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15 Feb 2012

El deporte en edad escolar en un municipio pequeño

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Dentro de las competencias municipales del ámbito deportivo, por los beneficios físicos, psicológicos y sociales que puede aportar a los menores, el deporte en edad escolar se convierte en una de las materias a las que se debe atender.

Autor(es): J.A. Larré
Entidades(es): Ajuntament de Vinalesa
Congreso: II Congreso del Deporte en Edad Escolar
Valencia26 – 28 de Octubre de 2011
ISBN: 978-84-939424-0-3

El deporte en edad escolar en un municipio pequeño

Introducción

Dentro de las competencias municipales del ámbito deportivo, por los beneficios físicos, psicológicos y sociales que puede aportar a los menores, el deporte en edad escolar se convierte en una de las materias a las que se debe atender. Pero desde un punto de vista crítico, observamos una escasa regulación del deporte escolar en nuestro país, ya que no existe un marco general que regule y unifique los criterios que deben regir la promoción de esta vertiente del deporte.

Sin embargo, existen diversos documentos elaborados por expertos europeos, que sin ostentar rango legal, ofrecen orientaciones sobre el tratamiento que los diferentes Estados deben proporcionar al deporte en general y concretamente al deporte escolar. Hablamos de documentos como la Carta Europea del Deporte (1992), el Manifiesto Europeo sobre Jóvenes y Deporte (1995) o el Código de Ética Deportiva publicado por el Consejo de Europa (1992), en los que se aboga por un deporte escolar basado en una serie de postulados que, de forma muy resumida, presentamos a continuación:

  • El bienestar del joven deportista debe ser prioritario al éxito deportivo, siendo el deporte el que ha de adaptarse a las características y necesidades del niño y no al contrario.
  • Todos los niños y jóvenes, independientemente de sus habilidades y capacidades, deben gozar de la posibilidad de practicar deporte.
  • Se ha de proporcionar una práctica física adecuada para la salud, promoviéndose de igual modo el hábito de práctica física y el estilo de vida saludable.
  • Debe velarse por un adecuado desarrollo motor, posibilitando que el niño disfrute de una gran variedad de juegos y actividades.
  • Se deben salvaguardar y desarrollar las bases morales y éticas del deporte, favoreciendo que el deporte se convierta en un medio de formación integral que atienda también a la dimensión mental y moral del individuo.
  • El personal encargado de la gestión y docencia del deporte escolar debe estar debidamente cualificado. Por lo tanto, se ha de velar por su formación inicial y permanente.
  • Deben fomentarse los vínculos entre las escuelas deportivas, los centros de enseñanza y las asociaciones deportivas locales, de modo que no existan incoherencias entre las concepciones deportivas de las distintas entidades.

Sin duda alguna, estas orientaciones abocan a un modelo de deporte educativo. No obstante, el deporte escolar que ha imperado en nuestro país, no obedece al propuesto por los expertos, sino a lo que se entiende como modelo tradicional, ampliamente criticado por los defensores de la pedagogía activa (Orts, 1999). En este sentido, debemos entender que la enorme influencia social del deporte competitivo, junto a la escasa formación pedagógica del personal encargado del deporte escolar, ha provocado que los valores, planteamientos y métodos del deporte de élite se hayan trasladado al deporte de iniciación. De este modo, el deporte escolar ha estado al servicio del deporte de rendimiento, siendo su vivero de practicantes y campeones (Villamón y Molina, 1999) y el niño ha quedado a merced de los intereses del deporte. Bajo este modelo de deporte escolar, supeditado a las exigencias de rendimiento, se han aplicado programas de enseñanza de tendencia mecanicista/eficientista que se han centrado en el ámbito de ejecución técnica, descuidando otros ámbitos de intervención sobre el alumno, como son el cognitivo, el social/cultural, o el afectivo/emocional (Orts, 1999). Así mismo, estas exigencias han desencadenado la especialización temprana, entendida como la práctica sistemática, regular e, incluso, intensa de los niños/jóvenes antes de las edades consideradas normales (Añó, 1997). Toda esta realidad ha generado, en muchos jóvenes practicantes, problemas físicos (lesiones osteo-musculares, problemas menstruales, desórdenes digestivos), problemas psicológicos (agresividad, frustración, ansiedad, estrés, etc.), adquisición de valores morales socialmente indeseables (ganar a toda costa) y abandono de la práctica deportiva.

