La fisioterapia en el climaterio
El climaterio es una etapa en la mujer que transcurre desde la premenopausia hasta la postmenopausia y supone la finalización del periodo reproductivo. Debido a los síntomas que conlleva se puede realizar un trabajo de prevención y tratamiento desde la fisioterapia.
La fisioterapia en el climaterio
Resumen
El climaterio es una etapa en la mujer que transcurre desde la premenopausia hasta la postmenopausia y supone la finalización del periodo reproductivo. Debido a los síntomas que conlleva se puede realizar un trabajo de prevención y tratamiento desde la fisioterapia.
La mayoría de la documentación se centra en la menopausia, de ahí que en este trabajo se realice un estudio de la información relacionada con la actuación de la fisioterapia durante el climaterio. Para ello se ha realizado una revisión bibliográfica en diferentes bases de datos.
Esta búsqueda tiene como objetivo conocer las posibilidades terapéuticas de la fisioterapia a nivel asistencial en la mujer. Aunque no existen muchas publicaciones al respecto, sí se pone de manifiesto los beneficios de la fisioterapia en la osteoporosis y las alteraciones del sueño. Por lo tanto, son necesarios más estudios en la fase del climaterio y que los fisioterapeutas promocionen su trabajo entre las mujeres.
INTRODUCCIÓN
El climaterio es el periodo de transición de la etapa reproductiva a la no reproductiva y comprende el paso que antecede a la menopausia1.
La Federación Internacional de Ginecólogos y Obstetras (FIGO) lo define como el período de tiempo que se extiende desde la madurez hasta la senectud. Es una etapa de transición de carácter involutivo, durante la cual desaparece las menstruaciones, se pierde la capacidad reproductora, se producen signos de desfeminización y tienen lugar ciertos cambios psicológicos, todo ello como consecuencia directa de la disminución progresiva de la función ovárica.
Los síntomas son clasificados en tres categorías: somáticos, psicosomáticos y psicológicos. En los primeros se ubican los físicos: sofocos, sudor, aumento de peso, hemorragia uterinas, dolores articulares y retención de líquidos entre otros. En los psicosomáticos menciona: la fatiga, los dolores de cabeza, las palpitaciones, los vértigos y los trastornos de visión. En los psicológicos: la irritabilidad, nerviosismo, depresión, pérdida de memoria, excitabilidad, insomnio, tendencia al llanto, etc2.
Años más tarde, se dividirán en cuatro: los divide en: sintomatología neurovegetativa (sofocos, sudoración, mareos), clínica psicológica o psicoafectiva (estados depresivos, tristeza, insomnio, astenia, etc.), sintomatología urogenital (sequedad vaginal, coitalgia, estrés urinario, etc.) y musculoesquelética (dolores articulares, artromialgias, etc.)3.
Varios autores coinciden que los síntomas más comunes son los sofocos, la sudoración nocturna, irritabilidad, mal humor, tensión, ansiedad e inestabilidad emocional4,5.
Siendo el más conocido y destacable entre las mujeres los sofocos que son el resultado de la respuesta del cerebro a la disminución y fluctuación hormonales que ocurren durante la transición de la menopausia, lo que a su vez da lugar a inestabilidad de los mecanismos termorreguladores que regulan la homeostasis de la temperatura en el hipotálamo6.
La menopausia se define como el cese de la actividad folicular y se manifiesta por el cese del flujo menstrual que dura más o menos 12 meses7. Ocurre en torno a los 50 ±2 años, según variables como raza, estatus económico o nutrición. Si ocurre antes de los 40 años se habla de menopausia precoz y si se produce después de los 55 años, de menopausia tardía. Alrededor de esta fecha se distinguen dos fases en las que algunas mujeres presentan síntomas: la premenopausia o la transición menopáusica y la postmenopausia9-12.
El tratamiento que se ha llevado a cabo para disminuir esta sintomatología por parte de médicos, ha sido el tratamiento hormonal sustitutivo, para paliar los efectos de la falta de estrógenos propios de las mujeres de esta etapa de la vida. Las consecuencias negativas de éste son: riesgo de cáncer de endometrio, riesgo de cáncer de mama, hipertensión, tromboembolia y disminución de la tolerancia a la glucosa13.Pero además del tratamiento hormonal desde hace años se indica la práctica un ejercicio terapéutico que minimice la sintomatología en la mujer14.
