Análisis de la importancia ofensiva de la figura del portero-jugador. Estudio de los partidos de cuartos de final de la Copa de España de fútbol sala 2008-09.
El objetivo de este estudio es analizar la influencia de la figura del portero-jugador en el rendimiento ofensivo del equipo.
Análisis de la importancia ofensiva de la figura del portero-jugador. Estudio de los partidos de cuartos de final de la Copa de España de fútbol sala 2008-09.
Resumen
El objetivo de este estudio es analizar la influencia de la figura del portero-jugador en el rendimiento ofensivo del equipo. Para este estudio analizamos las jugadas de la copa del rey de la temporada 2008-09. Los resultados de este estudio son: Las jugadas con portero-jugador duran más que las jugadas con igualdad numérica. Las jugadas con portero-jugador aumentan su porcentaje de finalizaciones. Las jugadas con portero-jugador disminuyen su porcentaje de eficacia. Las jugadas con portero-jugador no tienen relevancia en la llegada a medio campo del equipo atacante. Las jugadas de portero-jugador no esta claro que mejore la calidad de la consecución. Las jugadas de portero jugador mejoran cuando las realiza un jugador de campo.
INTRODUCCIÓN
La evaluación y el análisis de las prestaciones de los jugadores y de los equipos constituyen un aporte de información esencial para los entrenadores que permite conocer las características de la actividad competitiva en situaciones reales de juego. Además la planificación del entrenamiento debe adecuarse al esfuerzo realizado por el deportista durante la competición, por lo que se hace necesaria la realización de mediciones en situaciones reales de juego (Barbero, 2000).
El análisis de la competición en los deportes de equipo presenta una gran dificultad como consecuencia de la complejidad del fenómeno y de la variabilidad de la propia competición (Lago, C, 2007). Este análisis puede enfocarse desde distintas perspectivas, cada una de ellas orientará sus investigaciones en la descripción y cuantificación de los diferentes aspectos objeto de estudio: físicos, fisiológicos, comportamientos técnicos o tácticos, etc.
Esta investigación hace referencia a la figura del portero-jugador, centrándose en su influencia en los aspectos ofensivos.
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA.
Intentando dar forma a este trabajo de investigación el primer problema con el que nos encontramos, es la escasa literatura científica que hay sobre el fútbol sala, sin embargo hay abundante información de divulgación, libros, artículos en páginas Webs, y en revistas de bajo impacto.
En relación a nuestro objeto de estudio queda un poco limitado, ya que del análisis del juego no es de los temas más recurrentes, los únicos autores que investigan sobre este tema son Amaral, 2005; Álvarez, 2004; Hernando, 2003; Bortoli, 2001; Jiménez, 2000 y Sampedro, 1997.
Por lo que nos parece que para el problema de investigación que nosotros presentamos análisis de la importancia ofensiva de la figura del portero-jugador. La literatura especializada es escasa, y por lo tanto tendremos que recurrir a literatura de otras modalidades deportivas para contextualizar el estudio.
LÓGICA INTERNA.
En las últimas décadas se ha apostado por la investigación en el mundo del deporte desde nuevas perspectivas, más que la meramente condicional, ya que no aportaba lo suficiente para el estudio y análisis de algunos deportes.
Se busco una perspectiva que tomará conciencia de lo que es importante en cada deporte, lo que lo hace diferente al resto de disciplinas.
Por ello autores como Parlebas (1981), Menaut (1982) y Vigarello (1978) se preocuparon de analizar el deporte desde una perspectiva diferente a lo realizado hasta entonces, estudiando su estructura interna desde una perspectiva praxiolóqica (Hernández Moreno, 1994).
La lógica interna es un concepto relativamente nuevo, se asocia a la perspectiva praxiológica del deporte.
En un marco más especifico de juegos deportivos colectivos Martín Acero & Lago Peñas (2005) siguiendo a Parlebas, hablan de la lógica interna del juego como la relación entre el individuo y todo lo que los rodea, el medio físico, instrumentos y otros participantes y que modifica la conducta de todo participante.
La identidad de cada juego es su lógica interna, que predetermina las conductas práxicas de los jugadores.
La lógica interna, en los juegos deportivos colectivos, la configuran la interacción de los siguientes elementos espacio, tiempo, meta, balón, compañeros/adversarios y reglas (Martin Acero & Lago Peñas, 2005).
Imagen 1.
