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3 Nov 2009

La iniciación al esquí de nieve como deporte en el medio natural dentro del el ámbito educativo

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Los deportes de nieve han experimentado un salto a nivel cuantitativo como cualitativo en nuestro país en las últimas décadas. Esto ha repercutido directamente en la sociedad actual, convirtiéndose en una práctica no elitista y con gran influencia en el ámbito escolar.

Autor(es): Pedro Jesús Ruiz Montero (1), José Antonio Sánchez Fuentes (2), Antonio Baena Extremera (2), Antonio Granero Gallegos (2)
Entidades(es): Universidad de Málaga (1), Facultad de Ciencias del Deporte, Universidad de Murcia (2)
Congreso:VII Congreso Internacional Sobre la Enseñanza de la Educación Física y el Deporte Escolar
Ceuta– 3-6 de Noviembre de 2009
ISBN: 978-84-613-3640-1
Palabras claves: deportes de nieve, educación física, programa de actividad física .

Resumen la iniciación al esquí de nieve como deporte en el ámbito educativo

Los deportes de nieve han experimentado un salto a nivel cuantitativo como cualitativo en nuestro país en las últimas décadas. Esto ha repercutido directamente en la sociedad actual, convirtiéndose en una práctica no elitista y con gran influencia en el ámbito escolar. Tal es el punto que cada vez son más los docentes que apuestan por integrar el trabajo de dichos deportes entre los contenidos del área de Educación Física. Este trabajo va hacer referencia exclusiva al esquí, como se estructura este bajo diferentes niveles que delimitan el nivel de progresión del alumnado tanto de primaria como de secundaria. Con ello, el objetivo es presentar un programa de actividad física en un contexto natural y diferente como es la nieve, enseñando y practicando el esquí con el alumnado. No olvidando los aspectos claves que se deben tener en cuenta la metodología en el diseño de las tareas y su respectiva evaluación.

Introducción

Cada comunidad autónoma establece sus propios bloques de contenidos tanto para primaria como secundaria. Entre ellos, siempre suele haber uno relacionado con los juegos y deportes, como puede ser el caso del bloque 2º del Decreto 231/ 2007, que establece la ordenación y las enseñanzas correspondientes a la ESO en Andalucía; o el bloque de “Juegos y actividades deportivas” establecido por el Real Decreto 1513/ 2006, de 7 de Diciembre, estableciendo las enseñanzas mínimas para la Educación Primaria y sus respectivos bloques de contenidos (concretamente 5), interpretados por igual por el Decreto andaluz 230/ 2007 o por el murciano 286/ 2007.

Dentro de los deportes que se trabajen dentro de dicho bloque de contenidos, en la mayoría de los centros educativos, el profesorado apuesta en muchos casos por los deportes mayoritarios socialmente como puede ser el fútbol, baloncesto u otros. Esto conlleva en muchos casos a actitudes discriminatorias hacia el otro género, apertura al conocimiento de otras modalidades deportivas por parte del alumnado/a. Creándose de esta manera un estancamiento de las habilidades específicas en determinadas especialidades/ modalidades de deportes. Hay que destacar que en los últimos años, nuestro país ha experimentado un desarrollo considerable de los deportes de invierno en sus distintas variantes. Pasando de un deporte de elitista del que pocos podían disfrutar, a un deporte de masas, ocio, recreativo y como no, educativo.

A su vez se puede entremezclar y trabajar conjuntamente con los contenidos que se desarrollan en el medio natural, ya que los deportes invernales y más concretamente el esquí, se realizan en un entorno adverso al del centro escolar propio y la toma de contacto con la naturaleza es directa mediante la pistas, vegetación (que muchas veces suele ser endémica), climatología, etc. A no ser que el centro escolar se encuentre geográficamente ubicado en un contexto de nieve o cercano, el nivel y la práctica de este deporte por parte de los alumnos/as no es elevado. Por ello, la pretensión de la puesta en práctica de este contenido mediante su unidad didáctica correspondiente, debe seguir una “evolución elemental”, pretendiendo llegar a un paralelo base. Todo esto va acompañado de una buena comprensión de gestos por parte del alumnado, a la vez que un adecuado dominio de los conceptos y contenidos en los que se están implicando y aprendiendo. Los contenidos a trabajar deberán ser los idóneos, procurando que nuestros alumnos/as alcancen o asemejen la tarea en la medida de lo posible. Cabe decir que se presentará de manera no dificultosa, ya que si es complejo para ellos/as nuestra labor estará siendo en vano. Para la iniciación al esquí y su posterior progreso, los contenidos estarán compuesto de diez ejercicios/ ejecuciones y que a su vez se estructuran en tres niveles. Quedando estructurados de la siguiente manera:

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 11.

