El deporte frente al juego de pelota: El proceso de deportivización en Euskal Herria
1. Introducción
Los juegos de pelota, reflejo de la comunicación y la universalidad, se han transmitido de generación en generación convirtiéndose en referentes de la evolución de la sociedad. La clase alta, media y baja, los religiosos y los paganos, los mayores y los jóvenes, todos han conocido y/o practicado algún juego de pelota. En la actualidad, además de satisfacer los objetivos y las necesidades de la sociedad, se han transformado en juegos deportivos que son fundamentales para la diversión y el ocio de las personas. La Pelota Vasca, entre la tradición y la evolución, también ha recorrido su trayectoria. Teniendo en cuenta el carácter social y cultural vasco, estas actividades han estado muy presentes en la difusión tanto escrita como oral. Las apuestas entre grandes pelotaris han sido el punto de partida de las historias de los ancianos, de las coplas de los cantantes, de las rimas vivas de los bertsolaris (cantadores de versos), de libros conocidos de importantes escritores y de los cuchicheos de las plazas de todos los pueblos.
La apuesta y la Pelota Vasca son dos conceptos que están muy relacionados. Lejos de los deportes estandarizados, la apuesta ha permitido que la pelota tenga un carácter de juego variable donde una parte gana y la otra pierde. Se han realizado apuestas de diferentes estructuras (duelos simétricos por grupos, duelos simétricos individuales o duelos disimétricos) en diversas instalaciones (frontón o plaza del pueblo, pórtico de la iglesia, el bajo del ayuntamiento…). En todos estos casos, cada bando ha acordado las reglas de juego con el adversario, llegando a un punto de encuentro satisfactorio.
En el caso de la Pelota Vasca, como ha sucedido en la mayoría de los juegos de pelota, ha evolucionado de una estructura tradicional (variable) a una estandarizada. Este proceso de deportivización ha supuesto la variación de algunas características, entre otras, la estructuración de las reglas de juego y la institucionalización. Hemos pasado de una estructura cambiante y de gran riqueza de juego pactada en todo caso por los participantes de dicha postura, a otra estructura deportiva estandarizada o semi-estandarizada. En la actualidad, en el País Vasco, la estructura que prevalece entre estas dos posibilidades es la deportiva y, por tanto, la diversión y el ocio de la sociedad ha tomado otra dimensión. Debido a este proceso de deportivización, se han abierto caminos para competir a nivel internacional de forma que todos los pelotaris participan bajo el mismo reglamento de juego (mismos criterios de igualdad).
Teniendo en cuenta la situación actual de este deporte, se podrían plantear algunas cuestiones para poder conocer el devenir de la Pelota Vasca. ¿Qué estructura, juego o deporte, le interesa a la sociedad actual? ¿Cómo será el futuro de la Pelota Vasca? ¿Debemos mantener las costumbres ancestrales que definen los rasgos de la Pelota Vasca? ¿Qué soluciones podemos plantear para mantener la convivencia entre la tradición o el juego y la evolución o el deporte?
2. Juego y deporte: conceptualización
Antes de empezar a responder a las preguntas iniciales que se han planteado en la introducción, es importante que ubiquemos las modalidades de la Pelota Vasca dentro de las situaciones motrices de nuestra sociedad. Siguiendo las directrices que plantea el profesor Parlebas en el apartado socioinstitucional dedicado a los juegos, deporte y sociedad (2001), se observa que dentro de la ludomotricidad existen diferentes opciones en función de su reconocimiento institucional, el sometimiento a reglas de juego pre-establecidas y la finalidad competitiva. De esta forma, se pueden distinguir cuatro grandes grupos de situaciones ludomotrices (ver gráfico 1).
