El Uso de Ambientes de Aprendizaje TICs, frente a Contenidos marginados y un Alumnado Desmotivado
Resumen
Son constantes las incertidumbres que encuentra todo docente en su práctica diaria. En la elección de contenidos que incluirá en su programación, son muchos los que quedan fuera, casi siempre los mismos, privando al alumnado de la experiencia con ellos. Si además sumamos un alumnado desmotivado, las posibilidades de inclusión se limitan aún más, terminando por huir de cualquier innovación alejada de los contenidos clásicos que se dominan. Con el uso de las TICs, unido a nuevos usos de los espacios tradicionales, creando ambientes de aprendizaje motivadores, podemos ampliar nuestra práctica y por extensión, atraer al alumnado y responder a sus demandas y necesidades.
La idea
Al acercarse desde la Educación Física al uso de las Nuevas Tecnologías, se van ampliando las posibilidades gracias a la experiencia que entre todos vamos acumulando. Partiendo de la experiencia basada, en más de una ocasión, en la búsqueda de soluciones ante una práctica diaria que las va demandando, surgió el planteamiento que se detalla en las siguientes líneas. Así, con la adopción de un enfoque dado por tres factores vertebradores, se quería dar respuesta a cómo trabajar un contenido “olvidado”, en un contexto donde lo tradicional se alejaba de la motivación necesaria para un alumnado difícil por sus condiciones socioculturales y económicas.
Este término acuñado como una categoría o nivel y que junto a otras opera interaccionando dentro del currículum funcional, (P. Dodds, 1985), se entendería siguiendo a Vázquez Gómez & Camerino Foguet (2001), como “el conjunto de ideas, prácticas y valores que, consciente o inconscientemente, quedan fuera del currículum oficial y que podrían perfectamente haberse incluido”, y que centrándose en los contenidos, serían aquellos que intencionadamente el profesor no quiere, no sabe, o no puede incluir en su programación (Contreras Jordán, 2004). Esta afirmación confirma estudios como el de Sicilia (1996), referente al profesorado andaluz, y que nos habla de una falta de conocimiento y experiencia a la hora de incluir ciertos contenidos. Tal es el caso de la Expresión Corporal como ejemplo claro de este “abandono”. Por todo ello, cualquier planteamiento que acerque a dos de los principales agentes (alumno y profesor) del proceso de enseñanza-aprendizaje a dichos contenidos, debe verse como un primer paso para su inclusión definitiva y normalizada dentro del curriculum y su praxis diaria.
Nuevos Ambientes de Aprendizaje desde las TIC
Que en nuestra materia el espacio es un condicionante de la programación, (Sánchez Bañuelos & Contreras Jordán, 2002), no es algo que sorprenda. Se hace mucho más evidente a la hora de tratar ciertos contenidos, siendo necesario reflexionar sobre el uso que haremos de los mismos. Así, Blández Ángel (1998), distingue entre las instalaciones, como espacio básico donde se lleva a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje, y por otro lado, el ambiente, como la disposición espacial y material que estimula dicho proceso. Desde la reflexión de estos dos aspectos y de acuerdo con Sánchez Bañuelos & Contreras Jordán (2002), el profesor de Educación Física debe ser capaz de sacar el máximo provecho de lo que tiene, para así favorecer las posibilidades educativas y enriquecer la práctica diaria, y además, aprender a usar otros espacios de nuestro entorno aunque parezcan poco prácticos. Definiendo el concepto de Ambiente de Aprendizaje como aquel que consiste en organizar el espacio y los materiales para construir un aprendizaje que surja espontáneamente, y donde el alumno sea el principal protagonista siendo el profesor guía y mediador del mismo, utilizándolo por tanto, como un recurso para llevar a cabo nuestro propósito inicial. Buscamos conseguir un entorno atractivo y motivador para el aprendizaje, desde el propio espacio y desde la explotación de recursos TICs, hacia el trabajo de unos contenidos englobados en el bloque de Expresión Corporal.
Un alumnado desmotivado
Como tercer factor eje de nuestra acción, encontramos al principal agente, fin último de nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje, el alumnado. Encontrar un alumnado en Secundaria motivado constantemente, sería una quimera, y más aún cuando las condiciones socio-culturales y económicas desfavorables ocupan el primer plano de su realidad. Querer acercar un contenido de difícil acogida inicial como el baile y sus formas, entre este tipo de alumnos, se hace más costoso aún de lo ya habitual por conductas estereotipadas. El camino hacia la focalización de la atención en otros aspectos como el uso de las TICs, facilitaría la labor de “despiste” mientras trabajan motivados por la novedad y la sorpresa, alejada de contenidos tradicionales en las clases de Educación Física.
¡Nos batukamos!
La elección de este tipo de contenido nace con el propósito de responder a las necesidades e intereses del alumno, desde el carácter funcional, metodológico, lógico, psicológico y ecológico que podemos otorgarle, y que nos lleve a potenciar la adquisición de un aprendizaje significativo.
- Lógico: Desde una estructura lógica y una organización interna, es decir, que sus elementos deben estar organizados entre sí, respetando las interacciones existentes entre ellos que vienen dadas por el carácter científico de los contenidos, que nos lleve a transferencias positivas, progresiones metodológicas de complejidad, organizaciones, relaciones, etc.
- Psicológico; así mismo debe tener relevancia para el alumno desde el punto de vista de la estructura psicológica del mismo; el contenido ha de tener relación con sus intereses y necesidades personales, de tal modo que, desde su experiencia y vivencia personal, provoque una actitud favorable hacia el aprendizaje, es decir, que esté motivado para conectar lo nuevo que está aprendiendo con lo que él ya sabe, con el fin de modificar las estructuras cognitivas anteriores.
