La actividad física y el deporte en los mayores
El ejercicio físico y la actividad deportiva se han mostrado extraordinariamente eficaces para promover el envejecimiento óptimo. Existe una amplísima evidencia empírica que prueba que el declive…
El ejercicio físico y la actividad deportiva se han mostrado extraordinariamente eficaces para promover el envejecimiento óptimo. Existe una amplísima evidencia empírica que prueba que el declive en el funcionamiento físico atribuido al proceso del envejecimiento es muy similar a los efectos de la inactividad, concluyendo que la actividad física puede considerarse como una de las claves para el envejecimiento activo. Los estudios longitudinales sobre los efectos de la actividad física regular y los datos experimentales procedentes de estudios interventivos realizados con participantes mayores prueban que la actividad física regular aumenta la longevidad, produciendo beneficios en la salud física y mental, y en el funcionamiento físico, cognitivo, emocional y social. Tres de los más importantes componentes del estado físico, sensibles a la edad y sobre los que actúa el ejercicio regular son, la fuerza muscular, la flexibilidad y el equilibrio. Pero el ejercicio físico no solo tiene efectos bien asentados sobre el estado físico del individuo sino que se ha puesto de relieve que produce efectos sobre la corteza cerebral, mejora el funcionamiento cognitivo y pospone la aparición del deterioro cognitivo. Finalmente, el ejercicio físico y el deporte realizados regularmente actúan como elementos promotores del bienestar, las relaciones psicosociales y la participación social. En la presente Mesa se trata de aglutinar una serie de trabajos realizados con el fin de presentar resultados empíricos que pruebas los efectos positivos en el estado físico, la salud, el funcionamiento cognitivo, el bienestar y el funcionamiento psicosocial.