El papel del entrenador en el desarrollo positivo de los deportistas en edad escolar
El papel del entrenador en el desarrollo positivo de los deportistas en edad escolar
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En nuestro país, la práctica deportiva como actividad extraescolar ocupa un lugar prioritario (Balaguer, Castillo, García-Merita y Mars, 2005). Son muchos los niños y niñas que participan en actividades deportivas, y aunque según las investigaciones realizadas se supone que dicha participación promueve aspectos positivos, tales como el desarrollo de las habilidades físicas, sociales e intelectuales o el sentimiento de pertenencia al grupo entre otras, los escolares practicantes no siempre informan de experiencias positivas en el deporte (p. e., Eccles, Barber, Stone y Hunt, 2003).
De hecho ya hace tiempo que se viene defendiendo que la participación deportiva no es en sí misma ni positiva ni negativa, sino que hay una serie de variables sociales, como las circunstancias en las que ésta se realiza y el valor que le dan a dicha participación los otros significativos (p. e., padres, compañeros de entrenamiento, entrenador), que afectan a la percepción que tienen los jóvenes de la experiencia deportiva y a la forma de vivirla. Esto contribuye a que la práctica deportiva se viva como positiva – favoreciendo el bienestar (p. e., vitalidad y autoestima) – o como negativa – promoviendo el malestar (p. e., estrés y ansiedad). En definitiva, esta forma de vivir la experiencia es lo que influirá significativamente en la salud y el bienestar de los jóvenes y en la adherencia o abandono de su participación deportiva.
De las figuras del entorno deportivo que juegan un importante papel en la calidad de la experiencia deportiva de los jóvenes (padres, compañeros de entrenamiento y entrenador), en este trabajo nos vamos a centrar en la figura del entrenador y presentaremos algunas de las investigaciones que hemos realizado sobre este tema en la Unidad de Investigación de Psicología del Deporte de la Universitat de València (UIPD) .
El tipo de interacción que tenga el entrenador con los deportistas, los valores que transmita, la forma de tratarlos, la manera de instruirles, entre otras cosas, va a condicionar la forma en la que los niños y adolescentes viven su experiencia deportiva. En definitiva, los entrenadores intervienen creando un clima motivacional que favorece o dificulta la calidad de implicación de los jóvenes, y al desarrollo de su bienestar o malestar (Balaguer, 2007).
Dos han sido las perspectivas teóricas desde las que se ha estudiado el papel del entrenador como determinante del desarrollo positivo de los escolares: la Teoría de las Metas de Logro (Ames, 1992; Dweck, 1999; Nicholls, 1989) y la Teoría de la Autodeterminación (Deci y Ryan, 1985; Ryan, 1995; Ryan y Deci, 2000). Desde ambas teorías se defiende que el contexto social que rodea a los deportistas y, especialmente, el clima motivacional creado por el entrenador, influye en el desarrollo positivo de los deportistas. En concreto, se postula que las variaciones en el ambiente social y en los procesos motivacionales subsiguientes son centrales no sólo para el logro, sino también para la implicación en las actividades de logro y para el desarrollo del bienestar. En definitiva, se defiende que el clima motivacional que crean los entrenadores en sus equipos es importante para la calidad de la implicación deportiva (véase Duda, 2001).
Tanto desde la teoría de las metas de logro, como desde la teoría de la autodeterminación se han sugerido vías de acción para que el entrenador intervenga sobre aquellos elementos que se han considerado claves para favorecer el desarrollo social, emocional y psicológico de los adolescentes, esto es, sobre la estructura del ambiente deportivo (Ames, 1992; Eccles y Gootman, 2002) y sobre el desarrollo de las formas óptimas del ambiente emocional y social (Duda y Ntoumanis, 2005). En esta línea se han realizado algunas investigaciones en la UIPD en las que se ha visto el importante papel del entrenador en la promoción de la calidad de la implicación deportiva y en el desarrollo del bienestar en los jóvenes deportistas (Álvarez, Balaguer, Castillo y Duda, 2009; Balaguer, Castillo, Duda y García-Merita, 2011a; Balaguer, Fabra, Gonzalez, Castillo y Duda, 2011b).
