Las lesiones de la musculatura isquiotibial con Óscar Caro Muñoz
Sobre Óscar Caro Muñoz
Preparador físico en Aspire Zone Foundation en Doha, Qatar; doctorando en Análisis de Juego con tecnología Amisco por la Universidad de Granada, máster en Prevención y Readaptación de Lesiones por la Real Federación Española de Fútbol y autor del libro “La lesión de la musculatura isquiotibial en fútbol. Prevención y readaptación”.
Alto Rendimiento: – ¿Cuáles son las lesiones más frecuentes en el fútbol?
Óscar Caro: –Fundamentalmente las musculares por el porcentaje en que aparecen. Posteriormente aparecen las lesiones articulares centradas en… Las primeras de ellas son: la articulación del tobillo y posteriormente, en orden de frecuencia, la lesión de rodilla con sus distintas afectaciones en meniscos, ligamentos, etcétera. Y, posteriormente, nos encontramos con las lesiones más de carácter tendinoso sobre todo en el miembro inferior, evidentemente, cuando hablamos del futbolista. Y luego tenemos otro tipo de lesiones como son contusiones, como son problemas asociados a sobrecargas. Cabe destacar quizá la lumbalgia, que es una también de las más sonadas en prensa y de las que más fastidian al jugador pero no son de las más recurrentes. Digamos que ese es el último grupo de lesiones. En cuanto a la epidemiología lesional en el fútbol podríamos considerar esos aspectos. Y luego, por centrarnos un poco en ese primer bloque de recurrencias de las lesiones musculares, ahí cabe destacar que el mayor porcentaje aparece en la musculatura isquiotibial, fundamentalmente en el bícep femoral, seguida de la lesión en el cuádricep y, posteriormente, en la musculatura abductora. Muchas veces la musculatura abductora determina problemas púbicos o problemas asociados por esa osteopatía dinámica del pubis. Vienen muchas veces como consecuencia de problemas en la musculatura abductora y podríamos resumirlo así pero sí que la más recurrente, y sobre todo la que más recidiva presenta -es decir, la que más veces se vuelve a lesionar la misma estructura una vez que se recupera- es la lesión de la musculatura isquiotibial.
Alto Rendimiento: –Óscar, ¿por qué tanta incidencia lesional en esta musculatura?
Óscar Caro: –Ya está ampliamente corroborado que es un grupo muscular con unas características especiales. Primero porque son tres músculos los que forman esa parte posterior del muslo: semitendinoso, semimembranoso y bíceps femoral. Como te decía antes, el bícep femoral es el mayor a nivel de tamaño y es el que más se lesiona también. Y lo que ocurre con esa musculatura son tres factores fundamentales. El primero de ellos es que es un músculo biarticular; es decir, está asociado al movimiento de dos articulaciones, articulaciones de gran movilidad como son las rodillas y es la cadera. Es decir, en su parte más proximal, la musculatura isquiotibial se inserta en la zona de la pelvis y, en su parte más distal, su articulación distal se encuentra asociada a la articulación de la rodilla. ¿Qué ocurre? Que, cuando hay movimientos contrarios en una articulación y en la otra, las rodillas y la cadera, la elongación a la que la musculatura se ve sometida es muy fuerte. Entonces, cuando tenemos una extensión de rodilla en este caso y una flexión de cadera, que es el momento más característico cuando aparecen las lesiones de esta musculatura, cuando tenemos esa extensión y esa flexión de cadera, la elongación que tiene esa musculatura es muchas veces tan elevada que supera los límites tolerables y acaba por romper. Ese es el primero de los factores que determinan esa alta incidencia. El segundo de ellos es la propia estructura del músculo. El músculo, al estar formado por tres músculos, ¿cómo se unen esos músculos unos con otros? ¿Cómo están relacionados? Están relacionados por lo que se conoce como estructura, la unión miotendinosa, que no son fibras como tal pero es como un tejido conjuntivo y tiene una debilidad mayor. Es decir, tienen una menor capacidad para soportar carga y entonces, como hay tres músculos, hay una gran cantidad de ese tipo de tejido y, por lo tanto, hay una gran probabilidad de que cuando se elongue -como te comentaba antes- pueda romper por ese tipo de uniones miotendinosas. Y la tercera, que con un buen entrenamiento quizás se podría evitar pero es complejo, no es sencillo, es la gran diferencia que hay en el fútbol entre el cuádricep y la musculatura isquiotibial. Son musculaturas antagonistas. El cuádricep del futbolista en el juego normal se desarrolla; es decir, es el músculo que golpea, es el músculo que da el pase, el músculo que salta. En todo ese tipo de acciones se ve activado y, por lo tanto, se ve desarrollado, mientras que la musculatura isquiotibial no. Entonces, los niveles de fuerza que puede llegar a generar el cuádricep son tan elevados que, si nos lo imaginamos, cuando el cuádricep actúa, la rodilla se extiende. Es decir, se contrae el cuádricep a nivel concéntrico, la rodilla se extiende y, si el nivel de tensión o el nivel de fuerza, el pico de fuerza que el cuádricep desarrolle, supera al que el isquiotibial, la musculatura isquiotibial, puede ejercer, acaba por romperlo. Uno tira y el otro tiene que parar. Si el que tira es mucho más fuerte que el que para, no para y acaba por romper. Entonces son las tres de este famoso ratio concéntrico: cuádriceps, excéntrico, isquiotibial, que tanto se considera a nivel de prevención, pueden estar lo más cercanos posible a uno, que son datos estadísticos. Si están cercanos a uno quiere decir que, cuando el cuádriceps tire en su máxima capacidad, cuando el cuádriceps alcance su máximo pico de fuerza, el isquiotibial va a tener un pico de fuerza igual o suficiente al menos para poder sobreponerse a la tensión que el cuádriceps genera y, por lo tanto, a esa extensión de rodilla. Son los tres factores que se suelen asociar a esta musculatura y son los tres factores que hacen que sea tan, no débil, pero sí tan compleja para el jugador y para los preparadores físicos y los recuperadores.
