¿Os apetece una tapa de hemoglobina de cocodrilo?
¿Por qué el entrenador chino, Ma Junren hace beber sangre de tortuga a sus deportistas de larga distancia y cuales son los posibles beneficios de tal práctica? ¿Es este el secreto de los numerosos éxitos conseguidos por sus corredoras? ¿Qué tienen los repetidores…
Autor: Ricardo Segura (Director de Alto Rendimiento)
El mundo atlético ha reaccionado con una mezcla de mofa y escepticismo al averiguar que el “gran” entrenador chino Ma Junren estaba dando a sus campeonas mundiales sangre de tortuga con la intención de mejorar su rendimiento, pero los científicos de Cambridge (Inglaterra) han desvelado hace poco que el cóctel sanguíneo de tortuga puede que no sea motivo de risa.
Esto es porque han descubierto que la sangre de otro reptil -el cocodrilo- puede que eventualmente mejore el avance atlético de los deportistas. El eslabón entre la sangre de cocodrilo y el rendimiento no es tan dispar como pueda parecer, ya que los científicos se han maravillado durante años de la capacidad que tienen los cocodrilos para permanecer durante una hora por debajo del agua sin coger ni un solo soplo de aire fresco. La necesidad de aire fresco de los cocodrilos es tan baja que las bestias escamadas simplemente arrastran su presa bajo el agua, ahogando a sus desafortunadas víctimas sin la necesidad del golpe asesino de sus potentes mandíbulas. Aunque parezca extraño, los cocodrilos pueden permanecer sumergidos durante largos periodos de tiempo aunque sus tejidos tengan bajos niveles de hemoglobina, proteína de características únicas que almacena oxígeno y permite a otros animales como ballenas o focas a permanecer en el fondo acuático durante extensos periodos de tiempo. El bajo rendimiento de oxígeno mostrado por los cocodrilos ocurre porque la hemoglobina que se pasea por su sangre posee unas características únicas y diferenciadas. Lo que ocurre es que mientras que los cocodrilos aguantan la respiración bajo el agua, el dióxido de carbono aumenta considerablemente en su sangre. Este CO2 se disuelve formando bicarbonato.
Estos iones de bicarbonato resultantes, se adhieren inmediatamente a la moléculas de la hemoglobina del cocodrilo, obligando a que esta se desprenda del átomo de oxígeno que tiene almacenado. Entonces, este átomo de oxígeno que queda liberado se une a los tejidos, sin ser necesario que los reptiles sumergidos tengan que salir enseguida a la superficie, pues ya han obtenido parte del oxígeno que sus tejidos necesitan obtener por mediación de la respiración. Este efecto podría ser de gran ventaja para los deportistas en el caso de que se les insertara, en sus células rojas, hemoglobina de los reptiles ya que la hemoglobina humana carece de los aminoácidos clave del cocodrilo, los cuales tienen cierta afinidad al bicarbonato.
Por mucho que los deportistas se entrenen vigorosamente, el exceso de bicarbonato automáticamente producido, se uniría a la hemoglobina de cocodrilo y aportaría una mayor cantidad de oxígeno hacia los músculos, obteniendo más energía y aumentando así la resistencia del atleta. En lugar asfixiarse a intensidades limitadas por el oxígeno , los deportistas con hemoglobina de cocodrilo devorarían a sus oponentes durante la competición.
Los científicos de Cambridge han podido localizar el punto exacto donde la hemoglobina del cocodrilo se desprende del bicarbonato. Entonces, han hecho que las células bacteriales produzcan copias de esos puntos de enganche y las han puesto en la hemoglobina humana. Básicamente, los científicos han producido un tipo de hemoglobina completamente nueva, (parte humana, parte de cocodrilo) la cual se mostraría muy eficiente a la hora de administrar oxígeno a los músculos. En un escenario médico, esta nueva hemoglobina supondría un nuevo avance para aquellos pacientes que tienen dificultades en conseguir que sus músculos reciban el oxígeno suficiente. Por ejemplo, individuos con enfisema se podrían beneficiar enormemente.
En el campo deportivo, la hemoglobina híbrida podría ayudar a los deportistas a rendir durante mayores periodos de tiempo y a intensidades más elevadas. El mundo entero se ha burlado cuando Ma Junren incluyó sangre de tortuga en la dieta de sus deportistas, pero algo de sangre de cocodrilo incluida en la hemoglobina humana, podría verdaderamente producir los más altos rendimientos.
Fuente: (‘Transplanting A Unique Allosteric Effect from Crocodile into Human Haemoglobin,’ Nature, vol. 373, pp. 244-246, 1995).