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3 Nov 2009

Estrategias pre-competitivas de intervención psicológica en el Piragüismo de Aguas Tranquilas.

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Este trabajo se ha enfocado desde un análisis de la especialidad deportiva de piragüismo de aguas tranquilas y a partir de las diversas situaciones que pueden darse en este deporte, para elaborar un programa de intervención de entrenamiento psicológico en los palistas…

Autor(es): Manuel Gómez López (1), Fernando Alacid Cárceles (1) y María Carrasco Poyatos (1)
Entidades(es): (1) Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad de Murcia. España
Congreso:VII Congreso Internacional Sobre la Enseñanza de la Educación Física y el Deporte Escolar
Ceuta– 3-6 de Noviembre de 2009
ISBN: 978-84-613-3640-1
Palabras claves: intervención, piragüismo, entrenamiento psicológico, motivación.

Resumen estrategias pre-competitivas de intervención psicológica en el Piragüismo

Este trabajo se ha enfocado desde un análisis de la especialidad deportiva de piragüismo de aguas tranquilas y a partir de las diversas situaciones que pueden darse en este deporte, para elaborar un programa de intervención de entrenamiento psicológico en los palistas de esta modalidad deportiva en el periodo pre-competitivo. En dicho programa, se intenta dar algunas pautas sobre las habilidades psicológicas que se pueden intuir como más útiles para la mejora del rendimiento deportivo de cara a la competición.

Abstract

This work was approached from an analysis of the specialty sports kayaking calm waters, and from the various situations that may occur in this sport, to develop an intervention program of psychological training of the rowers in the sport in the pre -competitive. In this program, we try to give some guidance on the psychological skills that can be intuitively more useful for the improvement of sport performance for the competition.

Introducción

Como en todos los deportes de competición, en el piragüismo de aguas tranquilas es fundamental establecer un entrenamiento psicológico adecuado con la finalidad de conseguir mejorar el rendimiento de los palistas y analizar los requisitos psicológicos de los mismos. Para establecer las pautas y la temporalización de dicho entrenamiento es necesario conocer algunas características de este deporte. El piragüismo de aguas tranquilas se divide en dos modalidades principales: kayak (el palista se encuentra sentado y palea de forma alternativa por ambos lados) y canoa (el palista apoya una rodilla en la embarcación y palea por un solo lado). Se puede considerar que este deporte es de carácter cerrado y en algunos casos de colaboración, ya que se puede competir en embarcaciones individuales, dobles y cuádruples. En cuanto a la competición, hay que tener en cuenta que las pruebas tienen una duración de algo menos de cuarenta segundos para el 200 metros y de alrededor de cuatro minutos para el 1000 metros. Estos tiempos se pueden ver influenciados por las condiciones meteorológicas o la realización de varias regatas en una misma mañana o tarde. Pese a las diferencias en cuanto a las distancias de competición, podemos considerar al piragüismo como un deporte de fuerza-resistencia en el que para conseguir un buen rendimiento es necesaria una buena capacidad aeróbica, eficiencia aeróbica en el umbral anaeróbico, y capacidad anaeróbica láctica, especialmente la tolerancia al lactato. Existen estudios que indican que los mejores palistas suelen obtener buenos resultados en todas las distancias de competición (Fry & Morton, 1991). Existen varias investigaciones que estudian la distribución del esfuerzo a lo largo de la competición de aguas tranquilas (Alacid & Carrasco, 2004; Bishop, Bonetti, & Dawson, 2002; Issurin, 1998) y alguna otra que añade a este análisis la evolución de las diferentes variables cinemáticas: velocidad, frecuencia de ciclo, longitud de ciclo e índice de ciclo (Alacid, Ferrer, Martínez, & Carrasco, 2005; Alacid et al., 2008). Las aportaciones principales de las mismas es que se compite principalmente con un planteamiento regresivo en velocidad y frecuencia de ciclo, siendo éste generalizado para todas las distancias y embarcaciones. Este es un aspecto importante, ya que podemos planificar la mejor distribución del esfuerzo para que nuestro deportista consiga el mejor rendimiento posible independientemente de la posición que lleve a lo largo de la carrera.

Programa de intervención

El objetivo principal del programa de entrenamiento psicológico consiste en desarrollar planes de acción para que los deportistas consigan adquirir y mejorar una serie de habilidades psicológicas de cara a la competición. Éstas se desarrollarán desde una perspectiva educativa que favorezca la salud y bienestar psicológico del deportista. A lo largo de las distintas fases del programa, se propone analizar el funcionamiento de los deportistas y/o del equipo en las diferentes situaciones importantes previas al periodo competitivo (entrenamiento y pre-competición); establecer los objetivos para la temporada de trabajo, y diseñar y entrenar los planes de acción para conseguirlos. El entrenamiento psicológico se realizará en los períodos que los palistas descansan del entrenamiento físico, pero su aplicación tendrá lugar a lo largo de toda la semana. Las fases a seguir han sido adaptadas de Balaguer & Castillo (1994):

