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21 Sep 2006

Condición física y composición corporal de tenistas masculinos de categoría absoluta.

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El tenis competitivo actual requiere una combinación de las principales variables fisiológicas, pero la especificidad de dichas variables tiene que ser todavía determinada (Kovacs 2006). Aunque tradicionalmente se ha pensado que el tenis es un deporte con predominio aeróbico debido…

Autor(es): Juan Pablo Rey López
Entidades(es): Doctorado en la Universidad de Zaragoza y Entrenador Personal Centro Natación Helios
Congreso: IV Congreso Mundial de Ciencia y Deportes de Raqueta
Madrid-21-23 de Septiembre de 2006
ISBN: 84-611-2727-7
Palabras claves: Condición Física, Composición Corporal, Tenis

Resumen condición física y composición corporal de tenistas masculinos

El tenis competitivo actual requiere una combinación de las principales variables fisiológicas, pero la especificidad de dichas variables tiene que ser todavía determinada (Kovacs 2006). Aunque tradicionalmente se ha pensado que el tenis es un deporte con predominio aeróbico debido a la larga duración de los partidos, estudios recientes reivindican el predominante rol del metabolismo anaeróbico (Kovacs 2004). Por ejemplo, la duración de cada punto ha disminuido de 12,2 segundos en el US Open de 1988 hasta 5,99 segundos en el US Open 2003, en la final individual masculina (Kovacs 2004). Al igual que en otros deportes, los tenistas deben entrenar (condición física, técnica ) de una manera específica para mejorar su rendimiento (Kovacs 2006). Por ello, se hace necesario valorar la condición física, de forma que el preparador físico oriente el entrenamiento a las necesidades específicas de cada tenista. Este trabajo, expone los resultados de test de condición física y valoración de la composición corporal, en tenistas de categoría absoluta masculina.

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Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº2.

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Introducción

El tenis competitivo actual requiere una combinación de las principales variables fisiológicas, pero la especificidad de dichas variables tiene que ser todavía determinada (Kovacs 2006). Aunque tradicionalmente se ha pensado que el tenis es un deporte con predominio aeróbico debido a la larga duración de los partidos, estudios recientes reivindican el predominante rol del metabolismo anaeróbico (Kovacs 2004). Por ejemplo, la duración de cada punto ha disminuido de 12,2 segundos en el US Open de 1988 hasta 5,99 segundos en el US Open 2003, en la final individual masculina (Kovacs 2004). Al igual que en otros deportes, los tenistas deben entrenar (condición física, técnica ) de una manera específica para mejorar su rendimiento (Kovacs 2006). Por ello, se hace necesario valorar la condición física, de forma que el preparador físico oriente el entrenamiento a las necesidades específicas de cada tenista. Este trabajo, expone los resultados de test de condición física y valoración de la composición corporal, en tenistas de categoría absoluta masculina.

Métodos

5 tenistas de categoría absoluta masculina (Edad: 23 + 4) fueron analizados durante la temporada 2003-2004 (Diciembre). Los sujetos estaban incluidos en el Centro de Tecnificación de la Federación Aragonesa de Tenis (FAT), ocupando puestos destacados en el ranking nacional (45,46,75,95,120). Se hicieron las siguientes valoraciones: Test de Laboratorio: Realizados en el Centro de Medicina del Deporte del Gobierno de Aragón. Se analizaron las siguientes variables: Peso: El sujeto se coloca en el centro de la báscula y de espaldas al registro de medida, en posición anatómica. Se utilizó una balanza con una exactitud de 100 g (SECA, Hamburg, Germany) Talla: Distancia entre vértex y las plantas de los pies, en centímetros. Se utilizó un tallímetro de 60 a 210 cm, de 0,1 cm de exactitud (KaWe, Asperg, Germany). Somatotipo: Es la descripción cuantificada de la configuración morfológica del individuo. En este estudio se ha seguido el método de Heath y Carter (1975), quedando definido por tres componentes: Endomórfico (obesidad relativa), Mesomórfico (robustez músculo esquelética relativa), Ectomórfico (linealidad relativa). Para su cálculo se tomó el valor medio de tres mediciones de los siguientes pliegues cutáneos (utilizando un plicómetro Holtain LTD. UK): triceps, subscapular, suprailiaco, abdominal, muslo anterior y medial de la pierna. Se utilizaron las normas, recomendaciones y técnicas de medición de la Sociedad Internacional de Avances en Cineantropometria (ISAK). % grasa: Se utilizó la ecuación de Jackson y Pollock (1974). Squat Jump (SJ), Countermovement Jump (CMJ ) y Abalakov: Las fuerzas generadas durante el salto vertical se midieron mediante una plataforma de fuerza (Kistler, Winterthur, Suitzerland). Cada sujeto realizó tres tipos de saltos verticales máximos: 1) SJ en el que hay que saltar desde una posición de salida con las piernas flexionadas por la rodilla a 90º y en el que no se puede realizar contramovimiento previo. 2) CMJ en el que se parte de la posición de pie y se realiza un contramovimiento flexionando rápidamente las rodillas hasta unos 90º para conseguir impulso previo, situando los brazos en las caderas. 3) Abalakov, consiste en realizar un CMJ pero utilizando los brazos para impulsarse. Se determino la altura de vuelo, del mejor intento de 2 posibles. V02max en tapiz rodante: Se utilizó un protocolo continuo en un tapiz (Technogym “Runrace”, Italia, consistente en una velocidad inicial de 8 km/h, con un incremento de 1 km/h cada minuto y una pendiente constante del 3%. El aire espirado fue monitorizado mediante un analizador de gases (Vmax29, Sensormedics, USA). El aparato fue calibrado previamente. Test de Campo: Realizados en la FAT y en una pista de atletismo homologada. 30 metros: A partir de salida parada, recorrer en el menor tiempo posible la distancia. Cronometraje manual mediante reloj Nike Alpha Project. De 3 intentos se eligió el mejor tiempo. 1000 metros: Fue realizado en pista de atletismo, teniendo los sujetos experiencia previa al estar incluido en su programa de entrenamiento, mejorando la fiabilidad de la medición. Cronometraje manual. Previo calentamiento general y unas aceleraciones se realizó un solo intento. 10 x 5 m: Realizado sobre asfalto. El test consiste, desde salida parada, recorrer en el menor tiempo posible 10 veces 5 metros, separados por 2 líneas señaladas con conos. El sujeto debía pisar las líneas en cada intento para validar el resultado. Cronometraje manual.

