Análisis comparativo de la composición corporal y de condición física en deportistas en edad escolar practicantes de natación y kárate
Durante los últimos años, gran cantidad de estudios han observado que los parámetros antropométricos de un deportista son factores clave del éxito deportivo.
Resumen análisis comparativo de la composición corporal y de condición física en deportistas practicantes de natación y kárate
Durante los últimos años, gran cantidad de estudios han observado que los parámetros antropométricos de un deportista son factores clave del éxito deportivo. Muchos de estos estudios muestran que, a igualdad de condiciones de entrenamiento físico, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo, los mejores resultados deportivos corresponden a aquellos sujetos con una composición corporal y unas características antropométricas más favorecedoras para la práctica del deporte en cuestión.
El objetivo del presente estudio era analizar las posibles diferencias de composición corporal y condición física existentes entre jóvenes deportistas varones practicantes de natación y karate, así como las diferencias entre categorías (infantil y cadete), y la evolución de las mismas. La muestra estuvo formada por 4 grupos de 15 deportistas cada uno (natación y karate). Los deportistas participaron en el estudio diferenciados en deportes y categorías. Se encontraron diferencias significativas de composición corporal y de condición física entre los deportes estudiados y entre las categorías de un mismo deporte.
Introducción
La antropometría y los aspectos fisiológicos de los deportistas ha sido uno de los parámetros más estudiados en la detección de talentos (Saenz-Lopez, Ibanez, Gimenez, Sierra, & Sanchez, 2005; Thelwell, Greenlees, & Weston, 2006). Las investigaciones que tienen como parte principal de la investigación la composición corporal y la antropometría tratan de establecer cuáles son los aspectos que influyen más en el desarrollo y evolución de los deportistas. Pero esto se debe abordar desde un enfoque multifactorial que establezca que sobre una base genética adecuada, son necesarias la coincidencia de numerosas variables para llegar al alto rendimiento (Saenz-Lopez, et al., 2005). Hay autores, que establecen que la importancia del material genético y la composición celular de los músculos ayuda a explicar por qué algunos deportistas obtienen mejores resultados en determinadas especialidades deportivas (Andersen, Schjerling, & Saltin, 2000).
Los cambios que ocurren durante el desarrollo no sólo afectan la velocidad del crecimiento en talla y peso, sino que también inciden en la composición corporal en general, especialmente en el tejido adiposo (Pérez, Prado, Aréchiga, & Arroyo, 2007). El crecimiento durante la adolescencia implica que los programas de detección de talentos en los jóvenes atletas deben ser cuidadosamente examinados, ejecutados y deben ser llevados a cabo con un riguroso seguimiento, ya que en esta etapa el efecto del crecimiento y la maduración pueden confundir el futuro rendimiento (Pearson, Naughton, & Torode, 2006).
Factores biológicos, tales como la antropometría, la condición física, y la madurez, se han identificado como predictores de rendimiento en una serie de deportes, así como factores de selección para jóvenes deportistas (Malina, Eisenmann, Cumming, Ribeiro, & Aroso, 2004). En esta misma línea, otros autores (Wilmore & Costill, 2007) afirman que la condición física y la composición corporal de un deportista son fundamentales en la determinación del éxito deportivo.
Puede decirse que la participación en un determinado deporte está asociada con unas características antropométricas, composición corporal y somatotipo (Duquet & Carter, 1996), existiendo desde hace muchos años un interés científico por intentar definir las posibles diferencias estructurales entre atletas de diferentes modalidades deportivas (Gualdirusso & Graziani, 1993). Es por ello que hemos tratado de seleccionar modalidades deportivas con diferentes orientaciones fisiológicas, como son natación y kárate. Por un lado, el deporte de natación, donde el gran volumen de entrenamiento conlleva un gran aporte de energía por vía aeróbica, el balonmano, en el que tanto durante el entrenamiento como en la competición se realiza un alto porcentaje de esfuerzo en zona de transición aeróbica-anaeróbica, y el karate en el que la duración de los esfuerzos es menor y la intensidad máxima, requiriendo un mayor aporte energético del sistema ATP-Pc (Maynar & Maynar, 2007).
