Nivel de activación en la acción de saque en el voleibol
Nivel de activación en la acción de saque en el voleibol
Resumen
Este estudio tuvo como objetivo medir el nivel de activación en la acción de saque con oposición en dos condiciones simuladas (menor presión y mayor presión) en jugadores del equipo A y B de la preselección nacional juvenil (hasta 18 años) de Cuba. Fueron 12 jugadores, con una media de edad de 17 años, divididos por rendimiento, es decir 6 jugadores del equipo A (titulares) comparados con 6 jugadores del equipo B (suplentes). Es un estudio descriptivo y comparativo. Para medir el nivel de activación se emplearon las respuestas psicofisiológicas de temperatura periférica, conductancia de la piel, frecuencia cardíaca y motilidad. Con el equipo inalámbrico (Biofeedback 2000). Para medir el estado emocional se empleo una escala likert de 1 a 5. A cada jugador se le conectó el equipo en la mano no dominante, se le pidió que realizara 4 saques por condición. Las condiciones fueron: a) Calentamiento b) menor presión, se le pidió que se imaginara un partido con un marcador ampliamente favorable, b) mayor presión, que se imaginara un partido de final muy importante con el marcador igualado y el saque es decisivo. El jugador comento su estado emocional en cada saque y el entrenador evaluó la calidad de cada uno. Los 4 saques de menor y mayor presión fueron con oposición (jugadores en la zona contraria, que podían responder el saque). Las condiciones mostraron diferentes significativas de niveles de activación. Los jugadores del equipo A tuvieron mayor nivel de activación general y mejor calidad en los saques.
Introducción
En el deporte competitivo ser consciente de un estado óptimo y ser capaz de reproducirlo es importante para lograr un rendimiento exitoso consistentemente. Hanin (2000) menciona que un estado óptimo es definido como aquel que provee las mejores condiciones internas para una implicación total de la tarea con el mejor reclutamiento y utilización de recursos en el deportista
En estudios cuantitativos han examinado la relación entre el rendimiento óptimo y las emociones, centrándose principalmente en la intensidad del tono emocional negativo tal como la ansiedad competitiva y la activación. Por ejemplo se asume que un alto o moderado nivel de activación con tareas bien aprendidas favorecen el optimo rendimiento como es lo que propone la teoría de la U invertida de Yerkes y Dodson (Weinberg y Gould, 2010). La activación es un proceso fisiológico y psicológico general del organismo, que varía a lo largo de un continuo, y va desde el sueño profundo a la excitación intensa (Cox, 2009; Dosil, 2008; Weinberg y Gould, 2010).
En la teoría multidimensional como la que propone Martens, et al. (1990), considera el componente cognitivo y somático de la ansiedad, tratando de predecir el rendimiento, ya sea interactivamente de los dos elementos o separados; hay diversas investigaciones que miden el nivel de ansiedad en el rendimiento (Diaz, Rubio, Martín y Luceño, 2008; García-Mas, et al., 2011; López-Torres, Torregrosa y Roca, 2007; León, Fuentes y Calvo, 2011)
En otras investigaciones se han estudiado las emociones negativas y positivas, empleando el Perfil de estados de ánimo (POMS) (De la Vega, et al., 2008; Macedo, Sinim y Noce, 2007), en este caso se comenta que el perfil Iceberg es el ideal para que los atletas obtengan el éxito, este perfil se caracterizaba por altas puntuaciones en vigor y puntuaciones bajas en tensión, confusión, depresión, ira y fatiga.
Sin embargo Yuri Hanin en 1980, 1986 y 1997, descubrió que los deportistas de primer nivel tienen una zona óptima de Activación en la que alcanzan el mejor rendimiento. Fuera de esa zona tienen un rendimiento inferior, a esto le llamo Zona individual de Óptimo Funcionamiento (IZOF) (citado en Weinberg y Gould, 2010). Es decir cada atleta tiene un nivel individual optimo y zona de intensidad de la ansiedad o activación (alto, moderado o bajo) dentro del cual la probabilidad de éxito es mayor (Hanin, 2000).
