Predicamento de los deportes de cooperación oposición y espacio común en españa: análisis en la población en general y en el contexto escolar.
Predicamento de los deportes de cooperación oposición y espacio común en España: análisis en la población en general y en el contexto escolar.
Resumen
La inclusión del fenómeno deportivo en la sociedad española es innegable. Dentro de todo el espectro de modalidades, las de cooperación oposición y espacio común (DCOEC) — también denominadas como deportes de invasión— alcanzan una alta tasa de participación. Para valorar el predicamento de este grupo de deportes se analizaron, por un lado, diferentes trabajos sociológicos que estudian las preferencias deportivas de los españoles en los últimos veinticinco años y, por otro, investigaciones sobre las predilecciones de alumnado y profesorado de Educación Física en diferentes niveles educativos en España. El análisis de ambos estratos confirma la preponderancia del grupo deportes —DCOEC— que guardan idéntica estructura funcional.
INTRODUCCIÓN
Repasaremos, por un lado, el predicamento que tiene el deporte en el contexto social y, por otro, la presencia de los contenidos deportivos en la escuela analizando, según diferentes estudios, las preferencias de alumnado y docentes con especial atención a los llamados deportes de invasión o colaboración oposición y espacio común dentro del gran grupo de deportes de equipo.
EL DEPORTE EN LA SOCIEDAD ESPAÑOLA
El origen del deporte como fenómeno social en nuestro país surge coincidiendo con los procesos de industrialización y urbanización en España a partir de los años 60, cuando el fenómeno deportivo comienza a superar los límites minoritarios para convertirse en una actividad social más allá del espectáculo futbolístico (García Ferrando, 1991).
A partir de este período, la investigación longitudinal de García Ferrando (2006) es indispensable para analizar la práctica deportiva en España. En una franja de 25 años el sociólogo valenciano realiza seis mediciones sobre los hábitos deportivos de los españoles en 1980, 1985, 1990, 1995, 2000, y la última, en 2005, con 7.190 encuestas respondidas en sendos macroestudios con apoyo gubernamental. La evolución histórica de los seis estudios sociológicos muestra mejoras significativas en el interés deportivo de los españoles entre la primera medición en 1980 y la última en 2005, debido al cambio socioeconómico de la población. No existe, sin embargo, incremento del interés por el deporte de los españoles en las dos últimas mediciones del estudio longitudinal (2000 y 2005).
Por otra parte, al hilo con el objeto del presente trabajo, los deportes de equipo, estamos en condiciones de afirmar, sin género de dudas, que los deportes colectivos son una de las formas de entender el deporte en la sociedad española. Según las investigaciones de García Ferrando (2006), el 43,7% de los españoles practica una de las modalidades colectivas.
En este sentido, dentro de los deportes de equipo, en la presente comunicación nos centraremos en los denominados deportes de invasión (Memmert & Harvey, 2010; Méndez Giménez, 1999; Méndez Giménez, 2005; Rivadeneyra Sicilia & Sicilia Camacho, 2004) o, según Hernández Moreno (2000), deportes de colaboración oposición y espacio común (DCOEC), a partir de ahora, entiéndase como ejemplos: baloncesto, fútbol, balonmano, hockey o rugby). El estudio sociológico de García Ferrando (2006) corrobora que, una vez excluidos los deportes de cancha dividida (voleibol o bádminton) de los deportes colectivos, los DCOEC son las modalidades de más predicamento entre los hábitos físicos de los españoles apropiándose de un 40,3 % de toda la oferta deportiva.
La evidencia de que un grupo de deportes de una estructura similar — los DCOEC— son el centro de interés de la práctica deportiva de los españoles vuelve a corroborarse en una investigación reciente del Centro de investigaciones científicas (C.I.S.) financiada por el Consejo Superior de Deportes (C.S.D.) en 2010 que obtiene que este grupo de deportes representa el 34% de toda la práctica deportiva de los españoles. En este trabajo, se observa una reciente preponderancia de las actividades recreativas (natación o gimnasia de mantenimiento) debido al mayor número de instalaciones y piscinas cubiertas y al incremento de los mayores de 65 años como población deportiva, ambas circunstancias ya han sido señaladas por González Rivera, Martín Rodríguez, Jiménez-Beatty, Campos Izquierdo y Hierro Pinés (2010) y García Ferrando (2006).
