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18 May 2012

¿La cinta rodante modifica el patrón de presión plantar?

La evaluación clínica de la presión plantar durante la marcha se realiza tanto en cinta rodante como en pasillo de marcha. Sin embargo, las posibles diferencias en el patrón de presiones plantares entre ambos medios no está totalmente esclarecido. El objetivo del presente estudio ha sido evaluar el efecto de la cinta rodante sobre las presiones plantares a tres velocidades de marcha (lenta, media y alta).

Autor(es):Salvador-Coloma, P.1, Gascó López de Lacalle, Jaime.1, Villar-Aura, J.2, Lucas-Cuevas, A.G.3
:1Departamento de Fisioterapia. Universidad Cardenal Herrera CEU, 2Departamento de Ciencias del Deporte, Universidad Católica de Valencia, 3Departamento de Educación Física y Deportiva, Universidad de Valencia.

Congreso: IV Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Educación Física. (VIII Seminario Nacional de Nutrición, Medicina y Rendimiento Deportivo)
Pontevedra, España, 10-12 Mayo 2012
ISBN: 978-84-939424-2-7
Palabras Clave: :Biomecánica, evaluación, cinta rodante, presión, marcha

¿La cinta rodante modifica el patrón de presión plantar?

RESUMEN COMUNICACIÓN/PÓSTER

La evaluación clínica de la presión plantar durante la marcha se realiza tanto en cinta rodante como en pasillo de marcha. Sin embargo, las posibles diferencias en el patrón de presiones plantares entre ambos medios no está totalmente esclarecido. El objetivo del presente estudio ha sido evaluar el efecto de la cinta rodante sobre las presiones plantares a tres velocidades de marcha (lenta, media y alta). Participaron 25 sujetos sanos. Para registrar las presiones plantares se utilizó un sistema de plantillas instrumentadas Biofoot/IBV que se colocaban en un calzado deportivo estándar. La cinta rodante utilizada fue un BH fitness modelo ColumbiaPro de 1600W de potencia y el pasillo de marcha tenía unas dimensiones de 12m de largo por 2m de ancho. Tras verificar la normalidad de los datos mediante el test de Kolmogorov-Smirnov y la homoscedasticidad mediante la prueba de Levene, se realizó un análisis de la varianza (ANOVA) de dos factores (superficie y velocidad) y de medidas repetidas, fijando el nivel de significación en el 95% (p?0,05). Los resultados mostraron diferencias (p<0,05) cinta vs pasillo, fundamentalmente en el talón y el arco externo, observándose además diferencias significativas en función de la velocidad. Se concluye que la cinta rodante modifica las presiones plantares con respecto a la situación normal de marcha (pasillo) y que dichas diferencias deberían tenerse en cuenta tanto en la evaluación clínica como en el diseño de plantillas y/u ortesis plantares.

INTRODUCCIÓN

En la mayoría de laboratorios donde se realizan evaluaciones funcionales, biomecánicas y/o podológicas, el sujeto camina o corre sobre un “treadmill” (cinta rodante o cinta sin fin), porque permite tener instrumentado al sujeto en un espacio reducido y sin necesidad de mover el instrumental de medición. Sin embargo, hay indicios de que la evaluación biomecánica, en su doble vertiente de evaluación-prevención de factores de riesgo de lesión, puede dar resultados no totalmente equivalentes a los obtenidos en el entorno habitual, que es el suelo.

Diversos estudios1-2  indican que la marcha en un “treadmill ideal”, cuando la cinta se mueve a una velocidad constante, no se diferencia mecánicamente de la marcha en el suelo. Pero los treadmills existentes en el mercado no son ideales, ya que la cinta se decelera durante el contacto de talón, y se acelera durante la fase de impulsión, además de cierto movimiento de la cinta en su eje transversal. Esto modifica ciertos parámetros (algunos fáciles de detectar con un simple cronómetro), como la sobreestimación de la cadencia (frecuencia) que se cifra en un 7%, u otros parámetros más complejos y difíciles de detectar, como son: el cambio en la velocidad de la cinta dentro de cada zancada y las fluctuaciones de energía que se producen entre cinta y corredor 3-4, modificaciones en aspectos espacio/temporales de la carrera que se dan al correr en cinta 5,6,7 al comparar diversas variables cinéticas8-9.

