Estudio sobre la importancia del tipo de defensa en el Éxito final de las posesiones de balón en baloncesto Masculino
Resumen estudio sobre la importancia del tipo de defensa
El objetivo del estudio consiste en analizar en baloncesto masculino los diferentes tipos de defensas utilizados a lo largo de las posesiones de balón y su relación en la consecución de acciones exitosas o no exitosas en el final de las mismas. Para la realización del estudio, se han recogido un total de 1450 posesiones de balón correspondientes a 8 partidos del play-off por el título de la Liga ACB en la temporada 2004-2005. Las variables registradas han sido las siguientes: clasificación final de las posesiones de balón (exitosa o no exitosa), tipo de defensas (individuales en medio campo, zonales en medio, individuales presionantes o en todo campo, zonales presionantes y defensas mixtas), puntos por posesión de balón, duración de la posesión y número de pases realizados a lo largo de cada posesión. Para el análisis estadístico se utilizó el comando Crosstabs, el test Chi-cuadrado para establecer relaciones entre las variables nominales, y la prueba t para muestras independientes. Los resultados muestran: 1º) que la defensa más utilizada por los equipos es la defensa individual en medio campo, seguida de las defensas individual presionantes y zonales en medio campo, siendo las defensas zonal presionantes y mixtas las menos utilizadas; 2º) aparece una relación significativa entre el éxito de la posesión y el tipo de defensa utilizada, destacando mejores valores en puntos anotados por posesión de balón ante las defensas individuales en medio y presionantes, y ante las defensas zonales presionantes campo, siendo las defensas zonales en medio campo y mixtas las que presentan una menor relación con el éxito de la posesión; 3º) los ataques exitosos presentan menores valores en número de pases y duración de los ataques ante defensas individuales en medio campo y zonales presionantes; realizando más pases y alargando la duración de sus posesiones de balón ante las defensas zonales en medio campo, individuales presionantes y mixtas.
1. Introducción
En el estudio del baloncesto, aparecen reflejadas diferentes investigaciones referidas a las estadísticas de juego, así como a los indicadores de eficacia del mismo, buscando encontrar variables asociadas al éxito (Ibáñez, Sampaio, Saénz-López, Jiménez & Janeira, 2003; Sampaio & Janeira, 2003). Dentro de este marco de investigación, el estudio de la competición, parece ser el momento o situación más adecuado para evaluar el rendimiento y los resultados de los equipo. De modo, que las situaciones de juego permiten identificar algunas variables que pueden distinguir los mejores equipos de los peores equipos, llevando por lo tanto a mejores resultados deportivos (Hughes & Franks, 2004). Así, analizando las estadísticas de juego, aparecen diferentes variables defensivas asociadas con las victorias como son los rebotes defensivos (Akers, Wolf & Buttross, 1991; Ittenbach, Kloos & Etheridge, 1992; Osterman, 1993; Ittenbach & Esters, 1995), los robos de balón y rebotes ofensivos (Dezman, Erculj & Vuckovic, 2002; De Rose, 2004), así como también los tapones o las faltas cometidas (Fierro, 2002). Por otro lado, el estudio del tipo de defensa como indicador de eficacia de los ataques de los equipos en baloncesto ha sido estudiado en diferentes ámbitos y categorías, destacando en categorías inferiores (cadete y júnior) un predominio en el uso de las defensas zonales frente a las defensas individuales, obteniendo en ambos casos mejores porcentajes de puntos anotados por posesión ante defensas individuales (Papachatzis, 1995; Cruz & Tavares, 1998; Silva, 1998), aunque otros autores encuentran diversidad en el uso y porcentaje de acierto ante las defensas zonales e individuales en categoría júnior (Fernandes & Tavares, 2004) debido a una mejora en los porcentajes de acierto en sus lanzamientos de campo según avanzan en edad (Sampaio, Ibáñez & Feu, 2004b). En las categorías profesionales, se destaca un mayor uso de las defensas individuales sobre las zonales, debido en parte a la mejora de los porcentajes de acierto en los lanzamientos exteriores (Mexas, Tsiskaris, Kyriakou & Garefis, 2005), además según Mikes (1987), el porcentaje de puntos anotados por posesión ante defensas zonales (0.92) es mayor que contra defensas individuales (0.80), aspecto que refleja una mejora del proceso de ataque con una mayor organización táctica (Mavridis, Laios, Taxildaris & Tsiskaris, 2003; Stavropoulos & Foundalis, 2005) lo que permite obtener mejores valores de efectividad en cada uno de los ataques (Madejón, 2001). Sin embargo, en la liga profesional española (ACB), los estudios son muy reducidos, encontrando el de Manzano, Lorenzo & Pacheco (2005), quienes analizando la fase regular, encuentran que la defensa más utilizada es la individual en medio campo, seguida de la zonal y la individual presionante. Además, señalan que no existe una correlación significativa entre el tipo de defensa empleado y el éxito en los ataques. Por otro lado, el estudio de estos factores defensivos en situaciones de play-off no ha sido estudiado anteriormente, de modo, que se pueden considerar como una fase crucial y de igualdad máxima, condicionando la velocidad de los ataques, reduciendo la frecuencia de ataques rápidos y precipitados (Fotinakis, Laparidis, Karipidis & Taxildaris, 2002). además, en ésta situación de igualdad competitiva, los equipos suelen mostrar un mayor número de recursos defensivos tratando de sorprender y mejorar su rendimiento en dicha fase competitiva (Manzano et al., 2005). De este modo, el objetivo del presente trabajo es el de analizar las diferentes defensas utilizadas por los equipos de baloncesto en partidos de play-off, así como su relación con ataques exitosos y no exitosos, además de estudiar los puntos anotados por posesión, el número de pases realizados y la duración de los mismos ante las diferentes defensas empleadas por los distintos equipos.
