HISTORIA DE LA SAN SILVESTRE VALLECANA

ISBN: 978-84-9923-959-0
Editorial: CULTIVA LIBROS
Sinopsis: La San Silvestre Vallecana, la última manifestación deportiva del año que se celebra en España desde 1964, está considerada entre las tres carreras sobre asfalto más importantes del mundo, junto a las de Sao Paolo y Nueva York.

En la Nochevieja, cuando el primer atleta entra en el Estadio de Vallecas, entre los gritos y el aliento de miles de vallecanos y madrileños, Antonio Sabugueiro, que ha gestionado la carrera desde sus inicios, respira tranquilo y feliz.

Este libro recoge la historia y los relatos de tan emblemática fiesta deportiva vallecana.


Año 1979

Carlos Lopes, ganó la XV San Silvestre Vallecana a lo gran campeón

Por Chico Pérez

Se confirmó el pronóstico. Carlos Lopes, el extraordinario fondista portugués, que partía como gran favorito de la XV San Silvestre Vallecana, Gran Premio Banco Central, ganó de forma arrolladora. La carrera constituyó un auténtico recital de fuerza, de poderío y de dominio, de principio a fin, del atleta luso.

Desde que la prueba dio comienzo, en el estadio Santiago Bernabéu, Carlos Lopes se situó en cabeza, y en esta posición permaneció durante todo el recorrido. Pero Carlos Lopes no se conformó con situarse en cabeza para controlar a sus más directos rivales. Ni mucho menos. El portentoso corredor del Sporting de Lisboa –medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Montreal– tomó el mando del pequeño grupo en que quedó reducido el pelotón apenas cubierto el primer kilómetro de carrera y fue dejando detrás de él un verdadero rosario de hombres que no podían resistir el tren infernal impuesto por el que iba a ser dueño y señor de la carrera. A los cuatro kilómetros de la salida del Bernabéu, tan solo tres participantes se mantenían en cabeza junto a Carlos Lopes: el escocés Muir, vencedor de la edición de la San Silvestre de 1978, y los ingleses Jones y Hackney. Sin embargo, este último, antes de cumplirse el quinto kilómetro, había quedado descolgado del cuarteto de cabeza. Luego se quedaba, poco antes de llegar a la plaza de Colón, el inglés Jones. El último en perder contacto con Carlos Lopes fue Muir que, antes de llegar a Cibeles, también había quedado descolgado.”
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