Análisis ergonómico de los trabajadores del sector de limpieza doméstica. Importancia del conocimiento de la higiene postural y del trabajo compensatorio como estrategia preventiva de riesgos músculo-esqueléticos.
El sector de la limpieza es un ámbito laboral muy amplio dentro del cual se incluyen numerosos trabajadores que realizan su tarea en lugares muy diversos: fábricas, escuelas, centros universitarios, locales, hogares, etc. Supone un colectivo representativo de un grupo de personas…
RESUMEN
El sector de la limpieza es un ámbito laboral muy amplio dentro del cual se incluyen numerosos trabajadores que realizan su tarea en lugares muy diversos: fábricas, escuelas, centros universitarios, locales, hogares, etc. Supone un colectivo representativo de un grupo de personas que realizan tareas muy parecidas a las actividades domésticas que la gran mayoría de personas han de realizar en sus hogares, y que por tanto pueden ser una muestra relevante en el estudio del conocimiento de hábitos higiénicos y buenas prácticas durante la realización de las tareas domésticas. Por otro lado, el número de horas de trabajo es relevante para el análisis de lesiones o dolencias musculares que aquejan a este sector laboral. En resumen las tareas que se realizan en el hogar suponen un medio de análisis del conocimiento sobre higiene postural y hábitos correctos. La ausencia de ello incide en la aparición de dolencias musculares que el trabajador no contrarresta con la realización de actividad física y ejercicios compensatorios, lo que da lugar a lesiones crónicas que aparecen a largo plazo. La importancia de la práctica de ejercicio físico como medio de educación física en sus diferentes aspectos, supone una acción preventiva dentro del ámbito laboral. Por otro lado, es interesante, como profesionales del deporte el conocimiento de los alumnos que asisten a centros deportivos desde el punto de vista laboral, teniendo en cuenta la actividad física que realiza, las sobrecargas particulares que posee y el trabajo compensatorio individual que necesita como medida preventiva.
INTRODUCCIÓN.
La Ergonomía es considerada como la ciencia del bienestar y del confort, cuyo objetivo es mejorar las condiciones de trabajo a fin de evitar efectos negativos sobre la salud, en cada uno de sus aspectos (físico, psíquico y social). Definir riesgos posturales es labor de la ergonomía, como afirma Gómez-Conesa, quien comenta que estos factores de riesgo laboral “están en relación con aspectos que tienen que ver con la demanda física de la tarea a realizar y que se concretan en el análisis de posturas incorrectas, repeticiones, carga estática y carga dinámica. La consecuencia son las lesiones músculo-esqueléticas que en muchos casos obligan al trabajador a coger la baja laboral”.
Los trastornos músculo-esqueléticos suponen una prioridad en Europa como demuestran las campañas europeas en las que se recuerda la importancia de los trastornos músculo-esqueléticos, como en La Semana Europea de la Seguridad y la Salud en el Trabajo del año 2000, donde con el lema “Da la espalda a los trastornos músculo-esqueléticos”, se buscaba concienciar a los empresarios y trabajadores de este problema. Se estima que de entre los gastos correspondientes a bajas laborales de los Estados miembros, un 40-50% corresponden a trastornos músculo-esqueléticos, además “cada año se pierden en Europa más de 600 millones de días laborales por causa de enfermedades de origen laboral. Entre los costes que generan a las empresas europeas cabe destacar: pérdida de producción, enfermedades del personal, costes de indemnizaciones y seguros, perdida de personal experimentado y costes de contratación y formación de personal nuevo: repercusiones del malestar o la mala salud en la calidad del trabajo”. Cada año, millones de trabajadores europeos de todo tipo de trabajo y sector laboral padecen un TME (trastorno músculo-esquelético) producido por su trabajo…”un 30% se quejan de dolor de espalda, un 17% de dolores musculares en brazos y piernas, el 45% afirma que trabaja en condiciones de fatiga”.