  • Evaluación de las habilidades psicológicas y establecimiento de objetivos:

En el periodo preparatorio, cuando se trabaja la preparación física general (meses de noviembre y diciembre), deben establecerse las metas a conseguir de acuerdo con las posibilidades de los deportistas. La información recogida permitirá finalizar esta fase confeccionando un perfil sobre el estado actual de las habilidades psicológicas del deportista en el periodo genérico. El objetivo en esta primera fase es que el palista tome conciencia de la importancia del factor psicológico como vía para alcanzar el estado óptimo de rendimiento en competición, es decir, el deportista debe vivenciar las siguientes sensaciones:

  • Relajación física.
  • Ausencia de presión.
  • Tranquilidad mental.
  • Alta energía (determinación y positivismo)
  • Diversión.
  • Esfuerzo y lucha.
  • Automatismo de la palada.
  • Alerta.
  • Focalización mental.
  • Alta autoconfianza.
  • Control de la situación.

El psicólogo deberá conocer a los deportistas de manera individualizada y para ello se llevarán a cabo dos tipos de evaluaciones, una del estado general de las habilidades psicológicas del piragüista, y otra de la evaluación de las mismas en las diferentes situaciones que se le puedan plantear en la competición. Evaluación general:

  • Con el deportista: se explorarán la relajación, la concentración, la autoconfianza/autoeficacia, la activación y la visualización, valiéndonos de los siguientes métodos: cuestionarios, entrevistas y observación directa.
  • Con el entrenador: el técnico aportará gran cantidad de información sobre la personalidad de los deportistas en múltiples situaciones así como los resultados obtenidos últimamente y su estado anímico actual.
  • Con el resto de los miembros del equipo de trabajo: son importantes las aportaciones que pueda realizar el médico, el masajista, su entorno familiar, los compañeros de equipo, etc.

Evaluación en diferentes situaciones: Interesa conocer el comportamiento de los palistas durante los entrenamientos y en la convivencia diaria con sus compañeros de equipo. Al igual que en la evaluación general, los métodos empleados serán la observación directa principalmente, revisión de vídeos de competición, cuestionarios y entrevistas. Establecimiento de objetivos. La estructuración de la información se realizará comentando con el deportista y el entrenador cuales son las metas que tienen tanto a largo como a medio y corto plazo. Al realizar este análisis es esencial poner en común las expectativas del entrenador y del deportista tanto en lo referente al entrenamiento y a las competiciones, como al desarrollo de habilidades psicológicas. Es conveniente programar de forma escalonada los objetivos a conseguir, así como las técnicas, ejercicios, etc. que se van a utilizar.

  • Entrenamiento de las habilidades psicológicas

Esta segunda fase de programación psicológica la encuadraremos en los meses de enero y febrero en los que el entrenamiento empieza a ser más específico incluyendo perfeccionamiento técnico en el paleo y preparación física especial. Se diferenciarán una etapa de preparación psicológica general y una etapa de preparación psicológica específica: Preparación general. Desarrollada principalmente en el mes de enero, en el cual se pretende conseguir el dominio de habilidades psicológicas fundamentales: control emocional (relajación, activación), la concentración, la autoconfianza y la visualización. Las técnicas para la interiorización de estas habilidades deben practicarse de forma regular ya que sólo con el entrenamiento continuado se alcanzará el grado de ejecución adecuado y el nivel de eficacia deseado. Con respecto al orden de aprendizaje de las distintas habilidades, la primera de ellas debe ser la relajación puesto que es necesaria para el aprendizaje y práctica de la visualización; sin embargo la última habilidad que se domine será la concentración, ya que exige un control de otras habilidades (autoconfianza, autoactivación, etc..). Concretamente (Bacon, 1989) citado por (Balaguer & Castillo, 1994) propone el siguiente orden: relajación, monólogos positivos, autoactivación, visualización y concentración. En la preparación general es importante fomentar la autoconfianza del palista, ya que va íntimamente ligada a los niveles motivacionales, al gasto energético, a las emociones y pensamientos positivos, a la capacidad atencional, a la habilidad para manejar la presión, a la resistencia física, y a la probabilidad de lesionarse físicamente. Algunas técnicas para mejorar la autoconfianza son:

  • Establecer objetivos a corto plazo y alcanzables (está realizando 40 abdominales en 60”, plantéale que dentro de 15 días hay que realizar 45 si entrenas según lo previsto).
  • Reforzar verbalmente (¡muy bien!, ¡estupendo!, ¡así me gusta!, etc.) los esfuerzos que realiza aunque no obtenga los resultados esperados.
  • Enseñarles a analizar el por qué de los errores para no volver a cometerlos, las consecuencias siempre son resultado de la suma de varias causas.