Alto Rendimiento: –¿Qué trabajo preventivo se puede desarrollar para tratar de evitar, en la mayoría de los casos posibles, esta lesión de la musculatura isquiotibial?
Óscar Caro: –En el trabajo preventivo lo primero que tenemos que hacer es analizar cómo ocurre la lesión en la estructura, en este caso en el isquitibial. Como te comentaba antes, cuando el isquiotibial se elonga ese es el momento donde aparece la rotura y, si bien cuando hay un golpeo es cierto que la musculatura se elonga, la musculatura isquiotibial que te decía, no es el momento de mayor incidencia. El momento de mayor incidencia es en el spring, en la carrera a máxima velocidad, cuando los niveles o los picos de potencia que los músculos están desarrollando son los máximos. En el momento en el que la rodilla se extiende en su máximo nivel, es ahí donde, con esa tensión tan completa de rodilla que existe y esa flexión de cadera, la tensión a la que se somete la musculatura es mayor que lo que puede tolerar y acaba por romper. Entonces, deberíamos pretender siempre trabajar a nivel preventivo en ese tipo de regímenes. Es decir, en esa situación tenemos que poner y someter a la musculatura del isquiotibial (INAUDIBLE 00:08:24) para poder adaptarlas porque luego es lo que se va a encontrar en la competición. ¿Qué pasa? Para poder hacer eso, para poder someter a esa estructura a lo que luego se tiene que sobreponer, debemos también analizar qué tipo de contracción aparece, fundamentalmente excéntrica. Es decir, cuando el músculo se estira tiene que tener la capacidad de que en el estiramiento pueda generar un pico de potencia elevado. Todos sabemos que cuando el músculo trabaja se estira, es cuando aparece esas contracciones excéntricas y es por eso que (INAUDIBLE 00:08:59) del isquiotibial, el régimen muscular estrella es este. Se suele trabajar… Sí, podríamos decir que hay dos tareas estrella que es el nordic hamstring, que viene de la escuela noruega, y luego el trabajo con tirante muscular o cinturón ruso que también se le puede llamar. En ese tipo de situaciones podemos generar una flexión de rodilla similar a la que aparece durante la carrera… Perdón, una flexión de cadera, una extensión de rodillas similar a la que aparece en la carrera pero, a su vez, podemos trabajar el régimen excéntrico durante ese momento. Lo mismo ocurre en el tirante muscular. Para mí es más adecuado, más adecuado porque el jugador, para empezar porque el jugador está en bipedestación, con lo cual se asemeja un poco más a la situación con la que luego se va a encontrar y, en esas situaciones, podemos generar esa elongación junto con ese trabajo excéntrico de la musculatura. Entonces, por resumirlo, podríamos dirigirnos a eso: analizando qué ocurre cuando se rompe debemos fortalecer la musculatura a nivel excéntrico y luego trabajar ese componente excéntrico en esos rangos. Eso nos va a dar además una mayor capacidad elástica del músculo, una mayor flexibilidad, por determinarlo de alguna forma y, por lo tanto, una mayor adaptación a esos momentos de elongación máxima. Si la musculatura se puede elongar más de lo que se podía elongar antes, evidentemente va a aguantar más aun esos límites y, por lo tanto, vamos a prevenir en mayor medida el número de lesiones.
Alto Rendimiento: –Este trabajo preventivo, tanto el trabajo nórdico como en cinturón ruso, ya una vez estando en temporada, ¿qué día sería recomendable trabajarlo y en qué dosis? ¿Qué dosis de trabajo?