Resultados

Los datos fueron analizados con el programa estadístico SPSS 13.0 para Windows y son presentados en el texto como valores medios + desviaciones estándar (DS). Peso (kg): 79,4 + 3,78 Talla (cm): 182,6 + 0,03 % Grasa: 11,6 + 3,32 Endomorfia: 2.71 + 0,78 Mesomorfia: 4.61 + 0,26 Ectomorfia: 2.62 + 0,55 SJ: 35,4 + 4,5 CMJ: 39,4 + 4,09 Abalakov: 46,8 + 3,7 V02max (ml/kg/min): 59,92 + 5,87 30m (seg): 4,63 + 0,09 1000m (seg): 197,2 + 7,85 10 x 5m (seg): 13,9 + 0,44.

Discusión

Los resultados obtenidos representan el nivel de condición física y la composición corporal de los mejores jugadores masculinos de categoría absoluta, de la región de Aragón. En cuanto a la talla (182,6 + 0,03) los sujetos están muy cerca de la media del circuito internacional masculino, de 184 cm ,Solanellas et al. (1996). El somatotipo de nuestros sujetos (S=2.71-4.61-2.62) es similar al encontrado en tenistas españoles de nivel nacional, Solanellas et al. (1996) (S=2.9-4.0-3.3), aunque ligeramente más mesomórficos y menos ectomórficos. El consumo máximo de oxígeno está dentro de los niveles de referencia encontrados en tenistas de alto nivel no españoles, 44-69 ml/kg/min (Kovacs 2006), y similares a los valores publicados por Fernández et al. (2005) en 6 jugadores masculinos de categoría absoluta y junior, 58,2 + 2,2. Varios estudios han monitorizado el consumo de oxígeno durante la simulación de partidos mediante analizador de gases portátil (Ferrauti et al. 2001, Fernández et al. 2005), encontrando valores medios de consumo de oxigeno de 25,6 + 2,8 y 26,62 + 3,3 respectivamente. No obstante, la naturaleza intermitente del tenis conlleva periodos de mucho mayor consumo de oxigeno, llegándose en un partido hasta 181 pulsaciones por minuto (Fernández et al. 2005), por lo tanto puede resultar engañoso la expresión de la intensidad mediante el consumo medio. Los test de potencia de salto encontrados son similares a los registrados en la literatura (SJ: 36cm, CMJ:39cm) en tenistas italianos de nivel nacional (Bosco 1994), aunque más bajos que los encontrados en otros deportes intermitentes (Cronin y Hansen 2005). Es importante tener en cuenta que los mejores jugadores de tenis obtienen mejores resultados en test de potencia y velocidad de desplazamiento frente a los de menor nivel (Sanchis Moysi 2005) Los test de velocidad y agilidad (30 m y 10 x 5m) fueron seleccionados buscando su similitud con las demandas fisiológicas del tenis. Sin embargo, algunos autores no recomiendan sprints mayores de 20 m en el programa de entrenamiento, basándose en principios de especificidad del entrenamiento (Kovacs 2006). Los resultados en el test de 30 m (4,63 seg + 0,09) son peores que los encontrados en 92 futbolistas de tercera división (4,25 seg ) por Arjol (2004) y jugadores profesionales de rugby (3,86 seg) por Cronin y Hansen (2005), ambos deportes de naturaleza intermitente. Resaltar que estos últimos estudios se realizaron con células fotoeléctricas, eliminando el tiempo de reacción. En cambio, en nuestro estudio, los sujetos salían a la señal dada por el observador (visual), añadiendo unas milésimas extras a los resultados. No disponemos de referencias de test de 30 m y de 10 x 5 m de tenistas de nivel nacional o internacional, con los cuales comparar nuestra muestra. Sin embargo, pensamos que pueden servir estos datos de referencia para posteriores estudios. Varios estudios han encontrado una alta correlación entre diferentes test de salto y test de velocidad. Asi por ejemplo, Cronin y Hansen (2005) han publicado una correlación inversa entre el test de 30m y CMJ (r = – 0.56, p<0.05) en jugadores profesionales de rugby, Young et al. (1996) (r = – 0.66, p<0.05) en jugadores de fútbol australiano, entre el test de 20m y CMJ, así como Mero et al. (1981) en atletas de velocidad (r = – 0.65 p<0.05) entre el test de 30m y CMJ. Nuestros sujetos, no presentaban una correlación significativa entre el test de 30m y los test de salto (datos no mostrados), aunque la escasa muestra analizada disminuye el poder estadístico. Por último, citar un estudio que apoya la importancia del rendimiento de las extremidades inferiores en el tenis. La fuerza extensora máxima de la rodilla (medida isocinéticamente) fue la única variable que correlacionaba significativamente con la precisión de diferentes golpeos de tenis (Perry et al. 2004) en tenistas adolescentes.