2. Material y Método
ii.i) Muestra Para llevar a cabo dicho estudio se han analizado 1450 posesiones de balón correspondientes a 8 partidos equilibrados (resultado final en el marcador por debajo de 12 puntos, Sampaio & Janeira, 2003) del Play-off de la Liga ACB de baloncesto masculino de la temporada 2004-2005. ii.ii) Procedimiento Los partidos fueron analizados mediante observación sistemática por 4 observadores experimentados y entrenados a tal efecto (Medina & Delgado, 1999). Para garantizar la calidad de las observaciones, se ha calculado la fiabilidad interobservadores, con un valor del coeficiente Kappa de Cohen para cada categoría de observación >.090 (Remmert, 2003). Finalmente para un registro más fiable, todos los datos han sido comparados utilizando un ordenador experto con las estadísticas oficiales de la Liga ACB, seleccionando los partidos con un 100% de concordancia entre ambas muestras. Las variables seleccionadas fueron determinadas por un grupo de investigadores y entrenadores expertos, utilizando un sistema de análisis notacional de las acciones de juego (Hughes & Franks, 2004). De este modo las variables registradas fueron: 1. Final de las posesiones de balón: Siguiendo a Sampaio et al. (2004a), se consideran posesiones exitosas aquellas que finalizan con acciones positivas como los lanzamientos de campo anotados y las faltas recibidas; mientras que serán posesiones no exitosas aquellas que finalicen con acciones negativas como lanzamientos de campo fallados o pérdidas de balón. 2. Tipo de defensas utilizadas, considerando defensas individuales (medio campo y presionantes), defensas zonales (medio campo y presionantes), y defensas mixtas (Krause, 1991). 3. Puntos anotados por posesión de balón, número de pases y duración de las mismas. ii.iii) Análisis estadístico Para el registro y tratamiento de datos se ha utilizado el paquete estadístico SPSS 12.0. Utilizando el comando Crosstabs, se utilizó el test no paramétrico ?2 (Chicuadrado) para establecer relaciones entre las variables nominales. Además, se ha utilizado la prueba t para muestras independientes, tratando de diferenciar entre ataques exitosos y no exitosos. Todos los análisis estadísticos se han realizado con un nivel de significación de p?.05 (Ntoumanis, 2001).
3. Resultados
Los resultados presentados en la tabla 1, muestran a nivel global que las defensas más utilizadas son la individual medio campo de forma mayoritaria, así como la defensa individual presionante y la defensa zonal en medio campo, en segundo y tercer lugar respectivamente; siendo las defensas zonales presionantes y las mixtas las menos utilizadas. Del mismo modo, también se aprecia que, ante las defensas individuales, bien en medio campo o presionantes, o las zonas presionantes, se anota una media mayor de puntos por posesión de balón, siendo las defensas zonales en medio campo y las mixtas en las que se aprecian menores valores en media de puntos anotados. Diferenciando entre éxito y no éxito a la hora de analizar los tipos de defensas, aparecen diferencias significativas (?2=120.49, p?.05), de modo que hay relación entre el éxito y el tipo de defensa empleado. Analizando las diferencias en función del tipo de defensa, se encuentran diferencias significativas en las defensas individuales en medio (?2=76.45, p?.05) y presionantes (?2=21.44, p?.05); en las defensas zonales medio campo (?2=14.48, p?.05), y en las defensas mixtas (?2=10.93, p?.05). Sin embargo, no se observan diferencias significativas en las defensas zonales presionantes (?2=2.94, p?.05).