Centrándonos en el término, trabajo doméstico se define como “el conjunto de actividades productivas realizadas en el hogar y que están asociadas al mantenimiento de la casa y la familia”, o “el trabajo que realizan las personas con vistas a la satisfacción directa de sus necesidades o las de otros miembros de sus hogares”. En este sentido la profesión que estudiamos, comúnmente definida como empleada del hogar, sería la de trabajar para otras personas realizando estas tareas que conllevan el mantenimiento de la casa. Dentro de este ámbito laboral, un aspecto a destacar es que la gran mayoría de los trabajadores son mujeres, cuestión importante a tener en cuenta sabiendo que el trabajo doméstico no acaba tras su jornada laboral, sino que continua en su propio hogar incrementando el trabajo físico. Esta es una de las razones de elegir para el estudio el sector de limpieza, como tareas que son realizadas fuera de la jornada laboral, y en mayor medida entre las mujeres, como recoge la encuesta realizada por David Vera quien registra en una muestra, comparando la dedicación en el trabajo doméstico, un porcentaje de 66% de mujeres frente al 34% de hombres. Asimismo dentro de los estudios sobre trastornos músculo-esqueléticos realizado por el Ministerio de trabajo y Asuntos sociales junto con el INSHT, se indica: “la exposición extra laboral de las mujeres que continúan siendo las principales responsables del trabajo doméstico, incluyendo el cuidado de niños y/o personas mayores o enfermas…Las mujeres desarrollan más ocupaciones fuera del empleo remunerado, las demandas del trabajo doméstico aumentan las horas de exposición a tareas con exigencias físicas, pero también con exigencias mentales, emocionales, y de gran responsabilidad. Esta sobrecarga física y psicológica disminuye el tiempo y la calidad del descanso, propiciando la acumulación de la fatiga.” En este sentido, es preciso pasar revista a las indicaciones que establece La ley 31/ 1995, de 8 de noviembre de prevención de riesgos laborales acerca de aquello que concierne al sector de limpieza doméstica. En este sentido la responsabilidad del riesgo corre a cargo del empresario, que ha de velar por la seguridad del trabajador. El artículo 15 referente a los principios de la acción preventiva, indica que elempresario aplicará las medidas que integran el deber general de prevención con arreglo a los siguientes principios generales:
-
- “Evitar los riesgos
- Evaluar los riesgos que no se puedan evitar
- Combatir los riesgos en su origen
- Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo, así como a la elección de los equipos y los métodos de trabajo y de producción, con miras, en particular, a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efectos del mismo en la salud
- Dar las debidas instrucciones a los trabajadores”.
La aplicación de estos principios en el sector de limpieza doméstico, no se lleva a cabo en cuanto que en la mayoría de los casos el trabajador no depende de un empresario, como tal, sino que trabaja para una familia; en este sentido, el artículo 3 indica que no “será de aplicación esta ley a la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar. No obstante…, el titular del hogar familiar está obligado a cuidar de que el trabajo de sus empleados se realice en las debidas condiciones de seguridad e higiene”. Por tanto, dentro del hogar se han de tomar medidas preventivas con el fin de garantizar la salud del trabajador. Es decir, se han de tener en cuenta aquellas circunstancias queprovocan situaciones de riesgo para el trabajador y evitarlas. En la realidad sin embargo el diseño del puesto de trabajo no se modifica, el trabajador ha de adaptarse a la disposición de los muebles, a la altura de las superficies de trabajo y a las dimensiones de las herramientas que utiliza, lo que supone que en este ámbito laboral la disminución del riesgo depende en mayor medida del conocimiento del trabajador en lo que respecta a las buenas prácticas. En este sentido cobra importancia el conocimiento de la higiene postural y la economía de esfuerzo como medio de evitar riesgos musculares que como veremos suponen uno de los factores que aquejan a esta profesión. Un estudio ergonómico puede aportar medidas higiénicas a tener en cuenta para prevenir las lesiones músculo-esqueléticas. “El estudio y el diseño de los puestos y lugares de trabajo, así como del aspecto humano y físico del medio laboral, es objeto de la Ergonomía”
MATERIAL Y MÉTODOS.
