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15 May 2012

Variables psicológicas que afectan al rendimiento de los futbolistas de 3ª división española

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El deporte de alto nivel toma como objetivo principal que los deportistas consigan los mayores éxitos posibles dentro de las posibilidades de cada uno, los cuales serán distintos dependiendo de la modalidad deportiva que describamos: ganar un torneo, conseguir una medalla, batir un récord… tratando de superar, directa o indirectamente, a su/s rival/es. Para ello necesita un entrenamiento global que le facilite alcanzar su máximo rendimiento (Morilla y cols., 2003).

Autor(es): Juan Antonio García Montiel, Bernardino Javier Sánchez-Alcaraz Martínez, Alberto Gómez Mármol, Guillermo Felipe López Sánchez, Arturo Díaz Suárez
Entidades(es):Universidad de Murcia

Congreso: IV Congreso Internacional de Ciencias del Deporte y la Educación Física. (VIII Seminario Nacional de Nutrición, Medicina y Rendimiento Deportivo)
Pontevedra, España, 10-12 Mayo 2012
ISBN: 978-84-939424-2-7
Palabras Clave: :Variables psicológicas, Futbolistas, C.P.R.D., Rendimiento.

Variables psicológicas que afectan al rendimiento de los futbolistas de 3ª división española

RESUMEN COMUNICACIÓN/PÓSTER

El rendimiento de un futbolista semi-profesional fluctúa frecuentemente. En muchos casos, las causas que provocan esas variaciones son psicológicas. El objetivo de este trabajo es conocer en qué nivel de determinadas variables psicológicas se encuentra un grupo de futbolistas semiprofesionales, para poder establecer ciertos indicios sobre la dirección en la que se debe desarrollar el entrenamiento psicológico en ellos. La muestra de la investigación estuvo integrada por 55 futbolistas masculinos de 3 equipos de fútbol de la 3ª división española, con una media de edad de 22,36 ± 3,22 años. Los jugadores completaron el Cuestionario de Características Psicológicas relacionadas con el Rendimiento Deportivo (C.P.R.D.) de Gimeno y cols. (2001). Los datos obtenidos fueron posteriormente analizados mediante el programa SPSS 18.0. Los resultados han mostrado que la mayoría de futbolistas presentan valores altos en las categorías control del estrés, influencia de la evaluación del rendimiento y cohesión de equipo, al igual que un amplio grupo presentó valores bajos en las categorías de motivación y habilidad mental. Por otro lado, se encontraron correlaciones significativas entre la edad de los participantes y las variables control del estrés e influencia de la evaluación del rendimiento. Por tanto, se plasma un necesario trabajo en futbolistas sobre los aspectos psicológicos de motivación y habilidad mental, que presentaron los valores más bajos en la investigación.

INTRODUCCIÓN

El deporte de alto nivel toma como objetivo principal que los deportistas consigan los mayores éxitos posibles dentro de las posibilidades de cada uno, los cuales serán distintos dependiendo de la modalidad deportiva que describamos: ganar un torneo, conseguir una medalla, batir un récord… tratando de superar, directa o indirectamente, a su/s rival/es. Para ello necesita un entrenamiento global que le facilite alcanzar su máximo rendimiento (Morilla y cols., 2003).
El rendimiento deportivo es el resultado de la integración de las capacidades físicas (fuerza, velocidad, resistencia, equilibrio, coordinación…), técnicas (dominio de los movimientos de la modalidad deportiva), estratégico-tácticas (conocimiento de  las estrategias de la especialidad deportiva, decisiones tácticas…) y destrezas psicológicas (capacidad para mantener la concentración, para autorregular los niveles de activación, autoconfianza  o cooperación con el resto del equipo…) del deportista (Williams y James, 2001).

Mediante el entrenamiento planificado, continuo y sistemático se pueden mejorar todas esas habilidades funcionalmente, aplicándolas de forma específica a cada modalidad deportiva. Aunque a nivel físico, técnico o táctico-estratégico los deportistas pueden distinguirse entre sí, la diferencia a nivel de élite es menor, y el dominio y manejo de las habilidades psicológicas adquiere una gran importancia a la hora de explicar las variaciones en sus rendimientos o el distinto rendimiento demostrado por un mismo deportista en dos momentos diferentes.
Por tanto, estos deportistas tendrán que prestar especial atención a los más mínimos detalles, que serán los que, a largo plazo, marcarán la diferencia entre conseguir éxito o quedarse a las puertas.

