Influencia del desarrollo puberal y el índice de masa corporal en el resultado de la prueba de flexión sostenida de brazos en escolares de 13 a 16 años
Influencia del desarrollo puberal y el índice de masa corporal en el resultado de la prueba de flexión sostenida de brazos en escolares de 13 a 16 años
RESUMEN
El propósito de este estudio es mostrar la posible influencia que pueden tener el desarrollo puberal y el índice de masa corporal en el resultado del test de Flexión Sostenida de Brazos (FSB), incluido en la batería de Fitnessgram, como una prueba tradicionalmente utilizada en el ámbito escolar para la valoración de la fuerza. Para ello se empleó una muestra de 223 adolescentes (117 chicos) y se recogieron datos sobre su índice de masa corporal, su estado de maduración, a través del Tanner percibido, y su fuerza de tren superior, utilizando para ello el test de flexión sostenida de brazos (batería Fitnessgram). Los resultados indican que los registros obtenidos en la prueba de flexión sostenida de brazos se encuentran influenciados por el índice de masa corporal y que la clasificación de los sujetos a través de está prueba en saludables y no saludables, que establece Fitnessgram, está mediatizada por el peso del sujeto.
Introducción
La salud y la calidad de vida de los ciudadanos debe ser una de las principales preocupaciones a la hora de acometer cualquier acción política, económica o educativa en todos los países del mundo, y esta calidad de vida está muy relacionada con los patrones de comportamiento y los estilos de vida. En este sentido, la práctica de actividad física constituye un agente favorecedor de la salud y así diversas organizaciones internacionales (NSCA, ACSM, ACE, NASPE) aconsejan llevar a cabo programas de ejercicio físico, afirmando que la actividad física regular mejora la forma resistencia aeróbica, la fuerza muscular, la densidad mineral ósea, las destrezas motoras, la composición corporal y el bien estar psicosocial. Por el contrario, se ha demostrado que la falta de actividad física constituye, en la actualidad, uno de los factores más relevantes del incremento de las enfermedades no trasmisibles (Mathers, Vos, Stevenson y Begg, 2000, Eisenmann, 2004…).
Dentro de los contenidos a desarrollar como parte de un programa de actividad física y salud, Delgado y Tercedor (2002) incluyen: la resistencia aeróbica, la fuerza resistencia, la amplitud de movimientos (movilidad y elasticidad) y la composición corporal. A éstos, Herrador, Latorre y Zagalaz (2002) añaden la educación e higiene postural y Tercedor (2001) la relajación muscular. Por tanto, como se puede observar, la fuerza, junto con la resistencia y la flexibilidad, son los contenidos en los que todos los autores coinciden como los principales integrantes de un programa destinado al acondicionamiento físico y salud. En lo que respecta a la fuerza, estudios realizados en adultos indican que aquéllos que han participado en actividades físicas de forma regular tienen durante la niñez y la adolescencia tienen una mayor masa ósea (Bailey et al. 1986; Bailey y McCulloch, 1900).
A través del trabajo de fuerza se consigue reducir el riesgo de lesiones derivado de la actividad física, en general, y particularmente de las acciones explosivas máximas propias del deporte. Además, es muy común ver a adultos y a adolescentes que presentan determinados desequilibrios musculares, que son la causa de futuras lesiones, por lo que desde las primeras edades se hace necesario una valoración funcional que permita determinar qué grupo o grupos musculares es necesario trabajar de forma específica en su potenciación o en su elongación. El desarrollo de un programa de fuerza adecuado en la niñez y la adolescencia influye positivamente en la tolerancia muscular, la composición corporal, la densidad mineral ósea y la destreza en actividades motoras que impliquen fuerza como correr a la máxima velocidad, saltar o lanzar (Faigenbaum y Hoffman, 2007). Además, un entrenamiento de fuerza bien dirigido mejora de manera importante el alineamiento postural y puede llegar a corregir las diferentes anomalías de la postura (Forteza, Comellas y López, 2006), un problema muy común en los jóvenes escolares. A la hora de llevar a cabo una valoración de las capacidades físicas en el ámbito de la actividad física y la salud, se han propuesto diferentes baterías:
- Batería Eurofit para Adultos (Oja, Tuxworth, 1995).
- CPAFLA, Canadian Physical Activity, Fitness and Lifestyle Appraisal (1996).
- Health-Related Fitness Test Battery for Adults UKK (Suni et al., 1996).
- La batería de condición física para personas mayores “Senior Fitness Test” (Rikli and Jones, 1999).
- Batería AFISAL-INEFC (Rodríguez et al. 1996).
