La expresión corporal como un recurso en la educación infantil para mejorar el desarrollo del niño. Propuesta teórico- práctica
Resumen
La expresión corporal es una manera de decir: …” tu cuerpo presente en forma sensoperceptiva se expresa y se comunica en la quietud y en el movimiento, en silencio o respondiendo a algún estímulo sonoro, sólo o con otros, en cualquier momento de la vida.” (Patricia Stockoe) La expresión corporal en educación física presenta unas características especiales en cuanto al desarrollo psicofísico-emotivo de los alumnos, influyendo en la mejora de la autoimagen y la autoestima. Consiguiendo un desarrollo integral de la persona en donde se potencia la espontaneidad, se ayuda al conocimiento del cuerpo, se valora la originalidad y creatividad, se trabaja la desinhibición y comunicación. A partir de los 3 años el lenguaje de los niños comienza a ser más fluido, hasta esa edad expresan todo mediante un lenguaje corporal, se podría decir que los niños tienen una potencialidad expresiva, con su cuerpo, mayor que la de un adulto. Pero poco a poco esa expresividad va a ser sustituida por el lenguaje. Por este motivo es fundamental una estimulación temprana de la expresión corporal que dotará al alumno de una mayor capacidad de expresiva.
1.- ¿Por qué?
La expresión corporal es una manera de decir: …” tu cuerpo presente en forma sensoperceptiva se expresa y se comunica en la quietud y en el movimiento, en silencio o respondiendo a algún estímulo sonoro, sólo o con otros, en cualquier momento de la vida.” (Patricia Stockoe) La expresión corporal en educación física presenta unas características especiales en cuanto al desarrollo psicofísico-emotivo de los alumnos, influyendo en la mejora de la autoimagen y la autoestima. Consiguiendo un desarrollo integral de la persona en donde se potencia la espontaneidad, se ayuda al conocimiento del cuerpo, se valora la originalidad y creatividad, se trabaja la desinhibición y comunicación. A partir de los 3 años el lenguaje de los niños comienza a ser más fluido, hasta esa edad expresan todo mediante un lenguaje corporal, se podría decir que los niños tienen una potencialidad expresiva, con su cuerpo, mayor que la de un adulto. Pero poco a poco esa expresividad va a ser sustituida por el lenguaje. Por este motivo es fundamental una estimulación temprana de la expresión corporal que dotará al alumno de una mayor capacidad de expresiva.
2.- ¿Para qué?, ¿Qué objetivos queremos conseguir?
La introducción de la expresión corporal en la educación infantil permitirá a los alumnos que en un futuro sean capaces de expresarse y comunicarse en cualquier situación, resolviendo los problemas de forma creativa y personal. La expresión corporal en educación infantil deberá contribuir a que los niños alcancen los objetivos siguientes: Despertar la necesidad de moverse expresivamente y descubrir placer en ellos, proporcionando bienestar físico-psíquico-emotivo. Desarrollar habilidades y capacidades motrices que ayuden al niño a conseguir una autonomía plena lo antes posible. Crear patrones motrices que incrementen el vocabulario corporal, actuando el cuerpo como medio de Expresión y Comunicación. Saber utilizar los recursos expresivos del cuerpo para comunicar ideas, sensaciones, estados de ánimo y comprender mensajes expresados de otro modo para potenciar la comunicación directa e indirecta. Conocer las distintas formas de trabajo expresivo mediante la vivencia personal y grupal desde el respeto y la tolerancia. Aprender a valorar y reconocer toda manifestación expresiva cuyo fundamento sea corporal y tome una triple actitud ante ésta: de aprendizaje, disfrute y de crítica. Vivenciar la cooperación, evitando las discriminaciones y los prejuicios, logrando una actitud positiva de aprender. Para que un alumno alcance estos objetivos el profesor deberá diseñar unas tareas que estén próximas a las zonas de desarrollo próximo de los alumnos. Deberá conocer las características evolutivas de los niños entre 3 y 6 años, así podrá diseñar ejercicio que faciliten los aprendizajes.
3.- ¿Qué enseñar?
Si hay una etapa educativa que sea motivante por si sola esa es la educación infantil. Los niños de 3 a 6 años se entusiasman con cualquier cosa. Es por este motivo por lo que el qué enseñar no es un problema tan grande como en la enseñaza secundaria o el bachiller. Otro aspecto a tener en cuenta es la posibilidad que nos ofrece la expresión corporal de hacer un trabajo simultáneo con otros tipos de materias, es decir, facilita la interdisciplinariedad. No sólo nos permite aumentar la riqueza motriz del alumno, sino que también nos permite trabajar el plano afectivo, el social, el lingüístico,… Los contenidos que queramos enseñar deberán estar adaptados al grupo aula y al contexto de ese grupo. Debemos analizar como son los alumnos del aula, y ver lo que rodea al centro y a sus familias. A partir de ahí realizaremos una selección de los contenidos más apropiados. Nosotros destacamos los siguientes:
4.- ¿Cómo llevar la expresión corporal a la práctica?