Los deportes de equipo de espacio común y participación simultánea se encuentran claramente definidos por una lógica interna que condiciona el comportamiento estratégico de los participantes en la competición.
Por lógica interna entendemos la suma de los elementos que conforman la estructura del juego y sus consecuencias funcionales.
El fútbol sala.
El fútbol sala lo podemos definir, en función de la lógica interna del juego, como un juego deportivo colectivo con multitud de factores que inciden directamente en la acción motriz. La estructura real comprende a compañeros/adversarios (colaboración/oposición), con un móvil como mediador de la acción, en un espacio común de participación simultánea, en competición (Sampedro, 1993)
Lógica interna del fútbol sala.
Analicemos ahora el juego, desde la perspectiva de su lógica interna.
Para Lago (2002), las relaciones de oposición que se establecen entre los dos equipos en confrontación y las relaciones de cooperación que se suceden entre los miembros de un mismo equipo son los aspectos que definen la aparición de las diversas situaciones lúdico-ágonístacas a lo largo de un partido. (Lago, 2002)
Atendiendo a la inmediatez y/o dilatación espacio-temporal en la aparición de los Episodios de Conflicto Dual (ECD) entre los dos equipos, Lago (2000), divide a los Juegos Deportivos Colectivos (JDC) en especialidades segmentarias y funcionales. El fútbol sala al ser un deporte en donde los jugadores interactúan activamente en el mismo sector del espacio de juego, normalmente el ofensivo del equipo poseedor del balón es calificado de especialidad segmentaria.
Esta definición y utilización del espacio de juego determina que los jugadores se encuentren habitualmente en el centro del terreno de juego, todo deportista tiene la posibilidad de intervenir activamente sobre el balón. Todos los jugadores se encuentran en el espacio útil, y sus comportamientos están orientados a la finalidad del juego: hacer gol
Imagen 2
Rol del portero-jugador.
Tratando un poco más individualmente el caso del PJ, comenzaremos hablando del rol del portero; lo diferenciamos de forma clara del resto de los jugadores de campo, porque esta definido reglamentariamente es el único jugador que puede jugar con ambas extremidades dentro del área (4″) y fuera es como un jugador más (en campo propio tiene 4’’ de posesión). Estas posibilidades reglamentarias le hacen configurar un rol muy diferenciado y fijo. Cualquier jugador de campo puede hacer el rol de portero.
En la misma secuencia de juego el portero puede pasar de jugador con balón a jugador sin balón del equipo con balón que participa activamente en el entorno inmediato en el que se desarrolla la acción motriz, por lo tanto creemos que los cambios reglamentarios aportan un mayor a la figura del portero, creando así el PJ.
Lo que realmente delimita los roles en el deporte es el reglamento (Parlebas, 1981), por lo que haremos una reflexión sobre las modificaciones del reglamento.
A lo largo de su breve historia el fútbol sala ha tenido multitud de cambios reglamentarios que modificaron sustancialmente la forma de jugar: la lógica interna del juego.
Las reglas del juego establecen modos de interacción precisos (Parlebas, 2001). Las reglas también asocian a los jugadores con estatus sociomotores que configuran los roles que desempeñan en el terreno de juego. Entendiendo como rol sociomotor una clase de comportamiento motor asociado a un juego deportivo o a un estatus sociomotor preciso (Parlebas, 1981). A lo largo de su breve historia el fútbol sala ha tenido multitud de cambios reglamentarios que modificaron sustancialmente la forma de jugar: la lógica interna del juego.
INDICADORES DE RENDIMIENTO.
El rendimiento deportivo no es sólo el resultado de una actividad, sino que en su valoración y definición se incluye también el método y el esfuerzo individual que han llevado a este resultado, es decir, el proceso de rendir (Martín, Carl, & Lehnertz, 2001); por un lado la realización de una actividad deportiva asociada al esfuerzo propio del deportista y por otro el resultado de estas actividades.
Uno de los aspectos más importantes a la hora analizar el comportamiento de los jugadores y equipos en un partido, consiste en seleccionar los indicadores que te permitan cuantificar el rendimiento de los equipos en la competición (Garganta, 2000; Hughes & Bartlett, 2002).
Un indicador de rendimiento es, pues: “una selección, o combinación, de variables de acción que buscan definir a alguno, o a todos, los aspectos del rendimiento. Claramente, para ser útiles, los indicadores de rendimiento deberían estar relacionados con un rendimiento o resultado exitosos” (Hughes & Franks, 2004).
