+34 96 633 71 35
·WhatsApp·

8 Mar 2012

Iniciación a la investigación en alumnos de magisterio, educación física: La empatía en la población universitaria

//
Comments0
El objetivo del trabajo que presentamos es describir una experiencia de familiarización a la investigación llevada a cabo por alumnos de tercer curso de la titulación de Magisterio, especialidad Educación Física

Autor(es): Pedro Gil Madrona, Sixto González Víllora, David Cordente Mesas y Juan Carlos Pastor Vicedo
Entidades(es): Universidad de Castilla-la Mancha, Facultad de Educación de Albacete, Facultad de Educación de Cuenca, Facultad de Educación de Toledo
Congreso: congreso de la Asociación Internacional de escuelas superiores de educación física (AIESEP)
A Coruña 26-29 de Octubre de 2010
ISBN: 978-84-614-9946-5
Palabras claves: Educación Física, Empatía, Iniciación en Investigación y Formación del Profesorado

Iniciación a la investigación en alumnos de magisterio, educación física: La empatía en la población universitaria

Resumen

El objetivo del trabajo que presentamos es describir una experiencia de familiarización a la investigación llevada a cabo por alumnos de tercer curso de la titulación de Magisterio, especialidad Educación Física, en el campus de la Universidad de Castilla-La Mancha en Albacete (España), con el objetivo de que adquieran una base que les anime a formarse en esta disciplina a lo largo de su vida, mediante una medición del nivel de empatía en la población universitaria de dicho campus. Se realizó una investigación cuantitativa por medio de dos instrumentos con el fin de medir la empatía entre el alumnado de dicho campus universitario. Los resultados mostraron mayor nivel de empatía en la población femenina respecto a la masculina, apoyando la idea de que el sexo de la población condiciona el nivel de empatía.

Introducción

Hoy en día podemos asegurar que los estudios acerca de la inteligencia están comenzando a asentar una nueva línea de investigación, que hasta hace unos años había sido dejada de lado, la de las emociones, que ha visto como los esfuerzos investigadores se centraban en el estudio de la razón dentro de la psicología cognitiva.
Salovey y Mayer, en 1990, fueron los primeros en lanzar a la comunidad científica el término “Inteligencia Emocional”, que se definía como “la capacidad para supervisar los sentimientos y las emociones de uno/a mismo/a y de los demás, de discriminar entre ellos y de usar esta información para la orientación de la acción y el pensamiento propios” (Salovey y Mayer, 1990, p.189). Pero no fue hasta cinco años después cuando dicho término se popularizó, tras la publicación del best-seller “La inteligencia emocional”, del psicólogo y periodista Daniel Goleman, quien planteaba la ruptura con el concepto de inteligencia tal y como se le conocía hasta el momento, destacando la relevancia que la inteligencia emocional tenía por encima del cociente  intelectual, en el fin de alcanzar el éxito tanto profesional como personal (Goleman, 1995, 1998).
La Inteligencia Emocional es un concepto que toma en cuenta aptitudes humanas que no son medidas en el Cociente Intelectual, tales como la habilidad de entender cómo las emociones influyen en el estado de ánimo y rendimiento académico o laboral (Matthews, Roberts y Zeidner, 2004).
Además, es posible desarrollar la Inteligencia Emocional, tanto a nivel individual como a nivel grupal, lo que hace que su trabajo pueda beneficiar a todas las personas, no solo a las que cuentan con habilidades innatas, ya que toda la población puede ver potenciada este tipo de Inteligencia, con todos los beneficios que ello conlleva (Johnson e Indvik, 1999; Martin, 2005; Sardo, 2004; Welch, 2003).
En los últimos años hemos asistido a la ebullición en relación a las investigaciones relacionadas con Inteligencia Emocional, Empatía y Rendimiento Académico, encontrándose en varios estudios, (Extremera y Fernández-Berrocal, 2001, 2003, 2004a, 2004b; Bar-On, 2000; Schutte, Malouff, Hall, Haggerty, Cooper, y Golden, 1998; Drago, 2005; Parker, Summerfeldt, Hogan y Majeski, 2004) una relación entre Inteligencia Emocional y Rendimiento Académico en la población universitaria.
Como parte integrante de dicha Inteligencia Emocional podemos señalar la Empatía, que definimos como la capacidad de ponerse en el lugar del otro, comprendiendo lo que le preocupa y motiva, siendo capaz de pensar como él y de dar una respuesta adecuada a sus necesidades. La empatía presenta una gran importancia en la formación del profesorado (Gallego, Alonso, Cruz y Lizama, 1999; Matthews et al. 2004), siendo necesaria su inclusión dentro de los planes de estudio universitario que conforman los distintos grados de Maestro, así como el posgrado de Formación del Profesorado en Educación Secundaria.
Podemos afirmar, más concretamente, que en lo referente a los planes de estudio de Maestro especialista en Educación Física o Profesor de Secundaria en Educación Física, la empatía constituye parte integrante de la relación que deporte e inteligencia emocional poseen, representando toda una línea de base en lo relacionado con valores, normas, actitudes y estereotipos. Hemos de recalcar la importancia que la inteligencia juega en el componente técnico-táctico del deporte, debiendo ser citado el concepto de Inteligencia Contextual o Práctica, que en la Educación Física resulta tan apropiado, estando compuesta dicha capacidad por la Inteligencia Analítica (búsqueda de soluciones), la Inteligencia Creativa (génesis de nuevas ideas)  y la Inteligencia Práctica (materialización de la respuesta).
Regresando a la base conceptual que nos ocupa, partiremos de la línea de investigación de Mayer y Salovey (1997) que definen la empatía como la habilidad para identificar, procesar, comprender, expresar y regular emociones, promoviendo un enriquecimiento emocional. Son éstas, sin duda, algunas de las aptitudes necesarias para el futuro docente, que ha de ponerse en el lugar de sus alumnos con el fin de ofrecer la mejor de sus respuestas didácticas individualizadas y contextualizadas al grupo aula y a su diversidad.