Óscar Caro: –Desde mi punto de vista, cuanto más lejos del partido. ¿Por qué? Porque el trabajo excéntrico, si bien lo podemos controlar evidentemente y si bien se puede cuantificar sin ningún tipo de problema por la evidencia científica que existe y por la experiencia que hay y que nos preceden, puede generar determinada sobrecarga en el jugador. Puede generar determinada fatiga, determinadas molestias. Entonces yo personalmente, cuando lo trabajo, lo suelo trabajar martes, miércoles y jueves, Si no quiero trabajarlo los tres días, lo suelo hacer martes y jueves o incluyo… Hay semanas que lo incluyo los tres días y lo incluyo martes, miércoles y jueves. Si no alterno, como te decía. Así nos aseguramos en cierta medida que, si incluimos una carga excéntrica elevada -que muchas veces nos interesa-, si la incluimos el jueves que aún tenemos tres días para el partido, si el jugador, por esa carga a que se le ha sometido puede tener algún tipo de fatiga, puede tener algún tipo de sobrecarga, te da tiempo para poder recuperarla sin ningún tipo de problemas. Entonces, eso en cuanto a dónde o en qué momento dentro de la semana. En cuanto a cómo incluir la carga, si pensamos un poco en los procesos de recuperación y demás, el martes, cuando lo incluyo, lo incluyo en mucha menor carga. ¿Por qué? Porque estamos relativamente cerca todavía del partido y puede que tengamos algunos jugadores con cierta sobrecarga, con cierta fatiga todavía de ese partido. Entonces, ahí la carga que le incluyo suele ser de una o dos series de seis repeticiones, siete repeticiones, no más. Cuando trabajo dos días a la semana el trabajo excéntrico en isquiotibial, que es lo más frecuente, el jueves es cuando incluyo la mayor carga. La carga que suele incluir, o que los distintos estudios nos dicen, como mínimo unas 30 o 40 repeticiones excéntricas. En mi caso, suelo incluir tres series de 10 o 12 repeticiones. Así alcanzamos un poco ese número de contracciones y, por la experiencia que tengo, afortunadamente, el número de lesiones en isquiotibiales que he tenido ha sido muy reducido. No tiene que ser solamente por esto pero quizás esto le haya beneficiado en un mínimo porcentaje y creo que se adaptan bien en cuanto a términos de carga, en términos de planificación dentro del microciclo.
Alto Rendimiento: –Y, ya para terminar, Óscar, cuando la lesión ya se ha producido, ¿qué protocolo general se debe aplicar?
Óscar Caro: –Bueno, aquí eso dependerá en gran medida de qué lesión tengamos, si tenemos un grado uno, un grado dos, un grado tres.
Por generalizar un poco, cuando aparece una lesión relativamente seria porque estamos en un grado dos, una rotura del bíceps femoral, estamos hablando de unos 40 días de baja. La planificación es muy clara, eso sí está muy marcado, muy determinado y prácticamente se tiene que individualizar evidentemente a cada uno de los jugadores. Pero, en esta línea, se realiza un trabajo inicial de reeducación funcional. Es decir, se trata de que la musculatura de la estructura vuelva a poder tener una funcionalidad normal; es decir, no haya dolor al caminar por ejemplo, no haya dolor al estiramiento suave, no haya dolor al apoyo con un solo miembro. Todo eso está muy focalizado, muy centrado en el trabajo fundamentalmente del fisioterapeuta. En nuestro caso, como recuperadores en este momento, pues debemos seguir trabajando las otras estructuras que no están lesionadas y todas las capacidades que el jugador tiene para que no pierda sus niveles. Claro, si nos centramos en ese trabajo, cuando aparecemos nosotros fundamentalmente empezamos con trabajo isométrico, concéntrico y excéntrico, por ese orden. Y al final acabamos trabajando, un poco lo que hacemos en el trabajo preventivo, en la última fase del proceso de recuperación lo podemos incluir. Si a esto se le puede sumar el trabajo en descarga, por ejemplo el trabajo en elíptica, el trabajo en agua, trabajando ya una marcha pero sin impacto, estaremos beneficiando en gran medida ese proceso de reeducación. Y, cuando ya entramos el proceso más centrado en el reentrenamiento -es decir, preparar al jugador para volver a entrenar con el grupo-, pues ahí ya, como te decía, tenemos que fortalecer la musculatura a nivel general, una musculatura que ha sido dañada, a través de trabajos concéntricos y excéntricos fundamentalmente. Evidentemente, tenemos que respetar los tiempos de recuperación fisiológica que de manera natural o biológica lo determinan, pero una vez ya podemos potenciar esa musculatura, métodos básicos de musculación focalizados en esa musculatura, pero también ese trabajo excéntrico propio del trabajo preventivo podemos ya incluirlo como parte última de la preparación del jugador para la reincorporación al grupo.
Otras entrevistas
- Francisco Sanz: Adaptación a la exigencia condicional del baloncesto
- Óscar Caro Muñoz: El control de la preparación física en fútbol
- Adrián Paz Franco: La preparación física en fútbol sala
- Montse Cascalló Piqueras: Coaching, inteligencia emocional y deporte
- Roberto Barrón: La individualización en el entrenamiento personal
- José Antonio Fernández Carazo: Técnicas de Fisioterapia y Osteopatía en Baloncesto