El tipo y calidad de cinta, así como la familiarización de los sujetos, son dos variables de gran importancia para limitar las posibles diferencias del suelo respecto al treadmill. Respecto al proceso de familiarización, algunos estudios10-11 indican que sólo después de un largo e intenso programa las diferencias cinemáticas entre suelo y treadmill se estrechan, pero no desaparecen. También indican que en este proceso se pueden diferenciar dos fases; una primera fase de acomodación rápida, seguida de otra más lenta y gradual. Por esta razón, el tiempo estimado10 para una correcta familiarización es de 1 hora, preferiblemente distribuida en varias sesiones.
En el caso de la carrera a pie, las diferencias en la cinemática de las extremidades inferiores inducidas por el treadmill han sido bastante estudiadas10,11,12. Sin embargo, existe poca información sobre los cambios inducidos por el treadmill en la cinética del pie durante el apoyo.

Gheluwe et al. (1994)13 analizaron los patrones de presión plantar durante la fase de apoyo, en treadmill y en pasillo de marcha, y tanto en marcha como en carrera. Sus conclusiones principales fueron que la duración de la fase de apoyo del talón disminuye, así como la presión máxima alcanzada en dicha zona, mientras que aumenta la duración de la fase de impulso, especialmente en la zona medial del pie, disminuyendo la presión máxima alcanzada en esta zona, especialmente durante la carrera.

Sin embargo, en uno de los trabajos más completos publicados14, se indica que “…la relación entre el pico de presión plantar y la velocidad en treadmill durante la marcha en regiones plantares específicas y en condiciones normales con adultos, no ha sido claramente descrito”.
Por todo ello, el objetivo fundamental del presente estudio ha sido establecer las diferencias en el patrón de presiones plantares durante la marcha inducidas por el treadmill con respecto al suelo (pasillo de marcha) y a las velocidades de marcha más habituales.

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MATERIAL Y MÉTODOS

En el estudio participaron 25 estudiantes (15 hombres y 9 mujeres) sin ninguna patología y/o anormalidad anatómica o funcional en el miembro inferior (edad 25,71±3,9 años, peso 61,35±12,46 kg, altura 171,25±9,07 m). Todos ellos firmaron un manifiesto de consentimiento para la participación voluntaria en el estudio.
El instrumental utilizado para el registro de las presiones plantares fue el sistema de pedobarografía Biofoot IBV v.6.0. Se trata de un sistema de plantillas instrumentadas con transductores de presión piezoeléctricos. Dichas plantillas se introducían en calzado deportivo estándar específicamente comprado para el estudio (marca ROX, modelo clásico. Tallas europeas de la 35 a la 44). La frecuencia de muestreo fue de 650 Hz.
El pasillo de marcha utilizado tenía unas dimensiones de 12m de largo por 2m de ancho y la velocidad de marcha fue controlada mediante dos pares de células fotoeléctricas separadas 3 m y conectadas a un cronómetro con precisión de milésimas de segundo. Se utilizaron las 3 velocidades de marcha más referenciadas en la bibliografía y catalogadas como lenta (V1 = 3,6 Km/h), media (V2 = 5,4 Km/h) y rápida (V3= 7,2 Km/h) y no se aceptaron desviaciones superiores al ± 5%. El treadmill utilizado fue un BH fitness modelo ColumbiaPro de 1600W de potencia. Los sujetos estaban familiarizados a caminar en treadmill, no obstante, cada sesión de medida comenzaba con una fase de calentamiento en el treadmill de 10 minutos. Para cada sujeto se randomizó el orden en que empezaba la sesión de medida (pasillo o treadmill).
Para el tratamiento de los datos primarios se utilizó el software del Biofoot IBV versión 6.0. Se dividió la planta del pie en 9 zonas (figura 1), y se exportaron los valores de presión máximos de cada una de esas zonas.

