ENTRENADORES PERSONALES: COMPETENCIAS
¿Tenemos claro los entrenadores personales cuáles son nuestras competencias?
Sinceramente, creía que teníamos claro cuál es nuestro papel como entrenadores personales, pero parece ser que algunos no lo tienen tan claro. Es por ello por lo que me he decidido a escribir estas líneas.
Trabajar como profesor de los cursos de formación en Alto Rendimiento me brinda la oportunidad, entre otras, de estar en constante contacto con centenares de futuros entrenadores personales, siguiendo sus progresos académicos, atendiendo sus inquietudes e intentando resolver sus dudas. Además, muchos de ellos también me transmiten sus experiencias vividas con otros entrenadores personales en activo, bien como clientes de éstos o, simplemente, porque observan su forma de trabajar en el gimnasio o club deportivo al que asisten como socios.
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Gracias a todo eso, durante más de un año, he podido ir recopilando mucha información al respecto y me he dado cuenta de que gran cantidad de entrenadores personales no tienen claro dónde empieza y cuándo acaba su cometido y quién debe asumir ciertas responsabilidades en entrenamientos específicos de modalidades deportivas concretas.
Hace unos días, un alumno que está finalizando el nivel 4 Europe Active (antigua EHFA), me mostraba su desacuerdo respecto a la prohibición de incluir maquinaria a pedales en el entrenamiento personal virtual de un chico cuyo objetivo, entre otros, es prepararse para recorrer parte del camino de Santiago en bicicleta. Su argumento era que, al carecer este chico de preparador específico de ciclismo, éramos nosotros quienes debíamos asumir ese rol. Entonces, tras esa afirmación, le pregunto que si la persona del caso virtual en cuestión también carece de nutricionista, de médico deportivo, de psicólogo, de fisioterapeuta, etc., ¿qué hacemos nosotros? ¿Adoptamos también esos roles? ¿Nos convertimos en entrenadores de ciclismo, nutricionistas, médicos deportivos, psicólogos y fisioterapeutas?
Por otro lado, me indica que este chico tiene que cubrir etapas largas (de 3 o 4 horas diarias) y que, por ende, los entrenamientos deben durar pues eso, 3 o 4 horas con predominio del pedaleo. ¿Y el entrenador personal que hace ahí? ¿Se va a rodar con él? ¿Lo sube 3 o 4 horas en una bicicleta estática? ¡Que alguien me explique qué rentabilidad tiene eso para un entrenador personal! Y de paso, que me explique cómo se justifica ese trabajo. Eso, me cuenten lo que me cuenten, no es trabajo de un entrenador personal, pues apenas tiene demostración, corrección, organización, motivación, etc. y encima excede, sobremanera, de lo que debería durar una sesión de entrenamiento personal (60 o, a lo sumo, 70 min.).
Entonces, si tenemos un cliente que es futbolista (da igual el nivel), ¿le entrenamos en el campo de fútbol y le hacemos lanzar a puerta? ¿Y si se trata de un maratoniano? ¿Le hacemos correr los 42 Km. en cada sesión de entrenamiento? ¿Y si es un corredor de Fórmula 1? ¿Qué hacemos entonces? ¿Nos ponemos de guardametas para que el futbolista nos hinche a balonazos? ¿Corremos la maratón con el fondista? ¿Nos compramos un monoplaza para competir contra el piloto de F1? Obviamente no. Seamos sensatos y razonables.
En estos casos, los entrenadores personales debemos ser capaces de trabajar cada una de las cualidades físicas básicas y psicomotrices implicadas en cada modalidad deportiva, así como sus diferentes parámetros, con el fin de optimizar el rendimiento de esos deportistas, pero sin caer en el error de entrenarlos desde la posición de los técnicos especialistas en esas disciplinas concretas. Simplemente cabe hacer un estudio fisiológico y biomecánico del deporte en cuestión (que para eso sí que hemos estudiado y mucho) para saber qué trabajar en cada sesión de entrenamiento.