Así pues, el aspecto psicológico adquiere aquí una gran importancia en cualquier modalidad deportiva, siendo de gran relevancia el conocimiento de dichas variables para conocer de qué forman afectan al rendimiento del deportista, pudiendo así intervenir sobre ellas en las sesiones de entrenamiento y durante las competiciones, como medio para conseguir una optimización en su juego y resultados (Campos, 1996).
Durante muchos años, bastantes investigadores han tratado de saber con certeza si realmente las variables psicológicas influyen sobre el rendimiento de los deportistas de alto rendimiento y, si es así, cuáles y en qué medida (Ruiz y cols., 2006; Ezquerro, 2008) Algunos analizaron las diferencias entre los deportistas que consiguieron éxitos en competición y los que no, revelándose que hay una importante conexión entre determinadas variables psicológicas y los resultados deportivos obtenidos (Gould, Weiss y Weinberg, 1981; Mahoney y Avener, 1977; Meyers y cols., 1979; Treasure, Monson y Lox, 1996).

Por lo tanto, existen situaciones deportivas en las que la variación o consistencia de las variables psicológicas de los deportistas nos aporta datos precisos sobre la forma en que reaccionan cuando se enfrentan a situaciones consideradas potencialmente estresantes (Calmeiro y Tenenbaum, 2007; Hoffman, Bar-Eli y Tenenbaum, 1999).
En cuanto a las mencionadas variables psicológicas, parece ser que las percepciones que los atletas tienen sobre sus estados anímicos pueden influir de alguna manera sobre algún aspecto de su rendimiento (Lazarus, 2000; Ruiz y Hanin, 2004, Skinner y Brewer, 2002). También el estado de ánimo previo a la competición ha sido asociado con el rendimiento deportivo. Recientes investigaciones parecen haber demostrado que la relación entre el estado de ánimo precompetitivo y el rendimiento, podría estar mediada por una serie de variables como son la duración del evento, el tipo de deporte e incluso la localización del partido (Terry, 1997).

Con todo, a pesar del considerable esfuerzo realizado, el estado de comprensión actual sobre el tema está caracterizado por numerosas preguntas sin responder (Renger, 1993).
En aquellos estudios en los que se ha investigado la capacidad predictiva de los estados de ánimo entre muestras de deportistas, con un mismo nivel de habilidad y condición física, ha habido una gran significación en la diferenciación entre las ejecuciones exitosas y no exitosas (Terry, 1997). En cuanto a deportes de equipo, en los partidos jugados fuera de casa, se ha visto que los futbolistas obtienen unas medias más altas en las dimensiones de tensión, depresión y cólera, y más baja en la dimensión de confusión.

Así, en un primer momento, parece ser que en casa el estado emocional previo al partido es más positivo que en los partidos jugados fuera de casa (Sánchez Pérez y cols., 2001). Asimismo, cuando el rendimiento es muy bajo, los jugadores parecen estar más tensos que cuando el rendimiento es muy alto (Sánchez Pérez y cols., 2001). También, mediante el estudio de la personalidad de los deportistas de élite, se vio que el uso de los mecanismos psicológicos de defensa pueden promover adaptaciones saludables (Sjöback, 1977). Estas manifestaciones pueden ser más o menos relevantes en función de cómo el jugador pueda comportarse en el terreno de juego (Apitzsch y Berggren, 1993).

Por último, cabe lugar realizar una breve aproximación a las variables que vamos a medir en nuestro estudio (Gimeno y cols., 2001) y que, de una forma altamente eficaz, nos van a aportar datos precisos sobre cómo el aspecto psicológico afecta al rendimiento deportivo.
En primer lugar, la variable “control del estrés”, comprende dos categorías, la primera que atiende a las características de la respuesta del deportista relacionadas con las demandas del entrenamiento y de la competición y la segunda, que considera aquellas situaciones potencialmente estresantes que pueden desencadenar estrés y donde el control es fundamental para reducir sus posibles perjuicios.