Si hacemos referencia a los casi juegos deportivos, debemos tener en cuenta los principales rasgos que reúnen estas situaciones, es decir, su carácter libre e informal o dicho de otra forma, la falta de reglas de juego y competición. Según las conclusiones a las que ha llegado el profesor Etxebeste en su trabajo sobre los juegos deportivos y los elementos de socialización de los niños del País Vasco (2001), los principales practicantes de este tipo de “jolasak” (juegos en colaboración) en el País Vasco han sido las mujeres. Su interés por la continuidad del juego y el compañerismo está ligado al papel que desempeña en la propia sociedad.
Gráfico 1. El deporte frente al juego de pelota: El proceso de deportivización en Euskal Herria
Gráfico 1. Clasificación de las situaciones ludomotrices (Parlebas, 2001:52)
Pero no cabe duda de que las modalidades ancestrales y actuales de la Pelota Vasca están ubicadas dentro de los juegos deportivos, es decir, de los deportes, los casi deportes y los juegos tradicionales. La mayoría de las disciplinas de Pelota Vasca han recorrido el mismo camino, empezando en una estructura de juego tradicional no institucionalizado, pasando a ser casi deporte (semi-institucionalizado) y, en casi todos los casos, llegando a convertirse en deporte institucionalizado. Si utilizamos los dos conceptos generales del título de este apartado, el juego y el deporte, en el País Vasco hoy en día conviven las dos estructuras, pero la balanza está inclinada hacia las disciplinas más estandarizadas e institucionalizadas.
3. Los juegos de pelota en Euskal Herria
Los juegos deportivos (casi deportes) tienen algunas características de los deportes (reglamento aprobado, competiciones en instalaciones específicas y con material medianamente estandarizado), pudiendo a veces adoptar lógicas internas similares a las disciplinas deportivas. Los juegos de pelota de Euskal Herria han tenido y tienen ciertos rasgos diferenciales en comparación con la estructura deportiva, tanto a nivel estructural (lógica interna) como contextual (lógica externa).
Respecto a la estructura o lógica interna de estos juegos (ver tabla 1), siguiendo las aportaciones de Usabiaga (2005), se puede observar que existen algunos rasgos del deporte de la Pelota Vasca que no se cumplen en la estructura de los juegos vascos de pelota.
En referencia a la lógica externa, existen infinidad de diferencias entre la Pelota Vasca (deporte) y los juegos de pelota. Según las aportaciones de Callede (1990 y 1993), la Pelota Vasca ha pasado de ser un juego tradicional a ser un deporte moderno. El juego tradicional (sociedad tradicional) está caracterizado por la especificidad (carácter cultural local), el acuerdo y las situaciones funcionales inespecíficas. En cambio, el deporte moderno (sociedad moderna, totalitarismo) se caracteriza por la universalidad, la empresa (productividad) y la eficacia y especialización funcional.
Tabla 1. El deporte frente al juego de pelota: El proceso de deportivización en Euskal Herria
Tabla 1. Rasgos de la lógica interna de la Pelota Vasca (deporte). Las características subrayadas no se cumplen siempre en los juegos de pelota.
Tal y como expresa en un trabajo publicado recientemente la antropóloga vasca González Abrisketa (2005), “la pelota es una de las manifestaciones culturales más significativas para los vascos”. Esta autora se basa en diversos trabajos de antropólogos y escritores, entre los que cabe destacar las palabras de Pío Baroja, el juego de pelota vasca es el “juego vasco por antonomasia”. Los juegos que se practican en una sociedad definen su identidad, su cultura, sus tradiciones y su forma de hacer. Tal y como afirman Urdangarin y Etxebeste (2005:22), “si los juegos son fenómenos culturales, las reglas que los organizan también lo son… La interpretación de estos rasgos lúdicos ha de hacerse a partir de los criterios de la sociedad que los acoge”
Los juegos de pelota practicados en Euskal Herria están relacionados con la apuesta, que se define como un duelo entre dos bandos que representan a diferentes caseríos, familias, barrios, pueblos o territorios. Para materializar una postura es preciso que los contrincantes lleguen a un acuerdo especificando las reglas de juego y el objetivo de dicho envite. Era y es un acontecimiento festivo que reúne a la sociedad en torno a una disputa que se celebra en la plaza (frontón) ubicada en el centro del pueblo.