Conclusiones

El somatotipo y la condición física de los sujetos estudiados (tenistas masculinos categoría absoluta de nivel nacional) coincide con la descrita en la literatura, aunque quizá sería necesario mejorar la potencia muscular de las piernas, dado que los mejores jugadores presentan mayores niveles de potencia en la extremidad inferior y comparado con otros deportes, los tenistas estudiados son más lentos. Consideramos importante la valoración de la condición física y la composición corporal, ya que puede ayudar a los técnicos en la elaboración del entrenamiento condicional hacia aquellas capacidades menos desarrolladas.

Bibliografía

  • Arjol, J.L. 2004. “Comparación de dos programas de trabajo para la mejora de la fuerza específica del futbolista” Tesis doctoral. Universidad de Zaragoza.
  • Bosco, C. 1994. La valoración de la fuerza con el test de Bosco. Ed. Paidotribo.
  • Cronin, J.B. y Hansen, K.T. 2005. “Strength and power predictors of sports speed” Journal of Strength and Conditioning Research. 19(2), 349-357.
  • Fernández, F et al. 2005. “La intensidad de trabajo en tenis: el entrenamiento frente a la competición”. Archivos de Medicina del Deporte Vol. 22 Nº107: 187-192.
  • Ferrauti, A. et al. 2001. “Physiological responses in tennis and running with similar oxygen uptake”. Eur J Appl Physiol. 85: 27-33. Heath, B.H., Carter, J.E.L. 1980. “A modified somatotype method”. Am J Phys Anthrop 27 : 57-54.
  • Jackson A.S, Pollock M.K. 1978 “Intertester reliability of selected skinfold and circumference measurements and percent fat estimates”. Res Q. Dec;49(4):546-51.
  • Kovacs, M.S .2004. “Energy system-specific training for tennis”. Strength and Conditioning Journal; Vol 26,N5, 10-13.
  • Kovacs, M.S. 2006. “Applied physiology of tennis performance”. Br J Sports Med;40:381-386.
  • Mero, A. et al. 1981. “ Relationships between the maximal running velocity, muscle fiber characteristics, force production and force relaxation of sprinters”. Scand J Sports Sci. 3:16-22.
  • Perry, A.C. 2004 “Can laboratory-based tennis profiles predict field tests of tennis perfomance?” Journal of Strength and Conditioning Research. 18(1),136-143.
  • Sanchis Moysi, J. 2005. “Consideraciones sobre el entrenamiento de la fuerza muscular en el tenis”. RED XVIII; 1:23-27.
  • Solanellas, F. et al. 1996. “Valoración cineantropométrica de tenistas de diferentes categorías” Apunts: Educación Física y Deportes (44-45) 122-133.
  • Young, W.M. et al. 1996. “Relationship between speed, agility and strength qualities in Australian rules fooftall. Strength Cond. Coach. 4:3-6.
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