Debemos partir de la idea de que no existe un estilo de enseñanza ideal, no sólo para la enseñanza de le expresión corporal, sino también para el resto de disciplinas que conforman la educación física. Es por este motivo por lo que la enseñanza debe estar fundamentada en una actitud reflexiva, dinámica y flexible que nos permita adaptarnos a las diferentes situaciones educativas. Además en la educación infantil los imprevistos son mayores debido a las carácterísticas de los niños, con lo que tener un control estricto de la dinámica de la clase se nos antoja casi imposible. Debemos elegir estilos de enseñanza que fomenten la personalización, atiendan a la socialización, favorezcan, la sensibilización, impliquen cognosticia afectiva y físicamente al alumnado y potencien su creatividad y actitud crítica. En el trabajo y enseñanza de la expresión corporal no es suficiente con tener conocimientos didácticos. La experiencia en el trabajo con el tema juega un papel fundamental. Además a la hora de trabajar con los niños esta dificultad se ve incrementada. Aquel docente que nunca haya trabajado con niños, por mucha experiencia que tenga, seguramente se verá superado por las circunstancias que surgen a la hora de dar clase con grupos de edades comprendidas entre los 3 y 5 años. Por este motivo hay una serie de orientaciones metodológicas que facilitan el trabajo de la expresión con el cuerpo en edades escolares: Los niños deben conocer el espacio de trabajo para poder sentirse seguros, sobre todo al empezar a trabajar con ellos. Deben conocerlo perfectamente, debe darles seguridad, de ese modo podrán implicarse más y mejor en las sesiones. Los ejercicios deben ser participativos y dinámicos, tienen que utilizar objetos, tienen que tener un profundo carácter lúdico. Es necesario adaptar el espacio a la situación que se quiere trabajar para que se den las condiciones adecuadas. La música se introducirá poco a poco, con los niños es mejor que pasen unas sesiones. Una vez que introducimos la música la elección será en función del objetivo y de los contenidos que queremos alcanzar. Al inicio los estilos de enseñanza deben ser más directivos. Si no lo hacemos así los niños acabarán por hacerse con el control de la clase. Debemos hacer propuestas cerradas y poco a poco abrirlas en función de cómo vaya respondiendo la clase. Cuando empezamos trabajando con un grupo normalmente realizamos tareas grupales, pero con niños iniciamos el trabajo individualmente. El motivo es porque todavía no han superado su egocentrismo. La utilización de diferentes lenguajes comunicativos enriquecerá el aprendizaje: el musical, el kinestésico, la plástica y la expresión corporal. La realización., al final de la sesión, de una reflexión final debe hacerse con carácter lúdico. Debemos tener en cuenta que son niños.
5.- Descripción del desarrollo del alumno a lo largo de la educación infantil.
El DESARROLLO FÍSICO aumenta rápidamente durante la etapa infantil. Los sistemas muscular y nervioso y la estructura ósea están en proceso de maduración, lo que permitirá al niño moverse de manera más coordinada a medida que avanzamos en la etapa. Los niños muestran progreso en la coordinación de los músculos grandes y pequeños y en la coordinación óculo- manual, lo que incrementa la precisión de sus movimientos. Este desarrollo hará que el niño sea cada vez más autónomo, cada vez realizará más cosas sin la ayuda de un adulto, como por ejemplo vestirse. En el DESARROLLO COGNITIVO comienza a desarrollar el manejo del lenguaje y las ideas le permite formar su propia visión del mundo. Desarrolla su capacidad para utilizar símbolos en pensamientos y acciones, y comienza a manejar conceptos como edad, tiempo, espacio. Sin embargo, aún no logra separar completamente lo real de lo irreal, y su lenguaje es básicamente egocéntrico. Todavía le cuesta aceptar el punto de vista de otra persona. En esta etapa, los niños comienzan a entender identidades, funciones y algunos aspectos de clases y relaciones, pero todo se ve limitado por el egocentrismo. Se produce un desarrollo de la función simbólica, la capacidad para representar mentalmente imágenes visuales, auditivas o cinestésicas que tienen alguna semejanza. También el niño empieza a comprender identidades, o que ciertas cosas siguen siendo iguales aunque cambien de forma, tamaño o apariencia. La comprensión de funciones hará que el niño comience a establecer relaciones básicas entre dos hechos de manera general y vaga, no con absoluta precisión. En el DESARROLLO AFECTIVO se va consolidando el sentido de autonomía. La capacidad para expresar sus necesidades y pensamientos a través del lenguaje les ayuda a ser más “independientes“. Los niños comienzan a jugar con parejas a esta edad, pero si consideramos que su pensamiento es muy egocéntrico, y que tienen dificultad para distinguir entre una acción física y la intención psicológica que hay detrás de esa acción, podemos observar que estos juegos se producen junto a otros, no con otros. Si bien, a finales de la etapa comienzan a establecer relaciones de amistad verdadera, las relaciones fundamentales son con sus padres.
6.- Sesiones a desarrollar.
Bibliografía
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- Garaigordobil Landazabal, Maite (2003): Juegos Cooperativos para grupos de niños de 8 a 10 años. Ediciones Pirámide.
- Guerrero Teare, Alejandra: Desarrollo del niño durante el periodo escolar.
- Montávez Martín, Mar; Zea Montanero, Mª Jesús. ( 1998): Expresión Corporal: propuesta para la acción.
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