El objetivo de este estudio es determinar parámetros antropométricos y de condición física en jóvenes deportistas practicantes de balonmano, natación y kárate. Se pretende analizar las posibles diferencias antropométricas, de composición corporal y de condición física existentes entre los distintos deportes, así como también las diferencias entre categorías (infantil y cadete) y la evolución de las mismas.
Material y Método
En este estudio participaron un total de 60 deportistas de categorías inferiores, de la comunidad extremeña, pertenecientes a selecciones autonómicas, divididos en 4 grupos:, 15 nadadores infantiles masculino, 15 nadadores cadetes masculino, 15 karatecas infantiles masculino, 15 karatecas cadetes masculino. Dentro de cada grupo se diferenciaban dos categorías, infantil y cadete. Todos los participantes dieron su consentimiento informado, garantizándose la confidencialidad de los datos, cumpliéndose los principios de la declaración de Helsinki y sus revisiones posteriores para estudios en humanos.
Para la valoración antropométrica utilizamos una báscula de la marca Seca, con una precisión de ±100gr.; un tallímetro de la misma marca, con una precisión de ±1mm; un compás de pliegues cutáneos Holtain, con una precisión de ±0,2mm; un compás de diámetros óseos Holtain, con precisión de ±1mm; y una cinta métrica con una precisión de ±1mm. Las mediciones se realizaron en el mismo lugar, por el mismo explorador y siguiendo todas las correcciones del Grupo Español de Cineantropometría (Esparza, 1993). Las medidas antropométricas que se obtuvieron fueron las siguientes: talla (medida en m), peso (medido en kg), pliegues cutáneos (medidos en mm) (abdominal, suprailíaco, subescapular, tricipital, muslo y pierna), diámetros óseos (medidos en m) (biestiloideo, bicondiloideo humeral y bicondiloideo femoral) y perímetros musculares (medidos en cm) (brazo relajado y pierna relajada).
Para el análisis de la composición corporal y los cuatro componentes corporales (muscular, óseo, graso y residual) se ha utilizado la metodología propuesta por el Grupo Español de Cineantropometría. Se basa en las siguientes ecuaciones (Esparza, 1993): para el peso óseo utilizamos la fórmula de Von Döbeln (1964), modificada por Rocha (1975); para el peso residual utilizamos las constantes propuestas por Würch (1974); para el peso graso la ecuación propuesta por Yuhasz (1974), basada en la ecuación de la densidad de Siri (1961); y por último, el peso muscular se determina a partir del conocimiento de los pesos óseos, residual, graso y total.
Los sujetos, una vez determinada la composición corporal, y previo a la valoración de la condición física, realizaban un calentamiento consistente en 10 minutos de carrera continua y 5 minutos de movilidad articular y elasticidad muscular. Para realizar la valoración de la flexibilidad posterior los sujetos debían subir a un cajón y flexionar el tronco hacia delante con las rodillas totalmente extendidas, acto seguido empujaban la placa del flexómetro de la marca Takei Kiki (Kogyo co., Ltd.), con una precisión de ±5mm, y se anotaba la mejor puntuación alcanzada. Para evaluar la flexibilidad anterior se realizó una prueba que consistió en realizar una elevación del tronco desde posición decúbito prono con las manos en la espalda y se medía con mediante el flexómetro delantero de la marca Takei Kiki (Kogyo co., Ltd.), con una precisión de ±5mm, la distancia existente entre la barbilla y el suelo. Para evaluar la fuerza muscular, tomamos como referencia la fuerza de prensión del miembro superior. Para ello utilizamos un dinamómetro mecánico manual de la marca “Takei Fisical Fitness Test, modelo TKK 5001 (rango 0-100 kgf)”. La valoración de la espirometría se llevó a cabo mediante un espirómetro portátil Spirobank G de la marca Medgraph Ltda. Los parámetros que se registraron fueron los siguientes: MVV (máxima ventilación voluntaria)
VEMS (volumen espiratorio forzado en el primer segundo) CV (capacidad vital: es el máximo volumen de aire espirado, con el máximo esfuerzo posible, partiendo de una inspiración máxima) y PEF (flujo espiratorio máximo).
