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23 Sep 2006

El espacio individual de interacción como variable para determinar la intensidad de las formas jugadas en fútbol

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El propósito de este estudio fue examinar la respuesta física, fisiológica y la percepción del esfuerzo durante la realización de diferentes tareas de entrenamiento en fútbol. A los diferentes formatos de juego reducido escogidos se ha variado el espacio individual de interacción (EII), pero hemos manteniendo el mismo número de jugadores por equipo, 5:5 con porteros.

Autor(es): David Casamichana Gómez, Julen Castellano Paulis
Entidades(es): Master Oficial de Práctica Deportiva: Innovación y Aplicación, de la Universidad de Málaga,
Universidad del País Vasco,
Congreso:II Congreso Internacional de Deportes de Equipo
Pontevedra– 21-23 de Septiembre de 2006
ISBN: 978-84-613-1659-5
Palabras claves: fútbol, juegos reducidos, análisis del movimiento, frecuencia cardiaca, esfuerzo percibido, carga de trabajo.

soccer, small-sided games, time–motion, heart rate, perceived exertion, training load

Resumen

El propósito de este estudio fue examinar la respuesta física, fisiológica y la percepción del esfuerzo durante la realización de diferentes tareas de entrenamiento en fútbol. A los diferentes formatos de juego reducido escogidos se ha variado el espacio individual de interacción (EII), pero hemos manteniendo el mismo número de jugadores por equipo, 5:5 con porteros. En este estudio participaron 11 jugadores de fútbol (edad 15.5 ±0.52 años, altura 1.74 ±0.07 m, peso 62.9 ±3.7 kg. y resultado en el test de YYIRT 1816.0 ±504.86 m). Los formatos de juegos reducidos fueron de 62 m * 44 m, para el tamaño grande (JRG), 50 m * 35 m para el mediano (JRM) y de 32 m * 23 m para el pequeño (JRP). Se registraron y analizaron diferentes variables en las tres tareas de entrenamiento realizadas en tres sesiones de entrenamiento: a) fisiológicas, mediante pulsómetros Polar Team; b) físicas, mediante la utilización de dispositivos GPS SPI elite y; c) de percepción del esfuerzo, mediante la aplicación de la escala de Borg (CR-10). Se han encontrado diferencias significativas en la mayoría de variables estudiadas en el formato JRP tanto con respecto al JRG como al JRM, presentando estos últimos escasas diferencias entre ellos. Estos resultados demuestran que la variable espacio individual de interacción debe de ser tenida en cuenta a la hora de proponer tareas en el entrenamiento ya que influye en la intensidad de la tarea.

ABSTRACT

The purpose of this study was to examine the physical, physiological and perception of effort responses while performing different tasks in soccer trainning. A different game formats of small sidedgames have altered the individual pitch dimensions of interaction, but we kept the same number of players per team, 5:5 with goalkeepers. 11 soccer players participated in this study (age 15.5 ±0.52 years, size 1.74 ±0.07 m, body mass 62.9 ±3.7 kg. and result in the test YYIRT 1816.0 ±504.86 m). The pitch dimensions of small sided-games were 62 m * 44 m for the big size (SSGB), 50 m * 35 m to the médium size (SSGM) and 32 m * 23 m for the small size (SSGS). Were recorded and analyzed differents variables in three training drills realizaded in third sesions of training: a) physiological, using a short-range radio telemetry Polar Team. b) physical,using a GPS devices SPI elite and; c) perception of effort by implementation of the Borg scale (CR-10). Significant differences were found in majority studied variables in the format SSGS both with regard to SSGB and the SSGM, the latter showing little difference between them.These results demostrate that the variable individual pitch dimensions of interaction must be taken into account when proposing tasks in training because it infleunces the intensity of the tasks.

INTRODUCCIÓN.

