Observar la dominancia ocular para realizar un trabajo específico de lateralidad en el área de educación física
Dado que son muchos los autores que relacionan los problemas de lecto escritura de un niño con su lateralidad, fundamentalmente si esta es contrariada, cruzada o no definida (Boltanski, 1984; Mesonero, 1994; Mayolas et al., 2010),
Observar la dominancia ocular para realizar un trabajo específico de lateralidad en el área de educación física
Resumen
Dado que son muchos los autores que relacionan los problemas de lecto escritura de un niño con su lateralidad, fundamentalmente si esta es contrariada, cruzada o no definida (Boltanski, 1984; Mesonero, 1994; Mayolas et al., 2010), en los centros escolares se realizan pruebas de lateralidad ocular a los niños, principalmente al iniciar primaria. Si se detecta lateralidad cruzada y el niño tiene dificultades en los aprendizajes, los profesionales indican a los padres que vayan a un optometrista especializado. Nosotros creemos que desde el área de educación física se puede también realizar muchas actividades destinadas a afianzar la lateralidad de un niño.
Muchos estudios hablan de que la lateralización diestra es mayor a nivel de miembro superior que a nivel ocular (Carey, 2001), por lo que en este estudio queremos observar la dominancia ocular en un grupo de niños de enseñanza obligatoria (primaria y secundaria) para observar en qué momento la lateralización ocular se afianza y así saber en qué cursos se puede incidir más.
Por ello, en este estudio vamos a utilizar dos pruebas muy sencillas con las que se puede determinar la dominancia ocular. Los profesionales de la educación física pueden realizarlas y, tras valorar la lateralidad manual y las dificultades de aprendizaje, de mutuo acuerdo con el tutor, realizar ejercicios adecuados en sus sesiones para afianzar la lateralidad de los niños.
Según nuestros resultados, la edad donde hay que incidir más en la lateralidad del niño es de los 6 a los 10 años.
OBJETIVO:
Las sesiones de educación física son las únicas que permiten realizar diferentes ejercicios de trabajo corporal para afianzar la lateralidad de los niños. El objetivo de este trabajo es observar la lateralidad ocular en niños a 450 niños de 6 a 17 años mediante dos pruebas, una monocular y otra binocular, para determinar el dominio ocular en estas edades y analizar su evolución. De esta manera valorar en qué momento se afianza la lateralidad ocular y programar actividades específicas en el currículum de primaria y/o secundaria.
JUSTIFICACIÓN:
Dado que son muchos los autores que relacionan los problemas de lecto escritura de un niño con su dominancia lateral a nivel de miembro superior y ocular, fundamentalmente si esta es contrariada, cruzada o no definida (Boltanski, 1984; Mesonero, 1994; Mayolas et al., 2010), en los centros escolares se realizan pruebas de lateralidad ocular a los niños, principalmente al iniciar primaria. Si se detecta lateralidad cruzada y el niño tiene dificultades en los aprendizajes, los profesionales indican a los padres que vayan a un optometrista especializado. Pero ¿cuándo se afianza la dominancia ocular? Los estudios muestran contradicciones.
En nuestro estudio vamos a observar la dominancia lateral en un grupo de alumnos de primaria y secundaria para valorar cuándo se afianza, de esta manera determinaremos cuándo se deben de realizar fundamentalmente las actividades de lateralidad.
MÉTODO:
Se han realizado 450 valoraciones de lateralidad ocular a niños sanos estudiantes de primaria y secundaria, de entre seis y diecisiete años (Media 9,22; SD, 3,21), 237 niñas y 213 niños. Para la valoración del ojo dominante se han realizado dos pruebas: una monocular (tubo de cartón) y otra binocular (hoja agujereada o sighting), prueba muy común en los estudios por su sencillez (Domenech et al. 2010). A cada prueba se le da un valor entre 0 y 1, de forma que 0 es que lo han realizado con el ojo izquierdo –zurdo-, 1 con el derecho –diestro- y 0’5 con ambos indistintamente –ambidiestro-. Al promedio de ambas le llamaremos Coeficiente de Lateralidad Ocular (CLO). Las pruebas oculares propuestas son dos:
- La primera, monocular, consiste en mirar un objeto a través de un tubo de cartón que está cogido con ambas manos (el otro ojo debe estar cerrado).
