SOBREENTRENAMIENTO E INFECCIONES EN DEPORTISTAS (I)
El Sobreentrenamiento e Infecciones en Deportistas (1ª Parte)
Es esencial asegurar que los deportistas estén sanos y emancipados de infecciones. Las siguientes estrategias han sido elaboradas por Sport England (Consejo Superior de Deportes Británico) para que deportistas, entrenadores y personal técnico puedan ofrecer recomendaciones. Para la mayoría de los deportistas y entrenadores encontrar el equilibrio entre el entrenamiento intensivo y el sobreentrenamiento, supone uno de los aspectos más complicados a la hora de obtener resultados positivos del entrenamiento. Pero tal equilibrio es fundamental.
La mayoría de los programas de entrenamiento incitan al deportista a sobrecargar o sobreestirar sus músculos y otros tejidos. Este proceso puede causar una caída relativa del rendimiento durante un breve periodo de tiempo, seguido de la recuperación total del deportista con la consecuente mejora del rendimiento (adaptación o supercompensación). Por otro lado, el deportista que sufra el síndrome de sobreentrenamiento experimentará un bajo rendimiento y una fatiga durante un largo periodo de tiempo -a pesar de continuar entrenando o incluso haber aumentado la intensidad del mismo-.
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Sobreentrenamiento: los síntomas
Desafortunadamente, es difícil distinguir entre sobrecarga y los primeros indicios de sobreentrenamiento. Algunos de los síntomas comunes del sobreentrenamiento incluyen:
- Molestias y debilidad muscular.
- Menor tolerancia al ejercicio.
- Reducción de la motivación.
- Cambios en el estado de ánimo.
- Insomnio.
- Infecciones recurrentes.
- Perdida de apetito.
- Náuseas.
- Pérdida de peso (debido a un equilibrio de nitrógeno negativo).
Conseguir un adecuado equilibrio en el entrenamiento es tan sólo uno de los muchísimos elementos para el desarrollo y el éxito deportivo.
Atento a las señales de aviso
Aunque el sobreentrenamiento presenta varios síntomas, son pocas (si es que hay alguna) las señales de pre-aviso. Una de ellas puede ser el pulso cardíaco elevado al despertarse por la mañana. Un índice más sensible y exacto, sería medir el pulso cardíaco por telemetría (pulsómetro) cuando el deportista duerme. Además, existen diferentes tests sanguíneos (extracción de muestras de sangre) que pueden identificar el problema, aunque estos son más caros y deben ser realizados por especialistas.
Tratamiento de sobreentrenamiento
Si el deportista, entrenador o el equipo técnico fallan en la detección de las primeras señales de sobreentrenamiento y éste prosigue, el deportista debe reducir enormemente el entrenamiento o parar completamente durante dos o tres semanas. La rehabilitación de deportistas que padezcan de sobreentrenamiento supone una gran demanda para el entrenador ya que éste debe frenar o aguantar al deportista. Un error bastante común es reanudar el entrenamiento al mismo nivel (intensidad) con el que se había parado días o semanas atrás. El deportista debería volver a empezar con entrenamientos suaves e ir incrementando la actividad bajo cuidadosa observación. Para la completa recuperación, este proceso puede llevar más tiempo de lo esperado, se necesitarían entre 6 y 12 semanas.
Prevención de infecciones en atletas
Los deportistas embarcados en fuertes programas de entrenamiento, particularmente aquellos envueltos en eventos de larga duración, parecen ser más vulnerables de lo normal. Existen algunas pruebas de que esto se debe a la flojedad del funcionamiento del sistema inmune. La infección puede afectar severamente la habilidad del deportista para entrenar.
El impacto de la infección en el entrenamiento
- La tolerancia al ejercicio puede quedar reducida cuando el deportista contrae una infección.
- Ejercitar con una infección puede agravar la duración de la enfermedad, aunque el ejercicio suave durante la convalecencia puede promover la recuperación.
- El deportista debe parar los entrenamientos si existen síntomas de fiebre. La temperatura corporal del deportista ya será más alta de lo normal y el ejercitar con fiebre resultará en fatiga prematura con el consecuente peligro de un golpe de calor.
- Los deportistas en fase de recuperación deben abstenerse de reanudar el entrenamiento a los niveles con los que habían parado tras la infección. La recuperación debe ser gradual empezando con intensidades suaves.
- Los miembros del equipo con una infección deben ser aislados lo máximo posible del resto del equipo.
Minimizar el riesgo de atraer agentes infecciosos
- Los deportistas primeramente deben intentar evitar el contacto con deportistas que sufran los síntomas de infección, incluso aquellos que empiezan a sufrir un resfriado. Las infecciones se transmiten por contacto personal directo o indirecto, o por inhalación del aire cercano a la persona infectada.
- Los deportistas deben acercase lo menos posible con jóvenes en edad escolar, siempre que sea posible (sesiones de entrenamiento) y evitar multitudes.
- Los deportistas deben lavarse las manos con regularidad, particularmente después de haber tocado superficies manoseadas por el público, como pomos de puertas, barandillas y teléfonos.
- Se debe evitar el contacto de las manos con ojos y boca. Esto previene la transferencia de microbios hacia tejidos mucosos sensibles.
- Los deportistas deben ser conocedores de la importancia de la higiene bucal. Asegúrate que la dieta provee la cantidad de energía necesaria, hidratos de carbono y proteínas.
- Debido a las acciones bacteriales de la saliva, los deportistas deberían evitar encontrarse con sequedad en la boca, tanto durante la competición como durante el reposo. Esto se puede conseguir bebiendo a intervalos regulares y manteniendo los niveles óptimos de hidratación (ver artículo en página 3 de este ejemplar). Varios componentes de la saliva protegen contra microbios que causan infecciones en los conductos respiratorios superiores. La producción de saliva disminuye durante el ejercicio, pero pueden ser mantenidos con el consumo regular de fluidos.
- Los deportistas no deben compartir nunca las botellas de agua, vasos o cubiertos.
- Asegurar que los deportistas utilizan agua adecuadamente tratada tanto para beber como para nadar (por ejemplo temperatura y nivel de pH).
- Evitar compartir saunas, jacuzzis y duchas. Éstas deben estar mantenidas en perfectas condiciones e inmaculadamente limpias.
- Ser conscientes de que pueden ser particularmente vulnerables a contraer una infección tras los entrenamientos y las competiciones.
- Saber que una buena higiene personal y ser precavido son las mejores defensas contra la infección respiratoria.
Próximamente: El Sobreentrenamiento e Infecciones en Deportistas (2ª Parte).
Autor: Sports English Council Press
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