La segunda variable medida en nuestro estudio es la “influencia de la evaluación del rendimiento”, que comprende aquellas características de la respuesta del deportista frente a situaciones en las que éste evalúa su propio rendimiento o piensa que lo están evaluando personas significativas para él y los antecedentes que pueden provocar una valoración del rendimiento del deportista.
En tercer lugar, se va a medir el nivel de “motivación”,  que comprende los aspectos de interés de los deportistas por entrenar y superarse continuamente, el establecimiento y consecución de objetivos, la importancia del deporte en referencia a otras actividades y aspectos de la vida del deportista y la relación coste/beneficio que para el deportista tiene su actividad deportiva.

La cuarta variable es la denominada “habilidad mental”, la cual incluye habilidades psicológicas que pueden favorecer el rendimiento deportivo.
Por último se medirá la “cohesión de equipo”, que referida a la integración del deportista en su grupo deportivo, e incluye la relación interpersonal con los demás miembros del equipo, el nivel de satisfacción entrenando con los otros componentes del equipo, la actitud más o menos individualista en relación con el resto del grupo y la importancia que da al «espíritu de equipo».
Existen diferentes estudios que han analizado la influencia de dichas variables en el rendimiento del deportista. En primer lugar, Pérez Llanta y cols. (2001), para una muestra de tenistas, comparó los sujetos clasificados con bajo control de estrés y los clasificados con alto control del estrés concluyendo que el control del estrés ejerce una influencia inhibidora, respecto a la conducta de riesgo de estos sujetos, cuando se enfrentan a circunstancias desfavorables.

En otro estudio, Lavarello (2005) demostró en su trabajo la existencia de una diferencia estadísticamente significativa entre la edad de los jugadores de fútbol y su influencia de evaluación del rendimiento en fútbol, donde el grupo juvenil tuvo unos niveles mayores que el grupo de edad infantil.
Por último, Gimeno y cols. (2007) tras aplicar el cuestionario a judokas, obtuvieron diferencias estadísticamente significativas entre las variables control de estrés e influencia de la evaluación de su rendimiento deportivo.
Toda la argumentación precedente trata de justificar la importancia de procesar análisis y estudios enfocados hacia la psicología del deportista lo más fiables posibles, en el contexto del deporte de competición, que permita valorar de una manera fiable la influencia de ciertas variables psicológicas como las mencionadas anteriormente en cada caso particular.

Los cuestionarios pueden ser herramientas útiles de apoyo de este proceso de evaluación, ya sea para orientar, esclarecer o confirmar datos obtenidos a través de otros procedimientos (observación directa, autoobservación, registros psicofisiológicos, entrevista…) e instrumentos (hojas de observación, registro…) o para facilitar la identificación de los deportistas con mayores necesidades psicológicas, cuando es preciso trabajar con un grupo numeroso y en intervalos de tiempo limitados (como por ejemplo en concentraciones organizadas por las federaciones deportivas).

Por lo tanto, el fin último del entrenamiento psicológico será poder enseñar al deportista cómo encontrar un estado mental ideal (Orlick, 2004) en el que las variables psicológicas relevantes para el aprendizaje y la ejecución de las habilidades deportivas se encuentren en sus niveles óptimos, así como a alcanzar, mantener o potenciar su estado mental de cara a conseguir un rendimiento superior en competición, mediante la aplicación de las habilidades psicológicas entrenadas. Por ello es necesario conocer dichas variables, y dotar al deportista de un conjunto de herramientas cuyo dominio le permita autogestionar sus recursos psicológicos (Chen y Singer, 1992).

De este modo, el objetivo de este trabajo será conocer en qué nivel de determinadas variables psicológicas (motivación, control del estrés, cohesión de equipo, influencia de la evaluación del rendimiento y habilidad mental) se encuentran los futbolistas semiprofesionales, para poder establecer ciertos indicios sobre la dirección en la que se debe desarrollar el entrenamiento psicológico en ellos.