- La segunda, binocular, se realiza con una hoja de papel que tiene un agujero de 1cm de diámetro en el centro. El niño coge el papel con las dos manos y los brazos extendidos. Se le pide que observe un objeto pequeño situado a cierta distancia con los dos ojos abiertos y una vez lo localice le pedimos que vaya doblando los brazos sin dejar de mirar el objeto.
RESULTADOS y DISCUSIÓN:
En nuestro estudio algo más de la mitad de los evaluados, el 58% del total de la muestra (IC95%:53-61%), ha realizado las dos pruebas oculares con el ojo derecho frente a un 29% que las han hecho con el izquierdo (Gráfica 1). Llama la atención el porcentaje de ambidiestros, es decir, aquellos niños que hacen una de las pruebas con el ojo derecho y la otra con el izquierdo o viceversa. Eso nos hace pensar que al realizar solo una prueba para determinar la dominancia ocular en uno de cada diez niños no estamos determinándola bien. Carey (2001) afirma que la mayoría de personas son diestras de ojo, pero en el conjunto de la población habla de un 70% de diestros oculares, valores algo alejado de los nuestros.
Gráfica 1: Porcentaje de la totalidad de niños evaluados con dominancia ocular diestra, zurda o ambidiestra
Gráfica 2: Evolución de la dominancia ocular diestra, zurda o ambidiestra de los niños valorados según su edad.
Por ello, aunque con fluctuaciones, los valores por encima de los 10 años se asemejan. La correlación entre los valores de los coeficientes de lateralidad con la edad son bajos, pero significativos 0,184 (p=0,000). Si observamos los resultados de otros estudios con respecto a la evolución del predominio ocular, éstos presentan contradicciones. Mientras que algún autor afirma la tendencia a la zurdería con la edad durante la infancia 1, otros no encuentran grandes diferencias a partir de los diez u once años observándose una dextralización hasta estas edades 7, como en nuestro estudio.
Por ello, aunque con fluctuaciones, los valores por encima de los 10 años se asemejan. La correlación entre los valores de los coeficientes de lateralidad con la edad son bajos, pero significativos 0,184 (p=0,000), tabla 1. Si observamos los resultados de otros estudios con respecto a la evolución del predominio ocular, éstos presentan contradicciones. Mientras que algún autor afirma la tendencia a la zurdería con la edad durante la infancia 1, otros no encuentran grandes diferencias a partir de los diez u once años observándose una dextralización hasta estas edades 7, como en nuestro estudio.
Tabla 1: Correlación de Pearson entre la edad y los coeficientes de lateralidad de las pruebas realizadas y de su promedio (CLO).
CONCLUSIONES:
La mayoría de los casos valorados son diestros de ojo, un 58%. Desde los 6 años se observa una tendencia a la dextralidad ocular con la edad, siendo a partir de los 10 años cuando el predominio ocular diestro se mantiene por encima del 60%, aunque con fluctuaciones. Por ello, concluimos que es la edad de 6 a 10 años cuando más actividades de lateralidad hay que realizar para ayudar a afianzarla.
Aunque las pruebas de tubo de cartón y hoja agujereada son válidas y están correlacionadas es importante para observar la lateralidad ocular y diagnosticar lateralidad cruzada, realizar ambas, dado que el 13% de los valorados no han realizado las dos pruebas con el mismo ojo.
Bibliografía
- Boltanski, E. (1984). Dislexia y dislateralidad. París: Presses Universitaires de France.
- Carey, D.P. (2001). Vision research: Losing sight of eye dominante. Current Biology, 11, 828-830.
- Domenech, B., Mas, D., Illueca, C. (2010). Influence of ocular dominance in the variability of the eye’s anterior segment measurements. Int. Jour. For Ligh Elec. Opt. Article in Press.
- Mapp A.P., Ono H. y Barbeito R. (2003). GAT does the dominant eye dominate? A brief and somewhat contentious review. Perdeption & Psychophysics, 65, 310-317.
- Mayolas, MC., Villarroya, A., Reverter, J. (2010). Relación entre la lateralidad y los aprendizajes escolares. Apunts educación física y deportes, 101:32-42.
- Mesonero, A. (1994). Psicología de la educación psicomotriz. Oviedo: Universidad de Oviedo.
- Nestle, D. (2003). Hand laterality and cognitive ability: A multiple regression approach. Brain and Cognition, 52(3): 390-98.
- Zazzo R. (1984). Manual para el examen psicológico del niño. 7ª Edición (1ª Edición 1970). París: Delachaux et Niestlé.