En el modelo IZOF las emociones son conceptualizadas como un componente de estados relacionados con el rendimiento. Así el concepto de optimización se refiere no solo a la intensidad (alto, moderado o bajo) o contenido (p. ej. ansiedad), sino también a el tiempo, a las dimensiones del contexto relacionadas con los estados relacionados con el rendimiento (Ruiz y Hanin, 2004b). En un estudio de Ruiz y Hanin (2004b) preguntaron sobre los estados óptimos de rendimiento en karatekas, a través de entrevistas: en sus resultados encontraron que los estados óptimos estaban caracterizados por estados positivos (confianza y tranquilidad), además de estados negativos (ansiedad e ira). A su vez interpretaron sus estados óptimos como transitorios y dinámicos, utilizando diversas estrategias para producir y mantener esos estados.
Ruiz y Hanin (2004a) midieron los estados de ira óptima y disfuncional relacionadas con el rendimiento deportivo en karatekas, encontrando que el nivel de ira es completamente individualizado, en aquellos casos que la ira estuvo relacionada con los mejores rendimientos era debido a una falta de recursos o de preparación.
En un estudio de Pons, Balaguer y García-Merita (2001) utilizaron el método gráfico para establecer la IZOF de jóvenes golfistas. Se evaluó la ansiedad antes de cada competición, utilizando como criterio de rendimiento la cantidad de golpes empleados y autoinformes. Se encontró el rango de ansiedad óptimo individualizado en los golfistas, los cuales rindieron mejor dentro de su IZOF establecido con el método gráfico. Por su parte Robazza, pellizari y Hanin (2004) encontraron la importancia del entrenamiento mental para optimizar los estados precompetitivos psicobiosociales para mejorar el rendimiento en la competición.
Sin embargo para medir los niveles de activación no solamente basta con los autoreportes, test o entrevistas. El uso de equipo de medición psicofisiológica es ideal para este cometido; las señales que se pueden medir son bastantes pero algunas representativas son: frecuencia cardíaca, temperatura periférica y conductancia de la piel. Estas respuestas psicofisiológicas son adecuadas para medir el nivel de activación (Bolliet, Collet y Ditmar, 2005; Capdevila, et al., 2008; Casis y Zumalabe, 2008; Friedman, 2007; Hernádez, 2005; Ruvalcaba y Domínguez, 2009; Yucha, Tsai, Calderón y Tian, 2005)
Sin embargo hay pocos estudios midiendo del nivel de activación psicofisiológica medido en acciones motrices deportivas reales. Barbero-Álvarez, Gómez, Barbero, Granda y Castagna (2008) midió la actividad de la frecuencia cardiaca con sistemas inalámbricos, durante un partido amistoso de jugadoras de futbol. Otra investigación relacionada es la de Dahlstrom y Nahlinder (2006).
Es por esto último que surge el interés de esta investigación, el evaluar el nivel de activación psicofisiológica en una acción deportiva real, como es el saque de voleibol. Pero no solo medir la frecuencia cardiaca, sino de otras respuestas autónomas, tales como la conductancia de la piel y temperatura periférica, además de la motilidad o aceleración del movimiento. Estas mediciones hechas con un equipo telemétrico, ideal para este objetivo. Además esta investigación busca observar si el contexto en que se desarrolle la acción motriz influye en el nivel de activación, es decir evaluar en dos posibles situaciones deportivas en que se ejecute la acción de saque. Por todas estas razones esta investigación pretende evaluar psicofisiológicamente en acción real con dos contextos diferentes y tomando en cuenta el feedback del rendimiento por parte del entrenador y la percepción individual del estado de ánimo del deportista. Los objetivos de esta investigación son los siguientes:
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Medir el nivel de activación en la acción de saque en Voleibol de alto rendimiento en diferentes condiciones (calentamiento, menor presión y mayor presión).