La investigación del C.I.S (2010) indagó en los materiales deportivos correspondientes a cada modalidad que los españoles poseen en sus hogares obteniendo que el 98% de la población posee un móvil del grupo de deportes que investigamos (baloncesto, fútbol o balonmano). Este dato podría entenderse como anecdótico, pero en el trabajo del C.I.S. (2010), el hecho de que toda la dimensión de una encuesta con carácter de macroestudio (casi 9.000 encuestas) se dedique al material deportivo de los españoles se concibe como una disponibilidad o posibilidad de practicar ciertos deportes. Dada la relación que tiene con el objeto de nuestra investigación —y por añadidura a los porcentajes de práctica tan concluyentes señalados anteriormente—, en este caso se revela que casi el 100% de la población española tiene material deportivo para practicar algunas de las modalidades de los DCOEC materia de estudio en este trabajo.
Trasladando las preferencias deportivas de los españoles de una población general a un estrato específico como son los estudiantes universitarios de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, vuelve a confirmarse que los deportes de colaboración oposición y espacio común (DCOEC) representan la forma de entender la práctica de actividad física en la sociedad española. El 35,3% de las modalidades deportivas practicadas por estudiantes universitarios pertenecen a los DCOEC (balonmano, baloncesto y fútbol) según el estudio realizado por Martínez Pidal y Pino Díaz (2004) en estudiantes de la Facultad del Deporte de La Coruña. En parecidos términos concluye la investigación con alumnado universitario de García Montes y Ruiz Juan (2005) en dónde las modalidades deportivas colectivas (44,8%) son las más practicadas por delante de los deportes individuales (31,4%), las actividades físico deportivas (30,4%) y las actividades en la naturaleza (9,8%). En el estudio anterior es necesario indicar que, dentro las modalidades deportivas colectivas, los DCOEC vuelven a concentrar el mayor porcentaje de participación con el siguiente desglose: fútbol (33%), baloncesto (31,3%), fútbol sala (17,4%), balonmano (2,6%) y otras modalidades deportivas que comparten la misma estructura con porcentajes por debajo del 3% como el hockey, el rugby o el fútbol-playa.
Como colofón a este apartado, podemos concluir que diferentes investigaciones han señalado a los DCOEC como una de las formas de entender el fenómeno deportivo en la actualidad, ya que en ellos se concentran el mayor porcentaje de práctica deportiva de los españoles. Concretando el hilo de la presente investigación, cabe responder a dos cuestiones en el siguiente apartado ¿Obtienen los DCOEC la misma importancia en la escuela que en la sociedad? ¿Qué grado de predicamento obtienen estas modalidades deportivas entre alumnado y profesorado en la escuela?
IMPORTANCIA DE LOS DEPORTES DE COLABORACIÓN OPOSICIÓN Y ESPACIO COMÚN EN LA ESCUELA
Cada vez son más los investigadores y expertos que coinciden en los valores y beneficios que se le pueden atribuir a la práctica deportiva (Cabrera Suárez & Ruiz Llamas, 2004; Gutiérrez Sanmartín, 2004; Lumpkin & Cuneen, 2001; Muñoz Ramírez, 2004). Por tanto, afirmar que el deporte aglutina un gran número de valores educativos no es cuestión novedosa, sino consolidada desde la introducción del deporte en la escuela en el siglo XIX (Gutiérrez Sanmartín, 2004) y que refrenda el estudio de Gutiérrez (1994) sobre valores educativos y sociales del deporte comparando la percepción de estudiantes y profesores.
Responder a la cuestión planteada anteriormente sobre la importancia del deporte en la escuela nos dirige a las palabras de Seirul’lo Vargas (1995) que señala que lo educativo de las prácticas deportivas en edad escolar no son los beneficios físicos o fisiológicos, sino las condiciones y estrategias en las que se realiza el aprendizaje deportivo y que son necesarias para “acceder al verdadero sentido educativo del deporte”.
Sobre estas condiciones Devis Devis (1995) manifiesta la necesidad de una reforma en el deporte escolar para que sea verdaderamente educativo señalando cuatro cambios: la competición como único valor ligado a la participación, la trascendencia social concedida a la victoria y al resultado, los contravalores (agresividad o competitividad excesiva) y la utilización política del deporte. En este sentido, la importancia y los valores de los deportes de colaboración oposición y espacio común en la escuela ya ha sido refrendada por los currículos de Educación Primaria y Secundaria en las áreas de Educación Física
Por otra parte, sobre la cuestión planteada anteriormente acerca del predicamento que obtienen estas modalidades deportivas entre alumnado y profesorado estamos en condiciones de afirmar que tanto docentes como discentes se inclinan mayoritariamente por los también llamados deportes de invasión.