A diferencia del deporte, en la apuesta pueden participar en contra dos pelotaris de diferentes niveles, es decir, se puede equilibrar el duelo dándole ciertas ventajas al que tiene menos juego. En eso consiste la traviesa, en que el pelotari que tiene más juego, o que ha sido vencedor más veces, o que en ese momento está en forma ceda en algunos aspectos del juego para llegar a un punto de acuerdo en el que las dos partes se sienten capacitadas para poder ganar el encuentro. Los profesores Urdangarin y Etxebeste (2005:37) especifican de una forma clara la relación entre la sociedad y la apuesta o el juego deportivo tomando como referencia a los niños y niñas del País Vasco, “el juego es el espejo e imagen de la sociedad… En la cultura vasca esos ‘placeres’ parecen tomar tres formas: el de vencer del jokoa, el de compartir del jolasa y el de repetir del jokoa-jolasa; que se convierten en tres modelos comportamentales “
En el caso de los juegos de pelota de Euskal Herria, parece evidente que hace referencia al placer de vencer del jokoa. Estas situaciones de enfrentamiento o desafío se deben entender en un contexto propiamente varonil. Como indican Urdangarin y Etxebeste (2005:33), “para los vascos, el modelo de comportamiento público se resumirá en el concepto de plazagizon, literalmente hombre de plaza pública… y muy particularmente en el campo que nos interesa, está relacionado con las apuestas deportivas. Según Zulaika (1991) el plazagizon se referiere a aquel que se crece en la plaza. Es decir, el pelotari que no tiene miedo a su contrincante a nivel competitivo, el que da todo lo que tiene dentro de la cancha, el que no se pone nervioso ante ningún adversario o ante ninguna apuesta (se siente cómodo).
La honestidad es otro aspecto importante de los juegos de pelota de Euskal Herria. Cuando dos pelotaris llegaban a un acuerdo para enfrentarse en un duelo (partido), se daban la mano (eskua eman) y daban su palabra (hitza eman) de que cumplirían con todos los requisitos acordados, sin escribir y firmar ningún texto. Estos dos pasos eran vitales en todas las apuestas que se llevaban a cabo, y la plaza (el público, el entorno de los dos pelotaris…) se encargaba de observar las actuaciones de cada bando.
4. El proceso de deportivización
Según Lagardera (1993), el deporte es un fenómeno esencialmente cultural y comunicativo, que constituye una cultura específica. Toda práctica deportiva tiene tendencia a entrar en procesos de institucionalización (deportivización). La mayoría de las modalidades de juegos vascos de pelota, al igual que muchos deportes tradicionales y casi deportes, han seguido los pasos de la deportivización. Es decir, se han sumergido en una estandarización de las reglas de juego y la estructura de los campeonatos, así como la institucionalización de todas sus actividades. Podemos afirmar que en la actualidad la estructura deportiva de la Pelota Vasca está consolidada (EEPF, 2006).
Respecto a la lógica externa, siguiendo las directrices de la deportivización se ha protocolarizado cualquier parte del partido: la vestimenta de los pelotaris y jueces, la entrega de fichas a los jueces y la relación con los mismos, el tiempo de calentamiento, el paseíllo y la presentación, el número y duración de los descansos, la relación entre público y pelotaris, la firma del acta del partido… Hoy en día cada federación de Pelota Vasca debe reglamentar como mínimo el régimen de organización y desarrollo de sus competiciones oficiales, el régimen disciplinario, el régimen electoral y el régimen de resolución extrajudicial de conflictos, así como el régimen económico-patrimonial y el régimen documental.