Los juegos reducidos son habitualmente usados por los entrenadores para desarrollar las habilidades técnico-tácticas (Jones, & Drust, 2007; Reilly, 2005); y también para incrementar los niveles de resistencia en jugadores de fútbol (Hill-Haas, Dawson, Coutts, & Rowsell, 2009; Impellizzeri, Marcora, Castagna, Reilly, Sassi, & Iaia, 2006). Esto es una ventaja especialmente para los futbolistas jóvenes ya que la mejora de habilidades específicas está íntimamente relacionada con la frecuencia de práctica (Impellizzeri, et al., 2006). Durante estos juegos los jugadores experimentan situaciones que se van a encontrar durante la competición (Owen, Twist, & Ford, 2004). Hace más de una década que se comenzó a proponer la forma de cuantificar la carga interna y externa de las formas jugadas en fútbol (Godik, & Popov, 1993). Años después la relativización de la frecuencia cardiaca para la valoración de las formas jugadas permitió realizar comparaciones (Flanagan, & Merrick, 2002; Valencia y Rodríguez, 2003). Más recientemente y sobre todo, por el avance y la disponibilidad de diferentes recursos tecnológicos la valoración, el control y el seguimiento de los juegos reducidos resulta más accesible, fiable y preciso (Castagna, Belardinelli, Impellizzeri, Abt, Coutts, & D’Ottavi, 2007; Gabbet, & Mulvey, 2008; Majgaard, Bredsgaard, Krustrup, & Bangsbo, 2009; Reilly, 2005; Reilly, & White, 2004; Sassi, Reilly, & Impellizzeri, 2004) . Para hacer efectivo el uso de los juegos reducidos como estímulo condicionante se requiere desarrollar un mayor conocimiento de sus efectos esperados a nivel fisiológico, de percepción del esfuerzo, motor (Hill-Haas, Dawson, et al, 2009) y de competencia sociomotriz (Parlebas, 2001), ya que pocos estudios han investigado de manera sistemática los efectos que la alteración de diferentes variables o reglas del juego producen en los jugadores. El espacio (Kelly,& Drust, 2008), el número de jugadores (Allen, Butterly, Welsh, & Wood, 1998; Jones,& Drust, 2007; Platt, 2001; Reilly & Gilbourne, 2003), como la duración (Tessitore, Meeusen, Piacentini, Demarie, & Capranica, 2006) de las formas jugadas han sido algunas de la variables empleadas para su estudio, o la combinación entre ellas (Williams & Owen, 2007). En otros casos, además, se han incorporado variables como el aliento del entrenador, modificaciones en las reglas de juego (n.º de toques por jugador, tipos de marcajes, etc.), diferentes regimenes de trabajo (Hill-Haas, Rowsell, Dawson, & Coutts, 2009). Los estudios no son concluyentes con respecto a los efectos que tiene la variación en el espacio de juego por jugador, ya que mientras unos trabajos encuentran que los juegos reducidos jugados en campos más grandes son más intensos que cuando se juegan en campos pequeños (Owen, et al., 2004; Rampinini, et al., 2007), otros autores no encuentran diferencias significativas en la intensidad de la tarea variando la dimensión del espacio de juego (Kelly & Drust, 2008; Tessitore, et al., 2006), quizás porque algunas variables no han sido tenidas en cuenta. Son pocos los estudios que (Hill-Haas, Coutts, Rowsell, & Dawson, 2008; Hill- Haas, Rowsell, Coutts, & Dawson, 2008; Hill-Haas, Dawson, et al., 2009) han considerado importante cuantificar las formas jugadas considerando la variable espacio de manera relativa al n.º de jugadores, lo que Parlebas (2001) denomina espacio individual de interacción (EII). En esta línea de trabajo el propósito de este estudio será examinar la respuesta física, fisiológica y la percepción que los jugadores tienen del esfuerzo durante la realización de tres formatos de juego reducido: en tamaño grande (JRG), en tamaño mediano (JRM) y en tamaño pequeño (JRP), variando el espacio individual de interacción de cada jugador.

