Ergodinámica
Ergodinámica
Resumen
En este trabajo se pretende fundamentalmente resaltar la función del equilibrio y< estabilidad de los pies, tanto en dinámica como en estática.< El equilibrio no siempre está presente, y en el supuesto de que se manifieste en un< individuo, observamos la poca relación que esto tiene con la huella del pie, por catalogarlo< de alguna manera, plano, valgo, normal.
Ergodinámica es la forma de deambular y correr de una manera estable y en el estado de máximo equilibrio del apoyo de la superficie del pie. Desequilibrios de los diferentes arcos del pie:
Arco interno: Por su defecto, ya sea hundimiento, rotación interna, vicio, agotamiento, etc…. Su acción más frecuente se presenta por hiperlaxitud, insuficiencia del peroneo lateral largo, insuficiencia del tibial posterior, y otros grupos musculares, causantes del consecuente valgo de retropié. Esta zona es muy importante para la fase de iniciación del desequilibrio, pero no la más importante como ya veremos. A esta causa o acción se le asocia por una reacción de causa efecto una sobrecarga del arco externo, distensión del ligamento peroneal, varo de retropié, rotación externa de rodillas, sobrecarga de la musculatura paravertebral, etc…, acciones para nosotros más importantes para detectar las patologías que este efecto puede causar.
Arco externo: A parte de las creadas por el propio pie cavo, esta zona del pie se ve altamente agredida por su actuación como elemento compensador y por ser la última zona del pie que actúa como freno a la evolución de la autocorrección de los problemas del arco anterior e interno.
Arco transverso: Normalmente es una zona muy distendida y tiende a ensancharse y para nosotros es una de las zonas para prestar más atención porque toda la evolución del defecto y de la autocorrección pasa por los cinco metatarsianos en cada paso que realiza el individuo.
-3 – ADAPTACIÓN DINÁMICA SEGÚN EL APOYO DE LOS PIES:
Los movimientos de las piernas están siempre condicionados al apoyo que los pies realizan por lo tanto son dominantes de sus movimientos y consecuentemente dominan la posición de la columna.
En la exploración estática valoraremos y tomaremos como pauta la aproximación del eje vertical con el eje dinámico de los miembros inferiores (MMII) siendo casi dos líneas paralelas, para así poder ver la alteración del eje dinámico en función de la dinámica (el eje dinámico, en relación al vertical), prestando especial atención al apoyo del primer radio.
Aspecto de una posición neutra de pie y pierna.
Huella normal con y sin carga.
Eje vertical.
Eje vertical y dinámico.
Patrón de normalidad de ejes.
A partir de este patrón estándar, vamos a ir analizando los siguientes procesos que se observan más frecuentemente por la relativa importancia que se le da al apartado del pie como unidad de conjunto que forma parte de una estructura en movimiento y de la cual depende toda la estática y dinámica.
Una inestabilidad frecuente con que nos encontramos es la del tarso y la del primer radio. Y como causa inicial de la inestabilidad es la deformación de la articulación subastragalina. Este movimiento desestabilizador de los pies nos invita a decir que para compensar esta acción se debe realizar un trabajo de compensación para evitar el desplome de estas articulaciones con el consecuente cambio de estructuras del resto del cuerpo y para que eso no llegue a ocurrir o al menos esa es la intención, toda la cadena cinemática desde la columna dorsal como efecto elevador del desplome, siendo precisamente este trabajo de compensación la causa de muchas de las patologías en la consulta habitual. Por esta razón y a partir de esa reacción nosotros empleamos las técnicas de Ergodinámica para no crear un gasto energético sobretodo –
5 – Deformación del eje vertical y dinámico a nivel músculo-tendinoso y ocasionar así patologías a cualquier nivel, hasta en la zona dorsal por fatigabilidad. La fuerza y por lo tanto el gasto energético que ha de realizar la cadena cinemática en cada impacto del pie contra el suelo y luego volverlo a lanzar hacia delante es de vital importancia para conseguir que este proceso sea lo menos traumático y lo más estable posible para no perder el equilibrio de inercia del cuerpo. Es decir, mantener el eje dinámico dentro de su mejor forma de actuación y función es aquí de vital importancia.