En esta misma línea, el modelo tradicional no sólo parece desdeñable desde el punto de vista pedagógico, sino también desde un punto de vista práctico para un mejor aprendizaje de los deportes, ya que este modelo de enseñanza, caracterizado por el trabajo repetitivo y aislado de la técnica, parece desembocar en falta de motivación del niño hacia el aprendizaje, en la limitación del bagaje motor y la capacidad de adaptación al contexto cambiante de juego y en la reducción de las posibilidades de aprendizaje del joven deportista (Devís y Peiró, 1992).

Basándonos en las ideas mencionadas y entendiendo las enormes diferencias entre un modelo tradicional y un modelo educativo, parece quedar claro que el deporte en si mismo no es un fenómeno social positivo o negativo, ya que como apunta Cruz (2004) los efectos educativos del deporte no se producen de manera automática con la práctica de cualquier actividad deportiva, sino que sólo se dan cuando todos los implicados en la organización del deporte para jóvenes en edad escolar –técnicos o monitores, padres, espectadores, árbitros y organizadores de competiciones deportivas- adoptan un modelo de deporte educativo.

En este trabajo, se expone el programa de deporte en edad escolar que está siguiendo el Ayuntamiento de Vinalesa en su municipio a través del desarrollo de un itinerario de iniciación deportiva que obedece a un modelo educativo, respetando las recomendaciones de los expertos. En primer lugar se analiza la base de la planificación del itinerario, desde el diagnóstico hasta el establecimiento de las líneas estratégicas a seguir. En la segunda parte, se expone el desarrollo del programa que se está llevando a cabo en la actualidad.

Diagnóstico inicial de la situación del deporte en edad escolar en el municipio.

El primer paso de la planificación del programa fue la realización de un diagnóstico que nos permitiese investigar y extraer conclusiones sobre la realidad deportiva del municipio en relación al deporte en edad escolar. El conocimiento obtenido para nuestro estudio vino dado de dos formas. Por un lado, de la observación personal del sistema deportivo y por otro lado, de la realización de entrevistas con objeto de averiguar datos sobre la población menor de edad a la que queríamos dirigir la oferta. De esta forma el análisis adquiría una riqueza importante en vistas a una planificación más realista.

A continuación se exponen a modo de síntesis las principales conclusiones que se extrajeron del análisis a través de una matriz DAFO.

Debilidades:

  • La escasa población en edad escolar en el municipio obliga a mantener una oferta reducida de actividades con objeto de no diversificar.
  • El escaso número de participantes redunda en la falta de estabilidad laboral de los posibles contratos que puedan realizarse con técnicos deportivos, y refleja una débil estructura administrativa y de personal.
  • Debido a los escasos recursos económicos que disponemos para hacer frente a la organización y gestión de la oferta deportiva, nos encontramos en una situación en la que resulta muy difícil crecer. Dependemos de subvenciones supramunicipales para poder invertir y dotarnos del personal básico de gestión y técnico para impartir las actividades.
  • A las escasas posibilidades de generar recursos propios se une la dificultad de encontrar recursos externos (empresas, patrocinio, etc.). El mantenimiento de las instalaciones es asumido directamente por el Ayuntamiento, lo que eleva considerablemente el presupuesto municipal. La solución a este grave problema de financiación pasa inexorablemente por una revisión de los coeficientes de financiación de las administraciones, que equilibre las competencias atribuidas a los Ayuntamientos con la financiación adecuada para poder asumir estas competencias. Es imprescindible orquestar, a través del Pacto Local, los mecanismos de cofinanciación precisos, así como el porcentaje lógico de cooperación de las distintas administraciones.
  • Difícilmente vamos a poder elegir una forma de gestión indirecta de los servicios o instalaciones ya que la rentabilidad económica es muy difícil de conseguir.

