Cómo el sudor elimina los microorganismos del gimnasio
En las salas de Fitness o en aquellos lugares donde realizamos los ejercicios junto con otras personas, a menudo, nos obsesionamos con el sudor del usuario que ha estado utilizando el equipamiento poco antes.
Autor: Owen Anderson PhD.
Si vas a entrenarse al gimnasio, sabrás lo desagradable que es tropezar con el banco que vas a usar empapado con la sudor del último ocupante; tampoco te gustará coger las mancuernas con los grips húmedos o sentarte en el sillín de la bici estática en condiciones semejantes,
¿qué podría ser más desagradable?
Después de todo, razonas, ¿El sudor en tu máquina favorita para la extensión de piernas es sencillamente una muestra al azar de líquido corporal de otra persona?,
¿no es además un depósito de cualquier agente patógeno que esa persona puede hospedar en su cuerpo?
El uso de toallas o paños todavía no es obligatorio en muchos centros deportivos españoles
Inconvenientes como éste, son los que estimulan a muchos usuarios de gimnasio a instalarse sus propios centros fitness en casa. Otros se preocupan por llevar siempre una toalla para sus entrenamientos en el gimnasio ¿Pero pasar la toalla por la barra de la mancuerna elimina realmente los microorganismos junto con el líquido? Por otro lado, llevar un spray desinfectante por todo el gimnasio no está muy bien visto. Entonces
¿Qué es lo que un deportista de gimnasio – rodeado por un mar de sudor aparentemente desagradable – se supone que tiene que hacer? ¿Puedes sentarte sobre el sudor de otra persona sin preocup arte?
Diagrama seccional a través de la piel, mostrando la epidermis, dermis y tejido subcutáneo (grasa). Las glándulas sudoríparas se encuentran en la dermis
Según Birgit Schittek, del Departamento de Dermatología de la Universidad Eberhard-Karls en Tubingen, Alemania, no deberías sudar al pensarlo! Ella y sus colegas han descubierto una sustancia química en el sudor de las personas que mata muchos tipos de bacterias y levaduras comunes. El compuesto es tan potente que el sudor puede contemplarse de forma razonable como un agente antiinfeccioso antes que como un líquido que apesta a enfermedad.
Existe una sustancia en el sudor humano que mata muchos tipos de bacterias y levaduras comunes
Schittek descubrió, casi de forma accidental, la sustancia química clave en el sudor que combate determinados agentes patógenos – la dermcidin -. En su principal trabajo con los genes implicados en el desarrollo de un cáncer de piel, el melanoma maligno, y de una enfermedad afín benigna, ella y sus colaboradores encontraron un fragmento único de material genético con una función desconocida. El gen, llamado DCD, no era activo en una gran variedad de tejidos de la especie humana, incluido el sistema nervioso, los órganos digestivos y la sangre, pero tenía una alta expresión en la piel. De forma más específica, en las personas el gen se mostraba más activo en las células que formaban las glándulas sudoríparas y que se localizan en la dermis – la capa gruesa de tejido vivo que está debajo de la capa exterior, o epidermis -. (1)
Después de hacer un poco de detective científico, Schittek resolvió que el DCD codificaba una proteína llamada dermcidin. Al principio esta investigadora no estaba segura de la función de la dermcidin, pero adivinaba – con bastante ojo – que podía tener ciertas propiedades antimicrobianas.
Después de todo, la piel de la especie humana contiene cierto número de defensas contra los microorganismos. La misma piel contiene capas de células apiladas unas sobre otras, constituyendo una barrera física contra potenciales invasores patógenos. Además, la piel del ser humano, contiene dos tipos de proteína antimicrobiana, las “catelicidinas” y las “defensinas”. Las catelicidinas, parece que matan las bacterias por medio de un efecto de carga eléctrica único, son producidas por las células de la piel llamadas queratinocitos y se encuentran con frecuencia en heridas y puntos de inflamación de la piel.
Existe una variedad diferente de defensinas que son producidas por las células de la piel así como por los glóbulos blancos; algunas defensinas funcionan contra las “gram negativas”, bacterias que pueden causar enfermedades como E.coli, mientras otras luchan contra las peligrosas bacterias “gram positivas”, tales como el Staphylococcus aureus, uno de los principales causantes de las infecciones de la piel.
Para ver lo que la dermcidin puede hacer, Schittek la mezcló – a concentraciones típicamente observadas en el sudor – con indeseados patógenos de la piel tales como E. Coli, S. aureus, Enterococcus fecalis (el nombre ya nos sugiere cual es su hábitat favorito) y también Candida albicans, que es una levadura más que una bacteria. Durante cuatro horas de incubación en una solución amortiguadora de fosfato sódico a un pH de 7’4
– el mismo equilibrio acidobásico de la sangre – la dermcidin mató el 100% de las bacterias y se reveló como un potente destructor de C. Albicans!
Escala del pH: Ácido hacia la izquierda – Alcalino hacia la derecha.
Naturalmente, el sudor es realmente más ácido que la sangre, con un pH que puede oscilar entre los 4 y los
6’8; el sudor también contiene concentraciones variables de sodio (20-60 mM), cloruro (20-80 mM), potasio (10 mM) y magnesio (1 mM). Para ver si la dermcidin era activa en sudor, Schittek probó la actividad de la sustancia química a un pH de 5.5 en un intervalo de concentraciones de sodio y encontró que seguía siendo un duro combatiente contra los microorganismos.
“Es muy efectivo – en concentraciones muy bajas mata a estos cuatro microorganismos (comunes)”, dice Schittek. “Es el primer péptido que se produce de forma constante en la piel. Los otros péptidos antimicrobianos, las defensinas, también las producen las células de la piel, pero sólo después de la inflamación (2)
Desde cierto punto de vista, sudar es la primera línea de defensa contra la infección
Schittek todavía no está segura de cómo funciona realmente la dermcidin. Muchas proteínas antimicrobianas poseen una carga positiva y matan a las bacterias al desorganizarles eléctricamente sus membranas, pero la dermcidin está cargada negativamente. Tampoco está claro si la producción de la dermcidin aumenta con la sudoración intensa (¿Son más seguros los asientos más húmedos del gimnasio?)- o si la síntesis de dermcidin varía de forma significativa entre las personas.
Una suposición es que los individuos que son propensos a las infecciones de la piel tienen habitualmente niveles bajos de esta sustancia química clave en la defensa
Los investigadores creen que la dermcidin puede ser efectiva contra bacterias que se han hecho resistentes a los antibióticos convencionales al tiempo que les intriga la posibilidad de que la dermcidin pueda funcionar en otras partes del cuerpo tal y como lo hace en la piel. Con el tiempo puede ser que podamos ver la dermcidin comercializada
– en forma de pomada o de líquido – como una aplicación tópica para la piel, un pensamiento un tanto reconfortante para la próxima vez que te encuentres sudor (y dermcidin) derramada en abundancia sobre tu aparato favorito del gimnasio. Desde cierto punto de vista, sudar es la primera línea de defensa contra agentes infecciosos, quizá entonces esa persona tan “grosera” que ha dejado sudor para ti puede que ¡sencillamente haya estado limpiando el equipo!