En cuanto las tareas que conforman los diferentes niveles/ contenidos, se diferencian unas de otras por su grado de dificultad (aumentando a la vez que se asciende de nivel). La descripción de cada una de ellas detalla el nivel de complejidad requerido y ejecuciones a realizar, teniendo en cuenta diferentes aspectos tales como la orografía del lugar, material, ect… y estructurándolos del siguiente modo (Wilhelmi, 2006). Adaptación al Material: Esta fase va justo después de la de familiarización con el medio y sensaciones que les produzca la nieve. Es fundamental el conocimiento y buen manejo del material, sobre en todo en niveles iniciales como puede ser segundo o tercer ciclo de Educación Primaria, sirviendo como herramienta para una buena utilización de ellos y evitando así posibles percances no deseados.

Los alumnos y alumnas se deben saber abrochar las botas y si estas son las adecuadas (si calan o aprietan, etc…). Muy importante es saber ponerse y quitarse los esquís, ya que si nos quedamos clavados, nos caemos o hay otro problema pues deberán de saber desprenderse de sus botas. También es importante saber coger los bastones de la forma adecuada, como hay que transportar los esquís de manera óptima para que no se estropeen ni puedan dañar a nadie y como no, aprenderse el nombre de cada uno de los componentes del material. Descenso Directo: Se trata de un deslizamiento hacia delante, prestando especial atención a la línea recta que se describe frente a nosotros cuando vamos descendiendo.

Debe de haber algo de pendiente sino no se produce el deslizamiento, no hay movimiento. Hay que recalcar al alumno/a que su cuerpo se debe inclinar un poco hacia delante, dejando caer algo de peso sobre nuestras piernas, exactamente lengüetas de las botas. Esta es la única manera de que la precisión del movimiento realizado pueda ser controlada por sí mismo/a. Los esquís los debemos de posicionar en paralelo para que se provoque el deslizamiento deseado. Estos son algunos de los problemas planteados por Gautier (1991). Cuña: La parte delantera de los esquís (puntas) se aproximan lo máximo posible mientras que la trasera (colas) se separan. Esto se producirá como resultado de separar los talones, empujándolos hacia el lateral respectivamente. Con esto, lo que pretendemos es intentar evitar deslizamiento y así ir frenando o disminuyendo la velocidad de bajada.

Este movimiento es característico por el triángulo que conforma imaginariamente y la señal que describe en la nieve, semejante a una flecha. Giros en cuña: Sería la misma posición antes descrita pero intentando hacer virajes (ir girando) hacia izquierda y derecha. De esta manera se irá dejando a su paso una línea curva dibujada en la nieve, que variará de tamaño según su deslizamiento (diagonales) o por la fuerza que se aplique en dicho viraje. A la hora de girar debemos tener en cuenta como se procede a meter la cadera, así como la velocidad que le queramos dar. Si separamos un poco las puntas pues cogeremos más velocidad. Todo va en función de la posición paralela, a más paralelos los esquís más velocidad.

Es muy importante la adecuada realización de este ejercicio, ya que es marca el paso de un nivel a otro. Esto quiere decir que es esencial para seguir progresando cualitativamente tanto en nivel como en desenvoltura de esta modalidad de deporte de invierno. Diagonal: La posición que se debe de adoptar en cuanto la posición de los esquís es similar a la del paralelo y de recorrido similar al descenso directo. Pero con respecto a la pendiente, iremos oblicuas a ella. De forma que siempre tendamos ir al valle (cuando el recorrido se orienta hacia abajo) y la pierna que está en ella lleve un poco más de carga (o sea, la que está más abajo).

Derrapaje diagonal: Derrapar es cambiar de dirección, la diagonal es lo que le da forma a ese derrapaje. En este caso se haría de manera recta y sin tardar mucho en el cambio de dirección con respecto el valle. No tiene por que ser acentuada y la toma de canto es importante en la realización de la misma.