- FITNESSGRAM® (creado en el Instituto Cooper en 1994) (Meredith y Welk, 2007)
En cuatro de ellas, la batería Eurofit, CPAFLA, la Canadian Physical Activity, Fitness and Lifestyle Appraisal, la Senior Fitness Test y la batería Fitnessgram, se expone un test para valorar la fuerza del tren superior en el que la persona se encuentra suspendida de una barra. En el caso de la batería Eurofit la persona deberá realizar fondos de brazos, mientras que en el test que se describe en las otras tres baterías, el sujeto tendrá que permanecer suspendido con la barbilla por encima de la barra, lo que hace pensar en la necesidad de estudiar la validez de la prueba y su idoneidad para valorara la fuerza de tren superior, teniendo en cuenta la posible influencia que pudiera tener el peso de la persona en el resultado obtenido en el test.
Por otra parte, a la hora de trabajar con adolescente es necesario tener presente que el desarrollo físico está relacionado con la madurez biológica (Izquierdo e Ibáñez, 2000). Un madurez prematura influye sobre diferentes variables relacionadas con la aptitud física, con una mayor masa muscular y un mayor volumen cardiaco, lo que ejerce un efecto positivo en el desarrollo de la potencia aeróbica, la fuerza muscular y la resistencia aeróbica (Malina, 1994; Baxter-Jones, 1995). En un estudio realizado por Bahamonde, Mesa y Gutiérrez (2000) con una muestra de 75 niños, de 9 a 14 años de ambos sexos, para estudiar la influencia del desarrollo puberal y las características antropométricas sobre los resultados obtenidos en las pruebas de salto (test de Bosco), salto en longitud y fuerza de brazos (flexión sostenida de brazos), se concluye que el grado de desarrollo puberal en que se encuentran los niños, como también la composición corporal son factores que inciden en el rendimiento de las pruebas de fuerza, observándose correlaciones entre el índice peso/peso muscular y las variables medidas de fuerza de tren superior y de tren inferior.
Piastra et al. (1998) en su estudio sobre el desarrollo de los parámetros antropométricos y la fuerza explosiva en jóvenes, concluye que los valores registrados en los test de salto y su incremento en relación a la edad cronológica, se atribuyen más a la madurez del sistema neuromuscular, que al incremento de la fuerza muscular en el periodo de la pubertad (Piastra et al., 1998) En la valoración de la fuerza hay que tener presente que durante la adolescencia se producen cambios morfológicos y fisiológicos que hacen que se encuentren diferencias entre los dos sexos, así como entre adolescentes del mismo sexo y de la misma edad. Para poder llevar a cabo una valoración precisa de esta capacidad, se necesita disponer de pruebas válidas, en las que el resultado no se vea afectado por otros agentes ajenos a la propia fuerza, como alguno de los anteriormente comentados.
El objeto de este trabajo es mostrar la posible influencia que pueden tener el desarrollo puberal y el índice de masa corporal en el resultado del test de Flexión Sostenida de Brazos (FSB), incluido en la batería de Fitnessgram (Cooper, 2007), como una prueba tradicionalmente utilizada en el ámbito escolar para la valoración de la fuerza. Los resultados que se presentan en esta comunicación son parte del estudio AFINOS. El objetivo principal de este estudio es valorar la relación existente entre el nivel de actividad física habitual que realizan los adolescentes y el desarrollo de sobrepeso y obesidad, el desarrollo de procesos infecciosos y alérgicos, así como la presencia de indicadores metabólicos e inmunológicos de deterioro del estado de salud. El estudio global está configurado por tres sub-estudios, con tres muestras diferenciadas. Los resultados que aquí se exponen forman parte de sub-estudio 3, que tiene entre sus objetivos evaluar la relación entre los hábitos de actividad física y el nivel de condición física, con diversos marcadores antropométricos, bioquímicos e inmunológicos del estado de salud en adolescentes.
Método
El estudio AFINOS es un proyecto de investigación multidisciplinar y multicéntrico subvencionado por el Plan Nacional de I+D+i del Ministerio Español de Educación y Ciencia en el que han participado tres grupos de investigación, (a) Dpto. de Metabolismo y Nutrición del Instituto del Frío, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (b) Dpto. de Medicina Preventiva, Salud Pública de la Ciencia de la Facultad de Medicina, Universidad Complutense de Madrid y (c) Dpto. de Educación Física, Deporte y Motricidad Humana de la Facultad de Educación, Universidad Autónoma de Madrid.
Muestra del estudio
La muestra utilizada en este trabajo la constituyen 223 adolescentes (117 chicos y 106 chicas), con edades comprendidas entre 13 y 16 años.
Variables e instrumentos de estudio
Variables independientes: el índice de masa corporal (IMC) y el desarrollo puberal. El IMC o Índice de Quetelet se ha calculado como peso (kg) dividido por la altura (m) al cuadrado (báscula estandarizada ±0,05 kg Seca 701; Seca, Hamburg, Germany). La estatura se midió mediante un tallímetro ±1 mm (Seca 220; Seca, Hamburg, Germany) incorporado a la báscula. Este índice es un indicador antropométrico de composición corporal habitualmente utilizado para la descripción epidemiología y el screenig del sobrepeso y la obesidad (Martín y Wald, 1996).