Figura 1: las 9 zonas en las que se divide la planta del pie.

El tratamiento estadístico se llevó a cabo mediante el programa SPSS v.15.0. y consistió en un análisis de la varianza (ANOVA) de dos factores (superficie y velocidad) y de medidas repetidas, fijando el nivel de significación en el 95% (p?0,05). Previamente, se verificó la normalidad de los datos mediante el test de Kolmogorov-Smirnov y la homoscedasticidad mediante la prueba de Levene.

RESULTADOS

Las tablas 1 y 2 muestran los valores medios y desviación estándar para las 9 zonas estudiadas del pie, tanto en el pasillo de marcha como en el treadmill.

Tabla 1: Medias y desviación estándar de presiones plantares por zona  sobre treadmill.

A continuación se presentan las diferencias estadísticamente significativas (p<0’01) que se han encontrado en función de la velocidad (V1 = 3,6 Km/h; V2 = 5,4 Km/h y V3= 7,2 Km/h) y del tipo superficie (treadmill/pasillo), de cada una de las zonas analizadas del pie:
TI: Se han apreciado diferencias estadísticamente significativas en la velocidad de forma que a mayor velocidad mayor presión (p<0’01). Por otro lado, también se han observado diferencias estadísticamente significativas entre caminar en treadmill o en pasillo (p<0’01), siendo las presiones mayores en treadmill (Tabla 2).
TE: Se han apreciado diferencias estadísticamente significativas (p<0’01) en las presiones plantares entre las diferentes velocidades, de forma que a mayor velocidad mayor presión. Existen diferencias estadísticamente significativas en las presiones plantares al caminar en treadmill o sobre pasillo, observándose que hay mayor presión en el pasillo que en el treadmill. (p<0’01) (Tabla 3).
AI: Existen diferencias estadísticamente significativas de las presiones plantares entre las velocidades V1 y V2, siendo las presiones mayores en V2 que en V1 (p<0’05). En el treadmill se aprecian diferencias significativas entre V1 y V2. Las presiones son mayores en V2 que en V1 (p<0’05), mientras que en pasillo las presiones son mayores en V3 que en V2 (p<0’01) (Tabla 4).

AE: Se han observado diferencias estadísticamente significativas en las presiones plantares entre velocidades, de forma que las presiones son mayores en V2 que en V1. En el treadmill se han observado diferencias estadísticamente significativas en las presiones plantares donde son mayores en V2 que en V3 (p<0’01). Por otra parte en el pasillo no se han apreciado diferencias estadísticamente significativas (Tabla 5).
2y3MT: Se han encontrado diferencias estadísticamente significativas en pasillo, donde las presiones plantares en V2 son mayores que en V3 (p<0’01) (Tabla 6).
4y5MT: Se ha observado  diferencias estadísticamente significativas en pasillo, de manera que en V2 las presiones son mayores que en V3 (p>0’01). (Tabla 7).

DISCUSIÓN

La función de las extremidades inferiores y del pie durante la marcha han sido analizadas desde diversas perspectivas. Una de ellas es el análisis del patrón de presión plantar y de cómo se ve modificado por diferentes condiciones y/o patologías15. Las técnicas de pedobarografía16, han sido útiles para evaluar14-18 la eficacia de los tratamientos, construcción de ortesis y estabilizadores plantares, detección de inestabilidades, fascitis plantar y/o la predicción de la formación de la úlcera diabética.
La mayor parte de la literatura consultada1,10,12, describe la utilización de un tapiz rodante (treadmill) para el análisis de la presión plantar, sin embargo, no se ha considerado el efecto que podría derivarse de la utilización de este instrumental.

