Análisis de la postura raquídea sobre la bicicleta en ciclistas máster 30
Resumen postura raquídea sobre la bicicleta
Introducción: Las desalineaciones del morfotipo raquídeo, con pérdida de los valores angulares considerados fisiológicos, se han asociado con el aumento del estrés vertebral y un mayor riesgo de aparición de lesiones y/o algias raquídeas. El ciclismo se caracteriza por ser un deporte de altas exigencias físicas, donde los ciclistas permanecen durante largas etapas o periodos de entrenamiento sobre sus bicicletas, con el tronco flexionado para apoyar las manos sobre el manillar. Por ello, el objetivo del presente trabajo fue valorar la disposición sagital del raquis torácico, lumbar e inclinación pélvica en ciclistas de la categoría máster 30.
Material y método: A un total de 35 ciclistas de la categoría máster 30 (media de edad: 34,66 ± 2,97 años) se les evaluó mediante un Spinal Mouse (Idiag, Suiza) la disposición sagital del raquis torácico, lumbar e inclinación pélvica, sobre la propia bicicleta de cada ciclista, con las manos apoyadas en el agarre del manillar transversal, de manetas y bajo.
Resultados: Los valores angulares medios para la curva torácica, lumbar e inclinación pélvica en el agarre transversal fueron: 41,97 ± 7,24º, 21,03 ± 6,57º y 21,57 ± 6,94º; en el agarre de manetas: 39,66 ± 10,18º, 22,63 ± 7,12º y 25,71 ±7,14º; y en el agarre bajo: 42,00 ± 9,74º, 23,77 ± 7,23º y 32,77 ± 7,05º. El ANOVA manifestó diferencias significativas en los valores angulares obtenidos para el raquis lumbar e inclinación pélvica entre las posiciones evaluadas (p < 0,05). El análisis post hoc con ajuste de Bonferroni mostró una significativa (p < 0,016) mayor flexión lumbar e inclinación pélvica anterior en el agarre bajo del manillar con respecto a los demás agarres.
Conclusiones: Sobre la bicicleta, el raquis torácico disminuye sus valores angulares con respecto a las referencias de normalidad para la cifosis torácica, existente en la literatura. El raquis lumbar se encuentra en inversión, siendo mayor su flexión a medida que el agarre del manillar es más bajo y distal con respecto a la altura del sillín. Es conveniente la realización de ejercicios de fortalecimiento lumbar y abdominal para prevenir posibles molestias y/o patologías raquídeas debido a la flexión permanente a la que es expuesto el raquis lumbar sobre la bicicleta, durante los entrenamientos y competiciones.
Palabras clave (3-5 palabras): ciclismo, cifosis, columna vertebral.
INTRODUCCIÓN
La columna vertebral, o raquis, es una estructura ósea en forma de pilar que soporta el tronco, compuesta de multitud de componentes pasivos y activos (Bergmark, 1989). La estática del raquis está condicionada por la morfología de los cuerpos vertebrales, la funcionalidad de los discos intervertebrales, la estructura ligamentosa y la integridad anatomo-fisiológica de la musculatura (Sañudo y cols., 1985). La dinámica raquídea permite la movilidad y orientación del tronco y cabeza en los diferentes planos del espacio. Las regiones raquídeas más móviles son la cervical y lumbar, mientras que la torácica es más rígida y aporta menor movilidad (Hamill y Knutzen, 1995).
Cuando se produce una alteración en cualquiera de estos elementos, las condiciones estáticas cambian, provocando que las acciones y movimientos efectuados en el raquis e, incluso, la propia acción de la gravedad, incidan negativamente. Para evitar dicho efecto se generan compensaciones a expensas de los sectores móviles del raquis, provocando cambios que pueden llegar a ser perceptibles en las curvas raquídeas (Tribastone, 1991).
Las posturas de flexión intervertebral se han asociado con un aumento de la presión intradiscal y un mayor riesgo de alteraciones raquídeas (Nachemson, 1976; Wilke et al., 1999). Además, la flexión intervertebral prolongada aumenta la deformación de los tejidos viscoelásticos, generando inestabilidad del raquis lumbar (Solomonov et al., 2003).
Concretamente en ciclistas, Usabiaga y al. (1999) comprobaron que el raquis lumbar modificaba su disposición angular de una lordosis en bipedestación a una inversión cuando el ciclista se sentaba en la bicicleta. En este estudio sólo se evaluó el raquis lumbar. Por ello, el objetivo del presente trabajo fue valorar la disposición sagital del raquis torácico, lumbar e inclinación pélvica sobre la bicicleta, en ciclistas de la categoría máster 30.