La valoración estadística se llevo a cabo con el programa estadístico SPSS, versión 17.0 para Windows (SPSS Inc., Chicago, IL., EE.UU.). Para estudiar la normalidad de los datos se aplicó la prueba de Kolmogorov-Smirnov. Para el análisis de los datos se utilizó una prueba paramétrica al cumplir estos los criterios de normalidad. Para establecer posibles diferencias existentes entre cada parámetro de estudio dentro del mismo deporte y entre deportes se aplicó el test de Bonferroni, considerando como significativo una p<0.05.
Resultados
En la tabla 1 se encuentran reflejados los resultados obtenidos en composición corporal y condición física, comparando los diferentes deportes en función de las distintas categorías.
Tabla 1.
En la tabla 2 se presentan los resultados obtenidos en composición corporal y condición física, comparando las diferentes categorías dentro de un mismo deporte.
Tabla 2.
Discusión
Diferencias de composición corporal entre deportes y categorías dentro de un mismo deporte
Tal y como recogen Wilmore y Costill (2007), el tipo corporal ideal varía con cada deporte, lo cual parece corroborarse en nuestro estudio. Es conocido que durante la pubertad las diferencias en el físico se hacen más manifiestas no solo en individuos de sexos opuestos, sino también en aquellos de un mismo sexo que difieren en características de maduración, manifestándose principalmente en los maduradores tempranos, como es el caso de los nadadores, en una marcada aceleración del crecimiento con cambios en la composición y en las proporciones de las dimensiones corporales (Susanne, Bodzsar, & Castro, 1998). Estos resultados parecen coincidir con los obtenidos en nuestro trabajo, en el que observamos que los deportistas de kárate presentan menor talla y peso que los de natación, existiendo diferencias muy significativas (p<0.01). Aunque existen estudios que establecen que la altura de los adolescentes es poco fiable para la identificación del talento debido a la gran variación en el potencial de crecimiento durante y después de la pubertad (Pearson, et al., 2006). Sin embargo, en nuestro estudio parece ser un factor que diferencia claramente a los practicantes de kárate respecto a los de natación, independientemente de la edad, posiblemente debido a la especialización cada vez más temprana en el alto rendimiento deportivo. Así, otros autores afirman que desde la edad de 10 años deportistas como nadadores, remeros, y jugadores de voleibol presentan una altura superior a la media del resto de la población (Malina, et al., 2004). Por su parte, los deportistas de natación presentan un mayor % muscular y un menor % graso que los chicos de kárate (p<0.05). Teniendo en cuenta que el karate está estructurado en categorías de peso y es un deporte en el que el centro de gravedad es de suma importancia para la consecución del éxito, parece lógico que existan estas diferencias entre estos deportes.
Además, resultados de diversos estudios han observado que el rendimiento de los nadadores está fuertemente influenciado por la características antropométricas, por la técnica de los nadadores (Zamparo, Capelli, Termin, Pendergast, & diPrampero, 1996) y las características de tamaño, fortaleza y resistencia (Schneider & Meyer, 2005). Por tanto, estos resultados podrían indicar que la participación en un determinado deporte está asociada con unas características antropométricas, composición corporal y somatotipo determinado, siendo estos parámetros más específicos a medida que aumenta la edad de los deportistas (Duquet & Carter, 1996).
En el análisis de las diferencias de composición corporal entre las distintas categorías de un mismo deporte observamos que se produce un aumento significativo tanto de la altura como del peso (p<0.01). Aunque la altura es considerada una variable determinante en muchos deportes (Lidor et al., 2005), puede mostrar una gran variación con el crecimiento justo antes de la pubertad, durante la pubertad, y después de la pubertad, debido principalmente a las hormonas que alteran la actividad del organismo (Pearson, et al., 2006).
Parece corroborarse en nuestro estudio, como indican otros autores, que el aumento sustancial de peso se produce durante la adolescencia y aproximadamente el 40% del peso de adulto es adquirido en hombres entre las edades de 13 y 18 años. Las diferencias de peso entre principios y finales de la maduración en adolescentes son más evidentes hacia finales de la adolescencia.