Objetivos

El presente trabajo tiene como fin describir una experiencia de iniciación a la investigación llevada a cabo por alumnos de 3er curso de la titulación de Magisterio, especialidad Educación Física, en el campus de la Universidad de Castilla-La Mancha en Albacete, con el fin de que adquieran una base que les anime a formarse en esta disciplina a lo largo de su vida. Por lo tanto podríamos señalar como objetivos los siguientes:
O1: Ofrecer al alumnado de la titulación de Magisterio, Educación Física una aproximación a la investigación, aportando las bases e instrumentos que les permitan llevar a cabo un estudio descriptivo en relación a la empatía.
O2: Realizar, por parte del alumnado de tercer curso de la diplomatura de Magisterio, especialidad Educación Física, una investigación sobre el nivel de empatía en la población de estudiantes universitarios de las titulaciones de la diplomatura de Magisterio, especialidad Educación Física (grupos distintos al grupo investigador); diplomatura de Magisterio, especialidad Educación Infantil; diplomatura de Magisterio, especialidad Educación Primaria; Licenciado en Derecho e Ingeniero Agrónomo, en el campus de la Universidad de Castilla-La Mancha en Albacete (España).
O3: Promover un proceso de debate y reflexión entre el alumnado investigador acerca de aquellas aptitudes, capacidades y actitudes que son necesarias en un docente.

Método

Muestra
Se ha recurrido a una muestra no probabilística incidental compuesta por 226 personas, tanto hombres como mujeres, provenientes de la población de estudiantes de la Facultad de Magisterio, de la Escuela Técnica de Ingeniería Agrónoma y de la Facultad de Derecho, todas ellas pertenecientes al campus de la Universidad de Castilla-La Mancha en Albacete (España).
La población referenciada en la presente investigación es la del alumnado de las carreras de Magisterio, especialidades de Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Física; Licenciatura en Derecho e Ingeniería Agrónoma, de la Universidad de Castilla-La Mancha en Albacete (España).

Instrumentos
Se ha planteado la realización, por parte de las personas pertenecientes a la muestra, de dos instrumentos de medición cuantitativa, cuestionarios tipo test, “¿Sabe usted poner paz entre dos personas?” (Gallego et altre., 1999), test formado por 10 preguntas enunciadas en clave no empática, con dos opciones de respuesta, afirmativa y negativa;  y “¿Es usted un buen vecino?” (Brockert y Braun, 1997), test formado por 16 cuestiones con opción de respuesta doble, en las que se muestran reacciones opuestas a situaciones hipotéticas que podrían sucedernos en la vida real, siendo una de ellas empática y la otra todo lo contrario. Dichos instrumentos han sido respondidos en dos momentos distintos de la investigación, realizándose una posterior triangulación de la toma de datos llevada a cabo.

Procedimiento
Tras la iniciación a la investigación ofrecida a los alumnos por parte de uno de los autores del presente texto durante sus horas lectivas de clase dentro del plan de estudios de Maestro, especialidad en Educación Física, se facilitó al alumnado los dos instrumentos de medida que iban a utilizar, ambos cuestionarios tipo test, así como indicaciones acerca de la manera en que el investigador debía dirigirse a las personas parte de la muestra, acerca de cómo debían ser rellenados los cuestionarios o cómo tendrían que ser tratados posteriormente para procesarlos informáticamente.
Hecho esto, los alumnos investigadores llevaron a cabo la toma de datos entre la población seleccionada, para, posteriormente, recopilar todos los datos e informatizarlos, procediendo a la realización de un análisis pormenorizado de los mismos.