El método de trabajo utilizado se ha basado en la grabación en video de personas que se dedican a la limpieza del hogar dentro del llamado servicio de limpieza. La grabación ha servido para valorar las diferentes posturas que se adoptan durante la jornada laboral y analizarlas utilizando el método OWAS, que nos indica el nivel de riesgo músculo-esquelético. Posteriormente los trabajadores han completado un cuestionario, denominado Cuestionario de Disconfort donde reflejan las dolencias, que posee el trabajador, de forma que puedan relacionarse con las posturas que se adoptan en el trabajo. Finalmente se ha analizado la repetitividad del gesto utilizando el programa Ergo IBV (versión 6.0) para definir el riesgo músculo-esquelético que existe en concreto en la región del hombro y cuello.
MUESTRA:
El tamaño de la muestra es de 25 mujeres en edades comprendidas entre los 35 y 50 años. Todas ellas dedican como mínimo dos horas al trabajo en el hogar. Entre las tareas que realizan se diferenciaron dos grupos:
- Tareas que conllevan limpieza del hogar: limpieza de suelos, mobiliario y objetos (vajilla, cazuelas, cubiertos, etc).
- Tareas que he denominado recogida del hogar, dentro de la cual se incluyen acciones como: hacer las camas, colocar objetos en su lugar, tender, planchar y colocar la ropa, etc.
PROCEDIMIENTO:
Durante dos meses se recogieron los datos que consistieron en la grabación en video con una duración de 30 minutos sobre las tareas anteriores, reproduciendo el orden, ritmo y actitud que mantiene durante una jornada normal de trabajo. Para el análisis de la muestra se utilizó un método de observación denominado Método OWAS (Ovako Working Analysis System) . Este método fue propuesto por los finlandeses Osmo Karhu, Pekka Kansi y Likka Kuorinka en 1977 con el título de “Correcting working postures in industry: A practical method for analysis.” (“Corrección de las posturas de trabajo en la industria: un método práctico para el análisis”). El método OWAS tiene por objeto la evaluación de riesgos posturales basados en la clasificación de posturas que realiza el trabajador, a través de la observación de las diferentes tareas que se realizan durante la jornada del trabajo. Las diferentes posturas se clasifican utilizando cuatro variantes, tres de ellas en relación a las posiciones que adopta el trabajador: 3 posiciones de brazos, 7 de piernas y 4 posiciones de espalda, y otra en relación al peso o carga que moviliza el trabajador. La combinación de las variables anteriores se refleja en tres tablas, una para pesos menores de 10kg, otra para cargas entre 10 y 20kg y la última para pesos mayores de 20kg. Dentro del sector de limpieza, las cargas manipuladas son menores de 10kg, para lo cual se ha utilizado la planilla correspondiente. A cada combinación de las tres variantes: espalda, piernas y brazos le corresponde un nivel de riesgo músculo-esquelético que varía del 1 al 4, y al que corresponde una acción correctiva preventiva (tabla 1).
TABLA 1 Método OWAS. Valoración del nivel de riesgo postural y acción correctiva
Para el estudio de la repetitividad se utilizó el programa Ergo IBV (versión 6.0), que consta de diferentes subprogramas que analizan aspectos diversos dentro de una jornada de trabajo, como: posturas forzadas, movimientos repetitivos, manejo de cargas, oficina y ergomater. Dentro de este abanico de posibilidades, se utilizó el programa tareas repetitivas. Para el estudio, se seleccionaron tres acciones, que realiza el trabajador, con un alto índice de repetitividad como: limpieza de suelos, limpieza de baños y limpieza de vajilla, por ser actividades habituales en el sector de limpieza del hogar.
