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6 May 2010

¿Producen sucesivos combates de judo cambios en la potencia máxima de los brazos y/o de las piernas?

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Con el propósito de investigar cambios en el pico de potencia de las piernas y de los brazos como resultado de sucesivos combates de Judo y su relación con la producción de lactato sanguíneo, 21 judokas de nivel nacional fueron evaluados.

Autor(es): Bonitch-Góngora, J.; Bonitch-Domínguez, J.; Padial, P.; Feriche, B.; Almeida, F.
Entidades(es):Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Universidad de Granada.
Congreso: III Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y Educación Física
Pontevedra – 6-8 de Mayo de 2010
ISBN:978-84-613-8448-8
Palabras claves: Potencia máxima, piernas, brazos, Judo, ácido láctico.

Resumen cambios en la potencia máxima en los brazos y/o de las piernas

Con el propósito de investigar cambios en el pico de potencia de las piernas y de los brazos como resultado de sucesivos combates de Judo y su relación con la producción de lactato sanguíneo, 21 judokas de nivel nacional fueron evaluados. Los sujetos participaron en dos estudios diferenciados: 11 de ellos ejecutaron una curva de fuerza-velocidad para determinar el pico de potencia de las piernas en un ejercicio de squat 90º en trabajo concéntrico exclusivo (grupo 1). Los 12 restantes lo hicieron para los brazos a través del ejercicio de bench press en trabajo concéntrico exclusivo (grupo 2). Ambos grupos participaron entonces, de manera separada, en una competición de Judo simulada de tres combates de 5 min. de duración, separados entre sí por 15 min. de descanso pasivo. Inmediatamente antes y después de cada combate, los sujetos realizaban tres repeticiones de una extensión de piernas o de brazos con barra a la máxima velocidad posible, con el % de 1RM con el que habían conseguido la potencia máxima en el test preliminar. En los min 1, 3 y 14 después de finalizar cada combate, se obtuvo una muestra de sangre para la determinación de la concentración de lactato post-esfuerzo y la concentración previa al inicio del siguiente combate. Los resultados no mostraron efectos de los sucesivos combates en el pico de potencia de las piernas (P>0.05) y tampoco diferencias al comparar la potencia desarrollada antes y después de cada combate (P>0.05) para el grupo 1. Respecto a los brazos, el grupo 2 no mostró efectos de los sucesivos combates en el pico de potencia de los brazos antes de los combates (P>0.05), pero si en el desarrollado después de los combates (P<0.01), debido a un aumento significativo de la velocidad con la que se consigue el pico de potencia antes y después de los combates tanto en general (P<0.01), como en cada combate (P<0.01). No existió correlación de la potencia máxima desarrollada después de los combates con la máxima concentración de lactato sanguíneo hallada después de los combates en ninguno de los dos grupos (P>0.05 y P>0.05, respectivamente). Sobre la base de los resultados obtenidos, podemos concluir que combates de Judo sucesivos, con la estructura propuesta en este estudio, procuden altos niveles de acidosis metabólica que, sin embargo, no tienen efecto en el pico de potencia desarrollado en las piernas y que tienen un efecto potenciador en el de los brazos en base a un incremento significativo de la velocidad.

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Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº13.

