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25 May 2011

¿Tienes madera para ser un buen entrenador? (3ª parte)

Las series para mejorar las técnicas de entrenamiento nos llevan esta vez a dos cuestionarios que más adelante se aconsejará completar con cierta asiduidad.

¿Tienes madera para ser un buen entrenador? (3ª parte)
Introducción  a  la  comunicación  y  los  estilos  del  entrenador

Autor: Ricardo Segura Falcó (Director General de Alto Rendimiento)

Las series para mejorar las técnicas de entrenamiento nos llevan esta vez a dos cuestionarios que más adelante se aconsejará completar con cierta asiduidad. El primero de ellos es un cuestionario para auto-evaluar la eficacia con la que te comunicas con tus pupilos. El segundo cuestionario está diseñado para que puedas evaluar la efectividad con la que impartes las sesiones de entrenamiento y para que  puedas asegurar que has empleado el tiempo provechosamente así como de que la sesión ha estructurada correctamente. Es posible que se presenten tres o cuatro términos que te resulten nuevos, desconocidos o hayas olvidado, pero en las próximas series quedarán esclarecidos cuando se profundice en el tema de la comunicación y el de la efectividad del entrenamiento.

1. Introducción a la Comunicación

La habilidad para comunicarse es de capital importancia para cualquier entrenador, independientemente del nivel al que se trabaje. Una comunicación efectiva, permitirá comprender los sentimientos e inquietudes de otra gente, motivar a los deportistas, reducir los niveles de estrés, ahorrar tiempo, establecer metas y objetivos específicos y por supuesto solventar problemas y dificultades. Los expertos sugieren que la comunicación es el parámetro más importante para un entrenador (Fuoss y Troppmann, 1981). Algunos creen que cualquier medida del éxito que un entrenador pueda conseguir, depende del grado de comunicación que éste pueda adquirir (Amstrong, 1986). La gran ventaja es que existen técnicas y estrategias  para aprender y desarrollar las habilidades comunicativas de cualquier entrenador.

No existe la menor duda pues, de que para poder desarrollar una relación de trabajo próxima y exitosa con los deportistas, uno debe ser capaz de comunicarse efectivamente.

Esto puede parecer obvio y simple pero el proceso de comunicación, es  de hecho, mucho más complejo. No se trata simplemente de lo que se dice y de cómo se dice. Se trata también de los mensajes no-verbales que se envían (quizá inconscientemente) y forman un importantísimo papel en este proceso. Al tratar estos aspectos, consideraremos varios factores envueltos en la comunicación, destacaremos por qué razón la comunicación es ineficiente y discutiremos vías que te permitirán desarrollar habilidades para una comunicación más efectiva. De momento empezaremos con el cuestionario para que vayas descubriendo por ti mismo a que aspectos nos referimos. Mientras tanto prueba grabar tu voz durante una sesión de entrenamiento. Si posees una cámara de video, (o algún amigo / familiar) graba también algunas sesiones completas desde antes de empezar hasta que te  has despedido de los deportistas. Sólo realizando esa práctica notarás ya un cambio y serás mucho más consciente de lo que haces y sobre todo de lo que dices.

Estilos de entrenamiento tradicionales

El estilo personal de un entrenador se construye con el estilo de liderazgo y  comunicación que se adopte. Este estilo de entrenamiento viene enormemente determinado por la personalidad del entrenador. Variará de persona a persona y de situación a situación, conforme los entrenadores vayan adaptando su comportamiento para cubrir las necesidades específicas de los deportistas.

En el ámbito de la comunicación podemos describir un “continnum” de estilos: desde una postura de Comando-Auocrático por parte de algunos entrenadores hasta un estilo Libre-y-Fácil empleado por otros, es decir una postura de “hazlo-como-quieras”.

COMANDO LIBRE Y SUAVE

La pregunta lógica  para  un entrenador es ¿cuál es mi estilo de entrenamiento? Y por supuesto ver si éste se acopla a la situación o la necesidad del deportista para que de ello se obtenga el máximo beneficio posible. Quizá ahora sería el momento de decir que no existe un estilo definido y específico que se considere el adecuado o ni mucho menos perfecto. Pero como ya mencionamos en anteriores series, existen ciertas pautas que la mayoría de los deportistas prefieren en sus entrenadores.

El estilo de Comando es a menudo percibido como el estilo que más prevalece entre los entrenadores. Este conlleva a que el entrenador diga a los deportistas lo que se tiene que hacer pero la interacción es prácticamente inexistente. El estilo Libre y Suave ofrece poca instrucción o guía. Éste deja a los deportistas realizar las actividades a su albedrío y en el mejor de los casos quizá facilita una mayor participación.