Derrapaje redondeado: Sería otro tipo de derrapaje pero esta vez más curvo y no tan acentuado como el anterior. Destacamos el término acentuado por que se basaba en la realización de líneas rectas. Aquí se derrapa y la toma de cantos no es tan grande, se juega más con la flexión de las piernas y haciendo más presión en ellas.

Evolución elemental: Cuando se realiza una serie de virajes/ giros hacia un lado y otro de la pendiente, utilizando principalmente la cuña. El derrapaje se realizará de forma fácil y haciendo hincapié en la presión sobre la pierna del monte (la que queda en la parte más superior). Evolución perfeccionada: La ejecución de dicha tarea es igual que la anterior, un encadenamiento de giros. Pero esta vez ya no se utilizará tanto la cuña e impregnaremos un poco de velocidad; el efecto que se produzca podrá semejarse en medida a un cortado. Paralelo de base: Cuando utilizamos la posición de los esquís paralelos y vamos haciendo uno y otro viraje, produciéndose un buen deslizamiento.

Objetivos

Los objetivos en esta asignatura son primordiales ya que son la base en la que se fundamentará la enseñanza del esquí. Afectará directamente en el aprendizaje de los alumnos/as y en como se enfocan las clases.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 11.

Metodología

Un método eficaz y necesario para la enseñanza de este deporte es la instrucción directa mediante modificación del mando directo o asignación de tareas. Los alumnos/as por lo general tienen un desconocimiento amplio sobre el esquí y el contexto natural que lo envuelve, cosa que hace necesaria la aplicación de esta metodología. Tras la realización de algunos ejercicios, se puede dar a los alumnos/as la posibilidad de que descubran más y puedan progresar a través de la Indagación, concretamente estilos creativos o descubrimiento guiado. De esta manera se podrá desarrollar la base de la estructura que se pretenda seguir, dándoles margen a que puedan desarrollar su imaginación y poder comprobar por ellos mismos sensaciones nuevas y una ordenación del medio (Bornat, 1991). Todo ello envuelto del clima socializante que conlleva una práctica como esta y más, en grupo. Esto implica un compromiso por parte del profesor/a ya que las primeras demostraciones las debe dar él. Tienen que ser buenas y detalladas, repetirlas varias veces en el caso de que haga falta.

Aunque si se hacen bien no tienen por que repetirse más. Este/a dará explicaciones antes o corregiremos después, no durante la tarea ya que centrar la atención en varios puntos les puede dificultar la ejecución a los alumnos/as. A través del Mando Directo, se producirá una continúa repetición por parte del alumnado que ayudará a que se consoliden su aprendizaje y así sea este más significativo. El gesto lo asimilan sin darse cuenta y son capaces de realizar la tarea, sin que tengan que dedicar mucho esfuerzo mental en ello. Todo ello se verá influido según la climatología, viento, nieve… En la mayoría de casos se utilizarán ejecuciones grupales, sobre todo en los ejercicios de familiarización y básicos. Ejemplo de ello puede ser el bajar todos en tren, aunque a veces lo haremos individualmente. En este ejercicio se podrá introducir la Indagación y a su vez se podrá revisar las ejecuciones de los alumnos/as de una manera más analítica.

Se corregirán los errores más importantes y los más brevemente posible. Tampoco se puede estar mucho tiempo reiterando las acciones y ejecuciones no pretendidas por parte del docente. En la realización de ejercicios, seguiremos el “Modelo español” según Roldán (1993), y es el de ordenar siempre los ejercicios de más simple a más complejo. Comenzando los alumnos/as por lo más fáciles para seguir avanzando hasta ejercicios más complejos. Esto querrá decir que cada vez que se avance, se estará afianzando todo lo aprendido anteriormente. También las relaciones entre los alumnos/as y el profesor se afianzarán cada vez más. El alumno verá que está avanzando y el profesor verá recompensado su trabajo. Las explicaciones serán fundamental en este proceso, altamente pedagógico.