MATERIAL Y MÉTODO
Muestra
A un total de 35 ciclistas de la categoría máster 30 (media de edad: 34,66 ± 2,97 años; talla: 1,75 ± 0,06 m; peso: 79,39 ± 9,27 kg) participaron voluntariamente en este estudio. Los criterios de inclusión para participar en este estudio fueron: un volumen de entrenamiento de 1 a 3 horas al día, con una frecuencia de 3 a 5 días por semana, y un historial de entrenamiento de más de 5 años de práctica ininterrumpida. Los criterios de exclusión fueron: 1) haber manifestado dolor lumbar en los tres meses anteriores a la realización del estudio; y 2) estar diagnosticado de alguna patología raquídea.
Procedimiento.
El estudio fue aprobado por el Comité Ético y de Investigación de la Universidad de Almería y todos los sujetos firmaron un consentimiento informado tras el conocimiento de las pruebas a realizar.
Previamente a las mediciones, se identificó mediante palpación y marcó, con un lápiz dérmico, la apófisis espinosa de la séptima vértebra cervical (C7) y la tercera vértebra sacra (S3). A continuación, la disposición angular del raquis fue valorada mediante un Spinal Mouse® (Idiag, Suiza) en la posición de sentado sobre la bicicleta con diferentes agarres en el manillar (agarres transversal, de manetas y bajo). Cada sujeto fue evaluado por el mismo examinador en una misma sesión. La temperatura del laboratorio donde se realizaron las mediciones fue estandarizada a 23º C.
Para medir la disposición sagital del raquis y pelvis, una vez que el sujeto se colocaba en la posición a medir, se colocaba el Spinal Mouse® en la marca de C7 y se desplazaba en sentido cráneo-caudal a lo largo de las apófisis espinosas del raquis, hasta la marca de S3. A continuación, el software del sistema digitalizaba el contorno del raquis en el plano sagital, aportando información sobre la angulación global de las curvas raquídeas. El Spinal Mouse® ha mostrado una elevada validez y fiabilidad en comparación con técnicas radiográficas en la valoración de las curvas raquídeas (Guermazi y al., 2006).
En la curva lumbar, los valores positivos se refieren a una curva de convexidad posterior (inversión lumbar). Respecto a la pelvis, valores positivos correspondieron a posiciones de anteversión pélvica.
Las mediciones de las diferentes posiciones de agarre en el manillar de la bicicleta (transversal, de manetas y bajo) se realizaron en un orden aleatorio. Entre cada posición hubo un descanso de 30 segundos. Para la valoración del raquis sobre la bicicleta, los sujetos debían pedalear durante 5 minutos, con una cadencia de 95 pedaladas por minuto (controladas con un cadenciómetro). Cada uno de los ciclistas utilizó su propia bicicleta.
Análisis estadístico
Se realizó un análisis descriptivo de cada una de las variables, mostrando sus valores medios y desviaciones típicas. Tras realizar el test de normalidad de Kolmogorov-Smirnov, se comprobó que las variables seguían una distribución normal. Para comparar la curva torácica, lumbar e inclinación pélvica entre las diferentes posiciones analizadas, se realizó un análisis de varianza (ANOVA) de medidas repetidas. La significación del análisis multivariado de medidas repetidas fue confirmada mediante los test Traza de Pillai, Lambda de Wilk, traza de Hotelling y raíz mayor de Roy, los cuales arrojaron resultados similares. La esfericidad fue analizada mediante la prueba de Mauchly. La corrección de Greenhouse-Geisser fue aplicada si la esfericidad no era asumida. Si se encontraban diferencias significativas en las variables dependientes para el efecto principal del ANOVA (p < 0,05), se procedió a realizar una comparación por pares usando la corrección de Bonferroni para comparaciones múltiples, ajustando el criterio de significación a un valor de 0,016 (0,05 dividido entre 4). Los datos fueron analizados usando el software SPSS (versión 15.0), y el nivel de significación se estableció en un valor de p < 0,05.
RESULTADOS
Los valores angulares medios y desviación típica de las curvas torácica, lumbar, e inclinación pélvica en las diferentes posiciones valoradas se presentan en la Figura 1. El raquis torácico se dispuso más alineado en el agarre de manetas, aunque sin diferencias estadísticamente significativas con respecto al agarre transversal y bajo. El raquis lumbar se dispuso en una posición de inversión en todas las posturas analizadas. El ANOVA manifestó diferencias significativas en los valores angulares obtenidos para el raquis lumbar e inclinación pélvica entre las posiciones evaluadas (p < 0,05). El análisis post hoc con ajuste de Bonferroni mostró una significativa (p < 0,016) mayor flexión lumbar e inclinación pélvica anterior en el agarre bajo del manillar con respecto a los demás agarres. Los valores de significación en la comparación por pares (post hoc) entre las variables analizadas se presentan en las tablas 1, 2 y 3.