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1. Introducción

Una de las características fundamentales del combate de Judo es su intermitencia (Franchini et al., 2003; Artioli et al., 2005). Durante el combate de Judo se combinan esfuerzos de muy alta intensidad (con una duración media de entre 15 a 30 s), con periodos de pausa o descanso (de 10 a 15 s) (Sikosrki et al., 1987; Gorostiaga, 1988; Castarlenas & Planas 1997). En estos cortos intervalos de actividad no hay suficiente tiempo para la resíntesis de ATP, lo que hace que la participación del metabolismo anaeróbico láctico al principio del combate sea importante, completándose con una contribución del metabolismo aeróbico al final del mismo (Muramatsu et al., 1994; Tabata et al., 1997). La participación del metabolismo anaeróbico queda patente por los altos niveles de lactato sanguíneo que muestran los judokas después de los combates (entre 13 y 18 mmol•l-1) (Gorostiaga, 1988; Amorim, Gringo & Kokubun, 1995; Tumilty & Hann, 1996; Franchini et al. 2003; Sbriccoli et al., 2007). Además, el judoka debe frecuentememente participar el varios combates a lo largo del día, normalmente separados por un tiempo mínimo de recuperación de 15 min (Franchini et al., 2003). Está bien documentada la asociación entre la acumulación de lactato sanguíneo y la caída en el pH intracelular (Dawson, Gadian & Wilkie, 1978; Gladden, 2004), afectando a la capacidad contráctil del músculo y generando pérdidas importantes de fuerza y potencia (Metzger & Moss, 1990; Szygula, Gawronski & Kalinski, 2003). En este sentido, Abdessemed et al. (1999), consideran que la pérdida de la potencia muscular es el resultado de la acumulación de H+ con un descanso insuficiente que no permite su aclaramiento ni la resíntesis completa de los depósitos de fosfato de creatina (PCr). Sin embargo, otros estudios cuestionan la asociación entre la carga ácida del lactato y el rendimiento (Bangsbo et al., 1993; Brooks, 2001; Westerblad, Allen & Lännergren, 2002). La fuerza y la potencia son considerados requisitos imprescindibles en la consecución del alto rendimiento en el Judo y se han puesto de manifiesto los altos niveles de potencia en brazos y piernas de estos deportistas (Thomas et al., 1989; Callister et al., 1991; Fagerlund & Hakkinen, 1991; Little, 1991; Franchini et al., 1999; Banovic, 2001; Sbriccoli et al., 2007). Fagerlund & Hakkinen (1991), por ejemplo, concluyen que la fuerza y la potencia de las piernas discriminan a los judokas de distinto nivel competitivo. Lucic (1989), Callister et al. (1991), Borges (1999), Franchini el al. (1999), Banovic (2001) y García (2004), han concluido que la fuerza y potencia de los brazos también se puede utilizar para discriminar entre judokas de diferentes niveles competitivos. En este sentido, algunos estudios han evaluado la potencia en judokas aunque desde una perspectiva metabólica, para lo que empleaban el test de Wingate para las piernas (Thomas et al., 1989; Little, 1991; Franchini et al., 2003; Sbbriccoli et al, 2007) o para los brazos (Thomas et al., 1989; Little, 1991; Franchini et al., 2003; Franchini et al, 2005; Franchini et al, 2009). Otros, evalúan la potencia desde un punto de vista más mecánico mediante la determinación de la altura en un test de salto para las piernas (Squat Jump, Conter Movement Jump) (Filaire et al., 2001; Iglesias et al., 2003; Monteiro, García & Carratalá, 2007), o mediante la medición de diferentes manifestaciones de fuerza y/o la potencia utilizando acciones de tracción o empuje (bench press, rowing) (Borges, 1999; Banovic, 2001; Franchini et al., 2007; Monteiro, García & Carratalá, 2007; Carballeira, Iglesias & Dopico, 2008). Actualmente, la incorporación de los dinamómetros electrónicos dinámicos al ámbito del entrenamiento deportivo, abre la posibilidad de analizar la potencia de manera directa (W), mediante el cálculo del producto de la fuerza aplicada (N) por la velocidad de desplazamiento (m•s-1) en acciones deportivas concretas. Sin embargo, son escasos los trabajos que analizan las acciones del judoka con esta metodología (Monteiro et al., 2007), en especial en su relación con el combate. La determinación del papel de la potencia de las piernas y de los brazos durante el combate de Judo es importante, al tener que efectuar acciones a gran velocidad ante una sobrecarga constituida por la suma de su propio peso más la del adversario (Iglesias et al., 2000). Además, este tipo de esfuerzo se repite constantemente durante el tiempo que dura el combate ante condiciones metabólicas cada vez más desventajosas. Esta interacción entre fatiga metabólica y potencia ha sido analizada con la altura del salto en las piernas (Carballeira, Iglesias & Dopico, 2008; Iglesias et al., 2003), existiendo un vacío documental que describa el efecto del combate sobre la potencia en el empuje de los brazos. Basándonos en estas observaciones previas, el objetivo principal de este estudio fue el de analizar el comportamiento de la potencia de piernas y brazos, durante una competición simulada de Judo, y su interacción con los cambios metabólicos inducidos por el esfuerzo.