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Comparar el nivel de activación y calidad de rendimiento en el saque de los jugadores titulares y suplentes, de la selección nacional juvenil de Cuba.
Método
Participantes
Fueron 12 jugadores de Voleibol Masculino de la selección nacional juvenil (hasta 18 años) de Cuba, con una media de edad de 17 años. Divididos en 6 jugadores titulares (equipo A) y 6 suplentes (equipo B). Se encontraban en el periodo general de entrenamiento. Al ser los participantes menores de edad, firmaron sus padres o tutores legales, un consentimiento a participar en el estudio, explicando los detalles del mismo.
Diseño de investigación
Es un estudio de tipo descriptivo y comparativo
Variable independiente
Condiciones del saque
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Calentamiento. 4 saques sin intervención del entrenador y sin oposición.
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Menor presión. 4 saques donde el entrenador interviene y le sugiere al deportista condiciones ideales de un partido. Hubo oposición al otro lado de la cancha.
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Mayor presión: 4 saques con intervención del entrenador, donde le sugiere al deportista una situación deportiva de alta presión competitiva (final de campeonato y marcador igualado). Hubo oposición en la cancha contraria.
Variable dependiente
Nivel de activación y rendimiento
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Conductancia de la piel. Medida en Micro Siemens (µS). A mayor conductancia o sudoración de la piel mayor nivel de activación
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Temperatura periférica: medida en Grados Centígrados (ºC). A menor temperatura mayor nivel de activación.
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Motilidad. Medida por aceleración del movimiento de Metros por segundo al cuadrado (m/s2)
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Frecuencia cardiaca. Medida por las pulsaciones por minuto. A mayor frecuencia mayor nivel de activación.
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Estado emocional del deportista: Medida subjetiva del deportista de su estado emocional en el saque. Escala likert de 1 a 5, donde uno es percibido como malo o desagradable y cinco es percibido como muy bueno.
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Rendimiento o Calidad del saque. Medida subjetiva del entrenador acerca del rendimiento en el saque hecho por el voleibolista. Escala likert de 1 a 5, donde uno es muy mala calidad y cinco es excelente calidad.
Instrumentos
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Para medir las respuestas psicofisiológicas se empleo el equipo Biofeedback 2000, de la marca Schufried, modulo Multi con cuatro canales: Conductancia de la piel, temperatura periférica, frecuencia cardiaca y Motilidad. El equipo es inalámbrico y utiliza el bluetooth con un rango de 9 metros.
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Ordenador portátil.
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Para las respuestas subjetivas se empleo una escala likert de uno a cinco. El valor uno asociado a lo más bajo y el 5 como lo más alto.
Procedimiento
Este estudio surgió como un interés por parte de los entrenadores de este equipo nacional, para evaluar la acción de saque. Se diseño la metodología y al tenerla lista, se hablo de nuevo con los entrenadores. Los entrenadores estuvieron de acuerdo con el procedimiento y se hizo la aplicación del estudio en una de las canchas del pabellón donde entrena la selección nacional de Voleibol de Cuba.
La aplicación fue en la mañana, a las 9:00 hrs, horario en que regularmente entrenan. Se colocó el ordenador portátil y el receptor bluetooth del equipo inalámbrico en una mesa a dos metros de distancia, cerca del área de saque en que estuvieron los jugadores. Todo el equipo hizó un calentamiento físico general de poca intensidad.