Tabla 1. Porcentaje de defensas utilizadas en los play-off en función de si se obtiene éxito o no en las mismas, así como puntos anotados por posesión en función del tipo de defensa.
En la tabla 2 podemos observar los valores, en porcentaje, de éxito en los ataques ante diferentes defensas, donde se aprecia que el porcentaje de éxito ante defensas individuales medio campo es del 37.1%, ante defensas individuales presionantes del 29.8%, ante defensas zonales medio campo del 31.4%, ante defensas zonales presionantes del 35.3%, y ante defensas mixtas del 21.2%. En todos los casos, se observan valores inferiores al 40% de éxito en las posesiones de balón.
Tabla 2. Porcentaje de éxito ante las diferentes defensas utilizadas por los equipos.
En la tabla 3, podemos observar los valores medios de las acciones en la que se obtiene éxito y en las que no, en función del número de pases realizados y la duración de los mismas. Se registran diferencias significativas en la duración de los ataques ante defensas individuales en medio campo (t =-2.99, p?.01), donde los ataques son más rápidos cuando se obtiene éxito que cuando no se obtiene; mientras que en las defensas individuales presionantes (t =1.60, p?.05) y en las defensas mixtas (t =0.81, p?.05), la duración de los ataques donde se obtiene éxito es mayor que en las que no se obtiene. En el caso del número de pases utilizados en cada ataque, las diferencias significativas aparecen en las defensas individuales presionantes (t =2.94, p?.01), y en las defensas mixtas (t =1.04, p?.05), donde se producen un mayor número de pases en ambos casos en las acciones que llevan al éxito frente a las que no lo consiguen.
Tabla 3. Comparación de medias entre acciones éxitosas y no exitosas ante diferentes defensas en función de la duración y el número de pases de las mismas.
4. Discusión
El propósito del estudio era analizar los tipos de defensas utilizados por los equipos de baloncesto en los play-offs y el porcentaje de ataques exitosos de los mismos, así como los puntos por posesión, número de pases y duración de los mismos. Desde nuestra perspectiva, el tipo de competición, como en este caso los play off, condiciona en gran medida los tipos de defensas utilizados, así como el ritmo de juego que se desarrolla ante las mismas, implicando ataques más lentos y organizados. Los resultados muestran que las defensas más utilizadas por los equipos son las individuales (en medio y presionantes), mientras que las defensas zonales (en medio y presionantes) y mixtas son las menos utilizadas. Dichos resultados coinciden con otros que señalan un predominio de las defensas individuales sobre las zonales y mixtas (Mikes, 1987; Madejón, 2001; Tsamourtzis et al., 2001; Mexas et al., 2005). Comparando estos resultados con los obtenidos en la misma liga pero en la fase regular (Manzano et al., 2005), la defensa más realizada es la individual medio campo (92.2%), seguida de la defensa zonal en medio campo (5.4%), la defensa individual presionante 0.9%), mixta (0.7%) y defensa zonal presionante (0.3%), indicando una menor variedad de defensas en la fase regular comparada con el play-off. En relación con los puntos anotados por posesión (PPP), los resultados encontrados muestran mejores valores de anotación ante defensas individuales (medio y presionantes) y zonales presionantes, con menores valores de anotación ante defensas mixtas y zonales medio campo, resultados coincidentes con la literatura especializada en categoría senior (Mexas et al., 2005), junior (Silva, 1998) y cadete (Papachatzis, 1995), aunque no coincide con otros autores de categoría senior como el estudio de Mikes (1987), debido a la diferencia muestral. Estudiando la relación entre éxito/no éxito y el tipo de defensa utilizado, se aprecia que el porcentaje de éxito ante defensas individuales medio campo es del 37.1%, ante individuales presionantes del 29.8%, ante zonales medio campo del 31.4%, ante zonales presionantes del 35.3% y ante defensas mixtas del 21.2%. Estos valores no coinciden con los encontrados en la fase regular de la misma liga por Manzano et al. (2005), donde se obtiene más éxito ante defensas individuales presionantes con un 62%, ante defensas zonales presionantes un 56.2%, zonales medio campo un 51.7%, ante defensas individuales en medio campo un 49.9% y ante defensas mixtas un 36.8%. La diferencia en los resultados, con menores porcentajes de éxito en los play-off, puede deberse a la muestra y a la fase de la liga seleccionada, ya que los partidos equilibrados por debajo de 12 puntos muestran en mejor medida el rendimiento de ambos equipos (Ibáñez et al., 2003). Además, la fase de juego del play off implica ritmos de juego más lentos