Así, Seagal et al. (2004) indican que “…la relación entre el pico de presión plantar y la velocidad en treadmill durante la marcha en regiones plantares específicas y en condiciones normales con adultos, no ha sido claramente descrito”. En este sentido, la mayor aportación del presente estudio se basa en la detección de diferencias estadísticamente significativas en el patrón de presiones plantares al caminar sobre un treadmill frente a la situación real de caminar sobre el suelo (pasillo de marcha).
Sumarizando los resultados obtenidos para todas las velocidades analizadas, se ha observado que las mayores diferencias a la hora de registrar la presión plantar en un treadmill frente a un pasillo son:

– sobreestimación de la presión plantar en el talón (dividido en dos zonas en el presente estudio: TI y TE)
– infraestimaicón de la presión plantar en el antepié central (2, 3 MT) y lateral (4, 5 MT).
Por tanto, se ha demostrado que caminar en un treadmill, aunque sea de “gama alta”, modifica el patrón de presiones plantares en individuos jóvenes sanos. Por ello, una principal aportación práctica del estudio es que, siempre que sea posible, las valoraciones de las presiones experimentadas por el pie durante la marcha deben hacerse sobre un pasillo de marcha.

Por otra parte, en muchas clínicas donde se evalúa la marcha en un pasillo, se utiliza una plataforma de presiones plantares sobre la que se camina descalzo. Esta es una buena aproximación para conocer el patrón de presiones plantares en función de las características del biomecánicas del pie, pero la condición “descalzo” no es la habitual. Dado que en nuestra sociedad caminamos calzados, la utilización de plantillas instrumentadas con transductores de presión con el calzado propio del paciente, proporciona una aproximación mucho más ajustada a lo que realmente va a experimentar el pie del individuo a lo largo del día 8.

CONCLUSIÓN

La primera conclusión reseñable del estudio es que el treadmill modifica el patrón de presiones plantares durante la marcha en individuos jóvenes sanos, lo que indica que es preferible utilizar un pasillo de marcha para evaluar este tipo de variables. Respecto a los resultados sobre las presiones plantares, el treadmill sobreestima las presiones en el talón y las disminuye ligeramente en el antepié. Futuros estudios deberán contrastar si estas modificaciones se cumplen en función de otras variables como la edad, pendiente o tipos de calzado/ortesis.

AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen la participación  de los estudiantes de la Segunda Edición del Máster de Atención Fisioterápica en la Actividad y el Deporte de la Universidad CEU Cardenal Herrera (Moncada, Valencia).

Conflicto de intereses.
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

BIBLIOGRAFÍA

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Figura 1: las 9 zonas en las que se divide la planta del pie.

 

Figura 1. ¿La cinta rodante modifica el patrón de presión plantar?

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 21

 

Tabla 1: Medias y desviación estándar de presiones plantares por zona  en pasillo.

Tabla 1. ¿La cinta rodante modifica el patrón de presión plantar?

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 21

 

 

Tabla 2. Diferencias treadmill vs pasillo de marcha para

Tabla 2. ¿La cinta rodante modifica el patrón de presión plantar?

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 21

 

V1: velocidad 1, V2: velocidad 2, V3: velocidad

 

Tabla 3: Diferencias treadmill vs pasillo de marcha para TI y TE.

Tabla 3. ¿La cinta rodante modifica el patrón de presión plantar?

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 21

 

(*) Medida estadísticamente significativa. En todos los casos p<0,01
V1: velocidad 1, V2: velocidad 2, V3: velocidad 3

Tabla 4: Comparaciones por pares

Tabla 4. ¿La cinta rodante modifica el patrón de presión plantar?

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 21

 

V1: velocidad 1, V2: velocidad 2, V3: velocidad 3

Tabla 6: Comparaciones por pares

Tabla 6. ¿La cinta rodante modifica el patrón de presión plantar?

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 21

V1: velocidad 1, V2: velocidad 2, V3: velocidad 3

Tabla 7: Comparaciones por pares

Tabla 7. ¿La cinta rodante modifica el patrón de presión plantar?

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 21

 

 

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