- Metodológico; cuestiones relativas a la motivación del alumnado, nuevos usos del espacio, organización del grupo, recursos materiales…
- Funcional; asegurar que los conocimientos adquiridos se puedan aplicar y generalizar a contextos y situaciones distintas de aquellas en las que se originó y, en particular, que se puedan utilizar en circunstancias reales en las que el alumno los necesite y en la adquisición de nuevos aprendizajes.
- Ecológico; enfocado al entorno del aprendizaje en su vertiente social y cultural.
Este tipo de baile coreográfico se presentaba como una oportunidad ideal entre este tipo de alumnos del que partíamos, enriqueciendo las posibilidades de comunicación en las relaciones con los otros, desarrollando el sentido de la responsabilidad dentro del grupo, mejorando su capacidad de integración social y potenciando el respeto a la libertad y a las normas establecidas. Necesitábamos desde el inicio crear la infraestructura de soporte para el desarrollo de la experiencia. La principal dificultad se encontraba en la construcción de la pantalla donde se proyectarían los vídeos elegidos. Dicha pantalla estaba confeccionada en loneta blanca de 3 x 3 metros (tamaño de venta estándar), con dos barras de madera de cortina (imagen 1) integradas a la misma, arriba y abajo (como contrapeso), y fijadas a soportes (imagen 1) para estas barras en la pared. A media altura, se colocaron otros dos soportes, para la recogida de la pantalla cuando no se usara, a modo de sistema estor plegable manual. A una distancia apropiada, colocamos el cañón digital proyector, conectado al ordenador portátil.
Imagen 1. Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 11.
Para la emisión del sonido, en nuestro caso, aprovechamos el sistema incorporado al propio gimnasio: de altavoces, amplificador… Pero en caso de no disponer de estas herramientas de sonido, pueden ser sustituidos por unos altavoces de potencia adecuada conectados al ordenador, o con la emisión de la música aparte en otro tipo de reproductor. Una vez configurados todos estos elementos, ya sólo queda buscar el DVD de BATUKA que nos interese según el alumno destinatario, buscando unas coreografías no muy complicadas, aunque desde un principio, es el componente actitudinal ante la actividad el más interesante para nosotros, y no tanto una ejecución perfecta. Buscamos que nuestros alumnos se enfrenten al baile sin percibir exigencia en sus movimientos por nuestra parte, sobre todo en la primera toma de contacto (imágenes 2 y 3). Más adelante, podemos ir evolucionando en el planteamiento inicial, e ir incluso ambicionando la creación de coreografías propias por grupos, que tras grabación puedan ser mostradas a los compañeros en la pantalla. El poder con estos medios parar, repetir, avanzar… la grabación tantas veces como creamos necesarias (gracias a los medios tecnológicos utilizados), permite afianzar el aprendizaje buscado, desde una adaptación al ritmo grupal o del propio individuo.
Imagen 2. Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 11.
Imagen 3. Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 11.
Las posibilidades de uso pueden incrementarse a otras muchas actividades:
- Trabajo de otros contenidos como Tai Chi o Pilates (imagen 4).
- Exposición teórica de contenidos de un modo visual.
- Visionado de páginas Web o contenidos de la red si se dispone de conexión.
- Proyección de películas deportivas o de interés para analizar.
- Exposición de fotografías del grupo; en excursiones, experiencias…
- Etc.
Imagen 4 . Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 11.
Reflexión final
El enfrentamiento a contenidos que no nos son “agradables” por nuestra falta de experiencia o conocimiento, puede ser paliado inicialmente gracias a las TICs y las posibilidades que ofrecen nuevos usos del espacio, creando ambientes de aprendizaje motivadores. No podemos obviar la inclusión de las TICs, aunque nuestra materia sea de clara vocación práctica, aprovechando su potencial como complemento en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Si esta inclusión se presenta como recurso que ayude a mejorar clases con alumnos desmotivados para la práctica de actividad física, las ventajas de su uso se multiplican más allá de lo previsto, sobre todo convirtiéndose en una vía de agarre para aquellos ya “desahuciados”, creándoles nuevas expectativas de trabajo. Encontramos en el componente actitudinal el principal motor de impulso durante toda la experiencia, así como la referencia principal en el proceso evaluativo de la misma. La experiencia llevada a cabo debe mostrarse como el inicio en la búsqueda de mejores prácticas para acercarnos a un proceso de enseñanza-aprendizaje que responda a las necesidades e intereses de nuestros alumnos, rechazando miedos a contenidos que no dominamos, herramientas extrañas a nuestra área como las TICs o nuevos usos del espacio tradicional.
Bibliografía
- Blández Ángel, J. (1998). La utilización del material y del espacio en educación física: propuestas y recursos didácticos (2ª edición.). Barcelona: INDE.
- Contreras Jordán, O. R. (2004). Didáctica de la educación física: un enfoque constructivista (2ª edición.). Barcelona: INDE.
- Dodds, P. (1985). “Are hunters of the functional curriculumseking quarks or snarks?”. Journal of teaching in physical education, 4(2): 91-99.
- Sánchez Bañuelos, F., & Contreras Jordán, O. R. (2002). Didáctica de la educación física. Madrid [etc.]: Prentice Hall.
- Sicilia, A. (1996). “El profesor de educación física en Andalucía. Cómo piensa, califica y desarrolla sus contenidos y actividades”. Habilidad Motriz, 8:51-61.
- Vázquez Gómez, V., & Camerino Foguet, O. (2001). Bases educativas de la actividad física y el deporte. Madrid: Síntesis.