2. Material y método

Sujetos

La muestra del estudio estuvo compuesta por 21 judokas masculinos voluntarios, 11 de ellos participantes en el primer estudio (grupo 1) y los 12 restantes participantes en el segundo estudio (grupo 2) (tabla 1). De entre ellos, dieciocho eran o habían sido medallistas nacionales Sub20 y/o Sub23 en España y Francia, y los tres restantes, medallistas autonómicos en Andalucía (España). Además habían participado en diferentes torneos internacionales. Todos contaban con más de 10 años de práctica de judo, entrenaban entre 10 y 16 h por semana y los niveles técnicos estaban entre 1er y 2º Dan. Las características biométricas de la muestra se presentan en la Tabla 1.

Tabla 1. Descripción de la muestra de estudio (media ± s).

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 1

3.

Diseño

Cada sujeto participó en una competición de Judo simulada consistente en 3 combates separados por una recuperación pasiva de 15 min. Como variables dependientes se determinó la potencia de piernas y de los brazos antes (PA) y después (PD) de cada combate con la carga correspondiente a la potencia máxima establecida en el test preliminar. Durante la recuperación se tomaron muestras de sangre para la determinación de la máxima concentración de lactato y el aclaramiento entre combates. Los sujetos fueron instruidos sobre la necesidad de completar los tres combates previstos. En el caso de que se marcara un ippón, el judoka marcado debía de incorporarse rápidamente y continuar hasta el final del combate correspondiente.

Test preliminar

Todos los participantes ejecutaron un test preliminar entre 48-72h previas al test experimental. El test consistió en la realización de una curva de fuerza-velocidad con sobrecargas crecientes en la acciones de squat a 90º para el grupo 1 y de bench press para el grupo 2, con trabajo concéntrico exclusivo. Para el ejercicio de squat a 90º, el ángulo de ejecución fue previamente determinado con un goniómetro manual, colocándose los topes correspondientes a cada sujeto que impidieran durante el test un descenso superior a la angulación requerida de 90º, posición en la que permanecían en contracción isométrica (durante 1 s) con la barra en contacto con los hombros hasta la señal, cuando realizaban una extensión de piernas tan fuerte y tan rápido como les fuera posible hasta los 180º, con la carga previamente determinada añadida a ambos lados de la barra (Requena et al., 2009). Para el ejercicio de bench press, con los brazos totalmente extendidos, los sujetos realizaban una flexión de brazos hasta que la barra se colocase sobre el pecho. Manteniendo esta posición hasta la señal (durante 1 s) de forma isométrica, sin descansar la barra sobre el pecho para evitar el contramovimiento y de esta forma realizar el movimiento sólo de forma concéntrica, realizaban la extensión de brazos a la mayor velocidad posible (García, 2004). Tras un calentamiento estandarizado, el test comenzó con una carga de 20 Kg para el squat a 90º y de 10 kg para el bench press, que se incrementó en 20, 10 o 5 Kg por serie hasta llegar a la máxima carga desplazable o 1RM. El número de repeticiones por serie fue de 2 hasta que la velocidad de desplazamiento de la barra descendió por debajo de 0.3 m•s-1 que se realizó solo 1. El descanso entre series osciló entre 3 y 5 minutos, para velocidades por encima o por debajo de 1 m•s-1 respectivamente. Los discos de carga utilizados, fueron previamente calibrados mediante una célula tensiométrica suspendida, considerándose válidos aquellos pesos que no mostraban una desviación mayor a 0.5%. Se animó en todo momento a los participantes para que la velocidad de cada repetición fuese máxima. La potencia para cada repetición se determinó mediante la incorporación a la barra del sistema Isocontrol dinámico (JLML I+D, 1996), con software I.D. 3.6 (2002). El sistema se montó con un encoder de 200 cm y 2 N de resistencia del isocontrol, en la vertical del plano del desplazamiento de la barra. El panel de máximos que proporcionaba el software mostró los datos de potencia máxima (PM), velocidad y fuerza generados para cada repetición. Consideramos como PM al máximo valor registrado por el sistema durante el test de cargas crecientes.