Debemos de intentar no esforzarnos demasiados, así se ganará mucho. Menos cansancio y fatigas musculares que impida al alumnado realizar la tarea eficazmente; rapidez en los movimientos y aprendizaje… Y todo ello es lo que pretende el “Modelo Argentino”. Todo lo anteriormente dicho también se puede ver reflejado en la “Metodología Alemana” y más concretamente en la nueva forma del Método Global. El profesor realiza ejercicios y figuras junto al alumno/a, intentando que este comprenda todo lo que va haciendo (Wilhelmi, 2006). Todo este proceso de aprendizaje se hará de forma motivadora, con la realización de las tareas y no siendo para ellos una carga o un cúmulo de situaciones difíciles.

Todo ello y el aprendizaje de los contenidos propuestos (partiendo desde la adaptación del material al paralelo base) será mi gran meta a conseguir, junto con el resto de compañeros que impartamos clases. Enseñando todo esto tendremos una base sólida en cuanto a la metodología a aplicar y por que no, la pedagogía que va inmersa en las clases y la realización de los ejercicios (por parte nuestra y de los alumnos/as). Por último y no por ello menos importante, la seguridad. Una vez que estemos dando clases, las acciones que se lleven a cabo pueden ser lesivas sino se hace de la forma adecuada y con la debida precaución.

Evaluación

La evaluación será final, aunque para ello se seguirá un proceso que comenzará desde el primer día en que el alumno/a realice las tareas. Esta se aplicará al finalizar el día o días que permanezcan en la estación y pistas. Fundamentalmente para ver la progresión y si han alcanzado los objetivos propuestos o no. Todo ello, acompañado de una evaluación cuantitativa, cuyo resultado será una puntuación que influirá en su nota correspondiente del área de Educación Física.

Antes de todo lo anterior, nos deberemos haber fijado en el nivel inicial de cada alumno/a; crucial para ver desde donde comenzamos y cual es el contenido de nuestras sesiones. Buscando siempre ayudar en el aprendizaje y que esto no sea una complicación. Una vez en pista, se realizará un cuestionario el tercer día (en caso de haberlo, si no pues antes), cuando ya tienen una base y es el ecuador de su aprendizaje en cuanto el esquí se refiere. La “Escala de Observación” será el instrumento a utilizar dentro de la técnica de Observación. Son un conjunto de características a juzgar, acompañadas de algún tipo de graduación. Es la más propicia en un medio complicado como la nieve y es útil para agilizar la evaluación. Haremos una puntuación del 0 al 3 respecto a la ejecución de los diferentes contenidos que establezcamos en nuestra evaluación, llevándolos a cabo a su vez. Se evaluarán de cada contenido algunos aspectos y, la suma de cada uno de ellos por separado nos ofrecerá, de forma clara, su correspondiente nota (resultado). Una ficha estándar a modo de ejemplo es:

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 11.

En cuanto el trabajo propuesto, este podría ir indicado en las siguientes líneas de actuación:

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 11.

Bibliografía

  • Asín, G. (1967). Esquí infantil. Madrid: Comité Olímpico Español.

  • Bornart, P. (1991). Esquí alpino: El aprendizaje en los niños, 17-19.

  • Decreto 230/ 2007, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas correspondientes a la educación primaria en Andalucía.

  • Decreto 231/ 2007, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas correspondientes para ESO en Andalucía.

  • Decreto 286/ 2007, por el que se establece el currículo de la Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

  • Delgado, M. (1991). Los estilos de enseñanza en la Educación Física. Propuesta para una reforma en la enseñanza. Granada: Universidad de Granada.

  • Foxon, F. (1994). El esquí. Barcelona: Hispano Europea.

  • Gautier, G. (1991). Análisis y tratamiento didáctico del esquí alpino, 11-16.

  • Köneman V. (2001). Todo sobre el esquí. Colonia: Andrea Grandese.

  • López Rodríguez, P. & Wilhelmi, J. O. (2008). Metodología básica del esquí. Lecturas Educación Física y Deportes, Revista Digital [en línea], 125. Buenos Aires. Disponible en: http://www.efdeportes.com [Consulta: 2009, 12 de febrero].

  • Real Decreto 1513/ 2006, de 7 de Diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas en Educación Primaria.

  • Roldán, E. (1993). El esquí. Madrid: Comité Olímpico Español. .

  • Wilhelmi, J. O. (2006). Apuntes de la asignatura Enseñanza de los deportes de invierno. Granada: FCCAFD. Universidad de Granada.

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