Diferencias de condición física entre deportes y categorías de un mismo deporte
Teniendo en cuenta las diferencias de condición física entre deportes observamos que a medida que incrementa la edad de los deportistas, disminuyen las diferencias de condición física, manteniéndose en aquellos parámetros específicos de cada deporte.
Por otra parte, cuando evaluamos la fuerza de prensión manual en los distintos deportes, observamos que los practicantes de kárate presentan valores inferiores a los practicantes de natación en categoría infantil (p<0.01), disminuyendo estas diferencias en categoría cadete. Según algunos autores, la influencia de la estatura sobre la fuerza es especialmente buena para ambos sexos en individuos con edad inferior a los 18 años (Vaz, Hunsberger, & Diffey, 2002). En un estudio llevado a cabo en el Instituto Auxológico Italiano sobre una muestra de escolares de entre 5 y 15 años, se concluyó que el impacto del peso magro sobre los valores dinamométricos era de mayor importancia que el del índice de masa corporal (Sartorio, Lafortuna, Pogliaghi, & Trecate, 2002).
Existen pocos estudios relacionados con valores espirométricos en jóvenes deportistas. En nuestro estudio, observamos mejores valores en los parámetros espirométricos en los practicantes de natación, tanto en categoría infantil como en categoría cadete respecto a los chicos de karate, siendo estas diferencias estadísticamente significativas (p<0.01). Las características propias del deporte de natación junto a las adaptaciones al entrenamiento producidas, podrían ser la causa de las diferencias encontradas en los valores espirométricos, aunque sería necesario realizar más investigaciones al respecto.
Cuando observamos las diferencias de condición física entre categorías, dentro de un mismo deporte, observamos la misma tendencia (mejoran todas), independientemente del tipo de modalidad deportiva. Los demás parámetros de condición física mejoran de una categoría a otra, siendo estas diferencias estadísticamente significativas (p<0.01). Todas estas diferencias encontradas en los chicos podrían ser debidas, por un lado, al grado de maduración y cambios hormonales que experimentan los varones en el rango de edad estudiado, y por otro, a la mejora en los sistemas de evaluación y entrenamiento de las cualidades físicas en categoría cadete. Según Bale (1992), se produce un aumento constante de la fuerza durante la infancia, seguida de un aumento mayor en la adolescencia entre las edades de 14 y 16 años (Bale, Mayhew, Piper, Ball, & Willman, 1992). Por su parte, Luna-Heredia en un estudio de fuerza de agarre de la mano encontró que la altura está directamente correlacionada con la fuerza de agarre de la mano, posiblemente porque este factor está más estrechamente relacionado con la masa magra (Luna-Heredia, Martin-Pena, & Ruiz-Galiana, 2005).
Sin embargo, por otro lado, tenemos que en un estudio de dinamometría en jóvenes, se concluyó que durante el periodo estudiado la fuerza de presión de ambas manos fue aumentando progresiva y significativamente con la edad. Los mayores incrementos se produjeron entre los 13 y los 14 años, en los varones (Perez, Landaeta-Jimenez, Amador, Vasquez, & Marrodan, 2009).
Es evidente que en la adolescencia las diferencias biológicas que hay entre un sujeto de 12 y 15 años podría alterar los resultados obtenidos, pero nos parece fundamental el control de la evolución de los parámetros físicos y de composición corporal en estas edad que podrían facilitar una posible detección de talentos. Además, podemos observar como las características de los distintos deportes pueden incidir en el mayor o menor desarrollo de unos parámetros respecto a otros.
Conclusiones
En este estudio hemos podido observar, por un lado, como las modalidades deportivas practicadas influyen en las características antropométricas de sus practicantes y en el desarrollo de parámetros específicos de condición física propios de cada deporte, y por otro, como el nivel de maduración y la edad de los deportistas provoca cambios e incrementos en los mismos parámetros.
Sin embargo, a medida que incrementa la edad y el nivel de maduración de los deportistas, observamos menores diferencias en algunos parámetros de composición corporal y condición física entre practicantes de distintos deportes, manteniéndose éstas en los factores más determinantes de rendimiento de cada modalidad
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