La época en la que vivimos impone la necesidad de estar relacionado con las nuevas tecnologías. En todas las casas e inmediaciones siempre hay de por medio una tecnología. La televisión, el ordenador, la radio, el reproductor de música, el DVD, etc, son hoy en día usados por la gran mayoría de la población, por tanto, la relación con éstas es directa. Pero no sólo se utilizan en el tiempo de ocio, sino que en muchos casos, éstas son necesarias para el aspecto laboral de las personas. No es una opción, sino casi una obligación, y más aún para el docente, a quien se supone una estrecha relación con cualquier innovación que se produzca en su campo específico de trabajo o en aquellas áreas generales que tengan una relación directa con dicho campo.

La actividad física, como materia práctica con una importante base teórica en diferentes áreas del conocimiento, ha de ser un nexo de conexión interdisciplinar entre las distintas partes integrantes del currículo. Y en esta labor de conexión, las TIC o Tecnologías de la Información y la Comunicación, deben jugar un papel fundamental, quizá incluso más que en el resto de materias, en las que se da por hecho que el uso del ordenador o de las plataformas virtuales es algo “natural” e inherente a la enseñanza en los tiempos que corren. Por el contrario, en actividad física, donde aún pueden existir ciertas reticencias del alumno precisamente derivadas de ese carácter eminentemente práctico de la materia, corresponde al docente la carga de convencer de que el uso de estas herramientas es no sólo beneficioso, sino imprescindible.

En la actualidad, la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de Mayo, de Educación (LOE) (Jefatura del Estado, 2006), ya en su preámbulo señala que se debe “garantizar el acceso de todos a las tecnologías de la información y la comunicación”, y en diferentes artículos de su Título I incluye a las TIC a lo largo de todo el sistema educativo, desde la educación infantil hasta la educación postobligatoria para personas adultas.

Con la implantación del E.E.E.S., el empleo de plataformas virtuales para el uso académico ha ido aumentando, siendo muy pocas las universidades que aún no lo han implantado no sólo en España sino en toda Europa. Una de las partes en las que se divide el nuevo sistema de enseñanza conocido como “Plan de Bolonia” es la parte no presencial de la evaluación, en la cual el alumno debe trabajar desde casa. Es precisamente a través de estas plataformas como se evalúa parte de ese trabajo no presencial. En ellas se realizan diversas tareas como la realización de test relativos al temario, búsquedas bibliográficas, participación en foros, etc., que aportan datos que posteriormente el docente utiliza para realizar la evaluación final.

Desde su propio perfil, el profesor controla toda la actividad realizada por los alumnos, su participación, implicación, etc., y pued, llegar finalmente a la evaluación de la misma a través de la propia plataforma. Por tanto es desde estas plataformas desde donde normalmente obtiene la información para evaluar la parte que no es presencial en el proceso educativo del E.E.E.S. Asimismo, el profesor asigna a los alumnos las tareas desde la plataforma para que aquéllos las vayan desarrollando.

MÉTODO

El estudio realizado es social y transversal, realizándose un estudio piloto previo en el que se determinó si existía algún tipo de error en la elaboración del mismo o no. Para ello se han utilizado dos grupos de alumnos pertenecientes a la Licenciatura de Actividad Física y Deporte de dos universidades públicas de Madrid, la Universidad de Alcalá y la Universidad Politécnica de Madrid.

La muestra que se ha utilizado es de 82 alumnos de dicha Licenciatura, todos los cuales han utilizado la plataforma virtual y el análisis se ha realizado para para un nivel de confianza del 95% y un error máximo del 5%.

En ambas universidades se emplea alguna plataforma virtual. En concreto, en la primera de ellas, a la que pertenecen 40 de los alumnos de la muestra, es la plataforma WEBCT, mientras que en la Politécnica la plataforma empleada es MOODLE, y el número de alumnos, 42.