En el estudio de Álvarez y sus colegas (2009), tomando como marco teórico la teoría de la autodeterminación (Deci y Ryan, 1985; Ryan, 1995; Ryan y Deci, 2000), se trabajó con una muestra de 370 jóvenes futbolistas varones de la Federación Valenciana de Fútbol, pertenecientes a 32 escuelas de fútbol base de la categoría cadetes, con edades comprendidas entre los 12 y los 16 años (Media edad = 14.77 + .72). En este estudio se puso a prueba un modelo en el que se analizaron de forma secuencial las relaciones entre la percepción de apoyo a la autonomía del entrenador, la satisfacción de las necesidades psicológicas basicas (competencia, autonomía y relaciones sociales), la motivación auto-determinada y la diversión y el aburrimiento; así como el papel mediador hipotetizado de la satisfacción de las necesidades psicológicas y de la motivación auto-determinada. Los resultados ofrecieron apoyo al modelo propuesto (véase Figura 1). A su vez los análisis de mediación informaron que se producía una mediación total de la satisfacción de las necesidades psicológicas en las relaciones entre el apoyo a la autonomía y la motivación auto-determinada y una mediación parcial de la motivación auto-determinada con respecto a los enlaces entre la satisfacción de las necesidades psicológicas y la diversión (positivo) y aburrimiento (negativo).
Figura 1. Solución estandarizada del modelo estructural Clima de Apoyo a la Autonomía – Necesidades Psicológicas Básicas – Motivación Autodeterminada – Consecuencias afectivas Nota. Los coeficientes son estandarizados y todos significativos (z > 1.96).
Referencia: Álvarez, M.S., Balaguer, I., Castillo, I., & Duda, J.L. (2009) Coach autonomy support and quality of sport engagement in young soccer players. The Spanish Journal of Psychology, 12, 138-148.
Estos resultados remarcan la importancia de la creación de climas motivacionales de apoyo a la autonomía que favorezcan la satisfacción de la competencia, de la autonomía y de las relaciones sociales de los deportistas, así como de las formas de motivación más auto-determinadas, de manera que se facilite el desarrollo de estados afectivos positivos como es el caso de la diversión. En conclusión, este estudio sugiere que los entrenadores juegan un papel muy importante favoreciendo o dificultando la calidad de la implicación de los jóvenes deportistas a través de las estrategias utilizadas en sus sesiones de entrenamiento y durante los partidos (véase Balaguer, 2007). Cuando los entrenadores crean climas en los que se minimiza el control, en los que tratan de entender las perspectivas de los jugadores y les ofrecen diferentes alternativas que les guíen y les faciliten el proceso de toma de decisión, esto es, cuando actúan apoyando su autonomía, están contribuyendo a que disfruten en su participación deportiva y evitando que se aburran en su práctica. Todo ello a través del desarrollo de su competencia, de su autonomía y del desarrollo de unas buenas relaciones sociales, lo que les hace vivir su participación de forma más auto-determinada con los consiguientes beneficios emocionales indicados. O lo que es lo mismo, el apoyo a la autonomía del entrenador tiene importantes implicaciones para la motivación auto-determinada, a través de la satisfacción de las necesidades psicológicas, así como para el disfrute de los jóvenes deportistas.
En el estudio de Balaguer y sus colegas (2011a) se tomó como marco teórico la teoría de las metas de logro (AGT; Ames, 1992; Nicholls, 1989) y la teoría de la autodeterminación (SDT, Ryan y Deci, 2000), y en él participaron 94 jóvenes jugadoras de tenis con edades comprendidas entre los 10 y los 12 años (Media edad= 11,07 + ,78 años) de la élite de su grupo de edad en España. Se puso a prueba un modelo hipotetizando relaciones secuenciales entre la percepción del clima motivacional creado por el entrenador, las orientaciones disposicionales de meta, las regulaciones motivacionales (motivación intrínseca, identificada, introyectada, externa y no motivación) y la vitalidad subjetiva. Los resultados informaron que la percepción de un clima de implicación en la tarea y de un clima de implicación en el ego predijeron respectivamente el grado de orientación a la tarea y de orientación al ego de las jugadoras. La orientación a la tarea presentó relaciones positivas con la motivación intrínseca y negativas con la no motivación, mientras que la orientación al ego se relacionó positivamente con la regulación introyectada y la regulación externa. Finalmente, la motivación intrínseca se asoció positivamente con la vitalidad subjetiva, mientras que la no motivación estaba negativamente asociada con este indicador de bienestar (véase Figura 2).
Figura 2. Solución estandarizada del Modelo estructural Clima Motivacional – Orientaciones de Meta – Regulaciones Motivacionales – Vitalidad.
Nota. Los coeficientes son estandarizados y todos significativos (z > 1,96).
Referencia: Balaguer, I., Castillo, I., Duda, J. L., y García-Merita, M. L. (2011a). Asociaciones entre la percepción del clima motivacional creado por el entrenador, orientaciones disposicionales de meta, formas de autorregulación y vitalidad subjetiva en jóvenes jugadoras de tenis. Revista de Psicología del Deporte, 20 (1), 133-148.