Figura 1. Medias ± desviación típica de los valores angulares del raquis torácico, lumbar e inclinación pélvica en los diferentes agarres del manillar valorados.
Tabla 1. Comparación por pares de la disposición sagital del raquis torácico.
* p < 0,016; NS: no significativo.
Tabla 2. Comparación por pares de la disposición sagital del raquis lumbar.
Tabla 3. Comparación por pares de la inclinación pélvica
* p < 0,016; NS: no significativo.
* p < 0,016; NS: no significativo.
DISCUSIÓN
El objetivo del presente trabajo fue valorar la disposición sagital del raquis torácico, lumbar e inclinación pélvica en ciclistas de la categoría máster 30 sobre la bicicleta en diferentes agarres del manillar. El principal hallazgo encontrado fue que el raquis lumbar se disponía en inversión lumbar en todos los agarres analizados, siendo mayor su flexión intervertebral a medida que el agarre sobre el manillar era más bajo con respecto a la altura del sillín.
Los resultados observados en cuanto al raquis lumbar, coinciden con el trabajo de Usabiaga y cols. (1997) que observaron, mediante técnicas radiográficas, un cambio de la lordosis lumbar en bipedestación a una inversión lumbar sobre la bicicleta en el agarre transversal, agarre bajo y agarre en el manillar de triatleta. Debido a que la posición del ciclista se caracteriza por una inversión de los ángulos fisiológicos intervertebrales, se produciría un cambio en la transmisión de presión de los discos intervertebrales. Estos autores exponen que al adoptar en la bicicleta una posición similar a los cuadrúpedos, donde parte del peso corporal se apoya sobre los miembros superiores, existiría una menor transmisión de carga hacia la columna vertebral (Aramendi y cols., 1998; Usabiaga y cols., 1997). No obstante, en su estudio no se realizó medición alguna de las cargas raquídeas.
Estudios posteriores que analizan la presión intradiscal en función de la postura corporal (Sato y cols., 1999; Wilke y cols., 1999) han mostrado mayores presiones en las posiciones de flexión lumbar en comparación con una postura lumbar alineada, además de un incremento del estrés de cizalla anterior en la articulación lumbo-sacra (Keller y cols., 2005). Por otro lado, en una posición de flexión intervertebral en sedentación donde se apoyan los antebrazos en los muslos se produce una disminución de la presión intradiscal (Wilke y cols., 1999), que podría traducirse en ciclismo a una menor presión intradiscal del ciclista por el apoyo de las manos sobre el manillar de la bicicleta.
No obstante, parece imposible mantener un raquis alineado en ciclismo. A ello, podría referirse de Vey Mestdagh (1998) cuando afirma que en el ciclismo se adopta una posición antinatural. Salai y cols., (1999), indicaron que con una inclinación del sillín a 10º, disminuía la flexión lumbar y, por tanto, mejoraban las molestias de los ciclistas en la zona lumbar. Aunque también observaron que esta modificación aumentaba la sobrecarga en los miembros superiores a apoyar más peso sobre el manillar, ya que la inclinación anterior del sillín favorecía el deslizamiento hacia delante del ciclista. Por otro lado, Fanucci y cols. (2002), diseñaron un prototipo de bicicleta donde el eje del pedalier se situaba tras el centro de gravedad del ciclista. Estos autores observaron que con dicha modificación, los ciclistas mantenían cierta lordosis lumbar sobre la bicicleta, aunque la posición tan elevada del tronco, podría aumentar considerablemente la resistencia aerodinámica del ciclista. En este sentido, los autores indicaron que mientras que se sigan utilizando las bicicletas actuales donde el ciclista mantiene su raquis lumbar en flexión, probablemente se observen más casos de dolor lumbar, espondilolisis, espondilolistesis o discopatías entre estos deportistas.
En cuanto al raquis torácico, en el presente trabajo, se dispuso dentro de los valores considerados como normales para la cifosis torácica en bipedestación (20º – 45º) (Santonja, 1993), sin observarse diferencias significativas, en la curva torácica, entre los diferentes agarres del manillar evaluados.
CONCLUSIONES
La disposición sagital del raquis del ciclista de categoría máster 30, sobre la bicicleta, se caracteriza por un raquis torácico dentro de los valores angulares considerados como normales y por mantener el raquis lumbar en inversión.
BIBLIOGRAFÍA
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