Material y método

2.1. Participantes 11 jugadores de fútbol (edad 15.5 ±0.52 años, altura 1.74 ±0.07 m, peso 62.9 ±3.7 kg., resultado en YYIRT 1816.0 ±504.86 m) participaron en el estudio. Todos los jugadores eran miembros del mismo equipo (de categoría cadete) que competía en nivel regional con una media de 7.5 años de experiencia en la práctica federada. Todos los jugadores y sus padres fueron notificados del diseño de investigación, requerimientos, beneficios y riesgos dando su consentimiento informado antes de la realización del mismo.

2.2. Variable independiente: formato de los juegos reducidos En este estudio únicamente se manipuló el tamaño del campo (tabla I), manteniéndose siempre constante las proporciones del terreno de juego (largo:ancho) y el número de jugadores. El mayor de los espacios respetó el mismo EII que en partido reglamentario donde compite el equipo. A las otras dos formas jugadas se le fue reduciendo en 100 m2 el EII que le correspondía a cada jugador. Se jugó un 5 contra 5 con porteros, tarea que respeta gran parte de los rasgos definitorios de la lógica interna (Parlebas, 2001) del fútbol como son: duelo colectivo simétrico y con intermotricidad simultánea, uso simultáneo del balón, secuencia libre de posesiones, espacio polarizado y presencia de marcador (Castellano, 2005).

Tabla I. Características reglamentarias de los formatos de los juegos reducidos (JRG, JRM y JRP)

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 9

2.3. Variables dependientes

2.3.1. Perfil fisiológico: la frecuencia cardiaca La frecuencia cardiaca fue grabada en intervalos de 5 segundos durante cada juego reducido mediante telemetría (Polar Team Sport System, Polar Electro Oy, Finland). Los monitores de frecuencia cardiaca fueron también llevados durante la realización del test Yo-Yo de Recuperación Intermitente (YYIRT) nivel 1 (www.bangsbosport.com) para determinar la frecuencia cardiaca máxima (Fcmáx) de cada jugador (Krustrup, et al., 2003); que fue usada como referencia para delimitar cuatro zonas de intensidad: zona 1 (<75 % Fcmáx), zona 2 (75-84 % Fcmáx), zona 3 (85-89 % Fcmáx) y zona 4 (>90 % Fcmáx) utilizadas en anteriores trabajos (Hill-Haas, Dawson, et al., 2009). Se cuantificó el porcentaje de tiempo dentro de cada zona de intensidad durante los juegos reducidos.

2.3.2. Perfil físico: velocidad y distancia de desplazamiento Los movimientos de los jugadores durante los juegos reducidos fueron medidos usando un dispositivo portable GPS (SPI-elite, GPSports, Canberra, ACT, Australia). Este modelo tiene una aceptable precisión y fiabilidad (MacLeod, Morris, Nevill, & Sunderland, 2009) para la mayoría de medidas relevantes en los deportes de equipo con demandas cortas y sprints intermitentes no lineales, aunque según Coutts & Duffield (2008) puede representar un pobre nivel de fiabilidad para las actividades de alta intensidad (CV = 11.2 % para carreras de alta intensidad, de más de 14.4 km·h-1, y del 15.4 % para carreras de muy alta intensidad, de más de 20 km·h-1). Las variables de velocidades y distancias recorridas fueron grabadas a 1 Hz. Para el análisis de los datos, 4 zonas de velocidad fueron seleccionadas: zona 1 (parado y andando: 0-6.9 km·h-1); zona 2 (trotando: 7.0 – 12.9 km·h-1); zona 3 (carrera: 13.0 – 17.9 km·h-1) y zona 4 (sprint >18km·h-1). Las zonas de velocidad y categorías locomotoras seleccionadas son similares a las usadas en estudios previos (Hill-Haas, Dawson, et al., 2009; Impellizzeri, et al., 2006) La distancia total recorrida, la distancia recorrida en cada una de las categorías de velocidad, la tasa descanso:trabajo (estimada utilizado la distancia recorrida a la velocidad de 0 – 6.9 km·h-1 como periodo de “recuperación” mientras que todas las categorías con velocidades superiores a 6.9 km·h-1 han sido consideradas como de “trabajo” o “actividad”), la velocidad máxima alcanzada y la frecuencia de sprints fueron registrados en cada formato de juego reducido.