Protocolo experimental

El test experimental consistió en la participación de cada grupo en una competición simulada de Judo. Este protocolo reproduce la actividad real y las respuestas fisilógicas de los combates de Judo (e.g. Estructura temporal y concentración sanguínea de lactato) descritas en la literatura (Franchini el al., 2003; Sbriccoli el al., 2007). Esta competición consistió en 3 combates de 5 min de tiempo real, separados por 15 min de recuperación pasiva. El combate se realizó sobre un tatami reglamentario montado en las instalaciones de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad de Granada, y fue controlada por árbitros y cronometradores de la Federación Andaluza de Judo y Disciplinas Asociadas. Con el fin de que todos los combates llegaran al final de tiempo establecido por el reglamento, se procedió a adaptar la norma del reglamento oficial donde se especifica que “un combate acabará con la consecución de un ippón” (Art. 19 del reglamento de arbitraje de la Federación Internacional de Judo), de manera que en el caso de nuestro estudio la victoria se consiguió al final del tiempo reglamentario por la suma de todos los puntos conseguidos, (yuko = 5 puntos; waza-ari =7 puntos; ippon=10 puntos y la acumulación de shido, con su equivalencia a yuko, waza-ari o ippón). Todos los combates se desarrollaron en horario de mañana (9:00-14:00 h) y la temperatura de la sala osciló entre 16 y 20º C. Para crear un entorno competitivo exigente, se distribuyó a los sujetos por parejas del mismo peso (diferencia inferior al 10%) y similar situación en el ranking de la Federación Andaluza de Judo y Disciplinas Asociadas y recibieron un incentivo económico por combate ganado. A 4 metros de la zona de seguridad del tatami se montaron por duplicado los soportes de las barras y plataformas, con conexión al sistema Isocontrol dinámico (JLML I+D, 1996), en las mismas condiciones que se estableció durante el test preliminar. Dentro de los 30s antes y después de cada combate, los judokas reproducían el gesto de Squat a 90º o de bench press, con la carga desplazada en la PM del correspondiente test previo. En cada caso ejecutaron una única repetición obteniéndose un valor de potencia antes (PA) y después (PD) para cada uno de los enfrentamientos. En los minutos 1, 3 y 14 después de cada combate se tomó una micromuestra de 10 µl de sangre del pulpejo de un dedo para la determinación de la concentración de lactato. Esta determinación se realizó mediante el sistema fotoenzimático Dr. Lange, LP 20 plus. La máxima concentración de lactato alcanzada entre combates fue considerada como el valor máximo. El porcentaje de aclaramiento se expresó como la diferencia en tanto por ciento entre máxima concentración de lactato alcanzada y la concentración de lactato en el minuto 14 de la recuperación. Con objeto de comprobar la estructura temporal de los combates y su similitud con los enfrentamientos reales, toda la fase experimental fue grabada mediante una cámara digital Sony DCR-TRV14OE. Análisis estadístico

Los datos son expresados como media y desviación estándar (media ± s). La distribución de frecuencias fue obtenida a través del test de Shapiro-wilk. La diferencia entre las variables determinadas antes y después de los combates se llevó a cabo mediante un ANOVA de Medidas Repetidas con dos factores intrasujeto (uno de cuatro niveles referido al número de combate y otro con dos niveles referente al momento de determinación de la medida, antes o después). El efecto intrasujeto se determinó mediante el Test de Greenhouse-Geisser o la penalización para los grados de libertad de Huynh-Feldt en el caso de que el test de esfericidad de Mauchly fuera significativo. Para las comparaciones múltiples posteriores, en el caso de un ANOVA significativo, el test de ajuste de sidak fue empleado. El análisis correlacional de Pearson o Sperman se empleó para el análisis de la relación entre las variables registradas. Se mantuvo un intervalo de confianza del 95%.

3. Resultados

La media del tiempo por cada secuencia de pausa y de esfuerzo durante los combates fue de 13.7 ± 9.6 y 10.8 ± 7.1 s respectivamente en el estudio 1, y de 13.8 ± 9.5 y 13.9 ± 9.1 s en el estudio 2. Los resultados obtenidos en los tests preliminares se muestran en la tabla 2. La PM relativa al peso corporal fue de 25.4 ± 3.3 W•kg-1 para el estudio 1 (piernas) y de 14.1 ± 3.3 W•kg-1 para el estudio 2 (brazos).

Tabla 2. Potencia máxima y sus valores asociados, y pico de fuerza dinámica de la muestra de estudio (media ± s).

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 1

3.