Amenazas:

  • Lamentablemente nos encontramos con escasas ayudas externas para la financiación de la oferta deportiva en nuestro municipio. Las subvenciones de las entidades supramunicipales son escasas e incluso inexistentes con lo cual las aportaciones municipales representan prácticamente el 100% del gasto. Por otro lado, la escasa tradición de las empresas locales en el patrocinio deportivo supone, no tener demasiadas oportunidades de generar recursos extras.
  • Otra de las facetas que puede constituir una amenaza es el sistema asociativo tradicional, que en ocasiones puede convertirse en un foco de presión. La escasa formación de los cuadros directivos, con un elevado componente de voluntariado y una falta de profesionalización, dibujan a menudo, un panorama de las asociaciones deportivas locales, cuya peculiaridad supone un lastre para el Ayuntamiento, ya que demandan recursos materiales y subvenciones y aportan escasos recursos técnicos y una baja calidad en sus actividades para menores.
  • La política de precios viene determinada por una escasa tradición de pago por las actividades deportivas. Los precios públicos tienen que estar subvencionados para que no sean una limitación a la participación. Solamente pueden incrementarse con el tiempo, y siempre y cuando se conciencie a las familias del coste que supone ofertar la calidad de la oferta deportiva que están recibiendo sus hijos.
  • El contacto con las familias es muy directo. Esto supone ventajas pero también inconvenientes, ya que cualquier problema que surja tiene una enorme trascendencia, lo que obliga a disponer de recursos preparados para actuar con urgencia.
  • La demanda de actividades que se encuentra insatisfecha, se convierte en un fuerte grupo de presión que acarrea desprestigio.
  • Otra de las características que puede ser considerada como amenaza es la escasa tradición de práctica deportiva de las niñas.

Fortalezas:

  • El reducido ámbito de intervención, caracterizado tanto por la escasa población menor de edad, como la reducida extensión del territorio, facilita la organización de actividades. El control de las actividades es directo y muy próximo, lo que permite la posibilidad de realizar seguimientos individualizados.
  • El acceso de los menores a las instalaciones es fácil por su proximidad.
  • La comunicación con las familias se encuentra facilitada por el entorno, ya que aprovechamos la estructura municipal y la centralización de la información.
  • El entorno natural es agradable y accesible, lo que puede ser aprovechado para la organización de actividades al aire libre.
  • El diagnóstico es sencillo de elaborar ya que la demanda es muy visible.
  • La participación y colaboración potencial de personal voluntario es elevada si se consigue un grado de compromiso que responde a los verdaderos intereses.
  • La coordinación entre la iniciativa municipal y de las asociaciones es fácil si existe buen entendimiento. Las personas que dirige los clubes colaboran con el Ayuntamiento, ya que se encuentran implicadas en el diseño y desarrollo de los programas deportivos locales.

Oportunidades:

  • La escasa oferta deportiva para menores existente supone una oportunidad para el desarrollo de nuevas actividades deportivas.
  • La respuesta social cuando se ofertan nuevas actividades es muy positiva.
  • El reducido ámbito de intervención, representado por la escasa población y un territorio pequeño y muy concentrado, supone una ventaja a la hora de determinar y difundir la oferta deportiva que se verá facilitada por este contexto.
  • La comunicación externa se encuentra muy facilitada (boca a boca, boletín municipal, folletos, bandos, etc.).
  • Las preferencias deportivas de los jóvenes se dirigen a deportes que tradicionalmente se han desarrollado en la localidad, por lo que el objetivo quedaba claramente definido: al tiempo que realizamos una promoción del deporte para jóvenes, podemos dar un impulso importante a los clubes que en estos momentos se encontraban sin apenas base, abocados a la desaparición. Si dirigimos la oferta a estos deportes, podremos lograr su reconocimiento como seña de identidad de nuestra población.
  • El deporte dirigido a los niños tiene una gran aceptación.
  • Otra de las características del entorno rural es el aumento del tiempo libre de la población. Sobre todo, determinado por el descenso en el tiempo de desplazamiento, modo de vida tradicional, actividad económica, etc. Esto supone una ventaja para la promoción de actividades deportivas.

                 Estrategias a seguir para el desarrollo del programa.

Conociendo los resultados de este análisis, planteamos una serie de estrategias que contribuyen a garantizar la finalidad educativa del programa de deporte escolar en el municipio:

a) Creación de las Escuelas Deportivas Municipales que estructurarán el itinerario de iniciación deportiva y cumplirán las siguientes características:

  • Respetar los principios educativos en los que se inspira el deporte escolar y persigue los mismos objetivos.
  • Dirigidas a la población menor de edad
  • Organizadas mediante unos recursos y condiciones que permitan garantizar la finalidad educativa.

b) Fomento del asociacionismo local mediante la creación de las Escuelas Deportivas Municipales de aquellas modalidades representativas en el municipio, y ayudando a la difusión de las actividades de las asociaciones a través de cualquier medio al alcance de la Administración.