2.3.3. Escala de percepción subjetiva del esfuerzo La escala de percepción subjetiva del esfuerzo fue inmediatamente rellenada por cada jugador de manera individual después de cada juego reducido en su periodo de descanso de 5 minutos. La escala utilizada fue la CR-10 de Borg. Todos los deportistas han sido habituados a la escala antes del comienzo del estudio. Esta escala ha sido validada como indicador de la intensidad de entrenamiento en tareas intermitentes de juegos reducidos (Coutts, Rampinini, Marcora, Castagna, & Impellizzeri, 2007)

2.4. Procedimiento El estudio se realizó durante dos semanas dentro de la temporada competitiva 2008-09, en el mes de febrero, utilizándose la primera semana para familiarizar a los jugadores con el material y con los formatos de juego reducido, además de realizar el test Yo-Yo de Recuperación Intermitente YYIRT nivel 1. Para evitar un posible desequilibrio entre el nivel de los jugadores que conformaban los equipos, éstos fueron configurados considerándose algunos aspectos individuales y colectivos: demarcación, nivel técnico-táctico, físico y de participación en competición. La valoración subjetiva del nivel técnico-táctico de los jugadores fue realizada por el entrenador otorgando las puntuaciones de 1 a los jugadores con nivel más bajo y de 5 a los jugadores de mayor nivel. Los minutos jugados (hasta la fecha del estudio) se utilizó para categorizar a los jugadores en función de la cantidad de minutos jugados otorgando el valor 1 a los jugadores con menor número de minutos disputados y con el valor 5 a los que presentaron una mayor cantidad de minutos. Los valores del test YYIRT también fueron categorizados de la misma manera, se valoró con un 1 a los jugadores con menor número de metros recorridos y 5 a los jugadores con mayor número de metros recorridos. La valoración total de cada jugador fue el resultado de la suma de puntos de la valoración subjetiva del entrenador del nivel técnico-táctico, la cantidad de minutos jugados hasta la fecha del estudio, y el rendimiento en test YYIRT; además, fueron consideradas sus demarcaciones habituales en el equipo.Separando a los jugadores por posiciones (defensas, centrocampistas y delanteros) se realizaron dos equipos sin diferencias significativas ni en cuanto a la valoración subjetiva del entrenador, ni a los minutos jugados, ni al resultado obtenido en el test YYIRT. En el equipo A jugó el portero con mayor valoración total, el segundo y el tercer mejor defensa, el mejor y el cuarto centrocampista y el segundo delantero y en el equipo B fue confeccionado con el segundo portero, el mejor y cuarto defensa, el segundo y tercer centrocampista y el mejor delantero. Después de la familiarización con los juegos en la primera semana, en la segunda semana se realizaron los juegos manteniendo constantes los equipos y realizándose justo después del calentamiento estandarizado de 15 minutos. Durante cada sesión se realizaron tres formatos de juego reducido de 8 minutos de duración, con una fase de descanso pasivo entre ellos de 5 minutos de duración. En cada sesión se varió el orden de la aplicación de los formatos de juego reducido. Se siguió un orden tomado al azar de las tres formas jugadas tal y como se refleja en la tabla II.

Tabla II. Orden y protocolo seguido en la realización de las formas jugadas dentro de cada sesión

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 9

2.5. Análisis estadístico Los datos son presentados como medias y desviaciones estándar (DS). Para la prueba de la homogeneidad de las varianzas se utilizó el estadístico de Levene. Para estimar la presencia de diferencias significativas se ha realizado el análisis de la varianza (ANOVA) de una cola para medidas repetidas para cada una de las variables dependientes. Las variables independientes fueron los 3 formatos de juego reducido (JRG, JRM y JRP). Cuando se encontraron diferencias significativas entre ellos se aplicó el test pos-hoc de Bonferroni. Todos los análisis estadísticos fueron realizados utilizando el paquete estadístico SPSS 16.0 para Windows y el nivel de significación admitido fue de p<0.05.