Preparación específica. Enmarcada en el mes de febrero, se pretende haga uso de las habilidades anteriores en pruebas o situaciones concretas, se trata de aplicar los conocimientos de la otra fase en la ejecución deportiva, la enmarcaremos en este mes para tener un periodo de tiempo suficiente de trabajo antes del Campeonato Nacional de Invierno en el que se puede empezar a practicar en una situación competitiva real. El palista deberá conocer su estado de activación, autoconfianza, etc. son los adecuados antes de efectuar la salida. Y tendrá automatizadas técnicas para adecuar su estado psicológico a la situación competitiva. Por ejemplo: visualización de la regata durante el calentamiento realizando series no demasiado largas a intensidades parecidas a la competición. En esta fase es fundamental que el palista sea capaz de controlar los pensamientos negativos. Bunker y Williams (1986) consideran que existe un modo de pensar distinto para los “vencedores”. Los deportistas más destacados tienen confianza en sí mismos, lo cual es consecuencia de un pensamiento adecuado y positivo. Asimismo, ser capaz de mantener la atención tiene un papel decisivo para a) Estar alerta b) Recibir y asimilar información c) Analizar datos d) Tomar decisiones e) Actuar a tiempo f) Actuar con precisión, tanto en el entrenamiento como en la competición. En el anexo I aparecen una serie de técnicas o estrategias para mejorar los procesos atencionales y reducir aquellos que puedan impedir su consolidación.

  • Pre-competición.

Por último, esta fase de entrenamiento psicológico se podría encuadrar en los meses de marzo y abril, ya que en estos meses comienzan a realizarse controles de larga distancia, principalmente para preparar el Campeonato de Nacional de Invierno. El objetivo, por tanto, será que el palista sea capaz de afrontar con éxito situaciones precompetitivas. La situación ideal sería combinar el calentamiento psicológico con el físico y encontrar un foco atencional adecuado, con el fin de conseguir:

  • Fortalecer los sentimientos y estar preparado para reforzar la confianza en uno mismo y en su preparación, es decir, tener confianza en el trabajo realizado durante la temporada.
  • Evitar la intrusión de pensamientos amenazantes, ya que podrían disminuir la confianza o impedir una buena ejecución. No dejándose influir por los comentarios que puedan hacer antes de la salida los demás palistas o entrenadores. Por ello es importante orientar la atención lejos de lo que nos preocupa.
  • Buscar un estado emocional positivo, un nivel de activación óptimo y un foco atencional orientado a conseguir el mejor resultado.

El entrenamiento de la habilidad mental -o la capacidad de imaginarse a sí mismo realizando cualquier movimiento- y la imaginación en esta fase favorecerán la capacidad de anticipación, la mejora de la concentración, la percepción de detalles relevantes o la adquisición de posturas o movimientos, que propiciarán la recepción de un feed-back positivo de cara a la competición. La motivación del deportista es crucial en este campo ya que ayuda al mantenimiento de un nivel de activación óptimo y un foco atencional orientado a conseguir el mejor resultado. Se trata de una variable decisiva por su incidencia en el compromiso de los deportistas por su actividad y con ello en sus conductas de adherencia, persistencia y tolerancia a la adversidad. También influye en el nivel de activación de los deportistas y en los procesos cognitivos que afectan a su estado emocional.

Una nota interesante recogida en Cagigal (1981) es que la mayoría de los jóvenes participan en los deportes para divertirse, para aprender destrezas nuevas y para hacer nuevos amigos/as. La investigación ha demostrado que el ganar carece relativamente de importancia si se compara con estas otras metas. Hay que dejarles claro diariamente que no serán nunca perdedores si se emplean con el máximo esfuerzo.

ANEXO 1. Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº  11.

Bibliografía

  • Alacid, F., & Carrasco, L. (2004). Distribución del esfuerzo en piragüismo sobre 1000 metros. En Varios (Ed.), III Congreso de la Asociación Española de Ciencias del Deporte (CD). Valencia: Universitat de València.

  • Alacid, F., Ferrer, V., Martínez, E., & Carrasco, L. (2005). Análisis cuantitativo de la técnica de paleo en kayakistas infantiles. Motricidad. European Journal of Human Movement, 13, 133-146.

  • Alacid, F., López-Miñarro, P. A., Ferragut, C., García, A., Ferrer, V., & Martínez, I. (2008). Evolución y comparación de la velocidad, frecuencia, longitud e índice de ciclo sobre 200 m, en palistas infantiles de diferentes modalidades. Motricidad. European Journal of Human Movement, 20, 15-27.

  • Bacon, T. (1989). La planification et l’intégration des programes de préparation mentale. Science du Sport, 10 (1).

  • Balaguer, I. & Castillo, I. (1994). Entrenamiento psicológico en el deporte. En I. Balaguer (Ed.), Entrenamiento psicológico en el deporte. Valencia: Albatros Educación.

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