Los clubes y asociaciones deportivas y juveniles locales representan la posibilidad, para los menores, de practicar el deporte preferido sus amigos e iguales. Constituyen la base que permite continuar a los jóvenes, en la práctica deportiva organizada a lo largo de su vida deportiva. Serán por lo tanto una estructura que ofrecerá un sustento muy importante y duradero al programa deportivo municipal.

c) Potenciar especialmente el deporte escolar femenino y evitar el abandono deportivo en la adolescencia. Para ello a la hora de seleccionar las modalidades deportivas, es necesario incidir en el carácter mixto en las primeras etapas y fomentar especialmente la participación de las niñas. La orientación de las actividades, sobretodo en la educación secundaria, ha de enfatizar el carácter recreativo y adaptarse a las motivaciones de los alumnos.

d) Aprovechamiento, mejora y construcción de las instalaciones deportivas. Es necesario elaborar un plan teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

  • Potenciar el aprovechamiento de la red de instalaciones que existen en el municipio.
  • Construcción de nuevas instalaciones, su adecuación a las normativas y tipologías vigentes y el cumplimiento de medidas de accesibilidad, seguridad e higiene.
  • Previsión del mantenimiento (tipo de mantenimiento y gastos) de las instalaciones y las mejoras periódicas que deben acometerse.
  • El diseño de las instalaciones tendrá en cuenta futuras mejoras que garanticen la funcionalidad y la adaptación de estas a las demandas.

e) Evaluar constantemente los diferentes procesos generados por la oferta de actividades. Puesta en práctica de un sistema de control y evaluación con la intención de comprobar constantemente que se cumpla la finalidad educativa en el itinerario de iniciación deportiva. Para conseguir que se cumplan los parámetros de gestión y calidad fijados en el programa, es necesario  regular, normativizar y organizar el programa deportivo.

f) Sensibilizar y hacer participar a todos los agentes de socialización deportiva. Este aspecto resulta de enorme importancia para lograr la consolidación del modelo de deporte educativo, de modo que el alumno se integre en un clima deportivo coherente y regido por los mismos criterios. Para ello, se propone organizar jornadas informativas, donde se debata sobre el programa educativo, y se impulse una campaña de difusión con la intención de transmitir la orientación educativa de las escuelas deportivas.

g) Disponer de personal técnico cualificado que ofrezca calidad a los programas deportivos. El docente es considerado el pilar de todo el proyecto, es el máximo responsable de la calidad del modelo ya que no sólo imparte las clases, sino que programa junto al coordinador. Por este motivo se requiere un profesional formado, sobre todo a nivel pedagógico, para poder ser coherentes con el modelo que defendemos.

h) Posibilitar la coordinación con otras actividades extraescolares, culturales y educativas, con la finalidad, por un lado, de posibilitar al máximo número de jóvenes, la libre elección de actividades, y por otro lado, permitirles compatibilizarlas evitando coincidencia de horarios.

i) Estrategia de búsqueda de patrocinio deportivo para recabar los recursos financieros necesarios para completar las aportaciones municipales y mejorar la capacidad de gestión. Para ello, se intentará obtener recursos económicos de las empresas privadas del municipio, aún sabiendo que no existía tradición de las empresas locales en el patrocinio deportivo.

j) Diseño de un programa de deporte escolar mancomunado en colaboración con los municipios de la Mancomunidad del Carraixet, con la intención de cubrir las necesidades que a nivel local no pueden atenderse.

Completa la información

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº19.

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El Programa de deporte en edad escolar.

a) Los objetivos generales que pretendemos abordar son los siguientes:

  • Ofrecer a niños y jóvenes un modelo de deporte educativo coherente y unitario, mediante la creación de un clima deportivo en el que los distintos agentes de socialización deportiva (gestores deportivos, maestros y profesores, entrenadores, padres, etc.) fomenten y defiendan tal modelo.
  • Proporcionar una actividad física saludable, incidiendo en las capacidades físicas que favorecen un adecuado crecimiento y desarrollo, al mismo tiempo que se fomenta el hábito de práctica física y el estilo de vida saludable.
  • Educar en valores a través de la actividad física y el deporte, en coherencia con aquellos valores positivos que el niño pueda recibir en la familia o la escuela.
  • Promover el juego motor y el deporte como alternativa de ocio frente al excesivo sedentarismo y ocio tecnológico que ofrece la sociedad actual.
  • Iniciar al niño en una competición deportiva educativa, participativa y no discriminatoria. Una competición donde se relativice la importancia del resultado, donde se ensalce el valor del esfuerzo y la cooperación  y donde, además de la victoria, pueda considerarse un éxito el buen juego, la diversión o el aprendizaje.
  • Ofrecer un soporte a los clubes locales y asociaciones deportivas, para mejorar los niveles de juego y la continuidad y consolidación del asociacionismo deportivo local.

b) La programación de las actividades sigue una progresión lógica en base a las orientaciones mencionadas anteriormente formando un itinerario de iniciación deportiva cuya visión global es la siguiente:

Cuadro 1. Actividad de Educación Física de Base dentro del itinerario de iniciación deportiva

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 19

 

Cuadro 2. Actividad de Predeporte dentro del itinerario de iniciación deportiva.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 19

 

Cuadro 3. Las Escuelas Deportivas Municipales dentro del itinerario de iniciación deportiva.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 19

 

Cuadro 4. Actividades extraordinarias dentro del itinerario de iniciación deportiva.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 19

 

Cuadro 5. El Asociacionismo deportivo dentro del itinerario de iniciación deportiva.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 19

c) Principios metodológicos generales.

La programación de nuestras actividades, como primer planteamiento metodológico, trata de ser flexible, adaptable y contextualizada. Una programación que se adapta a las características del alumnado y a los recursos disponibles, que evoluciona paralela al desarrollo de la práctica, modificándose en función de las necesidades que ésta plantea. Bajo esta concepción, el profesor/entrenador se convierte en pieza clave y máximo responsable de la calidad del modelo deportivo. Se trata de un profesor-investigador, observador de la realidad práctica y programador de acciones que dan respuesta a los interrogantes que esa misma práctica genera, aplicando los principios de la investigación-acción a la programación deportiva (Orts, 1999).

Centrándonos ahora en el alumno, lo consideramos como sujeto activo, partiendo de sus aprendizajes previos, va interiorizando los nuevos aprendizajes y reconfigurando su estructura interna. Un sujeto que asimila mejor aquellas actividades que se adaptan a sus posibilidades, que aprende mejor aquellos contenidos significativos y funcionales.

Teniendo en cuenta las consideraciones comentadas, abogamos por una estrategia en la práctica global, donde las actividades se tratan en su conjunto. Evidentemente, y conforme el alumno va avanzando en edad, también existen actividades analíticas para el desarrollo de los aprendizajes técnicos, pero el grueso de la práctica está basado en el juego y en las situaciones problema, actividades hacia las que el niño presenta mayor diversión y motivación intrínseca. En concordancia con las estrategias metodológicas, nuestros estilos de enseñanza más utilizados son el de asignación de tareas y los estilos de enseñanza basados en el descubrimiento (descubrimiento guiado y resolución de problemas).

Estructura organizativa encargada de la gestión.

Toda la gestión de los servicios deportivos derivados del programa es llevada a cabo por la estructura organizativa del Patronato de Servicios Integrales de Vinalesa (PASIV). Se trata de un organismo autónomo municipal que es una entidad de derecho público con naturaleza institucional y es dependiente del Ayuntamiento de Vinalesa. El PASIV es un organismo con un carácter eminentemente técnico y especializado, ya que su actividad está orientada al ámbito de la cultura, la educación, el deporte y el bienestar social de Vinalesa. Responde a la voluntad política de descentralizar las competencias municipales en estos ámbitos específicos. No obstante, y a pesar de crear este organismo, el Ayuntamiento no pierde la potestad de gestionar actividades, realizar obras, etc.,  todo ello relacionado con los ámbitos de actuación del PASIV.

Por lo tanto se trata de una gestión directa a través de este organismo autónomo municipal. El PASIV planifica y controla la organización y el desarrollo de todos los programas deportivos del itinerario, así como su puesta en práctica, a través de la figura del coordinador deportivo. Esta figura, además, se coordina con las asociaciones deportivas, existiendo un convenio entre el Ayuntamiento y estas entidades para promover la iniciación deportiva. Así, el personal técnico está contratado directamente por el PASIV o por los clubes en el caso de que éstos tengan escuela deportiva.