Ambos son probablemente extremistas y ninguno de ellos lo encuentres como un método de entrenamiento satisfactorio. Sin embargo, se pueden presentar ocasiones en las que tengas que actuar de una forma muy autoritaria (por ejemplo, al organizar un grupo de deportistas con los que estás poco familiarizado, en situaciones potencialmente peligrosas). Igualmente, se pueden presentar ocasiones en las que necesitas bajar el listón y dar un paso atrás sin imponerte en absoluto. En algún lugar entre estos dos extremos, probablemente encontrarás un estilo con el que se consiguen, con mayor efectividad, los objetivos planteados.

Este acercamiento, generalmente  conocido como Estilo de Cooperación, ofrece liderazgo y guía (orientación) y al mismo tiempo incentiva a que los deportistas compartan (junto al entrenador) la toma de decisiones y adquieran más responsabilidad en su propio aprendizaje. Este estilo se centra en la filosofía de que la persona (el deportista) es más importante que el deporte o el resultado final de la competición (el deportista primero –  ganar lo segundo). Esto da pie a que el deportista se desarrolle física y psico-socialmente a través de la práctica deportiva.

Los entrenadores efectivos aprenden a utilizar un abanico de estilos diferentes para poder adaptar su acercamiento y que éste se ciña a los deportistas y a las situaciones particulares que se vayan presentando.

Calidad en el nivel de comunicación para entrenadores.

Puntúa con las siguientes escalas tu nivel de comunicación. Las observaciones de otros entrenadores más experimentados, serán también de gran valor. Si crees que tu forma de comunicarte se aproxima mucho a la pregunta de la izquierda pon un círculo en el 5 ó el cuatro, según tu criterio. Si crees que tu nivel de comunicación se identifica más con las preguntas de la derecha pon un círculo en el uno o el dos.

diana

¿Utilizas comunicación en dos direcciones? 5 4 3 2 1 ¿Hablas demasiado, fallas al escuchar o interrumpes?
¿Valoras lo que dicen los deportistas? 5 4 3 2 1 ¿Ignoras  los  puntos  de  vista  de  los  deportistas?
¿Muestras consistencia entre el lenguaje verbal y no-verbal? 5 4 3 2 1 ¿Muestras conflicto entre la comunicación verbal y la no- verbal?
¿Promueves interacción al hacer partícipes a los deportistas, respetándoles y dejándoles preguntar? 5 4 3 2 1 ¿Reduces las vías de comunicación y restringes la interacción?
¿Reconoces y respetas las necesidades / intereses de cada individuo del grupo? 5 4 3 2 1 ¿Muestras desinterés, ignoras a algunos individuos y/o favoreces a otros?
¿Envías  mensajes  cortos  y  ricos  en  información? 5 4 3 2 1 ¿Hablas por hablar?
¿Utilizas técnicas de “puente” y parafraseas? 5 4 3 2 1 ¿Escuchas impaciente sin mostrar interés aparente?
¿Muestras coherencia entre las palabras y las acciones? 5 4 3 2 1 ¿Tiendes a cambiar el argumento durante la conversación?
¿Tomas responsabilidad  por el contenido de todo lo que dices, sin inventarte cosas? 5 4 3 2 1 ¿Utilizas “nosotros” para compartir la responsabilidad?

Inventario para evaluar al entrenador tras el entrenamiento

El inspector llama a la puerta

Estas series empiezan a dilucidar poco a poco la naturaleza del entrenamiento y a mirar con más detalle las habilidades específicas para una comunicación efectiva y las consecuencias de utilizar diferentes estilos de entrenamiento. Algunas guías para la buena práctica irán apareciendo en estas series, pero recuerda que no existe la buena o mala forma de hacerlo, aunque siempre hay espacio para la mejora. El entrenador que se cree perfecto, es el que más pronto o más tarde fracasa y pierde a sus pupilos. Intenta pensar en tu propia forma de entrenar – tus motivos, actitudes, puntos fuertes y débiles, tus limitaciones, efectividad como entrenador y destreza como comunicador-.

Obviamente, para que esto ocurra debes evaluar tus propias habilidades y capacidades para entrenar- y aunque no nos guste, hay que ser autocrítico y aceptar los comentarios de los demás. La “lista de la compra” que se presenta a continuación está diseñada para que centres tu atención en algunas de las áreas clave del arte del entrenamiento. También encontrarás beneficioso analizar a otros entrenadores más experimentados utilizando esta misma lista.

Yo principalmente lo completo al final de la sesión mientras los deportistas realizan los estiramientos, lo que me da tiempo a preguntarles y a obtener  información sobre la sesión y así registrar los comentarios expresados por mis pupilos. Si el tiempo no lo permite entonces lo completo en casa pero las cosas se tienden a olvidar.