La potencia y la fuerza y velocidad vinculadas, antes y después de cada combate, se muestran en las tablas 3 y 4, para los estudios 1 y 2 respectivamente. En el estudio 1, no se observó un efecto general de la sucesión de combates, ni del momento de evaluación (antes y después) sobre la potencia (p>0.05). Tampoco se registró un efecto de interacción del combate por el momento, sobre el valor de la potencia registrado (P>0.05). En el estudio 2 si se observan cambios en la PM desarrollada después de los combates debido a un aumento significativo de la velocidad con la que se consigue el pico de potencia antes y después de los combates tanto en general (P<0.01), como en cada combate (P<0.01).

Tabla 3. Efecto de los sucesivos combates en la potencia, fuerza y velocidad de las piernas (estudio 1) antes y después de cada combate.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 1

3.

Tabla 4. Efecto de los sucesivos combates en la potencia, fuerza y velocidad de los brazos (estudio 2) antes y después de cada combate.

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 1

3.

Los resultados correspondientes al comportamiento de la concentración de lactato sanguíneo durante los periodos de recuperación se muestran en las tablas 5 y 6 para los estudios 1 y 2 respectivamente. El efecto de los sucesivos combates en la concentración máxima de lactato fue significativo (P<0.05) en ambos estudios.

Tabla 5. Efecto de los sucesivos combates en el aclaramiento de lactato entre combates en el estudio 1 (media ± s).

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 1

3.

Tabla 6. Efecto de los sucesivos combates en el aclaramiento de lactato entre combates en el estudio 2 (media ± s).

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 1

3.

No existió correlación de la potencia máxima desarrollada después de los combates con la máxima concentración de lactato sanguíneo hallada después de los combates en ninguno de los dos estudios (P>0.05 y P>0.05, respectivamente).