En el caso del alumnado, diferentes trabajos coinciden en señalar a este grupo de deportes entre las preferencias del alumnado en España. El 41,2% de los 788 alumnos de un estudio realizado en la Comunidad Autónoma Valenciana señalan a los deportes de equipo como los contenidos que “más le gustan” del área de Educación Física en Educación Secundaria Obligatoria, según el trabajo de Gutiérrez Sanmartín et., al (2007). En la investigación de García Montes y Ruiz Juan (2005) en la enseñanza Secundaria postobligatoria deportes colectivos e individuales se emparejan en porcentajes de práctica, pero en el análisis individual por modalidad son dos deportes pertenecientes a los DCOEC los que obtienen porcentajes más altos (fútbol 32,5% y baloncesto 21%). En la Educación Primaria, la investigación de Pinto Gil (2007) señala al fútbol (como modalidad dentro de este grupo de deportes) como el deporte más mencionado en una muestra de 5.800 alumnos de 32 centros educativos de la provincia de Ciudad Real.
Por otra parte, si bien el análisis del predicamento que obtiene este grupo de deportes en alumnado y profesorado de Educación Física necesita como referencia datos nacionales que justifiquen la preponderancia social y educativa de este grupo de deporte en nuestro país, los trabajos de Shropshire y Carroll (1998) y Hill y Cleven (2006) coinciden que este grupo de deportes son también los preferidos por escolares de otros países como Inglaterra y Estados Unidos.
En el caso de Shropshire y Carroll (1998) 924 alumnos ingleses de Educación Primaria eligieron los deportes de equipo como sus preferidos. En los Estados Unidos, 801 escolares mostraron sus preferencias por ese grupo de deportes con el siguiente desglose según la investigación de Hill y Cleven (2006): baloncesto (70.7%) y fútbol americano (60.2%) los más practicados y, también incluidos en los DCOEC, el soccer —fútbol en Europa— (43.3%), el hockey (42.2%) y el waterpolo (38.0%) presentan igualmente altos porcentajes de práctica.
Por último, desde el punto de vista del profesorado este grupo de deportes representa el mayor porcentaje de carga lectiva de los profesores de Educación Física en España en Secundaria sin que se hayan encontrado estudios en este sentido en Educación Primaria (Zabala, Viciana Ramírez y Lozano, 2002; Ureña Otín, Alarcón y Ureña Villanueva, 2009; Robles Rodríguez, 2009).
Aunque por detrás del voleibol (23,15%), baloncesto (22,25%) y fútbol (16,68%) son los deportes a los que mayor carga lectiva dedican los profesores de Secundaria. El balonmano (7,91%) es el quinto deporte que obtiene más tratamiento lectivo según Zabala, Viciana Ramírez, y Lozano (2002) en un estudio con docentes granadinos. En esa línea, coincide en el estudio Ureña Otín y Alarcón y Ureña Villanueva (2009) con docentes del municipio murciano en los DCOEC son los más utilizados con especial atención al fútbol y al baloncesto. Idénticos resultados se obtienen en la investigación realizada por Robles Rodríguez (2009) para profesores de la provincia de Huelva.
CONCLUSIÓN
Estamos en condiciones de afirmar que los deportes cooperación oposición y espacio común (DCOEC) —también denominados como deportes de invasión— tienen un gran calado en la sociedad española. Para ello, nos basamos en los datos extraídos de las preferencias deportivas de los españoles y las predilecciones de alumnado y profesorado de la asignatura de Educación Física en los diferentes niveles educativos.
Los datos obtenidos en la población en general concluyen que el grupo de deportes de DCOEC aglutinan el mayor porcentaje de práctica entre la población española con la matización de una reciente preponderancia de las actividades recreativas (como natación o gimnasia de mantenimiento) debido al mayor número de instalaciones y piscinas cubiertas y al incremento de los mayores de 65 años como población deportiva. Así mismo, estas modalidades deportivas son a las que el profesorado de Educación Física dedica mayor carga lectiva en los centros educativos y la que centra las preferencias del alumnado del área.
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