5. La Pelota Vasca y los ámbitos de la actividad física
En las últimas décadas, debido a la relevancia que ha adquirido el ámbito de la actividad física en la sociedad y la necesidad que distintas administraciones han trasmitido mediante las decisiones que han tomado, los deportes se han institucionalizado para dar respuesta a estas peticiones de los ciudadanos. La política deportiva que se plantea desde las instituciones públicas, busca la regularización de las prácticas deportivas en los diferentes estratos de la sociedad y ámbitos de actuación.
Dentro del ámbito educativo, cabe destacar que tanto en la enseñanza formal como no formal las actividades relacionadas con la Pelota Vasca se enmarcan dentro de las estructuras deportivas. Es decir, se educa a través de estas disciplinas considerándolas como deporte y, por consiguiente, se trabajan aspectos estructurales y funcionales específicos de la Pelota Vasca profundizando en los elementos de la acción de juego de las diferentes modalidades.
Respecto al ámbito del rendimiento, sin lugar a dudas, la mayoría de los programas que se han implantado en las últimas décadas, tienden a seguir los pasos de la deportivización.
En el ámbito de la promoción, como en los anteriores casos, la balanza se está inclinando hacia los proyectos deportivos institucionalizados. Pero en este caso, los juegos tradicionales y, sobre todo, casi deportes consiguen más adeptos que las disciplinas deportivas institucionalizadas.
6. A modo de reflexión
Para conocer el devenir de la Pelota Vasca en la sociedad actual, se han planteado algunas preguntas en la introducción de este texto y, a continuación, intentaré responder brevemente a todas ellas en función de los apartados que se han desarrollado.
¿Qué estructura, juego o deporte, le interesa a la sociedad actual? Hoy en día, las instituciones públicas y privadas, y los medios de comunicación quieren vender la Pelota Vasca como un deporte. Es lo que se lleva, es el futuro, es la única forma de competir con los demás deportes, es la mejor manera de extender esta disciplina en el mundo… pero, en esta era en la que la sociedad define cualquier actividad física como deporte, es difícil hacerles entender que lo que la mayoría practica no reúne los principales rasgos de un deporte, competiciones oficiales reglamentadas (reglamento estandarizado) y actividad institucionalizada. La mayoría de los practicantes no federados participa en un casi deporte o en un juego tradicional.
¿Cómo será el futuro de la Pelota Vasca? Si la única vía que utilizan las instituciones es la del deporte, puede que los que no gozan de las posibilidades que dicha estructura genera, busquen otras alternativas en las empresas o asociaciones privadas o dejen de practicar la Pelota Vasca. En cambio, si la administración, las federaciones y los clubes, evalúan las necesidades de la sociedad y diseñan e implementan programas atractivos, eficaces (satisfacción de los usuarios) y eficientes, es decir, innovan y buscan una mejor calidad en sus servicios (empezando por la diversidad de programas), obtendrán una respuesta positiva por parte de los ciudadanos y mantendrán vivas las costumbres (la cultura) de dicha sociedad.
¿Debemos mantener las costumbres ancestrales que definen los rasgos de la Pelota Vasca? Es evidente que la riqueza de las costumbres ancestrales que definen las características de la Pelota Vasca es de suma importancia y, por consiguiente, deberíamos investigar y dar a conocer cómo disfrutaban nuestros antepasados en los juegos vascos de pelota. No debemos obligar a la sociedad a que siga practicando la Pelota Vasca en función de las costumbres ancestrales, pero es nuestra labor (sobre todo de los profesionales de la educación física) darles la oportunidad de conocer las diferentes posibilidades que existen.