El primer indicador de éxito que se ha utilizado ha sido, el gol. En el fútbol contemporáneo es un fenómeno poco habitual lo que justifica su relevancia, a diferencia de los deportes de finalización el gol o tanto es la consecuencia del éxito de cada posesión. (Abt, Dikson, & Mummery, 2002).
El segundo indicador de éxito que se ha barajado son los lanzamientos el cual denota acierto en si mismo.
Después de los goles y los lanzamientos, las llegadas a tercio atacante también constituirían un indicador de éxito.
MÉTODOS Y MATERIAL.
El método utilizado en este estudio es observacional, es el método con el grado más alto de naturalidad y mínimo control interno.
El diseño observacional es el procedimiento para la obtención de datos que permite contrastar las hipótesis en este trabajo.
Población.
La Copa de España, competición a la que llegan los 8 mejores equipos de la primera vuelta, esta competición la retransmite la televisión, por lo cual es sencillo grabar los partidos con los que realizar la muestra. Por esta razón, hemos seleccionado la Copa de España, para el Análisis de la importancia ofensiva de la figura del portero.
Muestra.
La muestra empleada está constituida por todos los procesos ofensivos que permitían observar la totalidad de la conductas que hicieran parte de ellos, de los siete partidos de la Copa de España de la División de Honor de la Liga Nacional de Fútbol Sala española, como máximo exponente del fútbol sala mundial, de la temporada 2008-2009.
Procedimiento.
El registro de los partidos se efectuó mediante grabación en vídeo. Durante la realización de los encuentros retransmitidos por la televisión de la Copa de España.
El registro de los datos fue realizado a “posteriori”, a través de la visualización de las grabaciones televisivas de los partidos.
Con el objetivo de registrar correctamente todos los comportamientos del proceso ofensivo, en particular las característicos de las situaciones con portero-jugador.
Adoptando la estrategia de observar cada secuencia ofensiva tantas veces cuantos sean necesarias, a velocidad normal o utilizando la función de “pausa”.
Para la anotación de los datos de la observación, se utilizó un archivo SPSS 15.0, en el cual se fueron registrando todos los códigos de los comportamientos observados.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN.
Al comenzar la discusión sobre los datos analizados y los resultados expuestos en el capitulo anterior nos damos cuenta que no hay nada da literatura que haga referencia a este tema, por lo tanto la discusión estará basada en la interpretación de los datos.
- Las jugadas con portero-jugador duran más que las jugadas con igualdad numérica. Al no haber ningún estudio que verifique la duración de las jugadas en situación normal de partido, nos acogeremos a los datos salidos de este estudio.
La duración media de las unidades de ataque, expresada en número de pases es de 3,61. Si este dato lo filtramos teniendo en cuenta las diferentes situaciones observadas en el estudio, encontraremos diferencias que explicamos en la tabla siguiente. Por los que nos inclinamos a pensar que cuando salta el portero-jugador al campo el otro equipo le deja la posesión del balón, al estar ellos en inferioridad.
- Por lo que la primera hipótesis se confirma: La figura del PJ aumenta el tiempo/duración de cada jugada a favor.
- Las jugadas con portero-jugador aumenta su porcentaje de finalizaciones. Al presentar estos resultados vemos que un 66,3 % de las jugadas no son finalizadas por el equipo atacante, sino que son pérdidas de la posesión del balón o acciones de continuidad en el juego.
Si este dato lo filtramos como ya realizamos con los datos anteriores podemos observar como, si bien el resultado para una situación de igualdad no difiere en exceso con el anteriormente visto (71,2% de jugadas no finalizadas), el recurso del portero-jugador aumenta el porcentaje de jugadas finalizadas llevándolo a casi la mitad de sus acciones (44,4%). Podemos decir que hay una interacción positiva entre el número de finalizaciones y la situación de superioridad.
- Por lo que la segunda Hipótesis de confirma: La figura del PJ aumenta el porcentaje de finalizaciones a puerta a favor.
- Las jugadas con portero-jugador disminuyen su porcentaje de eficacia. A nivel general, los datos nos muestran un 3,7 % de secuencias de ataque finalizadas en gol.
Este porcentaje se mantiene con respecto a un escenario en el cual el equipo atacante actúa en superioridad (3,5 %) y disminuye en situación de igualdad (alcanzando un 2,6 %).