Variable dependiente: fuerza de tren superior. La evaluación se llevó a cabo a través de las tablas de Tanner de 5 grados (Tanner, 1969). La fuerza de brazos fue valorada a través de la prueba Flexión Sostenida de Brazos. En esta prueba el sujeto se encuentra suspendido de una barra, las palmas de las manos estarán mirando al frente y la barbilla por encima de ésta.
Resultados y discusión
Según los criterios propuestos por Fitnessgram (Cooper, 2007) (ver tabla 1) el 39,60% del alumnado se encuentra en zona de condición física saludable. Por sexos, el 50 % de los alumnos y el 28,12% de las alumnas se encuentran en zona saludable.
Tabla 1. Zona saludable (segundos) en la prueba de flexión sostenida de brazos de la batería Fitnessgram en hombres y mujeres.
Tabla 1. Influencia del desarrollo puberal y el índice de masa corporal en el resultado de la prueba de flexión sostenida de brazos en escolares de 13 a 16 años
Los bajos valores encontrados en esta prueba, son similares a los que muestra Ortega et al. (2005) en el estudio AVENA. En este estudio se observa que los alumnos que tienen peores resultados en la prueba de resistencia aeróbica, también lo tienen en el resto de las pruebas realizadas, entre las que se incluye la flexión sostenida de brazos y, como se indica en este trabajo, un bajo nivel de resistencia aeróbica es un indicador de riesgo cardiovascular. Aplicando la prueba de correlación de Pearson se encontró una correlación baja, estadísticamente significativa y de carácter inverso entre los resultados de la prueba de FSB y el IMC (r=-0,195; p=0,03) (tabla 2).
Tabla 2. Correlación BMI fuerza de brazos de la muestra total.
Tabla 2. Influencia del desarrollo puberal y el índice de masa corporal en el resultado de la prueba de flexión sostenida de brazos en escolares de 13 a 16 años
Del mismo modo, se encontraron correlaciones inversas y estadísticamente significativas, pero de mayor valor, al sementar la muestra por sexo y edad: hombres (r=-0,186), p=0,044; hombres de 13-14 años (r=-0,226, p=0,025;); hombres de 15-16 años (r=-0,396, p=0,002); mujeres (r=-0,395;p=0,000;), mujeres de 13-14 años (r=-0,458;p=0,002;) y mujeres de 15-16 (r=-0,377;p=0,005). Al estudiar la diferencia de medias en el peso mediante la prueba t de Student entre los chicos clasificados saludables y no saludables, se encontró una media de peso mayor en los sujetos no saludables (media de diferencias de 8,63 kg.; pEn las chicas también se observa una media de peso mayor en las clasificadas no saludables (media de diferencias de 6,51 kg.; p0.001). Los resultados obtenidos concuerdan con los encontrados por Bahamonde, Mesa y Gutiérrez et al. (2000), que observaroncómo el índice peso corporal/peso muscular tiene una relación inversamente proporcional a los resultados obtenidos en el test de flexión sostenida de brazos. Mediante la prueba de correlación de Tau de Kendall se analizó la relación entre el desarrollo puberal y los resultados de la prueba de FBS, encontrándose una correlación estadísticamente significativa en los hombres (r=-0,159; p=0,028;) (tabla 3), que probaría que los alumnos que más maduros tiene mayor posibilidad de conseguir mejores resultados en esta prueba.Ésto sin embargo desaparece cuando se segmenta la muestra por grupos de edad, indicando que esta asociación se encuentra mediatizada por la variable edad. Por otro parte, hay que destacar que no se encontraron correlaciones estadísticamente significativas en el caso de las mujeres entre el desarrollo puberal y los resultados de la prueba de FBS. En este sentido, en el trabajo de Bahamonde, Mesa y Gutiérrez (2000), sí encuentran relación entre la maduración puberal y los resultados obtenidos en las pruebas de fuerza, esto hace que sea necesario seguir investigando.
Tabla 3. Correlación fuerza de brazos con índice de Tanner (5 niveles) en hombres
Tabla 3. Influencia del desarrollo puberal y el índice de masa corporal en el resultado de la prueba de flexión sostenida de brazos en escolares de 13 a 16 años
Conclusiones
– Las correlaciones encontradas entre el IMC y la prueba de FSB, sugieren que los resultados de esta prueba se encuentran afectados por el IMC.
– El análisis de diferencias de medias en la variable peso entre los sujetos clasificados como saludables y no saludables, sugiere que esta clasificación igualmente está mediatizada por el peso del sujeto. Ambos resultados apuntan a que esta prueba puede no ser adecuada para discriminar qué sujetos tienen un nivel de fuerza saludable, sino se tiene en cuenta también el peso.
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