La dependencia del ejercicio físico
Realizar ejercicio físico se considera, en la mayoría de los casos, bueno para la salud, tanto mental como física. No obstante, se observan casos de personas que llevan el ejercicio físico a unos extremos que pueden generar dependencia. Existen numerosos estudios que ponen como baremo para distinguir al dependiente del no dependiente los criterios diagnósticos del DSM-IV para las adicciones a sustancias, y en base a estos criterios se han construido varias escalas para medir la supuesta dependencia. Se tiene muy en cuenta la interferencia con la vida social, familiar y laboral del individuo y con la aparición de síntomas de abstinencia (ansiedad, insomnio, irritabilidad…) y el desarrollo de la tolerancia (necesitan hacer más ejercicio para conseguir el mismo efecto). Este trabajo muestra las investigaciones realizadas al respecto, los nuevos conceptos que se han generado, como el de dependencia positiva (compromiso con la actividad física) y dependencia negativa (aparición de tolerancia y abstinencia al dejar de practicar ejercicio físico), y el de dependencia primaria y secundaria, en función de si el exceso de ejercicio se produce por necesidad de control del peso corporal (dependencia secundaria) o sin esta causa (dependencia primaria). Asimismo, se muestran las diferencias entre dependencia del ejercicio físico y la vigorexia, con la que en ocasiones se suele confundir.