El registro fue individual, a cada jugador se lo coloco una cinta de velcro cerca de la muñeca de la mano no dominante (la mayoría en la mano izquierda por ser diestros), allí se fijo el modulo inalámbrico biofeedback 2000 y los receptores de las señales psicofisiologicas se fijaron con otra cinta de velcro en la punta del dedo índice. En general los jugadores no reportaron molestia alguna. Para comenzar el estudio cada jugador hizo cuatro saques de “Calentamiento”, es decir no hubo oposición de jugadores al otro lado de la cancha. Después comenzó la Condición de “Menor Presión” en la cual el jugador hizo de nuevo cuatro saques, pero en esta ocasión tuvo oposición por parte de 3 jugadores al otro lado de la cancha que respondieron al saque. El entrenador por su parte tomo acción en esta condición ya que se acercó al jugador antes de cada saque diciéndole que se imaginara una situación de partido en la cual estaban ganando y él estaba haciendo un gran juego, cómodo, a gusto y muy bueno. Antes de sacar el jugador dijo como se sentía emocionalmente con la escala likert. Al final de cada saque el entrenador brindaba un feeback de la ejecución del saque también con una escala likert.
Al final la última condición de “Mayor presión” también con 4 saques y con oposición al otro lado de la cancha. El entrenador se acerco al jugador antes de cada saque y le dijo que se imaginara en un partido de final de torneo de calidad internacional muy importante, en la cual estaban empatados y ese último saque podía definir si ganaban o perdían. El entrenador le hablo al jugador con un tono de voz fuerte, para poder transmitir las características de la condición, como en competición. Antes de sacar el deportista dijo como se sentía a nivel emocional. Al final de cada saque el entrenador daba su feedback de la calidad de la ejecución.
Para el análisis estadístico se usó el análisis de varianza de medidas repetidas con un nivel de significancia de .05. Se utilizó el programa estadístico SPSS 17.0 para Windows.
Resultados
A continuación se presentan los resultados obtenidos del nivel de activación en el saque con las señales psicofisiologicas, las respuestas subjetivas del entrenador y el deportista
Tabla 1. Estadísticos descriptivos de las señales psicofisiológicas del nivel de activación, respuestas subjetivas del deportista y entrenado
De acuerdo a los estadísticos descriptivos se observa que hay un incremento en el nivel de activación en general medida por las respuestas psicofisiológicas, pero solo en la temperatura periférica hay diferencias significativas en las pruebas de efectos intrasujetos, con el criterio Greenhouse-Geisser F (1,146)= 33,711 p= 0,000, es decir hubo un distinto nivel de activación de una misma ejecución por las diferentes condiciones del saque en el Voleibol. Al observar la Fig. 1, la condición de Mayor Presión fue la que mas activación tuvo, por la menor temperatura periférica. Comparando el equipo A y el B, se observa que los dos grupos tienen la misma tendencia hacia la disminución, pero no hay diferencias significativas entre ellos.
En las demás señales psicofisiológicas hubo un aumento del nivel de activación en las condiciones de presión, siendo más alta la condición de Mayor Presión (Figura 2, 3 y 4). Comparando el equipo A de titulares y el B de suplentes, en general se observa como el equipo A de titulares posee un mayor nivel de activación que el equipo B de suplentes, siendo más alto en la condición de Mayor presión. Sin embargo estos resultados no llegan a ser lo suficientemente altos para ser estadísticamente significativos.
Con respecto a la Conductancia de la piel, en la Fig. 2, vemos el incremento en el nivel de activación por las diferentes condiciones. El equipo A de titulares con mayor nivel de activación que los del Equipo B. En la condición de Mayor presión, la activación disminuyo en el equipo B. Estas diferencias no son significativas.
Figura 1. La temperatura periférica en las distintas condiciones del saque, comparando el equipo A de titulares y el Equipo B de suplentes.
Figura . La conductancia de la piel en las distintas condiciones del saque, comparando el equipo A de titulares y el Equipo B de suplentes.
Con la Frecuencia Cardiaca (Fig. 3), hay un incremento de activación en general debido a las condiciones pero no es demasiado, inclusive hay diferencias con respecto a los equipos, es decir el Equipo A tiene mayor frecuencia que el equipo B, pero no es muy grande. No es significativo
Figura 3. La Frecuencia cardiaca en las distintas condiciones del saque, comparando el equipo A de titulares y el Equipo B de suplentes.