Ahondando un poco más, si llevamos el análisis tan sólo a aquellas secuencias de ataque que son finalizadas con lanzamiento a portería (un 33,7% del total), podemos observar cómo en caso de que el juego se desarrolle a través de un 4×4 las jugadas en que se efectúa un disparo a puerta finalizarían en gol en un 12,2% de los casos, frente al 5,8% de aquellos en los que el equipo atacante actúe en superioridad.
Esto nos inclina a pensar que aunque hay muchas más finalizaciones la selección de estas o la calidad de esta es baja, con lo que sería un trabajo a desarrollar.
- Por lo que la tercera hipótesis no se confirma: La figura del PJ aumenta la eficacia de las jugadas a favor.
- Las jugadas con portero-jugador no tiene relevancia en la llegada a medio campo del equipo atacante. A nivel general el porcentaje de jugadas que llegan medio campo es de un 66,7 más de la mitad de las jugadas mientras no llegan un 33,3. Si lo observamos en función de la situación de juego, nos damos cuenta que en un 75% de las jugadas en superioridad numérica llegan a medio campo, frente al 67% de las jugadas en igualdad. En este punto no hay significación, ya que hasta que el equipo que ataca entra en medio campo, no se produce la bajada de la defensa. A este nivel podíamos hablar de un cambio en el indicador de rendimiento y bajarlo a la zona 4 del campo.
- Por lo que la cuarta hipótesis no se confirma: La figura del PJ mejora el comportamiento (rendimiento) en la 1º fase del ataque; es decir se llega antes y más fácilmente al ½ campo.
- Las jugadas de portero-jugador no esta claro que mejore la calidad de la consecución. El porcentaje de balones perdidos es más alto en situaciones de igualdad (50,8%) que en superioridad (36,8), y el de remates tanto dentro (18,8%) como fuera (23,1%) es más alto en superioridad, mientras que los goles son un punto porcentual más alto en igualdad que en superioridad, al llegar a este punto deberíamos ver si la importancia de la calidad de las finalizaciones, si que es verdad que se pierden menos balones pero eso nos conviene como equipo al que va ganando y el portero-jugador sale cuando el equipo va perdiendo.
- Por lo que la quinta hipótesis no se confirma: La figura del PJ mejora el comportamiento (rendimiento) en la 2º fase del ataque; es decir mejora la calidad de la finalización.
- Las jugadas de portero jugador mejoran cuando las realiza un jugador de campo. El 70,1% de las jugadas las realiza un jugador de campo, haciendo funciones de portero. Cuando la situación de superioridad la desarrollo un jugador de campo se puede decir que hay más goles, más remates y menos perdidas.
Llegados a este punto podemos afirmar que las funciones de portero-jugador son más efectivas si las realiza un jugador de campo.
- Por lo que la sexta hipótesis de confirma: Las situaciones con PJ son más efectivas cuando las desarrolla un jugador de campo específico a nivel ofensivo; es decir, hay más calidad en las finalizaciones.
CONCLUSIONES.
Las conclusiones del estudio nos revelan que la figura del portero-jugador tiene importancia en la estructura de las jugadas ofensivas.
Podemos concluir que el tiempo utilizado en cada secuencia de ataque (medido en pases) es mayor que en igualdad numérica.
En relación a las llegadas a medio campo, no es un indicador fiable ya que no es significativo en el estudio. Por otro lado la figura del PJ aumenta el porcentaje de finalizaciones a puerta a favor, con lo que podemos concluir que en situación de superioridad numérica estamos en disposición de ejecutar un mayor número de disparos a portería, si bien estos lanzamientos parece que no tienen la calidad suficiente para ser convertidos en gol, ya sea por acumulación defensiva del equipo contrario, o por una mala selección de tiro. De hecho, refiriéndonos al aspecto cualitativo de la finalización, podemos comprobar cómo la información obtenida nos indica una pérdida de eficacia rematadora a la hora de transformar esas ocasiones en gol a pesar del aumento cuantitativo antes citado, cuestión a tener en cuenta de cara al entrenamiento de las acciones ofensivas en superioridad: el simple hecho de atacar con un jugador más no es garantía de éxito de cara al gol, solo nos proporciona un mayor número de oportunidades para conseguirlo.
Por último nos referiremos a la condición del tipo de portero que realiza estas acciones. Al centrarnos en el estudio de la fase ofensiva, desconocemos la realidad con respecto a la idea intuitiva del riesgo defensivo que supone atacar con un hombre más (en caso de pérdida del balón la portería estaría desprotegida totalmente de cara al ataque rival).