Además es importante destacar que la participación y colaboración de personal voluntario (delegados de equipo, padres, directivos…) es elevada, pero nunca en funciones docentes, sino haciéndose cargo de cuestiones organizativas dirigidas por el coordinador (presentación de licencias, organización de los desplazamientos, ayuda en las actividades extraordinarias…).

Fig. 1. Estructura organizativa encargada de la gestión del itinerario de iniciación deportiva

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 19

 

Por otro lado, esta estructura queda completada por el equipo de investigación de cada etapa de formación, formado por el personal técnico junto al el coordinador deportivo. Este equipo se reúne periódicamente para realizar el seguimiento compartido de la investigación del proceso de enseñanza-aprendizaje. En estas reuniones los profesores se agrupan según la etapa de formación de los alumnos y se establece por el coordinador, que actúa como moderador, el objeto de la investigación, adecuándose así a las características de los alumnos. La figura del coordinador cobra gran importancia, ya que ayuda a los monitores a solucionar problemas y le facilita herramientas para su formación. En definitiva, el equipo de investigación asegura un seguimiento del trabajo sistemático y ordenado llevando una programación en línea con los objetivos de aprendizaje.

Conclusiones

Un profundo y detallado diagnóstico inicial, como primer paso de la planificación estratégica, es imprescindible y determinante a la hora de desarrollar un programa de deporte en edad escolar en un municipio pequeño.

No existen modelos de itinerarios de iniciación deportiva universales, sino que estos deben constituirse según la tradición, intereses, recursos y demandas que marque cada contexto.

En este tipo de municipios,  la escasa población representa una limitación para ampliar la oferta de actividades. De todos modos, esta problemática se puede subsanar si esos escasos deportes representan una oferta variada por ser entre ellos lo suficientemente diferentes.

Es imprescindible que los docentes de las actividades deportivas posean una  formación adecuada, pero para poder disponer de este tipo de profesionales se han de ofrecer unas condiciones laborales adecuadas. Esto se posibilita ofreciendo jornadas de trabajo completas (el mismo docente se encarga de distintos grupos y actividades) y bien remuneradas, lo que resulta más viable desde un modelo de gestión directa.

Parece recomendable el modelo de gestión directa en los municipios pequeños. Además de una mejor remuneración de los trabajadores, este modelo garantiza un control y apoyo directo de las actividades por parte del Ayuntamiento y mejores vínculos con los profesores y alumnos. De todos modos, en este tipo de municipios no parece viable otro tipo de gestión, por el escaso volumen gestor que puede existir, lo que convierte en improbable que una empresa privada pudiera interesarse por tal gestión.

Para la consolidación del modelo de deporte educativo resulta de enorme importancia la sensibilización de todos los agentes de socialización deportiva, de modo que el alumno se integre en un clima deportivo coherente y regido por los mismos criterios.

Bibliografía

AÑÓ, V. (1997). Planificación y organización del entrenamiento juvenil. Madrid: Gymnos.

BLÁZQUEZ, D. (1999). Métodos de enseñanza de la práctica deportiva. En D. Blázquez, La iniciación deportiva y el deporte escolar (pp. 251-286). Inde: Zaragoza.

CRUZ, J. (2004). ¿Es educativo el deporte para jóvenes en edad escolar? En III Congreso de la Asociación Española de Ciencias del Deporte (ponencia invitada) (pp. 69-90). Valencia: Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.

DEVÍS, J. Y PEIRÓ, C. (1992). Nuevas perspectivas curriculares en educación física: la salud y los juegos modificados. Barcelona: Inde.

MESTRE, J.A. Y GARCÍA, E. (1999). La gestión del deporte municipal. 2ª ed. Barcelona: Inde.

ORTS, F. Y MESTRE, J.A. (1997). Las escuelas deportivas municipales. Un modelo de organización del deporte de base. Valencia: Ayuntamiento de Valencia.

ORTS, F. (Coord.). (1999). Programación en la Iniciación Deportiva: Paradigma Investigación – Acción. Valencia: Ayuntamiento de Valencia.

VILLAMÓN, M. Y MOLINA, J.P. (1999). La iniciación deportiva en el judo. En M. Villamón (Dir), Introducción al judo (pp. 145-165). Barcelona: Hispano Europea.

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