Efectos de un programa de aeróbic sobre el perfil lipídico y el tejido graso de mujeres pre y postmenopáusicas.
Efectos de un programa de aeróbic sobre el perfil lipídico y el tejido graso de mujeres pre y postmenopáusicas.
RESUMEN COMUNICACIÓN/PÓSTER
Al realizar una exploración de la columna vertebral se encuentra, con relativa frecuencia, una correcta disposición sagital del raquis en bipedestación, pero con un incremento significativo de la curvatura torácica en flexión máxima del tronco (cifosis funcional), que supone una desalineación dinámica del raquis. El objetivo de este estudio fue valorar la frecuencia de casos de cifosis funcional en piragüistas jóvenes. Para ello participaron un total de 65 piragüistas de categoría infantil (13-14 años) seleccionados para la concentración nacional de Zamora 2006 por la Federación Española de Piragüismo. A estos, se les valoró mediante un inclinómetro ISOMED Unilevel, la disposición de la curva torácica en bipedestación relajada y al realizar una flexión máxima del tronco en sedentación con rodillas extendidas. Los valores de referencia de la curva torácica que se utilizaron para categorizar los valores angulares de la cifosis torácica en bipedestación fueron los aportados por Santonja (1993): rectificación dorsal: < 20º, normal: 20º – 45º, hipercifosis leve: 46º – 60º e hipercifosis moderada: 61º – 80º. Para clasificar los valores de la cifosis torácica en flexión máxima del tronco se utilizaron las referencias de Pastor (2000), que sitúa la normalidad en valores inferiores a 67º, el morfotipo cifótico leve en valores entre 67 y 76º y el morfotipo cifótico moderado en valores superiores a 76º. De los piragüistas valorados, un total de 53 deportistas (81.5%) presentaban una cifosis torácica normal en bipedestación. De estos, el 30.2% y un 7.5% presentaban un morfotipo cifótico leve y moderado, respectivamente, en la posición de máxima flexión del tronco. El restante 62.3% tenían un morfotipo torácico normal. En conclusión, la disposición sagital del raquis en bipedestación relajada tiende a la normalidad, mientras que cuando se valora la disposición del raquis en flexión máxima del tronco se observa una relativa frecuencia de morfotipos cifóticos. Por esta razón, es necesario incluir en el control y seguimiento médico de los piragüistas, una valoración de columna que incluya la disposición sagital del raquis en flexión máxima del tronco para detectar la presencia de desalineaciones dinámicas del raquis.
I. INTRODUCCIÓN.
Durante la menopausia se producen numerosos cambios, que provocan un empeoramiento de la salud de la mujer, siendo uno de estos cambios el empeoramiento del perfil lipídico. Se sabe que los estrógenos protegen contra las enfermedades cardiovasculares y que cuando faltan, en la postmenopausia, aumenta su incidencia. La base bioquímica parece radicar en que los estrógenos disminuyen el colesterol total y el LDL-c y aumentan el HDL-c, al contrario que los andrógenos y los gestágenos. Tras la menopausia, se produce un incremento de triglicéridos (TG) y del cociente LDL/HDL, que junto con la hipertensión favorecen la ateromatosis. Notelovitz (1988) informó de aumentos del colesterol relacionados con la edad y la menopausia. Las causas de las enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte de la mujer postmenopáusica, distan mucho de estar claras, ya que se observan muchos factores influyentes. Lo que sí está ampliamente demostrado es que las dislipemias y la obesidad son claros factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, y que dichos factores se ven favorecidos por la menopausia. Desde el ámbito de la salud, no sólo es importante valorar el porcentaje total de grasa, sino que además es muy relevante valorar la distribución regional de la grasa y las modificaciones que ésta sufre, ya que se considera que es más importante la distribución regional de la grasa que la cantidad de tejido adiposo total (Kissebach y cols, 1982) para predecir el riesgo de sufrir ciertas enfermedades. Esto es así porque ha sido comprobado que una mayor distribución de la grasa en la zona abdominal se relaciona, en mayor medida, con la posibilidad de sufrir hipertensión, diabetes y cardiopatía isquémica, si comparamos con una distribución predominantemente glútea (Kissebach y cols, 1982). Respecto al perfil lipídico y las modificaciones que puede sufrir al realizar un programa de ejercicio físico encontramos una gran controversia, no estando claros los efectos que produce cada actividad física concreta sobre los lípidos sanguíneos, en mujeres y mucho menos en postmenopáusicas (Durstine y cols, 2001) En este estudio pretendemos valorar la influencia de un programa de aeróbic sobre el perfil lipídico y la composición corporal, estudiando tanto la cantidad total de masa grasa como su distribución regional, en mujeres pre y postmenopáusicas.
II. MATERIAL Y MÉTODOS.
Contamos con la participación de un grupo de mujeres sedentarias (n=15), que serán divididas premenopáusicas (n=15) y postmenopáusicas (n=15) (tabla1). Participan voluntaria y consentidamente en un programa de aeróbic de 6 meses de duración, con una frecuencia de 3 horas semanales, y una intensidad del 65-75% de su frecuencia cardiaca máxima, realizándoles una valoración previa y posterior al programa de intervención. Todas las participantes cumplían los requisitos de inclusión propuestos para formar parte del estudio, siendo sedentarias, no padecer ninguna enfermedad que pudiera impedir la realización de la actividad y no tomar medicación alguna que pudiera influir sobre los resultados y las variables analizadas. Se incluyen además otros requisitos para aquellas que forman parte del grupo de mujeres postmenopáusicas, como presentar más de 12 meses de amenorrea y no estar bajo tratamiento de terapia hormonal sustitutiva. Para el propósito de este estudio, se les realizó una valoración previa y otra posterior al período de entrenamiento, realizando análisis de la composición corporal así como el estudio del perfil lipídico de las participantes. La valoración de la composición corporal, y una medición de los distintos componentes establecidos según el modelo tetracompartimental, utilizamos como material una báscula de la marca Seca, con una precisión de ±100 gr.; un tallímetro de la misma marca y con una precisión de ± 1mm.; un plicómetro de la marca Holtein, con una precisión de ±=,2mm.; una cinta antropométrica inextensible, con una precisión de ± 1 mm.; junto a una hoja de cálculo para realizar las operaciones pertinentes. Gracias a este material obtenemos las siguientes variables: peso corporal, talla, 6 pliegues cutáneos, 3 diámetros óseos y 2 perímetros musculares. La fórmula utilizada para calcular el porcentaje de peso graso, así como el porcentaje de peso óseo, es la fórmula de Yuhasz, mientras que para la obtención del peso residual hemos utilizado la ecuación de Wurch. Para la valoración del perfil lipídico, se les realizó a todas las participantes una extracción sanguínea tras el período normal de ayuno nocturno, para realizar una analítica y obtener los datos referentes al metabolismo lipídico: triglicéridos, colesterol, HDL-C y LDL-C. Este proceso vuelve a repetirse al concluir el período de actividad física. Se realizó un análisis estadístico de los datos, gracias al paquete informático SPSS versión 15.0. Tras comprobar la normalidad de los datos, se aplica una prueba T para muestras relacionadas, o muestras independientes, según el caso.
Tabla 1. Physical activity and tobacco consume in Portuguese adolescents
III. RESULTADOS.
Tabla 2. Physical activity and tobacco consume in Portuguese adolescents
Tabla 3. Physical activity and tobacco consume in Portuguese adolescents
IV. DISCUSIÓN.
V. CONCLUSIONES
Referencias
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