Para el estudio se elaboró un cuestionario en el que se preguntaba a los alumnos una serie de cuestiones. Éstas son:

1. ¿Cómo el uso que le das a la plataforma?
2. ¿En cuántas asignaturas de la carrera ha empleado el profesor la plataforma virtual?
3. ¿Qué haces para cumplir las horas de trabajo no presencial a través de la web?
4. ¿Qué estrategias utilizas para realizar ese trabajo?
5. ¿Crees que realmente es un elemento bueno para evaluar el trabajo del alumno?

El período de duración del estudio ha sido de un cuatrimestre, comenzando éste el 15 de septiembre de 2009 y finalizando el 29 de enero de 2010.

El tratamiento de datos se ha realizado con el programa SPSS, versión 15.0 para Windows.

RESULTADOS

Los resultados del estudio se presentan analizando cada pregunta por separado.

En cuanto a la primera pregunta, ¿Cómo el uso que le das a la plataforma?, la gran mayoría de los alumnos contestan diciendo que el uso que le dan es únicamente para aprobar la asignatura. Únicamente, 4 alumnos son los que se muestran más abiertos a este cambio, diciendo que les gusta intercambiar con compañeros información relativa a la asignatura por si les puede servir de ayuda.

En la siguiente, pregunta ¿En cuántas asignaturas de la carrera ha empleado el profesor la plataforma virtual?, más del 50% de los alumnos (65) lo ha empleado para 3 o más asignaturas, siendo al menos dos de ellas obligatorias o troncales.

La tercera pregunta, ¿Qué haces para cumplir las horas de trabajo no presencial a través de la web? la gran mayoría de los alumnos, el 65% (54 alumnos) muestran que al establecerse la visita a la plataforma como una de las cuestiones de evaluación, en muchos casos los alumnos únicamente se conectan para que quede registrado el tiempo aunque no estén haciendo nada, de forma que cuando el profesor compruebe las horas de trabajo del alumno éstas sean las necesarias.

En la cuarta pregunta, ¿Qué estrategias utilizas para realizar ese trabajo? se indica que en el 42% de los casos (34) los alumnos se informan unos a otros de las preguntas y respuestas y se envían por Internet información sobre ellas. En ocasiones, también pactan entre ellos un tema para abrir un hilo en el foro y que, de esta forma, el profesor observe actividad en el mismo.

La última pregunta, la que hace referencia a ¿Crees que realmente es un elemento bueno para evaluar el trabajo del alumno?, aquí las opiniones son diversas. Parte del alumnado piensa que sí que es una buena estrategia ya que se trabaja día a día y así luego la nota final corresponde con el trabajo real realizado. Otros consideran que no sirve de mucho, ya que prefieren el método tradicional de clase magistral y otros dicen que en parte sí y en parte no, ya que ahí pueden “camuflar” parte de su trabajo.

CONCLUSIONES

Una vez analizados los resultados de las respuestas de los alumnos, se puede concluir a grandes rasgos que el uso para el que ha sido diseñada la plataforma no coincide del todo con el uso real que le dan los alumnos. Lo que buscan es, ante todo, “hacer ver al profesor” que el trabajo no presencial lo realizan adecuadamente y que están pendientes de la plataforma, cuando en realidad no es así. En muchas ocasiones, la mentalidad del alumno es como se dice “la Ley del mínimo esfuerzo”, es decir, obtener grandes resultados con poco trabajo, lo que se traduce en nuestro estudio, a cumplir con lo básico que se pide en la evaluación y, después, buscarse estrategias para que el profesor vea que se ha trabajado más de lo necesario.

Sería interesante comprobar, mediante algún estudio posterior, si realmente el nivel de conocimientos y de competencias de los alumnos aumenta con la utilización de estas plataformas.

AGRADECIMIENTOS

Los autores desean manifestar su agradecimiento a todos aquellos alumnos que, voluntariamente, se ofrecieron a responder a las encuestas para la elaboración de este estudio.