El tercer paso consistió en la recogida de datos a partir de un cuestionario denominado Cuestionario de Disconfort, en el que se adjunta un dibujo donde el trabajador indica las regiones donde siente molestias, el lado del cuerpo en el que se producen (derecho e izquierdo), así como la frecuencia con la que aparece el dolor (nunca, pocas veces, de vez en cuando, a menudo, a diario). Se añaden además unas preguntas en relación al volumen de trabajo en su jornada laboral diaria, así como cuestiones acerca de la práctica de actividades compensatorias (deporte, gimnasia, estiramientos, etc) por parte del trabajador.
RESULTADOS
Los datos obtenidos correspondientes a la aplicación del método OWAS tomando toda la muestra de trabajadoras fueron los siguientes: Se codificaron 867 posturas de espalda, correspondientes a las siguientes posiciones (tabla 2):
TABLA 2 Posturas registradas correspondientes a la variable Espalda y porcentajes correspondientes
En cuanto a las posiciones de brazos, se codificaron 1233 posturas correspondientes a las posiciones siguientes (tabla 3):
TABLA 3 Posturas registradas correspondientes a la variable Brazos y porcentajes correspondientes
En cuanto a las posiciones de piernas, se codificaron 1140, correspondientes a las posturas siguientes (tabla 4):
TABLA 4 Posturas registradas correspondientes a la variable Piernas y porcentajes correspondientes
En base a los datos anteriores, se recogieron 757 datos correspondientes al índice de riesgo. El nivel de riesgo músculo-esquelético corresponde a los cuatro niveles siguientes:
TABLA 5 Datos obtenidos a partir de las planillas de valoración del riesgo músculo-esquelético (Figura 2) y porcentajes correspondientes
Posteriormente se analizaron de forma independiente tareas que el trabajador realiza habitualmente durante su jornada de trabajo, con el objeto de identificar niveles de riesgo particulares a cada una de ellas, como hacer las camas, planchar, limpiar el baño, barrer, limpiar las ventanas, limpiar el polvo y recoger y limpiar los útiles de cocina. Se observó que el nivel de riesgo más elevado corresponde a la limpieza de baños donde se registran niveles 2 y 3 en un 50 y 40% respectivamente. La tarea siguiente en riesgo es la limpieza de ventanas, donde se registran valores del nivel 1 en un 61’5%, nivel 2 en un 38’4%, y nivel 3 (30%). La tercera tarea donde se registran valores elevados corresponde a hacer las camas, con un 16’6% en los niveles 2, 3 y 4. El resto de las tareas se sitúan en el nivel 1, sin riesgo de lesión músculo-esquelética.
En relación con el análisis de las dolencias musculares y hábitos deportivos, los resultados fueron los siguientes: todas las trabajadoras realizan una media de tres horas en el trabajo doméstico, y de hora y media a dos horas en su hogar. La mayoría no realiza estiramientos tras su jornada de trabajo, ni asiste a clases de gimnasia de mantenimiento, únicamente dos de ellas realizan caminatas por su ciudad. Las regiones más afectadas se localizan en la zona del cuello-nuca, región dorso-lumbar, y los hombros. Pocas veces sienten dolor muscular en los brazos, antebrazos, muñecas, manos, muslos, piernas y tobillos, aunque sí aparecen las dolencias a veces y dependiendo de las tareas que se hayan realizado.
Dentro del análisis de la repetitividad de las tareas, cada una de ellas se examinó en base a diferentes subtareas. En este caso, en la limpieza del baño, se analizaron las subtareas: limpieza de bañera, limpieza de WC, limpieza de lavabo y limpieza de bidet. La repetitividad correspondiente a los movimientos de brazos son los siguientes: 47 repeticiones por minuto en la limpieza de la bañera, 42 repeticiones por minuto en la limpieza del lavabo, 40 repeticiones por minuto en la limpieza del bidet y 45 repeticiones por minuto en la limpieza del WC. El informe correspondiente revela que el nivel de riesgo músculo-esquelético es elevado (nivel 4), de modo que requiere una intervención inmediata sobre la tarea. La siguiente tarea analizada es la limpieza de suelos, donde se compara barrer y aspirar, de modo que el mayor número de repeticiones corresponde a aspirar el suelo, donde se han recogido 91 repeticiones por minuto, frente a 78 repeticiones por minuto en la acción de barrer. El informe registra un nivel 4 de riesgo músculo-esquelético en la zona de cuello y hombro de modo que requiere una acción inmediata. Por último, se estudia la limpieza de la vajilla, con las subtareas: enjabonar en la que se realizan 69 repeticiones por minuto, secar con 50 repeticiones por minuto y aclarar con 30 repeticiones por minuto. El informe correspondiente indica que el nivel de riesgo músculo-esquelético en la región del cuello y hombro es del grado 3, correspondiente a situaciones en las que conviene intervenir tan pronto como sea posible.