¿Qué soluciones podemos plantear para mantener la convivencia entre la tradición o el juego y la evolución o el deporte? En un primer paso debemos diferenciar qué es juego y qué deporte, o los diferentes tipos de Pelota Vasca que existen en Euskal Herria. A continuación es importante realizar una campaña de sensibilización en torno a estos conceptos. Una vez que los ciudadanos conocen la riqueza de variantes de la Pelota Vasca, la administración pública y las entidades privadas sin ánimo de lucro (federaciones y clubes) o con ánimo de lucro (empresas de pelota a mano, pala, cesta punta y remonte) deberían evaluar las necesidades actuales de la sociedad y diseñar programas dirigidos a los diferentes usuarios para que puedan practicar o gozar en las diferentes opciones. En todos los casos, la clave está en la sensibilización de los diferentes agentes implicados (entidades públicas, privadas, practicantes activos y pasivos…). La convivencia entre la tradición y la evolución estará asegurada si existen las mismas posibilidades en infraestructuras, materiales y actividades para llevar a cabo el juego o el deporte (u otras posibilidades).
En definitiva, las instituciones públicas (gobierno, diputaciones, ayuntamientos) y privadas sin ánimo de lucro (federaciones deportivas y clubes) deberían atender a las necesidades de la sociedad, intentando mantener las costumbres, los juegos, el idioma… del país, territorio, comarca o pueblo en el que actúan. Pero, a veces, parece que las normas o estándares que se emplean en los ámbitos deportivos discriminan ciertas acciones que mantienen una estructura no estandarizada. Si estas instituciones pretenden que los programas que diseñan e implementan satisfagan las necesidades de los ciudadanos, no pueden delimitar sus actuaciones al ámbito puramente deportivo, deben buscar nuevas propuestas enmarcadas en estructuras ancestrales como los casi deportes, juegos tradicionales o incluso, casi juegos.
Esta diversidad de actividades conseguirá más practicantes de distintas características que disfrutan con las diferentes variantes de la Pelota Vasca. Si partimos de que los programas de actividad física organizados por entidades públicas o privadas sin ánimo de lucro deberían ser sociales, no se puede entender de ninguna manera, que una federación de Pelota Vasca atienda las necesidades de un porcentaje muy reducido de los habitantes del territorio en el que actúa, o lo que es más grave, que atienda las necesidades de una mínima parte de todos los que practican de una forma u otra la Pelota Vasca.
El deporte de la Pelota Vasca no es mejor ni peor que el juego vasco de pelota, es diferente. Como se ha visto en los distintos apartados de este texto, cada tipo de actividad ofrece diferentes posibilidades a los practicantes: una competición reglada e institucionalizada para los que aman el campo federado (deporte), una competición semi-institucionalizada o no institucionalizada que varía de reglas continuamente para los que disfrutan con la incertidumbre que ellos mismos generan (casi deporte y juego tradicional) y una estructura no competitiva y sin reglas para los que buscan pasar el rato colaborando entre los participantes (casi juego).
Nuestros antepasados disfrutaban con el juego, las apuestas en forma de competición entre hombres, y la creatividad de dichas posturas respecto a la variación de las reglas de juego ha sido y es de una riqueza que la estructura deportiva actual no puede asumir. La evolución no debería estar en contraposición con la tradición, el juego y el deporte son compatibles en la sociedad actual. Aún sabiendo que esta afirmación carece de aportaciones científicas, me atrevería a decir que uno de los factores que condiciona la relación entre el deporte y el juego es que la mayoría de los vascos conocen la Pelota Vasca como deporte, pero no como juego y, por consiguiente, su tendencia se inclina hacia las actividades más conocidas.
El proceso de deportivización no es un aspecto negativo para la sociedad vasca, es una transformación de los juegos vascos de pelota en el que se imponen ciertas reglas estandarizadas e institucionalizadas. Tiene la ventaja de poder “competir” con las demás disciplinas deportivas y el inconveniente de perder los rasgos característicos que hacen referencia a su origen (el juego). Evaluemos la situación actual y la evolución histórica de la Pelota Vasca en todos los ámbitos de la actividad física y trabajemos todos en la misma dirección para que los ciudadanos de hoy y mañana puedan disfrutar de todas las opciones de Pelota Vasca.
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