4. Discusión

El principal resultado de esta investigación es la ausencia de cambios significativos en los niveles máximos de potencia de las piernas durante el gesto de squat a 90º en acción concéntrica (estudio 1), y, por otro lado, los cambios significativos en la potencia máxima de los brazos durante el gesto de press en banca concéntrico (estudio 2), como consecuencia de la acumulación de tres combates de Judo. Los niveles de lactato máximo alcanzados en todos los casos muestran un esfuerzo de gran intensidad por parte de los judokas que, en contra de lo esperado, no afectan a la capacidad de realizar una acción de potencia en los gestos evaluados. La capacidad de recuperación metabólica entre los combates es incompleta, sin que ésta afecte a la capacidad mecánica de las piernas y de los brazos de combinar de manera óptima su relación fuerza/velocidad durante la extensión. El análisis de las demandas y efecto de la competición de Judo sobre la potencia en las acciones clásicas de empuje en piernas y brazos, no es frecuente en la literatura científica. Sin embargo, se considera que un elevado valor de potencia máxima es requisito que satisface las demandas funcionales impuestas por esta disciplina (Sbriccoli et al., 2007; Thomas et al., 1989). Incluso, Fagerlund & Hakkinen (1991) indican que los niveles más altos de potencia y fuerza en las piernas distinguen a los judokas de élite de los de menor nivel competitivo, y Lucic (1989), Callister et al. (1991), Borges (1999), Franchini el al. (1999), Banovic (2001) y García (2004), afirman lo mismo para la potencia de los brazos. Los valores de PM obtenidos en nuestro grupo de estudio son elevados y en consonancia con el nivel de la muestra de estudiada, como también la carga desplazada en la PM. Igualmente, los niveles de 1RM obtenidos, también son acordes al perfil de la población y nivel competitivo de la muestra (Baker, Nance & Moore, 2001) (ver tabla 2). El combate por sí y, en general la sucesión de los tres combates empleados en el diseño de esta investigación, no ha mostrado un efecto significativo sobre la PM que son capaces de generar las piernas (ver Tabla 3) (P>0.05). Este resultado coincide con las conclusiones del equipo de Iglesias et al. (2003), quienes observaron que la altura de salto con contramovimiento (CMJ) llevando una sobrecarga equivalente a la categoría de peso, no variaba tras dos combates de Judo. Consideramos que la participación de los brazos durante el combate es muy activa, mientras que las piernas ejecutan acciones de potencia de forma puntual. En esta misma línea, las acciones del judoka en el combate son intermitentes, alternando periodos de esfuerzo de alta intensidad con otros de descanso. Esto implica movimientos técnicos variados que demandan diferentes gastos energéticos, dependiendo del adversario y el grado de implicación del judoka (Serrano et al., 2001). Por otro lado, hemos encontrado un aumento significativo en los niveles de PM desarrollada por los brazos después de los combates, en base a un aumento significativo de la velocidad con la que se desarrolla la PM (ver tabla 4). Otros autores no encuentran modificaciones en los niveles de diferentes manifestaciones de fuerza en los brazos durante los combates de Judo, como es el caso de lo publicado por Ribeiro et al. (2006), que realizaron un estudio a doce judokas brasileños de élite, en el que se midió el comportamiento del pico de fuerza angular en cinco flexiones y extensiones del brazo antes y después de tres combates de Judo de 90, 180 y 300 s de duración, con un dinamómetro isocinético (Biodex System 3). Concluyeron que no existían diferencias en el pico de fuerza angular ni antes ni después de los combates de Judo, no habiendo perjuicio en la capacidad de manutención de la fuerza, indicativa de la fatiga muscular. Nuestro grupo de estudio muestra una media del tiempo por cada secuencia de pausa y de esfuerzo durante los combates de 13.7 ± 9.6 y 10.8 ± 7.1 s respectivamente en el estudio 1, y de 13.8 ± 9.5 y 13.9 ± 9.1 s en el estudio 2. Esta dinámica de trabajo/descanso, parece permitir la conservación de la capacidad de potencia mecánica en las piernas y en los brazos (Linnamo, Häkkinen & Komi, 1998), poniendo de manifiesto, al igual que hizo Sbriccoli et al, (2007), la prevalencia de un alto componente de resistencia a la fatiga que ya es característica en el judoka. Cuando se suceden esfuerzos intermitentes de elevada intensidad, el metabolismo aeróbico se involucra tanto durante las fases de trabajo como en las de recuperación (Feriche et al., 2007). Además, un incremento en la contribución aeróbica parece compensar parcialmente la reducción en el suministro de energía por la ruta anaeróbica durante este tipo de actividad (Wooton & Williams, 1983; Bogdanis, Nevill, & Lakomy, 1996). Nuestros resultados arrojan lactatos muy elevados tras la primera determinación en ambos grupos (entre 14 y 16 mMol•l-1) que ponen de manifiesto la intensidad de los combates y que coincide con los valores observados en otros estudios con la misma población (Gorostiaga, 1988; Ebine, Yoneda, & Hase, 1991; Amorim, 1995; Franchini et al., 2003, Sbriccoli et al., 2007). En todos los casos, la capacidad de aclaramiento o metabolización del lactato acumulado ha permanecido inalterada, y los lactatos previos al inicio del 2º y 3er combate (lac 14) son similares. Hemos observado una tendencia al descenso de la concentración máxima del lactato al final de los combates. Sin embargo, el mantenimiento de la capacidad de trabajo y de las potencias exigidas durante los test previos y posteriores a los mismos, podrían poner de manifiesto una compensación en el suministro energético al esfuerzo, tal y como recogen otros estudios con esfuerzos de duración similar (Gaitanos, Williams, Boobis & Brooks, 1993; Tabata et al., 1997). No hemos observado relación alguna entre las potencias registradas y los niveles de lactato máximos entre combates. Este resultado pone de manifiesto que, a pesar de la fundamentada relación entre el incremento de la carga ácida y la pérdida de rendimiento (Klausen, Knuttgen & Foster, 1972; Karlsson et al., 1975; Wetman, Stamford, Moffat & Katch, 1977; Yates, Gadden & Cressanta, 1983; Hogan & Welch, 1984; Bogdanis et al., 1994; Ahmaidi et al., 1996), ésta no afecta a la capacidad de mantener los niveles de potencia máximos, por lo que las causas de fatiga en este tipo de acciones de reclutamiento selectivo vendrán condicionadas por otros factores que no se manifiestan durante el combate.

5. Conclusiones

Por tanto, sobre la base de los resultados obtenidos, podemos concluir que el combate y su sucesión en una competición simulada de Judo, genera una alta demanda del metabolismo anaeróbico láctico que no afecta a la capacidad de desarrollar elevadas potencias con las piernas durante el gesto analizado en este estudio, y que además, por otro lado, produce un efecto de potenciación en la capacidad de los brazos de generar altos niveles de potencia en el gesto analizado en este estudio.

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