DISCUSIÓN
El factor de análisis que nos ocupa es la incidencia de los trastornos músculo-esqueléticos derivados de microtraumatismos repetidos que son causa de baja laboral en muchos casos. “Las lesiones y trastornos músculo-esqueléticos constituyen, en la actualidad la principal causa de las enfermedades profesionales y una de las primeras causas de los accidentes de trabajo de nuestro país”. En general, algunos de los factores de riesgo que conllevan microtraumatismos repetidos observados en el ámbito laboral del sector de limpieza son los siguientes:
- Mantener posturas forzadas y desalineadas de las articulaciones.
- Aplicación de fuerza y desalineación articular.
- Ciclos de trabajo repetitivos.
- Descanso o reposo insuficientes.
- Factores individuales: aspectos individuales anatómicos o fisiológicos del trabajador.
Mantener posturas forzadas y desalineadas de las articulaciones.
En función de los datos obtenidos, observamos en primer lugar, que la adopción de posturas forzadas es muy habitual, debido a la disposición de los muebles, a veces demasiado juntos unos de otros sin espacio para poder moverse con libertad, lo que obliga al trabajador a adaptarse al espacio que le queda; esto se observa a menudo a la hora de hacer las camas (camas pegadas a la pared), o en la limpieza de los baños, donde la accesibilidad es complicada, por ejemplo durante la limpieza de la ducha o la bañera, sobretodo cuando tiene instalada una mampara. Es muy corriente observar posturas forzadas, donde el tronco se flexiona, rota, y los brazos se alargan creando un gran brazo de palanca, que aumenta el trabajo muscular sobre la región lumbar y glútea, con la consiguiente sobrecarga y dolor muscular. “Los trabajadores y empleadores se quejan a menudo de la configuración de los edificios, que no están pensados para ser objeto de limpieza o para ser limpiados de forma segura. El diseño de los edificios y del mobiliario pueden tener repercusiones en la carga física de trabajo y en la seguridad de los trabajadores”
Aplicación de fuerza y desalineación articular.
La aplicación de fuerza manual es algo habitual para los trabajadores del sector de limpieza, sobretodo en las tareas de limpieza de azulejos, cristales, muebles, alfombras, etc, donde la aplicación manual se une a la repetitividad del gesto, sobre todo del lado dominante del cuerpo puesto que es con el que se imprime mayor fuerza. Como consecuencia, el riesgo de lesión músculo-esquelética aumenta por sobrecarga muscular sobretodo de la región del hombro y cuello del lado corporal dominante. Además la utilización, en gran medida, del brazo derecho obliga al trabajador a rotar el tronco para adaptarse a una superficie de trabajo alejada de ese lado corporal, circunstancia que incrementa aún más el esfuerzo debido a la desalineación articular y alejamiento del lugar de aplicación de la fuerza. En otras ocasiones la aplicación excesiva de fuerza unilateral se manifiesta en la elevación el hombro de ese lado para poder aplicar más fuerza de empuje, situación que obliga a mantener el trapecio y el elevador de la escápula en contracción isométrica.