Los resultados nos indican que, en estas edades tempranas de la vida deportiva, los entrenadores pueden favorecer la calidad de la participación deportiva y el bienestar de sus deportistas a través de la creación de climas de implicación en la tarea en los que el entrenador entiende que el error forma parte del aprendizaje y valora el esfuerzo, el progreso y la cooperación en el aprendizaje. Sin embargo, cuando el clima motivacional percibido es de implicación en el ego, en el que las participantes perciben que su entrenador castiga el error y valora a las “estrellas”, las formas de regulación de las jugadoras se sitúan en el extremo menos autodeterminado de la motivación extrínseca (la regulación introyectada y la regulación externa), siendo en este caso la orientación al ego, la que actúa como puente en estas relaciones. En definitiva, los resultados de este estudio sugieren que cuando se quiere promover la calidad de la motivación y el bienestar de jóvenes deportistas, los entrenadores deberían crear climas de implicación en la tarea y evitar la creación de climas de implicación en el ego. Uno de los caminos a seguir para la creación de climas motivacionales de implicación en la tarea es la utilización de los principios del TARGET (véase Ames, 1992; Balaguer, 2007).
En el estudio de Balaguer y sus colegas (2011b) con jóvenes futbolistas, se analiza no solo la importancia de crear climas que apoyen la autonomía para el desarrollo del bienestar, sino el peligro que tiene la creación de climas controladores que actúan dificultando el desarrollo del bienestar y promoviendo la aparición del malestar, y ello se estudia a nivel longitudinal.
La teoría de la Autodeterminación (Ryan y Deci, 2000), además de defender que cuando las condiciones sociales apoyan la autonomía de los deportistas se favorece el desarrollo de su bienestar, también postula que cuando el clima que crean es controlador, entonces se promueve el malestar. Por otra parte, además de plantear que la satisfacción de las necesidades de competencia, autonomía y buenas relaciones sociales promueve el bienestar, también señala que cuando estas necesidades se ven frustradas se fomentará el malestar.
El objetivo de esta investigación consistió en examinar la relación entre los cambios en las percepciones del estilo de interacción del entrenador (Apoyo a la autonomía – Control) y los cambios en la satisfacción/frustración de las necesidades de los futbolistas y los índices de bienestar/malestar a lo largo de una temporada deportiva. En esta investigación, subvencionada por el Ministerio de Ciencia e Innovación, participaron 597 jugadores de fútbol (Media edad = 12.58 ± 0.54 años) cumplimentando un paquete de cuestionarios en dos momentos de la temporada. Los resultados revelaron que los cambios en el apoyo a la autonomía actuaban como predictor positivo y significativo de los cambios en la satisfacción de las necesidades. Además, los cambios en el estilo de interacción del entrenador (Apoyo a la autonomía – Control) predijeron (en sentido negativo y positivo, respectivamente) los cambios en la frustración de las necesidades. A su vez, los cambios en la satisfacción de las necesidades actuaron como predictor positivo y significativo de los cambios en la autoestima, y como predictor negativo y significativo de los cambios en burnout. Finalmente los cambios en la frustración de las necesidades actuaron como predictores positivos y significativos del burnout y como predictores negativos y significativos de la autoestima. En general los resultados de este estudio longitudinal mostraron la importancia de promover los climas de apoyo a la autonomía en los jóvenes futbolistas y de evitar estilos controladores ya que con ello podemos favorecer el bienestar y evitar el malestar en el fútbol base.
En resumen, en este trabajo se han presentado tres investigaciones en las que se ha estudiado el papel que juegan los entrenadores en el desarrollo positivo de los deportistas en edad escolar. En ellas se ha mostrado que cuando los entrenadores fomentan climas motivacionales de implicación en la tarea y de apoyo a la autonomía, se favorece el desarrollo de la autonomía, de la competencia y de las relaciones sociales, lo que a su vez potencia una motivación autodeterminada y el desarrollo del bienestar de los jóvenes deportistas.
Aunque la calidad de la experiencia deportiva es importante en cualquier momento de la historia deportiva, es de suma importancia en la adolescencia, ya que es precisamente en esta etapa de la vida cuando se produce un marcado abandono deportivo (Balaguer y Castillo, 2002). Así pues, se plantea la conveniencia de que los entrenadores reciban formación sobre los principios motivacionales ofrecidos por las dos teorías cognitivo sociales de base (teoría de las metas de logro y teoría de la autodeterminación) y que junto con profesionales que dirijan la intervención planifiquen los pasos a seguir para crear climas motivacionales que potencien el desarrollo óptimo de los niños y de los adolescentes. En esta línea, la UIPD está participando en la actualidad en un proyecto europeo en el que el objetivo fundamental es formar a entrenadores en la creación de climas motivacionales, en los que se favorezca la calidad de la experiencia deportiva para promover experiencias saludables en el deporte, para conseguir niños y niñas más sanos (www.projectpapa.org).
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