PLANING – PREPARACIÓN
A B C D ¿Ha sido la sesión bien estructurada (explicación, calentamiento, técnicas, entrenamiento, enfriamiento, sumario)?
A B C D ¿Hay indicios de que se ha preparado la sesión con anterioridad y teniendo en cuenta todas las consideraciones necesarias?
A B C D ¿Sirvió el planning para prevenir situaciones / problemas peligrosos?
A B C D ¿Había suficiente material para efectuar la sesión con efectividad?
A B C D ¿Se han expresado los objetivos de la sesión con claridad y de forma concisa?
A B C D ¿Se ha comprobado el estado del equipamiento antes de empezar la sesión?
A B C D ¿Se ajustaba el material disponible a las necesidades (edad, habilidad, nivel) de los participantes?

Comentarios:

Áreas de mejora para próximas sesiones:

MANAGEMENT – ORGANIZACIÓN
A B C D ¿Ha sido el equipamiento / material bien organizado y distribuido?
A B C D ¿Se ha organizado adecuadamente al grupo de deportistas?
A B C D ¿Se han previsto cambios de la sesión, según las condiciones climáticas?
A B C D ¿Se ha aprovechado eficientemente el tiempo disponible para la sesión?
A B C D ¿Se ha tenido en cuenta la organización/club las medidas de seguridad necesarias?

Comentarios:

Áreas de mejora para próximas sesiones:

A B C D ¿Pudieron todos los deportistas alcanzar los objetivos establecidos para la sesión, a pesar de sus diferencias de nivel o habilidad?
A B C D ¿Han sido las instrucciones claras y concisas?
A B C D ¿Ha sido el lenguaje sintonizado con la edad y los conocimientos de los deportistas?
A B C D ¿Se ha reducido el tiempo de charla al mínimo?
A B C D ¿Ha sido la cantidad de verbalización apropiada?
A B C D ¿Cómo ha resultado de efectivo el entrenador en el uso de “DECIR”?
A B C D ¿Cómo ha resultado de efectivo el entrenador con el aspecto de “MOSTRAR”?
A B C D ¿Han sido las demostraciones efectivas y apropiadas?
A B C D ¿Cómo ha resultado de eficiente el uso de “PREGUNTA”?
A B C D ¿Ha sido  la retroalimentación utilizada con efectividad?
A B C D ¿Ha utilizado el entrenador elogios en los momentos adecuados?
A B C D ¿Ha motivado el entrenador al grupo / individuo?
A B C D ¿Ha sido el entrenador capaz de establecer una atmósfera de relación y compañerismo entre los deportistas?

Comentarios:

Áreas de mejora para próximas sesiones:

METODOLOGÍA DE LA SESIÓN
A B C D ¿Se han alcanzado los objetivos de la sesión?
A B C D ¿Se ha dado margen de adaptación para cubrir las necesidades / diferencias de cada deportista?
A B C D ¿Se han seleccionado las rutinas y ejercicios para que existiera la máxima participación?
A B C D ¿Ha mostrado el entrenador la capacidad de captar los errores durante las prácticas?
A B C D ¿Ha mostrado el entrenador la habilidad de corregir los errores?
A B C D ¿Ha mostrado el entrenador la capacidad de invitar a los pupilos a realizar  retroalimentación cinestética?(este apartado se tratará próximamente).
A B C D ¿Se ha mostrado en el método de entrenamiento una progresión lógica a lo largo de la sesión?
A B C D ¿Ha variado el entrenador su posición (lugar) para analizar la técnica?
A B C D ¿Ha sido capaz de proporcionar retroalimentación a cada individuo? >
A B C D ¿Han sido los deportistas capaces de progresar (ver mejoras)?
A B C D ¿Han sido los deportistas capaces de sentirse y verse más exitosos?
A B C D ¿Han tenido los deportistas tiempo para practicar las técnicas en situación real simulada?
A B C D ¿Han disfrutado los deportistas de la sesión?
A B C D ¿Ha permitido el periodo instruccional ceder tiempo a los deportistas zurdos o ambidiestros?
A B C D ¿Se ha tenido consideración hacia los deportistas menos capacitados o de más bajo nivel?
A B C D ¿Se ha tenido consideración hacia  aquellos que han encontrado dificultad en alguna práctica específica?
A B C D ¿Se presentaron las técnicas y prácticas para que deportistas de ambos sexos pudiesen realizarlas adecuadamente?

Comentarios:

Áreas de mejora para próximas sesiones:

Sobre cada uno de los bloques de arriba debes registrar tus observaciones y las acciones de mejora o cambio para las siguientes sesiones. Completando este cuestionario quedará constancia de la calidad y la profesionalidad con la que trabajas. Y lo que también es esencial, con el paso de las semanas o los meses notarás mejoras en tu estilo de entrenamiento que te llevarán a disfrutar más de las sesiones y a cosechar muchos más éxitos, tanto deportivos como personales.

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