Completa la información

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº21.

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MÉTODO

Muestra:
La muestra de la investigación estuvo integrada por 55 futbolistas masculinos de 3 equipos de fútbol de la 3ª división española, 36 de ellos se consideraban titulares y 19 suplentes. Los jugadores tenían una media de edad de 22,36 ± 3,22 años y entrenaban 7,84 ± 2,09 horas de media semanales.
Instrumento:
Los jugadores completaron el Cuestionario de Características Psicológicas relacionadas con el Rendimiento Deportivo (C.P.R.D.) de Gimeno y cols. (2001), compuesto de 55 ítems que miden las variables de control de estrés, influencia de la evaluación del rendimiento, motivación, habilidad mental y cohesión de equipo. El proceso seguido para la elaboración del cuestionario y la consistencia interna del conjunto total de ítems (coeficiente alfa de Cronbach = 0,85) permiten considerar este instrumento útil para ayudar al psicologo deportivo en la detección de necesidades y recursos del deportista.
Procedimiento:
El procedimiento empleado para la administración del cuestionario ha sido el desplazamiento personal hasta los tres clubes de fútbol, para asegurar la idoneidad de las condiciones en las que éste era rellenado, recordando de este modo en todos los casos el anonimato de las respuestas y la importancia de no dejar ningún apartado sin contestar. Finalmente, cabe señalar que para el tratamiento estadístico de los datos se utilizó el programa SPSS 18.0 para Windows.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN:

En la figura 1 podemos apreciar los niveles (alto, medio y bajo) presentados por los jugadores para cada una de las variables psicológicas. Se observa que más del 50% jugadores han mostrado valores altos en las variables influencia de la evaluación del rendimiento (70,9%), cohesión de equipo (54,5%), motivación (52,7%). Por otro lado, los valores más bajos que presentan los jugadores aparecen en la categorías de habilidad mental (27,3%) y motivación (21,8%)

Figura 1: Niveles presentados por los jugadores en cada una de las variables psicológicas.

Figura 1. Variables psicológicas que afectan al rendimiento de los futbolistas de 3ª división española

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 21

 

Por otro lado, la tabla 1 muestra las correlaciones entra las diferentes variables del estudio. Se encontraron correlaciones significativas entre la edad de los participantes y las variables control del estrés e influencia de la evaluación del rendimiento. De este modo, en los futbolistas estudiados, a medida que avanza su edad, mejoran su control del estrés y su influencia de la evaluación del rendimiento, resultados similares a los de Lavarello (2005) en su estudio con futbolistas.
Igualmente, se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre las variables influencia de la evaluación del rendimiento y control del estrés, datos que concuerdan con los obtenidos por Gimeno y cols. (2007) tras aplicar el cuestionario en una muestra de judokas.

No obstante, se encontraron diferencias siginificativas entre la motivación de los futbolistas y la influencia de la evaluación del rendimiento, mostrando que, los futbolistas más motivados poseen unos niveles superiores en la influencia de la evaluación del rendimiento. Análogamente, se encontraron diferencias significativas entre las variables control del estrés y cohesión de equipo
Finalmente, de forma general, se puede afirmar que, los futbolistas que poseen un mayor control del estrés, se encuentran más motivados y poseen una mayor cohesión de equipo y una mejor influencia de la evaluación del rendimiento.

Tabla 1: Correlaciones de las variables de estudio

Tabla 1. Variables psicológicas que afectan al rendimiento de los futbolistas de 3ª división española

Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 21

 

 

CONCLUSIONES:

Los métodos de entrenamiento experimentan un avance constante, incluyendo el desarrollo de las capacidades psicológicas que definen a los deportistas. En este sentido, en el presente artículo se han evaluado estas capacidades en futbolistas, a través del Cuestionario de Características Psicológicas relacionadas con el Rendimiento Deportivo (C.P.R.D.).

Los resultados muestran un mayor desarrollo de la cohesión de equipo, del control de estrés y de la influencia de autoevalúarse o ser evaluado por un agente externo significativo. Además, estas dos últimas mejoran levemente a medidad que aumenta la edad de los deportistas.
En contraposición, los bajos niveles registrados en las capacidades de motivación y habilidades mentales manifiestan la necesidad inmediata de un trabajo específico para incidir sobre las mismas, pues ha quedado demostrada un carencia que, de no ser subsanada, puede afectar al rendimiento, tal y como se refleja en la introducción.