Causa inestabilizadora
vertical y dinámico
Como hemos dicho anteriormente, la inestabilidad más frecuente del pie es la de la articulación subastragalina. En ella observamos como en la mayoría de los casos el antepié adopta una postura de abducción al andar y correr, sobrecargando el primer radio (primer metatarsiano, primer y segundo dedo), aprovechando así solo una tercera parte (30%) de su superficie de impulso y desperdiciando el resto.
Estática
Estática
Otra típica reacción frente a esta inestabilidad es el desplazamiento del eje dinámico respecto al eje vertical en dirección contraria a la fuerza provocadora.
Posición de autocorrección
Desplazamiento del eje dinámico por compensación del pie.
Una vez comentado el proceso lesivo o negativo de la autocorreción para mantener el equilibrio dinámico, podemos explicar como conseguimos ergonomizar todo este trabajo tan complejo realizado por el pie.
Primer impulso motriz.
La carga máxima soportada por el talón se dirige hacia el arco transverso debido a la contracción de la musculatura extensora del tobillo, tríceps (especialmente), y tensor plantar evitando el desplazamiento del arco y realizando un efecto amortiguador. En este movimiento es cuando las cabezas metatarsales alcanzan su máxima anchura. El equilibrio se mantiene alrededor de las cabezas metatarsales y los dedos, especialmente en el primero. Musculatura activa:
• A nivel de cadera: Glúteo medio, glúteo mayor, tensor de la fascia lata, adductor largo y psoas iliaco.
• A nivel rodilla: Extensor común de los dedos, tibial posterior, sóleo, flexor común de los dedos, el flexor del primer dedo, gemelos, peroneo lateral largo y peroneo lateral largo.
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Esta fase se caracteriza por la intensa actividad de los músculos flexores plantares. La fascia plantar se tensa cuando la articulación metatarsofalángica se flexiona, espacialmente cuando lo hace la articulación del primer dedo. En este momento los ligamentos interóseos soportan robustos la bóveda plantar. El verdadero estabilizador de la pierna sobre el pie es la parte interna del músculo sóleo. La parte externa, no tan potente como la interna, realiza una continua función estabilizadora. Y los gemelos son una reserva de potencia auxiliar para el sóleo. Como hemos podido ver, la articulación metatarsofalángica juega un papel más importante que la tibioperoneo-astragalina, la cual realiza un movimiento mínimo.
Segundo impulso motriz.
Es la continuación del impulso realizado por el tríceps y la inercia del cuerpo. Está realizado por la contracción de los siguientes músculos: flexor común de los dedos, flexor del primer dedo, interoseos y lumbricales. El máximo apoyo durante el impulso está realizado por los tres primeros dedos, especialmente el primero, el cual asume la estabilización del cuerpo.
Musculatura activa:
• A nivel de la cadera y de la rodilla: adductor mayor, adductor largo, recto interno, recto anterior y crural.
• A nivel del tobillo: tibial anterior, extensor común de los dedos, extensor del primer dedo, peroneo lateral largo y peroneo lateral corto. Este segundo impulso motriz solo es importante durante la carrera y no durante la deambulación.
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Física de la estabilidad.
Para entender todo lo relacionado con la estabilidad, (falta, causa, efectos y corrección) hemos de tener muy claras las siguientes leyes físicas:
1. La estabilidad es directamente proporcional a la amplitud de la base de sustentación e inversamente proporcional a la altura del centro de gravedad a la base de sustentación.
2. Si un cuerpo se sustenta solo sobre dos puntos sobre un plano, el eje del centro de gravedad debe pasar por el segmento de recta determinado por estos dos puntos.
3. El equilibrio dinámico un cuerpo cuyo movimiento permanece constante todo y estando sujeto a otro sistema de fuerzas.
ERGODINÁMICA.
Para conseguir el máximo equilibrio con el mínimo esfuerzo y que la función de los ejes de los MMII sea lo más parecido
Huella normal.
Soporte estabilizador.
¿Por qué?
Cuando el pie impacta en el suelo, frecuentemente observamos como el astrágalo rota internamente estabilizando y sobrecargando mayor fuerza del impacto sobre el arco interno.
Si en el momento del impacto existe esta rotación, pierna y tarso tienen que compensar y recuperarla con el gasto energético que esto conlleva. Para parar esta rotación de una manera no traumática, ponemos un soporte longitudinal del arco interno ayudando a la amortiguación y a parar la rotación del tarso y de la pierna, evitando las rotaciones axiales de la rodilla.