Muy habitual es la aplicación de fuerza en posición desalineada cuando se tracciona de los muebles para limpiar el suelo. Suelen ser movimientos bruscos donde el tronco se flexiona y ejerce una fuerza en posición desalineada, lo que supone un aumento del momento de flexión sobre la columna lumbar y zona glútea. Se suelen realizar con un brazo, puesto que normalmente el otro agarra la herramienta de limpieza. Asimismo la tracción de los muebles no suele realizarse frontalmente sino de forma lateral, y en ocasiones utilizando un solo brazo, lo que implica la adopción de posturas forzadas que inciden en mayor medida sobre la musculatura postural. Igualmente se observa una postura incorrecta cuando se flexiona el tronco a la hora de coger pesos del suelo, como el aspirador o el cesto de la ropa húmeda. La desalineación articular junto a la aplicación de fuerza se aprecia igualmente en la articulación de las muñecas durante las tareas de limpieza manuales utilizando un trapo o bayeta. Esta flexión se incrementa en la limpieza de superficies verticales, azulejos, mamparas, ventanas o puertas, puesto que el útil empleado no se adapta a la biomecánica articular.
Ciclos de trabajo repetitivos.
Como se ha analizado mediante el programa Ergo IBV, los movimientos repetitivos son habituales en el servicio doméstico, sobretodo en lo que respecta al lado dominante del cuerpo, afectando mayormente a las regiones del hombro y cuello, donde la trabajadora siente molestias tras su jornada laboral, como se recoge en el Cuestionario de Disconfort.
Descanso o reposo insuficientes.
No se ha observado en la grabación en video descansos ni pausas que ayuden a relajar la musculatura utilizada. Normalmente el trabajador realiza un trabajo continuo, donde en muchas ocasiones el tiempo es escaso para las actividades que hay que desarrollar. Las prisas y la escasez de tiempo incrementa la velocidad de repetitividad de movimientos, aumentando el riesgo de sobrecarga muscular del hombro y cuello. Asimismo la celeridad en la realización de las tareas potencia las situaciones de riesgo en las posturas forzadas como la realización de movimientos bruscos a la hora de mover objetos o muebles, con el consiguiente alargamiento del cuerpo para llegar a zonas inaccesibles.
Factores individuales
A la hora de determinar el origen de las lesiones músculo-esqueléticas de los trabajadores del sector de la limpieza en el hogar, se han de tener en cuenta los factores individuales, más aún sabiendo que el 100 % de la muestra son mujeres en edades comprendidas entre los 38 a 55 años, y que de forma general, en el sector de limpieza más de un 80% de los trabajadores son mujeres.
La alteración hormonal puede influir en dolencias articulares además de la tensión muscular propia del trabajo. “La influencia de factores hormonales, especialmente en edades cercanas a la menopausia podrían bien interaccionar en las condiciones de trabajo, o bien actuar separadamente, produciendo TME”. “Las alteraciones de las extremidades superiores afectan más a las mujeres trabajadoras que a los hombres fundamentalmente por el tipo de trabajo que realizan. Por ejemplo el 35% de las trabajadoras europeas realizan un trabajo repetitivo frente al 31% de los trabajadores europeos”.
CONCLUSIONES
“La falta de interés por un sector como el de la limpieza explica el reducido número de estudios existentes sobre los temas de salud, seguridad y aspectos ergonómicos propios del sector”. Tradicionalmente las tareas de limpieza realizadas en el hogar no se han contemplado como una profesión regulada legalmente, en muchos casos porque los trabajadores no suelen estar asegurados cuando trabajan para una familia, sin embargo han de ser considerados como una profesión más dentro del amplio abanico de posibilidades que posee el sector de la limpieza. Estudios relativos a la limpieza de oficinas, recogen las causas que dan lugar a lesiones dorso-lumbares como es la técnica incorrecta en la manipulación de las cargas, o lo que denomina como falsos movimientos repetidos (reiterada sobrecarga de la espalda), o la mala actitud corporal de larga duración (sobrecarga de larga duración), aspectos que se han analizado en la presente investigación como situaciones habituales sobretodo durante las tareas de limpieza y en concreto de los baños donde como se ha visto, la disposición y diseño del mobiliario obligan al trabajador a adoptar posturas forzadas que es una de las causas del dolor lumbar. En este sentido las medidas preventivas que ha de adoptar un trabajador de la limpieza, para prevenir lesiones dorso-lumbares, son evitar mantener una misma postura durante la realización de una tarea y procurar alternar las posiciones que se adoptan fomentando la intervención de diferente musculatura. Asimismo se ha de evitar mantener posturas corporales forzadas, como alargar el cuerpo flexionando el tronco o rotándole, al contrario se ha de buscar mantenernos cerca de la superficie de trabajo y acercar los objetos que manipulamos, así como procurar que la postura corporal esté alineada para lo cual se han de flexionar las piernas en aquellas situaciones que lo requieran con el objeto de equilibrar el trabajo muscular.