Con respecto a la Motilidad, que es la aceleración de la mano no dominante, se observa en la Fig. 4, que coincide con el incremento en la activación ya que es más grande con el equipo A de titulares, aumentando en la condición de Mayor presión. El equipo B, disminuye su motilidad en la condición de Mayor Presión. Estas diferencias no llegan a ser significativas.
Figura 4. Motilidad de la mano no dominante en las distintas condiciones del saque, comparando el equipo A de titulares y el Equipo B de suplentes.
En las respuestas subjetivas vemos algo similar, con respecto a la valoración del Estado emocional que realiza el propio deportista, se observa en la Fig. 5 que hay diferencias significativas en las pruebas de efectos intrasujetos, con el criterio Greenhouse-Geisser hay diferencias significativas F (1,452)= 5,105 p= 0,029, debido a las diferentes condiciones en que realizaban los saques los voleibolistas, es decir el contexto en que realizan una misma acción influye en la percepción de su propio estado emocional. En la comparación de equipos, el Equipo A indica sentirse mejor en la condición de mayor presión que el equipo B.
Figura 5. El estado emocional del deportista en las distintas condiciones del saque, comparando el equipo A de titulares y el Equipo B de suplentes.
Con respecto a la opinión del entrenador con respecto a la calidad del saque (Fig. 6) hecha por los voleibolistas, se encontró que el equipo A tuvo mayor calidad según su criterio, aumentado un poco en la condición de mayor presión en comparación con el equipo B de suplentes que en general fue más bajo, pero estas diferencias no llegaron a ser estadísticamente significativas.
Figura 6. Feedback del entrenador de la calidad del saque en las distintas condiciones del saque, comparando el equipo A de titulares y el Equipo B de suplentes.
Discusión
En general se encontró que el nivel de activación de una acción técnica (saque en el voleibol) vario de acuerdo a la condición en que se realizo, siendo la temperatura periférica la respuesta psicofisiológica que muestra cambios significativos. Analizando los datos no significativos de las otras señales (Conductancia de la piel, Frecuencia cardiaca y motilidad) encontramos que en general estos cambios en el nivel de activación se observan por las distintas condiciones, pero posiblemente porque El equipo A de titulares fue el que más activación logró en comparación con el equipo B de suplentes, inclusive se encontró que el estado emocional percibido por los voleibolistas también fue significativo debido a las diferentes condiciones. La percepción de calidad en el saque por parte del entrenador también fue mayor para el equipo A, pero esto no fue significativo. En general estos resultados concuerdan con la teoría IZOF de Hanin (2000); Pons, et al. (2001); Robazza (2004); Ruiz y Hanin (2004a, 2004b) ya que hubo diferencias individuales en los niveles de activación y de rendimiento por cada voleibolista al realizar los saques. Sin embargo el nivel de activación no es estable, cambia de acuerdo al contexto, y la temperatura periférica es lo suficientemente sensible para su registro.
Comparando la calidad de los participantes, el equipo A de titulares presento mayor activación en la condición de Mayor presión, se sintió mejor (significativamente) y tuvo mejor calidad en su ejecución técnica que el equipo B en la misma condición, a pesar de que este dato no fue tan grande para ser significativo.
En conclusión se cumplió con el primer objetivo ya que se midió el nivel de activación de una acción deportiva con un equipo inalámbrico con una interferencia mínima para el deportista, además dependiente del contexto, ya que el nivel de activación fue diferente, situación que se ha tomado muy poco en cuenta en anteriores investigaciones. Sin embargo el segundo objetivo no se cumplió, le calidad de los deportistas no mostró niveles de activación lo suficientemente grandes para ser estadísticamente significtativos. Estos resultados pueden ser relevantes para la mejora del rendimiento de esta acción técnica en el Voleibol y para el entrenamiento del control en el nivel de activación por parte de los deportistas modificándolo a voluntad de acuerdo al contexto competitivo.
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