Ante la gran demanda asistencial, debido al aumento de la esperanza de vida, es necesaria una asistencia fisioterapéutica más allá del tratamiento sintomático y trabajar en la prevención y la promoción. Además el desconocimiento y la desorientación que muchas mujeres experimentan en esta etapa es, con toda probabilidad, uno de los factores que más influyen en la vivencia negativa de la misma y en el déficit de autocuidados que se aprecia en una amplia mayoría de ellas15. Así, en nuestro trabajo tratamos de profundizar en la bibliografía para poner de manifiesto la utilización de la fisioterapia y sus diferentes aplicaciones terapéuticas en el climaterio.
MATERIAL Y MÉTODO
Se realizó una revisión bibliográfica sobre el objeto de estudio a través de las siguientes bases de datos: ENFISPO, Dialnet, CSIC, Librería Cochrane Española, The Cochrane Library, Medline, Pubmed, Wos, Scopus, Sport Discus full text.
Los descriptores empleados han girado entorno a “physical therapy and climacteric”, “physical therapy and menopause” aunque estos variarán según el tesauro de la base de datos
La investigación se llevó a cabo en Enero de 2012 y no se acotó la búsqueda por idiomas ni por año por ser un área de trabajo que se encuentra en expansión.
Al realizar una búsqueda se establecieron los siguientes criterios de inclusión:
Estudios relacionados con la menopausia y el climaterio.
Estudios de fisioterapia en la mujer.
Tener acceso al texto completo y como mínimo al resumen.
Los criterios de exclusión fueron:
Estudios relacionados con el tratamiento farmacológico.
Los que se repetían en fuentes distintas o en la misma.
Atendiendo a los criterios de inclusión y exclusión se realizó una preselección de las publicaciones que se adecuaban al objeto de la investigación. Posteriormente se procedió a la lectura de los abstract. Se excluyeron aquellos a los que no se tenía acceso, los que no eran de interés y los que se repetían. Todos los artículos que se seleccionaron pasaron a formar parte de la revisión para una lectura exhaustiva y en profundidad.
RESULTADOS
Tras la búsqueda se han analizado un total de 9 trabajos de los cuales 2 eran revisiones, 5 estudios experimentales y los 2 restantes estudios descriptivos.
Tabla 1.
DISCUSIÓN Nuestros hallazgos en la búsqueda de la actuación de la fisioterapia en el climaterio no han sido muy amplios, pero si hay indicios de los beneficios de la misma en esta etapa de la vida de la mujer, especialmente en la osteoporosis y en las alteraciones del sueño. La actuación de la fisioterapia obstétrica y ginecológica abarca los periodos de la adolescencia, gestación y climaterio16. El Royal College of Obstetricians and Gynaecologists aconseja que el ejercicio aeróbico sostenido regular puede ayudar con los síntomas menopáusicos. Sin embargo, en cuanto a los síntomas menopáusicos vasomotores existen pocos estudios controlados aleatorizados que hayan evaluado la efectividad del ejercicio en el tratamiento de los mismos. No se han encontrado pruebas que indicaran que el ejercicio es un tratamiento efectivo con respecto al control u otros tipos de tratamiento en la reducción de los síntomas menopáusicos vasomotores6. No obstante, algunos estudios clínicos y experimentales conducen a que el ejercicio tiene un efecto favorable sobre el tejido óseo16-18 además, del aporte suficiente de calcio. El ejercicio puede prevenir la pérdida ósea en la osteoporosis, pero no un aumento de la masa ósea. Así, un adecuado ejercicio con pesas en la osteoporosis es útil para la prevención de caídas que pueden dar lugar a fracturas, para aumentar la fuerza muscular, para mejorar el equilibrio y la coordinación de caminar, y para prevenir la hipotensión ortostática17. Por lo tanto, un programa de ejercicio general combinado con una dieta adecuada, un aporte de calcio y evitando hábitos tóxicos tiene efectos saludables para su practicante16. Se recomienda a las mujeres climatéricas la realización de ejercicios calisténicos, y aeróbicos de resistencia media, acompañados de estiramientos para evitar posibles lesiones. No es aconsejable el ejercicio físico intenso, pues se cree incluso que favorecería la pérdida de masa