No obstante, este trabajo específico no puede dejar en el olvido al resto de capacidades, especialmente al control de estrés, ya que su mayor desarrollo se acompaña, con una fuerte relación estadística, con una mejora de la cohesión de equipo y la influencia de ser evaluado. Por tanto, mediante la presente investigación queda de relieve un desarrollo de las variables psicológicas adecuado, en líneas generales, no debiendo ser entendido éste como un motivo de relajación sino como un estímulo para seguir trabajando en esta línea y alcanzar, de este modo, una preparación integral de los deportistas lo más idónea posible.

BIBLIOGRAFÍA

Apitzsch, E. y Berggren, B. (1993). The Personality of the Elite Soccer Player. Lund: Studenlitteratur.

Calmeiro, L. y Tenenbaum, G. (2007) Fluctuation of cognitive-emotional states during competiton: an idiographic approach. Revista de psicología del deporte, 1 (16), 85-100.

Chen, D. y Singer, R. N. (1992). Self-regulation and cognitive strategies in sport participation. International  Journal of Sport Psychology, 23, 277-300.

Gimeno, F., Buceta, J.M. y Pérez-Llanta, M.C. (2001). El cuestionario Características Psicológicas relacionadas con el Rendimiento Deportivo CPRD: Características psicométricas. Análise Psicológica, 1(19), 93-113.

Gimeno, F., Buceta, J.M. y Pérez-Llanta, M.C. (2007). Influencia de las variables psicológicas en el deporte de competición: evaluación mediante el cuestionario “Características

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Hoffman, J. R., Bar-Eli, M. y Tenenbaum, G. (1999). An examination of mood changes and performance in a professional basketball team. Journal of Sports Medicine  and Physical Fitness, 39, 74-79.

Lavarello, J. (2005). Estudio comparativo de los niveles medidos por el CPRD entre dos grupos etáreos de las divisiones menores de dos equipos de fútbol de primera división. Revista digital Efdeportes, 84.

Lazarus, R. S. (2000). How emotions influence performance in competitive sports. The Sport Psychologist, 14, 229-252.

Orlick, T. (2004). Entrenamiento  mental: Cómo vencer en el deporte  y en la vida. Barcelona: Paidotribo.

Pérez-Llanta, M.C., Buceta, J.M., López de la Llave, A., Gimeno, F. y Ezquerro, M. (2001). El cuestionario “Características Psicológicas relacionadas con el Rendimiento Deportivo” (CPRD): un estudio con la escala de control del estrés. Revista electrónica de motivación y emoción, 5, 11-12.

Renger, R. (1993). A review of the Profile of Mood States (POMS) in the  prediction of athletic success. Journal of Applied Sport Psychology, 5, 78-84.

Ruiz, M.C. y Hanin, Y.L. (2004). Athlete’s self-perceptions of optimal states in Karate: An application of the IZOF model. Revista de Psicología del Deporte, 13, (2), 229-244.

Ruiz, R. (2008). Características de personalidad en el deporte del tenis: un estudio piloto. IV Congreso Internacional y XXV Nacional de Educación Física, Córdoba, España.

Sánchez, A., González, E., Ruiz, M., San Juan, M., Abando, J., de Nicolás, L. y García, F. (2001). Estados de ánimo y rendimiento deportivo en fútbol: ¿Existe la ventaja de jugar en casa? Revista de Psicología del Deporte, 10(2), 197-210.

Sjöback, H. (1977) Psykoanalysen som livslögnsteori. Lund: Cavefors.

Skinner, N. y Brewer, N. (2002). The dynamics of threat and challenge appraisals prior to stressful achievement events. Journal of Personality and Social Psychology, 83, (3), 678-692.

Terry, P. C. (1997). The application of mood profiling with elite sport performers. En R. J. Butler (Ed.) Sport Psychology in performance, 3-32. Plenum Press

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