Figura 1. Procedimiento y muestra.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 20

 

Una vez concluido el proceso investigador, se pidió a los alumnos que expusieran al resto de sus compañeros durante una de las sesiones didácticas del del plan de estudios de Maestro, especialidad en Educación Física,  el trabajo de investigación, explicando aspectos tales como qué partes conforman el proceso, qué dificultades se han encontrado a lo largo del mismo, cómo las han solucionado, etc.

Resultados

Los datos obtenidos muestran un mayor nivel de empatía en la población compuesta por los estudiantes de la Diplomatura de Magisterio, especialidad Educación Infantil, con un 77%, que en la media de la muestra seleccionada, que se sitúa en torno al 65%. De este modo, en la Diplomatura de Magisterio, especialidad Educación Física, el porcentaje de alumnos que mostraron habilidades empáticas fue del 64%. En la Diplomatura de Magisterio, Especialidad Educación Primaria, el porcentaje se situó en un 66%. En la Licenciatura en Derecho, un 62% de los encuestados poseían habilidades empáticas, mientras que entre los estudiantes de Ingeniería Agrónoma, dicho porcentaje asciende a un 60%.

Figura 2. Resultados por titulación

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 20

 

Por otro lado cabe recalcar la predominancia que las mujeres obtienen respecto a los hombres en cuanto a empatía. Así, un 85 % de las mujeres encuestadas obtuvo puntuaciones correspondientes a altos niveles de empatía, frente a un 35% de hombres encuestados.

FFigura 3. Resultados por género

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 20

 

Discusión

Analizados globalmente, nuestros resultados confirman, pues, las diferencias de género encontradas en distintas mediciones de la empatía (Carlo, Raffaelli, Laible y Meyer, 1999; Atkins, 2000; Singh-Manoux, 2000; Mestre, Frias y Tur, 1997), mostrando significativas diferencias entre hombres y mujeres. Dichas disparidad se ve acentuada entre la población de carreras técnicas, como Ingeniería Agrónoma, y se suaviza en las carreras de Humanidades.
Recalcamos, igualmente, la importancia que la empatía tiene en la formación del futuro profesorado, (Gallego, Alonso, Cruz y Lizama, 1999), (Matthews, Roberts y Zeidner, 2004), respaldando experiencias como la aquí presentada, que realicen un análisis de dicha capacidad, facilitando su mejor comprensión. Es positivo el observar que hay una amplia mayoría de personas empáticas entre la población de los estudiantes de la carrera de Magisterio, lo cual facilitará su trabajo y contribuirá a que sean grandes profesionales. Sin embargo, debemos llamar la atención acerca del porcentaje de futuros docentes no empáticos, ya que consideramos que la presencia de dicha aptitud en la personalidad del profesional es una influencia significativamente favorable para el desarrollo de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Conclusiones

Consideramos de relevancia señalar la relación existente entre empatía y género, obteniendo las mujeres puntuaciones significativamente más altas que los hombres. Además, los datos obtenidos en carreras de humanidades (con más alumnado femenino) ofrecen resultados que sugieren índices de mayor empatía que los obtenidos en carreras técnicas, lo cual nos podría indicar una relación entre la personalidad de los estudiantes y la rama del conocimiento escogida como opción de formación universitaria.
Creemos que tanto la Empatía como la Inteligencia Emocional deben estar presentes entre la población docente de Educación Primaria y Educación Secundaria con el fin de que esta capacidad sea fomentada en clase, contribuyendo de esta manera a mejorar las estrategias de intervención psicopedagógica. Si pretendemos construir un alumno global, hemos de incidir en las dimensiones afectivas y emocionales, desarrollando una conciencia crítica que posibilite una inteligencia útil y práctica, al servicio de las situaciones y problemas presentes en la vida real.
Es más, consideramos que tanto la Empatía como la Inteligencia Emocional deben ser trabajadas en los centros docentes, a nivel global y colectivo, por lo que resaltamos las especiales características didácticas que nos ofrece el área de Educación Física, aportándonos un escenario idóneo para poner en práctica multitud de actividades en relación a dichas habilidades, contribuyendo de forma positiva al bienestar personal y social del alumnado.

