PANENKA Nº 16: CAJA FUERTE, FÚTBOL DÉBIL

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Editorial: BELGRADO SL
Sinopsis: La corporación. En su versión profesional, el fútbol es un deporte protagonizado ración por muchos jóvenes de extracción humilde pero gestionado por una endogámica casta de burócratas de existencia desahogada y prácticas opacas. Su máximo pontífice: Joseph Blatter, presidente de un monopolio multinacional con ingresos anuales por encima de los mil millones de dólares, amante de los relojes caros y los coches lujosos, pero con el descaro y la cintura suficientes como para invocar al ideólogo del comunismo. La FIFA supone la correcta aplicación de las enseñanzas de Karl Marx: los que más tienen ayudan a los que menos”. Palabra de Sepp. Autor: Aitor Lagunas.
El Mundial que duele. Lejos del frío lujo de Zúrich, Rio de Janeiro palpita ante la llegada del Mundial dentro de un año y medio. Sus favelas en cuesta contemplan con sentimientos encontrados la llegada del mayor torneo futbolístico: la ilusión se mezcla con el miedo a la piqueta y las expropiaciones. El certamen de la FIFA inundará la ciudad -y el país- de instalaciones que quizá no necesite. Y algunas, probablemente, no llegarán a tiempo para la inauguración. Autor: Germán Aranda.
La cabeza bien alta. Calva rapada, mirada inquisidora y una chupa ceñida. José María Movilla, centrocampista del Real Zaragoza, es un futbolista que, a primera vista, inquieta. Hasta que empieza a hablar. Porque justo en ese instante lo que uno descubre es una cabeza reflexiva, una mirada crítica y un mono de trabajo que cubre un cuerpo acostumbrado al sacrificio. Un futbolista con sensibilidad ciudadana que prefiere la reivindicación al silencio. Que prefiere seguir poniendo a prueba sus 38 años en los campos de Primera a dejar de intentarlo. Autor: Chema Erre Bravo.
A Hard Day’s Night. El Celtic ganó el partido de despedida de Alfredo Di Stéfano en el Bernabéu en 1967. Dos de sus protagonistas recuerdan esa época, ese partido y esa noche.. Autor: Toni Padilla.
Duric, el gol olímpico. La carrera de Aleksandar Duric es una parábola constante. De promesa yugoslava a representante bosnio en los Juegos de Barcelona’92. De piragüista profesional a futbolista en Hungría. De oficial militar a exiliado de guerra. De interior izquierdo a máximo goleador mundial en activo. De extranjero en Australia a capitán de la selección nacional de fútbol de Singapur. A sus 42 años, asegura que ya no está para nuevos giros de guión. Pero, con él, nunca se sabe. Autor: Roger Xuriach.
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