiene que atender principalmente a dos cosas: Uno, a que atienda al objetivo lo cual es algo que no es discutible. Dos, que parte de los condicionantes físicos, anatómicos y biomecánicas de la persona. No podemos hacer por ejemplo algo muy claro que una persona que pasa ocho horas sentada cuando llega al entrenamiento por mucho que nos digan que las poleas, las maquinas, no, no debemos incurrir en seguir sobre cargando, seguir machacando esas estructuras que ya están por así decirlo dañadas por esa vida diaria. Esa para mi es la funcionalidad, que cubra los aspectos que son necesarios para que esa personas desarrolle su vida laboral, su actividad física de ocio lo más prolongado en el tiempo posible que garantice una grandísima calidad de vida. Es decir que no entre en confrontación, porque muchas veces por entrenar, por hacer determinadas clases luego no se rinde en la vida diaria, no se rinde en el trabajo, todos lo conocemos, qué ocurre cuando machacamos a nuestros clientes, al día siguiente tiene unas agujetas que no le permiten estar sentado en una silla o estar cómodo conduciendo. Y sobre todo, que ese tipo de trabajos, ese tipo de propuestas, cuando las estamos analizando nos damos cuenta que aumentan el índice lesivo, aumenta el índice del riesgo de lesión, que por su vida diaria este cliente ya tiene. Entonces, para mí esa es la funcionalidad, que atienda al objetivo, que cubra los aspectos que su vida diaria laboral no está teniendo en cuenta por esas descompensaciones y sobre todo que garantice que pueda practicar lo que quiere hacer, de la manera a la que quiere hacer, durante el mayor tiempo posible.
Alto Rendimiento: –¿Y cómo podemos conseguir la individualización de las cargas, que estas cargas sean óptimas para nuestro cliente?
David Martínez: –Yo creo que ahora mismo ese es el gran caballo de batalla que hay en toda la investigación y en todas las propuestas que se están realizando. Hay muchísimos grupos en España de investigación, por ejemplo el Licet (fonética) comandado por el profesor Juan Ramón Heredia, que está tratando de cuantificar el uso de las cargas, la dosis que mencionan ellos por comparación con el estamento médico. Creo que ahora mismo ese es el punto esencial y clave para entender cómo progresar. Sin embargo, también tenemos que salir del efecto túnel que pueda ser esa cuantificación brutal de la carga para ir también a la cualificación del movimiento. Es decir, lo que yo muevo tiene que ser óptimo para mi objetivo, por así decirlo. Esa carga que yo voy a mover, esa carga con la que yo voy a atacar. Pero también me tengo que garantizar que esa manera de moverlo, ese movimiento que se está generando -y también hay que explicarlo porque hay muchas propuestas de trabajo a través de movimientos sino de músculos-, pues que ese movimiento sea de gran calidad. Y para ello es necesario entrenar al propio entrenador -valga la redundancia- a que sea capaz de observar que esa carga es movida o esa carga es manejada de la mejor manera posible. Luego a partir de ahí, sistemas de cuantificación pues puedes utilizar una escala de Borg o una escala de RPE, valoración de esfuerzo, para tener en cuenta esa relación intensidad-percepción del esfuerzo y saber cómo poder evolucionar el entrenamiento personal. Porque también tenemos que tener en cuenta que nuestros clientes no son deportistas, con deportistas me refiero a deportistas profesionales, con lo cual la periodización, la planificación se vuelve demasiado complicada cuando la tienes que llevar a términos excesivamente cerrados a protocolos que conlleven esa cuantificación, esa dosis. Hay que jugar con los dos baremos: encontrar las propuestas de dosis cerradas adecuadas y también por otro lado valorar, tener ese ojímetro que Héctor García nos está proporcionando con sus formaciones, que nosotros también de manera humilde tratamos de contribuir a ello. Para ver si realmente aunque se mueva esa carga, aunque esa dosis sea la correcta al cuerpo a nivel mecánico, a nivel motriz está respondiendo de una buena manera.
Alto Rendimiento: –¿Cómo se debe ajustar el entrenamiento en función de la fase de entrenamiento en la que nos encontremos, es decir, cómo periodizaríamos este entrenamiento?
David Martínez: –Siempre partiendo de la base de las AVDL y de la experiencia del cliente, para mí son dos aspectos importantes. La periodización y la planificación, pues bueno, podemos hablar de los periodos que se han dado y se han descrito siempre: periodización ondulante, periodización lineal, macro ciclo, micro ciclo. Pero también tenemos que hablar de una educación en el entrenamiento. Entonces para mí siempre tiene que haber tres fases: una que es la fase de adaptación a las propuestas de fuerza que vayamos a realizar, teniendo en cuenta si es un cliente experimentado o no, teniendo un cuenta si es un cliente sedentario, activo, bueno, lo que estábamos hablando en otro rato sobre las AVDL. Tiene que haber una fase de adaptación. A partir de esa fase de adaptación la periodización y la planificación va a ir en función de los objetivos que nosotros tengamos que tener. No sé si me estoy explicando. Es decir, yo utilizo periodizaciones ondulantes con subidas y bajadas de determinados parámetros y además a nivel mensual, porque creo que es lo que mejor se adapta a nuestros clientes, meses de entrenamiento, son muy pocos clientes los que tú puedes cerrar un programa de entrenamiento efectivo a tres meses, a seis meses. Entonces yo trabajo a nivel mensual siempre partiendo de los fundamentos de la fuerza, después trabajo de asociación de fuerza con otras capacidades y después de integración de esa programación de la fuerza con el resto de las partes de nuestro entrenamiento que siempre será por ejemplo el tema del ejercicio correctivo y compensatorio para garantizar la prevención de lesiones.
Alto Rendimiento: –David, ya para terminar, ¿cuáles serían entonces los aspectos clave de una manera sintética que van a permitir que este entrenamiento se desarrolle de manera óptima y con esta importantísima prevención de lesiones?
David Martínez: –Vale, pues de manera muy sintetiza la primera seria: conocer el funcionamiento de las estructuras que puedan intervenir en el movimiento, ver en qué estado está, y a partir de ahí adoptar un grupo de estrategias. Estas estrategias tienen que ir en consonancia con el tipo de fuerza con el que vamos a empezar a trabajar: si es un trabajo de fuerza base, si es un trabajo de fuerza máxima, es un trabajo de hipertrofia, etcétera. Y luego a partir de ahí desarrollar y siempre tener en cuenta que por la vía del cliente por el entrenamiento se van descompensando estructuras, siempre trabajar en la recompensación de esas estructuras y en la evaluación diaria a través de la calidad el movimiento de ese cliente.
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