Resultados

3.1. Respuestas fisiológicas de los diferentes formatos La tabla III muestra las características fisiológicas asociadas a la práctica de los juegos reducidos en los diferentes formatos. No existe ninguna diferencia significativa entre los JRG y los JRM, presentando ambos formatos diferencias significativas con el JRP en todas las variables salvo para el % de tiempo a <75 % Fcmáx y el % de tiempo entre 84-89 % Fcmáx.

Tabla III. Respuesta fisiológica de los juegos reducidos, con los valores de la media ±DS y el intervalo de confianza (IC-95 %)

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 9

3.2. Respuestas de la percepción del esfuerzo en los diferentes formatos La tabla IV muestra la respuesta perceptiva de los diferentes juegos reducidos, presentando únicamente diferencias significativas el JRP, tanto cuando es comparado con el JRG como con el JRM.

Tabla IV. Respuesta perceptiva de los juegos reducidos, con los valores de la media ±DS y el intervalo de confianza (IC-95 %)

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 9

3.3 Respuesta física de los diferentes formatos La tabla V muestra la distancia recorrida a diferentes velocidades durante los distintos formatos de juegos reducidos. Los valores son expresados en valores absolutos (m). Existen diferencias significativas entre el JRG y el JRP en todas las variables utilizadas salvo en la distancia recorrida entre 0-6.9 km·h-1. Las diferencias entre el JRM y el JRP aparecen en las categorías de distancia total recorrida, distancia entre 12.9-17.9 km·h-1 y la tasa de trabajo:descanso. Las diferencias significativas entre el JRG y el JRM únicamente aparecen en la distancia total recorrida. La única variable que no presentó ninguna diferencia significativa entre los diferentes formatos fue la distancia recorrida entre 0-6.9km·h-1.

Tabla V. Respuesta física de los juegos reducidos con los valores de la media ±DS y el intervalo de confianza (IC-95 %)