Bibliografía

Atkins, M.W. (2000). The relationship of empathy and developmental maturity among a group of college students. Dissertation Abstracts International Section A: Humanities and Social Sciences, 61, 876. US: Univ. Microfilms International.
Bar-On, R. (2000). Emotional and social intelligence: Insights from the Emotional Quotient Inventory (EQ-i). En R. Bar-On y J.D.A. Parker (Eds.). The handbook of emotional intelligence: Theory, development, assessment, and application at home, school, and in the workplace. 363-387. San Francisco, CA: Jossey-Bass Inc.
Brockert, S. y Braun, G. (1997). Los test de la Inteligencia Emocional. Barcelona: Robin Book.
Carlo, G., Raffaelli, M., Laible, D.J. y Meyer, K.A. (1999). Why are Girls Less Psysically Aggressive than Boys? Personality and Parenting Mediators of Physical Aggression. Sex Roles, 40, 711-729.
Drago, J.M. (2005). The relationship between emotional intelligence and academic achievement in nontraditional college students. Dissertation Abstracts International: Section B: The Sciences and Engineering. 65 (9-B) 2005, 4811.
Extremera, N. y Fernández-Berrocal, P. (2001). El modelo de inteligencia emocional de Mayer y Salovey: Implicaciones educativas para padres y profesores. En las IIIJornadas de Innovación Pedagógica: Inteligencia Emocional. Una brújula para el sigloXXI. 132-145.
Extremera, N. y Fernández-Berrocal, P. (2003). La inteligencia emocional: Métodos de Evaluación en el Aula. Revista Iberoamericana de Educación.
Extremera, N. y Fernández-Berrocal, P. (2004, a). Inteligencia Emocional, calidad de las relaciones interpersonales y empatía en estudiantes universitarios. Clínica y Salud, 15 (2), 117-137.
Extremera, N. y Fernández-Berrocal, P. (2004, b). El papel de la inteligencia emocional en el alumnado: Evidencias empíricas. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 6 (2).
Gallego, D., Alonso, C., Cruz, A. y Lizama, L. (1999). Implicaciones Educativas de la Inteligencia Emocional. Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Goleman, D. (1995). Emotional Intelligence. Nueva York: Bantam Books.
Goleman, D. (1998). La práctica de la inteligencia emocional. Barcelona: Kairós.
Johnson, P. y Indvik, J. (1999). Organizational benefits of having emotionally intelligent managers and employers. Journal of Workplace Learning, 11 (3), 84-88.
Martin, D. (2005). Mature managers reap the rewards: Emotional intelligence in leaders goes a long way to making staff happy and achieving business success. South China Morning Post. 10 de Diciembre.
Matthews, G., Roberts, R. D. y Zeidner, M, (2004). Seven myths about emotional intelligence. Psychological Inquiry, 15, 179-196
Mayer, J. y Salovey, P. (1997). What is emotional intelligence? En P. Salovey & D. Sluyter (Eds.), Emotional development and emotional intelligence: Implications for educators. 3-31. New York: Basic Books.
Mestre, V., Frias, D. y Tur, A. M. (1997). Variables personales y empatía. En V. Mestre y E. Pérez-Delgado (Eds.), Cognición y afecto en el desarrollo moral. Evaluación y programas de intervención. 163-193. Valencia: Promolibro.
Molero, C; Saíz, E; Esteban, C, (1998). Revisión histórica del concepto de inteligencia: una aproximación a la inteligencia emocional. Revista Latinoamericana de Psicología, 30 (1).11-30.
Parker, J. D. A., Summerfeldt, L. J., Hogan, M. J. y Majeski, S. A. (2004). Emotional intelligence and academia success: examining the transition from high school to university. Personality and Individual Differences, 36 (1), 163-172.
Salovey, P. y Mayer, J.D. (1990). Emotional intelligence. Imagination, Cognition, and Personality, 9, 185-211.
Sardo, S. (2004). Learning to display emotional intelligence. Business Strategy Review, 15 (1), 14-17.
Singh-Manoux, A. (2000). Culture and gender issues in adolescence: Evidence from studies on emotion. Psicothema, 12, sup. 1, 93-100.
Schutte, N.S., Malouff, J.M., Hall, L.E., Haggerty, D.J., Cooper, J.T., Golden, C.J., et al. (1998). Development and validation of a measure of emotional intelligence. Personality and Individual Differences, 25, 167-177.
Schutte, N. S., MaIouff, J. M., Hall, L. E., Haggerty, D. J., Cooper, J. T., Golden, C. J. et al. (1998). Development and validation of a measure of emotional intelligence. Personality and Individual Differences, 25 (2), 167-177.
Welch, J. (2003). The best teams are emotionally literate. Industrial and Commercial Training, 35 (4), 168-170.

[banner_formacion]
Open chat
Saludos de Alto Rendimiento:

Para información sobre los cursos y másteres ONLINE, puede contactarnos por aquí.

Asegúrate de haber completado el formulario (azul) de información del curso/máster.

Gracias!