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En el caso del cicloturista que quiere preparar el camino de Santiago, deberemos mejorarle, lógica y especialmente, la condición física de su tren inferior, haciendo hincapié en la fuerza resistencia, también algo de fuerza explosiva y la flexibilidad, amén de la resistencia cardiorrespiratoria. Veamos dos posibles entrenamientos diferentes para el mismo día, en los que se busca, principalmente, mejorar la capacidad cardiorrespiratoria (anaeróbica) y la fuerza resistencia y explosiva del tren inferior:
Entrenamiento “A”
– Calentamiento: movilidad articular general, estiramientos dinámicos varios y 10 min. de pedaleo en plano.
– Parte principal: salida en bicicleta: recorrido Alcoy (Alicante) – Jijona (Alicante), por el puerto de “La Carrasqueta”. Ida y vuelta.
Datos:
- · Distancia aprox.: 58 Km.
- · Distancia pto. “La Carrasqueta”: 12’8 Km.
- · % medio de desnivel: 4’6% (máxima del 8%).
- · Altitud: 1.022 m. sobre el nivel del mar.
– Vuelta a la calma: ligeros estiramientos generales en descarga, soltura y relajación muscular.
– Tiempo total estimado: 3 horas.
Entrenamiento “B”
– Calentamiento: movilidad articular general, estiramientos dinámicos varios y 10 min. en máquina stepper con las siguientes pautas:
- · 5 min. al 25% de resistencia y velocidad moderada.
- · 1 min. al 100% de resistencia y máxima velocidad posible.
- · 1 min. al 25% de resistencia y velocidad moderada.
- · 2 min. al 75% de resistencia y velocidad media-alta.
- · 1 min. al 25% de resistencia y velocidad moderada.
– Parte principal:
1- Leg extension.
Músculos principales: cuádriceps.
Repeticiones:
- 30-30 (fuerza resistencia). TD = 30 seg.
- 20-20 explosivas (fuerza explosiva prolongada). TD = 2 min.
2- Leg curl sentado.
Músculos principales: isquiotibiales.
Repeticiones:
- 30-30 (fuerza resistencia). TD = 30 seg.
- 20-20 explosivas (fuerza explosiva prolongada). TD = 2 min
3- Elevación de talones en prensa olímpica.
Músculos principales: gemelos.
Repeticiones:
- 30-30 (fuerza resistencia). TD = 30 seg.
- 20-20 explosivas (fuerza explosiva prolongada). TD = 2 min.
4- Circuit training tren inferior – core para fuerza resistencia y explosiva:
Postas:
- Sentadillas con autocarga (cuádriceps y glúteo mayor): 30 seg.
- Encogimientos de tronco (curl-ups) para rectos abdominales: 30 seg.
- Peso muerto rumano con elásticos alta resistencia (isquiotibiales): 30 seg.
- Elevación caderas (curl-ups inferiores) para rectos abdominales: 30 seg.
- Pliometrías a doble escalón (tren inferior general): 30 seg.
- Encogimientos sinérgicos (rectos abdominales): 30 seg.
- Multisaltos con escalera de coordinación a ida y vuelta (gemelos): 30 seg.
- Extensiones cruzadas en cuadrupedia (extensores del tronco): 30 seg.
Pautas:
- TD entre ejercicios: 0 seg.
- Vueltas al circuito: 3.
- TD entre vuelta al circuito: 1 min.
– Vuelta a la calma: ligeros estiramientos generales en descarga, soltura y relajación muscular.
– Tiempo total estimado: 1 hora y 10 min.
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La diferencia entre un entrenamiento y otro salta a la vista. En el entrenamiento “A”, ¿qué haríamos? ¿Nos vamos con él en otra bicicleta? ¿Lo mandamos a pedalear y dentro de 3 horas nos vemos aquí? En el entrenamiento “B” no paramos de explicarle, corregirle, ayudarle, animarle…, hay constante interactuación, el trabajo es variado y diferente de lo que él hace en su entrenamiento casi diario y lo más importante de todo, estamos mejorando las cualidades físicas y los parámetros de éstas y que son imprescindibles para optimizar su rendimiento sobre la bicicleta; estamos haciendo una transferencia positiva de entrenamiento con un trabajo alternativo. Eso es por lo que los clientes nos pagan a los entrenadores personales. La experiencia nos avala a muchos, pues que un cliente te diga lo bien que se encuentra jugando a pádel desde que entrena contigo (sin tocar ni una pala, ni una pelota), lo ágil y rápido que está jugando al fútbol sala (sin haberle pegado una patada a un balón) o lo fuerte que se sentía haciendo el camino de Santiago en bicicleta desde Logroño (sin haberlo sentado ni en una bicicleta estática), es una recompensa que no tiene precio y una motivación para seguir enamorado de este fantástico trabajo.