ósea. También reporta beneficios para la mujer postmenopáusica la realización de un programa en agua19. Así, se propone como pauta realizar ejercicio de 30 a 60 minutos tres veces a la semana, habiendo visitado al médico previamente20. Por lo tanto, estos ejercicios debieran ser supervisados por un fisioterapeuta para conseguir mejores resultados y minimizar las consecuencias de un trabajo erróneo o no adaptado a la paciente. Incluso para mantener un buen estado óseo, además del ejercicio hay que centrarse en la higiene postural21. . Así, coincidimos con Villaverde et al. 22 en que el ejercicio físico adaptado y con fines terapéuticos corrobora, según nuestros resultados, su utilidad como un instrumento de intervención válido para la prevenir la pérdida de hueso y mantener la densidad mineral ósea, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las mujeres menopáusicas, debiendo ser incorporado en la atención sociosanitaria en el ámbito de Atención Primaria de Salud. También se constató a través de un estudio23 a lo largo de seis meses que la realización de un programa de fisioterapia dos veces por semana ha mejorado el estado general de dos mujeres menopáusicas con alteraciones del sueño. El tratamiento consistió en ejercicios de estiramiento segmentarios y globales, los ejercicios de fortalecimiento, masajes y técnicas de relajación. Una de las pacientes experimentó un aumento significativo en el sueño REM y en la eficiencia del sueño total. La otra paciente sufrió una reducción en la latencia del sueño y un aumento en el sueño de onda lenta. El tratamiento de fisioterapia llevado a cabo consistió en ejercicios, técnicas de masoterapia y relajación. CONSLUSIONES Los estudios de la fisioterapia en el climaterio no son muchos siendo más abundantes los relacionados con la menopausia y la postmenopausia. Sin embargo, los existentes ponen de relieve la importancia de las aplicaciones terapéuticas de la fisioterapia para minimizar los síntomas de esta etapa de la vida en la mujer, especialmente en la osteoporosis y las alteraciones del sueño. Por lo tanto, son necesarios más estudios para profundizar en la actuación de la fisioterapia en la fase del climaterio. Además resultaría de gran importancia la labor de promoción por parte de los propios fisioterapeutas para dar a conocer a estas mujeres técnicas terapéuticas existentes para el tratamiento y prevención de los síntomas en el climaterio.
Bibliografía
- Delgado, M.A. (1991a). Estilos de Enseñanza en la Educación Física. Propuesta para una Reforma de la Enseñanza. Granada: I.C.E. de la Universidad de Granada.
- Delgado, M.A. (1991b). Hacia una clarificación conceptual de los términos didácticos de la Educación Física y el deporte. Revista de Educación Física. Renovación de Teoría y Práctica, 40. Número Especial.
- Gallardo, P. y Mendoza, A. (2008). Metodología de la enseñanza de las actividades físicas y deportivas. Sevilla. Wanceulen.
- Gil Morales, P. A. (2007). Metodología didáctica de las actividades físicas y deportivas. Sevilla. Wanceulen.
- Grasso, A. [comp.]. (2010). La Educación Física cambia. Madrid: Editorial CEP, S.L.
- Hernández Fleitas, A. (2001). Aplicaciones de la enseñanza problémica en el área de educación física y deporte. Lecturas: Educación Física y Deportes. Revista digital-Buenos Aires, Año 7, Nº 42. Obtenido el 14 de febrero de 2010, en http://www.efdeportes.com/efd42/problem.htm
- Medina López, J.(2001). Enfoque globalizador y educación física. Lecturas: Educación Física y Deportes. Revista digital-Buenos Aires, Año 7, Nº 42. Obtenido el 30 de mayo de 2009, en http://www.efdeportes.com/efd42/efglob.htm
- Ministerio de Educación y Ciencia (2006). Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la educación primaria. BOE del 8 de diciembre de 2006.
- Mosston, M. (1993). La enseñanza de la Educación Física. La reforma de los Estilos de Enseñanza. Barcelona: Hispano-Europea.
- Sánchez Bañuelos, F. (1986). Bases para una didáctica de la educación física y el deporte. Madrid: Gymnos.
- Sicilia, A. (2001). Investigación de los Estilos de Enseñanza en la Educación Física: un viejo tema para un nuevo siglo. Sevilla: Wanceulen.