Las sobrecargas relativas a los miembros superiores (cuello, codos, hombros muñecas, brazos y dedos), se originan como consecuencia del trabajo repetitivo, por ejemplo cuando las tareas se realizan de forma repetida y rápida, posturas forzadas debido a las restricciones del espacio, herramientas inadaptadas que requieren esfuerzos suplementarios para su manipulación. O posturas incómodas y rígidas de la mano, brazo, muñeca y codo. Condiciones que se dan principalmente durante las tareas de limpieza, y en mayor medida en la limpieza de los baños, ventanas y azulejos, como consecuencia de la necesidad de adaptar la posición del cuerpo y muñecas a la forma de la bañera o a superficies verticales que obligan a rotar, alargar y flexionar el tronco así como a mantener las muñecas en extensión o realizando inclinaciones radiales y cubitales de la misma. Las medidas preventivas aconsejan variar los movimientos y posturas de trabajo, adoptar buenos gestos y posturas (piernas ligeramente separadas, hombros lo más bajos posible, trabajar a una altura adaptada a la estatura del trabajador…), alternar las manos para distribuir la carga, y tomarse pausas para recuperarse de la fatiga y del esfuerzo. Distribuir la fuerza prefiriendo la actuación de varios dedos a uno sólo o favoreciendo el uso alternativo de las manos.
Un aspecto a tener en cuenta en lo relativo a la organización del trabajo es el adiestamiento de los trabajadores. Por este motivo es importante resaltar la importancia de la práctica deportiva para como medio de compensación muscular, de liberación de tensiones musculares o de conocimiento de hábitos correctos. Toda esta información se adquiere en los centros deportivos, en gimnasios o pabellones donde a través de sesiones colectivas los profesionales de la educación física desarrollan las cualidades físicas de los alumnos. No siempre se consideran las clases de gimnasia de mantenimiento, de aeróbic, de step, etc, como un medio de educación física que continua a la asignatura de Educación Física de los Institutos. Sin embargo, las personas que asisten a clases colectivas tienen la oportunidad de recibir información sobre la higiene postural, el conocimiento de estiramientos y la importancia que tienen tras su jornada laboral, los beneficios del calentamiento y de la tonificación muscular, o la necesidad de una técnica correcta en la realización de los ejercicios, y que esa misma técnica se debe transferir a nuestra vida diaria. Asimismo es importante para el profesor tener un mayor conocimiento de los alumnos a partir de encuestas o cuestionarios de disconfort, que permitan conocer la profesión de los alumnos así como las sobrecargas musculares que poseen para programar correctamente los ejercicios y buscar unos objetivos claros y reales. Poder conocer de forma concreta las dolencias musculares que aquejan a nuestros alumnos nos aporta información acerca de los grupos musculares que debemos estirar y movilizar, y cuales potenciar y tonificar. Todo ello con el objeto de potenciar los hábitos saludables que son uno de nuestros objetivos como educadores dentro del ámbito corporal. “En la actualidad vivimos en una sociedad que se rige por el elevado número de horas dedicadas al trabajo y la consecuente falta de tiempo para dar la importancia que se merece el cuidado de nuestra salud”.
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