y organizados, lo que hace disminuir el número de posesiones por partido y de eficacia en las mismas ante defensas cambiantes (Fotinakis et al., 2002). Comparando nuestros resultados con otros estudios como el de Fernandes & Tavares (2004), se observa que muestran valores inferiores a los encontrados por nosotros, aunque la muestra del estudio está compuesta por equipos junior, donde las diferencias con la categoría senior se manifiesta en un menor número de asistencias y un mayor número de pérdidas de balón (Sampaio et al., 2004b), lo cual puede explicar que se realicen un mayor número de posesiones de balón y menores porcentajes de acciones estructuradas que permiten organizar los ataques ante diferentes defensas, lo cual lleva a aumentar el número de pérdidas de balón. El uso de diferentes tipos de defensas en porcentaje sobre los play-off, indica que en éste momento de juego, los equipos tratan de desorganizar el juego del equipo contrario, buscando romper la dinámica del partido (Mace et al., 1992). Además, todo señala que los momentos críticos juegan un papel importante en los partidos equilibrados en el marcador, donde el acierto en lanzamientos de 2 puntos y la consecución de rebotes defensivos juegan un papel esencial (Ibáñez et al., 2003; Sampaio & Janeira, 2003). De este modo, los cambios defensivos pueden variar los porcentajes de acierto en tiros de campo, aumentando las opciones de rebote defensivo, de manera que el equipo que se adapte mejor conseguirá el éxito en sus acciones. Analizando el número de pases realizados y la duración de los ataques ante las diferentes defensas, los resultados reflejan que, en los ataques exitosos, se realiza un mayor número de pases y duran más los ataques ante defensas individuales presionantes, defensas zonales en medio campo y defensas mixtas; así como se realizan un menor número de pases y son más reducidas las posesiones ante defensas individuales en medio campo y zonales presionantes, lo que parece indicar que los equipos tienen una mejor organización táctica, que les permite conseguir más asistencias con situaciones de lanzamiento cercanas a canasta (Melnick, 2001; Mavridis et al., 2003). Además, indica que, en función de la disposición defensiva del equipo que se tiene en frente, lleva a no forzar acciones precipitadas de bote, usando un mayor número de pases en sus ataques (Stavropoulos & Foundalis, 2005). En el mismo sentido, los ataques exitosos se producen más largos en duración ante defensas que implican una mayor dificultad en las acciones de tiro, lo cual refuerza una adaptación a las situaciones de partido permitiendo conseguir lanzamientos cercanos a canasta (Cruz & Tavares, 1998; Tsamourtzis et al., 2001). Mientras que los ataques exitosos presentan menores valores en tiempo ante defensas que presentan espacios para obtener lanzamientos cómodos sin oposición (Mikes, 1987; Papachatzis, 1995; Silva, 1998). De los resultados encontrados, se considera necesaria una mejora del proceso de entrenamiento, destacando el uso de diferentes defensas a lo largo del partido, de modo, que en fases como los play-off, se deben entrenar tanto los aspectos ofensivos como defensivos ante defensas individuales, zonales y mixtas. No obstante, parece aconsejable prestar especial atención a las defensas individuales y zonales en medio campo e individuales presionantes ya que son las más utilizadas y las que permiten obtener más puntos por posesión de balón. Desde el punto de vista ofensivo, se debe trabajar la elaboración de sistemas de ataque más variados, con diferentes posibilidades en función de las defensas, incidiendo en las opciones de pase y el tiempo de duración de los mismos, permitiendo obtener situaciones cómodas de tiro en ataque. v) Conclusiones. La importancia de ciertos indicadores como el tipo de defensa ante el cual se juega, y su relación con el éxito de los ataques, permite entender como mejorar el proceso de entrenamiento para afrontar situaciones de máxima igualdad competitiva como el play-off. Además, en el mismo sentido, el análisis de factores como la duración de la posesión o el número de pases empleados en cada posesión de balón, permite incidir sobre el proceso de entrenamiento tanto a nivel ofensivo como defensivo. De este modo, se puede entender que hay mejores porcentajes de éxito ante defensas individuales en medio campo y presionantes, así como ante defensas zonales presionantes; mientras que se obtiene menos éxito ante defensas zonales en medio campo y mixtas. Todo ello, hace que el proceso de entrenamiento y dirección de partido contemple dichos factores para mejorar el rendimiento en competición.
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