El nivel de juego como variable sobre la que fundamentar el aprendizaje. Una aplicación al balonmano como contenido educativo
Resumen
La necesidad de determinar el nivel de rendimiento que presenten nuestros alumnos/as, es una de las variables de las que debe depender el proceso de enseñanza – aprendizaje de los deportes de espacio común y participación simultánea y en el caso concreto de esta comunicación, en el balonmano, dentro del área de Educación Física en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (E.S.O.) . Identificamos una serie de niveles de juego que, en su totalidad, abarcan la diversidad de comportamientos lúdicos que los alumnos/as pueden mostrar en este tipo de deportes y nivel de enseñanza. Para cada nivel describimos las conductas que lo caracterizan, lo que nos permitirá identificar a cada uno de nuestros alumnos/as con un nivel de juego a partir del cual construir su proceso de aprendizaje.
1. Introducción:
Querer convencer a un profesor de que sus clases están formadas por alumnos/as diferentes, no justificaría la pertinencia de esta comunicación. Todos los docentes son conscientes de que sus alumnos/as no son idénticos y que no todos poseen los mismos niveles de conocimiento, experiencia, motivación o capacidad de aprendizaje motor. Esta evidencia le debe llevar a considerar a cada alumno/a a partir de su nivel de desarrollo y maduración, fundamentando los nuevos aprendizajes sobre los que ya posee el alumno/a, de forma que el proceso de aprendizaje en el área de Educación Física se sustente en una concepción constructivista y significativa del mismo (Díaz, J.; 1995). La comunicación que a continuación desarrollamos, va a centrarse en la necesidad de determinar el nivel de rendimiento que presenten nuestros alumnos/as, como una de las variables de las que debe depender el proceso de enseñanza – aprendizaje de los deportes de espacio común y participación simultánea y en el caso concreto de esta comunicación, en el balonmano, dentro del área de Educación Física en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (E.S.O.) .
2. Identificación del nivel de juego practicado
El vigente Diseño Curricular Base (D.C.B.) del área de Educación Física para la E.S.O., incluye, dentro de los contenidos del área, el de Juegos y Deportes. Respecto a cómo debe de ser abordada su enseñanza, en la introducción al D.C.B. se dice lo siguiente: “O deporte na área de Educación Física debe ter un carácter aberto, sen que a participación se supedite a características de sexo, nivel de habilidade, ou outros criterios de discriminación…” (D.C.B., pág 2). Atendiendo a esto, el proceso de enseñanza- aprendizaje del balonmano como contenido educativo, debe atender simultáneamente a dos aspectos: el nivel de desarrollo y habilidad de los educandos y a la estructuración lógica de los contenidos de juego, de tal forma que este proceso educativo se estructure de modo que atienda a la diversidad, relacionando los niveles de aptitud de cada educando, con los niveles crecientes de complejidad en el juego. La proporcionada relación de estos dos aspectos, será clave en el progreso del aprendizaje de los alumnos/as, pues dará lugar a la obtención del éxito en la tarea por parte de los mismos/as, lo que a su vez influirá en la conversión del tiempo de práctica disponible por el alumno/a, en tiempo de compromiso motor, (Piéron, M.; 1999). Para alcanzar esta correspondencia, debemos, en primer lugar, definir los niveles de juego, diferenciando en su totalidad todos aquellos que puedan identificar la diversidad de comportamientos de los alumnos/as en este tipo de deportes y nivel de enseñanza. En segundo lugar, hemos de describir las conductas que se corresponden con cada nivel de juego, para así poder identificar a cada uno de nuestros alumnos/as con el nivel de juego con el que se corresponde su comportamiento lúdico. En este punto tenemos que aclarar que nuestra percepción de conducta motriz coincide con la de Hernández Moreno (1994, pág.42), quien la define como: “el comportamiento del individuo en tanto que portador de significación, o dicho de otra manera, la organización significativa del comportamiento motor”. Para la identificación de los niveles de juego, hemos partido de la clasificación elaborada por During, P. y Bordes, P. (en Lagardera, F. y Lavega, P.; 2004) y Lago, C. (2003), adaptándola a nuestros intereses. A continuación, pasamos a enumerar los niveles que hemos identificado, al tiempo que describimos los comportamientos que en ataque y defensa los caracterizan.
3. Conclusiones
La atención a la diversidad es uno de los principios educativos recogidos en nuestro actual D.C.B. Respetar este principio supone, en la práctica, que el contenido de enseñanza debe ser organizado de tal manera que la presentación al alumno/a facilite la asimilación del mismo, pues sólo de este modo el educando podrá progresar en el aprendizaje. La adecuación de las tareas al nivel de habilidad del alumno/a representa una de las claves del éxito de su práctica, contribuyendo con ello a dotar de eficacia al proceso de enseñanza – aprendizaje. Hay que tener en cuenta además, que uno de los objetivos de la enseñanza de la Educación Física, es que los alumnos/as quieran seguir realizando actividad física una vez acabadas sus obligaciones escolares. Una actitud positiva hacia la actividad física se logrará sólo si se ha practicado con éxito. Proponer tareas que cada alumno/a pueda solucionar eficazmente, ayudará a que este deseo se afiance.
Bibliografía
- Bordes, P. y During, B. (2004): La ciencia de la acción motriz En Lagartera, F. y
- Lavega, P. (eds). Ediciones de la Universitat de Lleida; Lleida
- Hernández, J. (1994): Análisis de las estructuras del juego deportivo. Ed, Inde; Madrid
- Lago, C. (2003):La enseñanza del fútbol en edad escolar. Ed. Wanceulen; Sevilla
- Piéron, M. (1999): Para una enseñanza eficaz de las actividades físico-deportivas. Ed. Inde; Madrid
- Varios (2002):Diseño Curricular Base de Educación Física para a Educación Secundaria Obligatoria. Editado por la Consellería de Educación e OrdenaciónUniversitaria da Xunta de Galicia; Santiago de Compostela