Una intervención piloto sobre los estilos de vida en atención primaria. primeros resultados
Una intervención piloto sobre los estilos de vida en atención primaria. primeros resultados
RESUMEN COMUNICACIÓN/PÓSTER
Desde la publicación del informe Lalonde1, corroborado por numerosos estudios posteriores, los estilos de vida (EV) han mostrado ser los determinantes más importantes de la salud humana. Son estos hábitos de la persona, junto a los contaminantes del medio ambiente los grandes responsables de las “epidemias” de obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial, alteraciones lipídicas y neoplasias malignas, entre otros, que con sus prevalencias crecientes producen importantes discapacidades y muertes prematuras2, y amenazan el sostenimiento de nuestros sistemas sanitarios. Las instituciones y las sociedades científicas son conscientes de ello, y citan como prioritario, en sus planes y recomendaciones, la intervención sobre los EV. Las estrategias de la OMS3, nuestra Ley General de Sanidad4 y los planes de salud autonómicos5 lo recogen claramente en su contenido. Sin embargo, son muy escasos las inversiones y esfuerzos en dicha intervención, frente a los desorbitados gastos en la asistencia sanitaria de los procesos y complicaciones que dichos estilos de vida incorrectos producen en la salud humana, existiendo una brecha enorme entre lo invertido en las consecuencias y lo invertido en las causas, entre lo planificado y lo ejecutado. Animados por ofrecer a los pacientes motivados una orientación profesional, dos médicos de familia, asesorados por un Licenciado en Ciencias del Deporte y otros profesionales expertos en tabaquismo, obesidad, etc, decidieron iniciar en mayo de 2007 una unidad/consulta piloto para la intervención sobre los estilos de vida, abordando fundamentalmente el tabaquismo, el exceso de peso y el sedentarismo, con una intervención más breve en otros hábitos, como el consumo excesivo de alcohol. La herramienta básica ha sido la entrevista motivadora, centrada en el paciente, ayudándonos de fármacos en casi todos los casos de tabaquismo y en algunos de exceso de peso. Se presentan en este trabajo los primeros resultados, tras 9 meses de trabajo, con 39 pacientes, un número corto para obtener conclusiones definitivas, pero suficiente para reflexionar sobre este tipo de intervención y valorar su utilidad. Al comparar las medias de los valores obtenidos en la visita inicial con los de la última visita efectuada por el paciente, apreciamos moderados descensos (3-6%) en el peso y perímetro de cintura, y algo más elevados (11,4 mmHg) en la presión arterial sistólica y en los lípidos en sangre (32,13 mg/dl en el colesterol total y 23,25 mg/dl en triglicéridos). Asimismo, encontramos un relevante descenso en el consumo medio de alcohol (de 17,22 a 6,17 UBEs semanales) y aún más en el tabaco (de 23,75 a 1,25 cigarrillos/día, prácticamente todos los fumadores han abandonado el hábito), siendo por todo esto también relevante el descenso (20-40%, según escala) al calcular el riesgo cardiovascular con las ecuaciones más usuales (SCORE, Regicor, Dorica y Framingham). Una de los recursos terapéuticos utilizados ha sido el incremento de la actividad física, cuyo gasto energético calculado ha pasado, en los individuos sedentarios, de 108 a 307 kcal/día,el el ejercicio físico realizado durante el tiempo libre, recogido en una encuesta de actividad física autocumplimentada semanalmente porel paciente. Paralelamente a estas mejoras en en los parámetros biológicos, la autopercepción de la calidad de vida también ha mejorado sensiblemente, pasando de 59,75 a 77,50 la puntuación media, en la escala analógica (de 0 a 100) contenida en el cuestionario Euroqol-5D Como se dice antes, el reducido número de pacientes no permite establecer conclusiones definitivas, pero sí abrir una línea de reflexión, pues la política actual, exageradamente asistencialista, muestra cada año su fracaso cuando se publican las prevalencias, cada vez más altas, de estos procesos que tanta infelicidad y sufrimiento producen. Creemos que hay que establecer otras líneas de actuación para luchar efectivamente contra este grave problema, ejecutando “al pie de la letra” la filosofia contenida en las leyes y planes de salud.
Referencias
1. Lalonde, M. A new Perspective on the Health of Canadians. Office of the Canadian Minister of National Health and Welfare, 1974.
2. McGinnis JM, Foege WH. Actual causes of death in the United Stated. JAMA 1993; 270: 2207-2212.
3. ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Iniciativa “Por tu salud, muévete” (move for health). WHO/NMH/NPH/PAH/03.1
4. Ley General de Sanidad de 1986.
5. Plan de Salud de Extremadura 2005-2008. Dirección General de Planificación, Ordenación y Coordinación Sanitarias. Consejería de Sanidad y Dependencia. Junta de Extremadura. Disponible en Internet: .
6. Herdman M, Badia X y Berra S. El EuroQol-5D: una alternativa sencilla para la medición de la calidad de vida relacionada con la salud en atención primaria. Aten Primaria 2001 (28) 425-29.