Comportamiento y forma de acción del soporte plantar. Después de despegar el talón del suelo, obtenemos una superficie de impulsión formada por las cabezas metartarsales y los dedos en un plano horizontal. Como que el efecto de impulsión no se realiza sujetándose al suelo, aunque lo mejor sería hacerlo así sobre un plano inclinado posteriormente. Esto es lo que nosotros conseguimos al colocar un soporte para los arcos interno y transverso.
El soporte plantar no actúa como un plano inclinado, solo facilita el paso permitiéndola elevación del tarso antes de la máxima carga. Así la recuperación del pie es más fácil y consume mucha menos energía.
Dependiendo del tipo de pie que estudiemos, si tiene o no una alteración dinámica, debemos considerar la fatiga y el esfuerzo realizado por el pie si su apoyo no es bueno. Este es el motivo por el cual ayudamos al apoyo de los arcos naturales a tener una mayor superficie de apoyo y así a mejorar la impulsión y la estabilidad.
Leduc (Ann. Kinesth 1981) dijo que repartiendo más presión (o dando más acción a) a los metatarsianos centrales (segundo, tercero y cuarto) se descarga el primer metatarsiano, relajando el primer dedo y el flexor de la fascia.
Este trabajo está precedido de una exploración física en estática para determinar los puntos de dolor (normalmente las inserciones ósteo-tendinosas) y el trabajo muscular tanto
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En la región cervical como en la dorsal para valorar las posibles atrofias o hipertrofias musculares, que no son útiles para determinar la fase de la inestabilidad. Hemos comprobado en el ámbito deportivo: Después de tratar a deportistas con un soporte plantar (plantilla) flexible y no traumático hemos conseguido las siguientes mejoras biomecánicas:
• Ahorro de energía disminuyendo la inestabilidad y los efectos de compensación.
• Prevención de las patologías provocadas por sobrecargas y trabajo muscular innecesario.
• Estabilidad corporal, aumentando la superficie de apoyo sobre el suelo.
• Corrección de vicios posturales. Los movimientos de compensación mientras el paciente está corriendo causados por estos vicios significa para los deportistas un retraso en la respuesta muscular.
• Prevención de microtraumatismos. Los efectos de compensación, los cuales con el paso del tiempo se convierten en lesiones crónicas que también producen microtraumatismos.
• Seguridad en el área más frágil, el arco formado por los metatarsianos, para reducir al mínimo esfuerzo los efectos de la absorción del impacto, la contracción y la impulsión. Obviamente, estas mejoras biomecánicas conllevan a mejoras físicas, que ayudan a los deportistas a asimilar el ejercicio y así a mejorar su rendimiento, consiguiendo:
• Disminuir la tensión muscular de piernas y tronco después del ejercicio.
• Una forma de correr más relajada.
• Desaparición de lesiones musculares crónicas.
• Prevención de lesiones.
• Eliminación de vicios en carrera debido a que los pies ya no necesitan realizar movimientos de estabilización.
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• Disminuir la sobrecargas musculares producidas por los efectos controladores de la estabilidad.
• Una mejor y más rápida adaptación a la carrera.
• Una más larga vida deportiva y un menor riesgo de lesionarse.
• Una sensación de pisar seguro. Hemos comprobado en el ámbito no deportivo:
También hemos comprobado en personas no deportistas con edades comprendidas entre desde el inicio de la deambulación, 3 años, hasta la senectud (tercera edad). y se observan las mismas mejoras biomecánicas que en pacientes deportistas, además de:
• Niños que suelen caer mucho dejan de caer.
• Personas de edad avanzada mejoran, sin alterar su medio habitual de vida, el tono muscular y alivian su patología articular.
Figura 1.
La esencia de nuestro trabajo, después de más de 25 años de evolución, no solo ha sido hacer una plantilla, porque la complejidad de una plantilla nunca nos puede venir realizada a partir de una sola visita. Es necesario seguir la siguiente metodología.
1. Estudio y estado físico del paciente en estática.
2. Estudio dinámico.
3. Análisis del equilibrio.
4. Estabilización del equilibrio (1ª fase de la plantilla).
5. Visita control, ver los resultados en deficiencia de lo anterior y modificar la plantilla.
6. Posible re-educación de la marcha y/o de la carrera si la plantilla en su seguimiento no ha conseguido la perfecta alineación.