Hace algo más de un mes publiqué un artículo en el que hacía un llamamiento a los entrenadores personales en activo o futuros, para que fuesen conscientes de que incluir excesivo trabajo cardiovascular en las sesiones apenas justificaba nuestro trabajo (https://altorendimiento.com/entrenador-personal-honorarios/). No sé si más adelante saldrá algo más por el estilo, pero creo que entre este artículo y aquel, dejo bastante clara cuál es mi intención respecto a la tendencia de trabajo de los entrenadores personales en determinadas situaciones o en la consecución de objetivos concretos (disminución del porcentaje de masa grasa y/o mejora del rendimiento deportivo, principalmente).
Los entrenadores personales disponemos de un sinfín de armas para poder trabajar con nuestros clientes y ayudarles a conseguir sus metas. El gimnasio, el club deportivo, el parque, la montaña, la playa, el propio hogar, etc. son nuestros campos de trabajo, mientras que la maquinaria específica de fitness, pesos libres, elásticos, balones suizos, plataformas inestables, las piedras, los árboles, el agua… son nuestros elementos para entrenar a aquellos que confían en que les brindemos algo diferente y efectivo que les permita mejorar su rendimiento deportivo o, en definitiva, su calidad de vida.
No queramos entrar en campos específicos donde no debemos hacerlo, principalmente por ética laboral, pues hay preparadores físicos y técnicos específicos de cada una de las modalidades deportivas existentes, que se han formado, a conciencia, para dominar disciplinas concretas y para optimizar el rendimiento de quienes practican, a menor o mayor nivel, dichas disciplinas. Un traumatólogo es médico, al igual que un neurólogo, pero ¿podría el primero tratar a un paciente con un trastorno neurológico? En estos casos concretos, nosotros somos el complemento perfecto para ayudar en la mejora del rendimiento de los deportistas. Sin ir más lejos, sabemos del excelente trabajo de Juan José Brau como entrenador personal de Leo Messi (imagen 1), del de Iván Perujo (imagen 2) con futbolistas del Real Madrid C.F. o, cruzando el “charco”, del de Tim Grover (imagen 3) con jugadores de la NBA de la talla de Michael Jordan o Kobe Bryant. Ellos son el complemento ideal del cuerpo técnico de las diferentes entidades deportivas para las que estas estrellas mundiales juegan o han jugado.
Otra cosa es que nuestros clientes no dispongan de preparadores específicos y que entonces no tengan más remedio que entrenar por su cuenta (salir a correr, practicar ciclismo, nadar…). En ese caso podemos, por deferencia hacia ellos, proponerles algunas variaciones o alternativas a su forma de entrenar, basadas en los conocimientos de preparación física general que hemos adquirido a lo largo de nuestra formación, siempre y cuando las hagan por su cuenta y no interfieran en el ritmo natural de los entrenamientos personales.
También cabe la posibilidad de que seamos requeridos o contratados por entidades deportivas concretas y que trabajemos en estrecha relación con el cuerpo técnico y bajo unas pautas de entrenamiento específicas (acciones técnicas concretas, ejercicios de asimilación, situaciones de juego real…). Pero eso no es lo habitual. Los entrenadores personales, por regla general, aplicamos los programas de trabajo bajo nuestro propio criterio, pautas y procedimientos y somos nosotros quienes nos responsabilizamos, casi al 100%, de lo que estamos haciendo con cada uno de nuestros clientes.
Y como digo habitualmente, si creéis que estoy equivocado o pensáis que se puede justificar otras formas de entrenamiento, estaré encantado de que me lo hagáis saber.
Por Juan Fco. Marco Satorre
Profesor en Alto Rendimiento
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