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 9

Discusión

El principal propósito de esta investigación fue conocer el efecto de alterar el EII en situaciones de juego reducido respecto a la respuesta fisiológica, física y de percepción del esfuerzo de jugadores de fútbol base. La comparación con los resultados de otros trabajos no siempre puede hacerse debido a la gran cantidad de variables y variantes (aisladas y en interacción) que se ha utilizado como el número de jugadores, la categoría de estos, espacio de juego, instrumentos de recogida de información, modificación de reglas, duración de las tareas, etc. La principal conclusión del estudio es que si aumentamos el EII aumenta la intensidad física, fisiológica y perceptiva de la tarea, tal como reportaron otros autores (Owen, et al., 2004; Rampinini, et al., 2007) y en contra de lo encontrado en otros estudios (Kelly, & Drust, 2008; Tessitore, et al., 2006), aunque no hemos encontrado diferencias entre el JRG y JRM para las variables analizadas. Los efectos inmediatos fisiológicos de las tareas han oscilado entre el 86 % para el JRP y el 89 % de la Fcmáx para el JRG, valores muy similares a los encontrados por otros autores (Hill-Haas, Dawson, et al., 2009; Hoff, Wisloff, Engen, Kemi, & Helgerud, 2002; Kelly & Drust, 2008; Little & Williams, 2006, 2007; Rampinini, et al., 2007) oscilando sus valores siempre entre el 86 % y el 92 % de la Fcmax. Estos valores se encuentran cercanos a los necesarios para mejorar el VO2max (90-95 % Fcmax )(Helgerud, Engen, Wisloff, & Hoff, 2001; Impellizzeri, et al., 2006) y el umbral anaeróbico (85-90 % Fcmax) por lo que los formatos de juego reducido utilizados son útiles para mejorar la resistencia aeróbica en jugadores jóvenes de fútbol. Con respecto al % de tiempo a más del 90 % de la Fcmáx podemos observar que tanto en el JRG como en el JRM los jugadores pasan más de la mitad del tiempo total de la tarea en esa franja de intensidad, lo cual puede ser muy interesante para la mejora del VO2max. El RPE parece ser un buen indicador de la intensidad global del ejercicio cuando se compara con la frecuencia cardiaca y la concentración de lactato en tareas de juego reducido (Coutts, et al., 2007). En nuestro estudio, el formato de juego reducido jugado en campo pequeño presentó los niveles de RPE más bajos, respondiendo de la misma manera que las variables fisiológicas y físicas, tratándose éste como el formato de juego reducido con menor intensidad tanto física como fisiológica. Resultados similares se han encontrado por otros autores (Rampinini, et al., 2007). Con relación a la vertiente física los resultados reflejan los obtenidos en los parámetros fisiológicos analizados. Los juegos reducidos en tamaño grande y mediano se parecen más entre sí y guardan diferencias significativas con el formato pequeño. Una variable interesante que nos aporta información global sobre el patrón de actividad es la relación descanso:trabajo. Podemos observar como los valores más altos se obtienen en situaciones de JRP, con unos valores similares a los reportados por otros autores en partidos de competición, indicando que estas situaciones son prácticamente intermitentes, en las que se intercalan actividades de alta intensidad con situaciones de juego que permiten que el jugador recupere estando parado, andando o con una velocidad de carrera baja (Barbero Álvarez, Barbero Álvarez, & Granda, 2007). Podemos observar como esta relación descanso:trabajo es menor que la unidad en el JRG y en JRM, lo que representa que el patrón de actividad en estas tareas prioriza la actividad sobre la recuperación, siendo tareas donde se recorre más distancia a intensidad ‘trabajo’ que a intensidad ‘descanso’. Con relación a la velocidad máxima y a la frecuencia de sprints, hemos observado que en el JRP se encuentran velocidades máximas más bajas y una frecuencia de sprints también reducida, aspecto que es necesario conocer a la hora de proponer tareas de entrenamiento. Debido a que la frecuencia de muestreo del dispositivo GPS utilizado es de 1 Hz, carreras superiores a 18km·h-1 durante 18 metros deben ser realizadas para ser catalogadas como sprints, lo que dificulta su presencia y adquirir altas velocidades máximas dentro de este formato de juego reducido. Además creemos que una posible causa que explicaría las diferencias en las variables analizadas en los juegos reducidos pudiera deberse al tiempo de juego efectivo que no se ha tenido en cuenta en este estudio. Debido a un mayor número de interrupciones reglamentarias (más fueras de banda y más tiros hacia portería…), pudimos intuir que en los juegos reducidos de dimensiones reducidas hubo un menor tiempo de juego, lo que explicaría que tanto variables físicas, como las fisiológicas o la percepción del esfuerzo se viera comprometida. Esta variable consideramos importante sea tenida en cuenta para futuros estudios.

Conclusiones

Finalmente podemos concluir que los juegos reducidos pueden ser utilizados para desarrollar la resistencia de los jugadores de fútbol de una manera específica y que la variable espacio individual de interacción es una variable que los entrenadores no deben menospreciar en la confección de las tareas de entrenamiento y que permite modular la intensidad de los contenidos integrales en el fútbol, utilizando grandes espacios individuales de interacción para aumentar la intensidad y pequeños espaciosindividuales de interacción para disminuir la intensidad de las tareas, y de esta manera modularla en función de los objetivos perseguidos.

Agradecimientos

Este trabajo forma parte de la investigación Avances tecnológicos y metodológicos en la automatización de estudios observacionales en deporte que ha sido subvencionado por la Dirección General de Investigación, Ministerio de Ciencia e Innovación (PSI2008- 01179), durante el trienio 2008-2011.

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