Análisis de las asimetrías musculares en niños en edad escolar
Análisis de las asimetrías musculares en niños en edad escolar
RESUMEN COMUNICACIÓN/PÓSTER
Objetivo: El objetivo del presente estudio fue conocer ¿cuales son las asimetrías musculares, tanto en miembros superiores, como en inferiores?, que pueden afectar a niños en período escolar, con edades comprendidas entre los 10 y los 12 años, de Vigo.
Material y métodos: Muestra: 288 niños (146 niñas y 142 niños) registrados en 5 º grado (n = 120) y 6 º grado (n = 168) de las escuelas primarias de Vigo, España. La lateralidad de manos y pies se determinó con el cuestionario Dutch Handedness Questionnaire (Van Strien, 1992) y por el cuestionario de Porac y Coren (1978). Se evaluaron ocho medidas antropométricas y cuatro pruebas de aptitud física (prensión de la mano, salto de longitud con un pie, prueba de “sit and reach” y la prueba de flexibilidad de hombros).
Resultados y discusión. Encontramos diferencias estadísticamente significativas: a) entre la fuerza de prensión de la mano derecha e izquierda en los niños y las niñas con 11/12 años y en los niños de 10/11 años de edad; b) entre el salto de longitud con el pie derecho e izquierdo en el grupo de niños de 11/12 años y de niñas con 10/11 años; c) entre la circunferencia del brazo derecho e izquierdo contraído en los niños con 10/11 años y en las niñas con 11/12 años; d) entre la circunferencia de la pierna derecha e izquierda de las niñas y los niños con 11/12 años.
Conclusiones: Es necesario establecer entre los 10 y 12 años, además de en las etapas anteriores del crecimiento, controles sobre el desarrollo de la musculatura de todo el organismo, especialmente de las extremidades, para detectar prematuramente cualquier asimetría que este teniendo lugar y establecer de esta manera, el trabajo compensatorio adaptado en el momento preciso.
Introducción
Actualmente la obesidad es considerada uno de los principales factores de riesgo para la salud mundial. Esta relacionada con el riesgo de sufrir múltiples enfermedades, las cuales parecen ser cada vez complicaciones médicas más comunes, como son: diabetes tipo 2, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias, gota y diversos trastornos musculo esqueléticos. Gran parte de la morbilidad asociada a la obesidad es más frecuente en adultos, pero muchas de las consecuencias cardiovasculares desarrolladas en estas edades están relacionadas con anomalías que se inician en la infancia, vinculadas a la obesidad infantil (Wearing, Hennig, Byrne, Steele, & Hills, 2006).
La obesidad se define como un exceso de grasa corporal o tejido adiposo en el organismo. Tras el estudio de las características fisiológicas de los niños y los adolescentes, donde se analizó la relación de los pliegues cutáneos con marcadores biomédicos como el porcentaje de lípidos en sangre y la presión arterial, se estimó como indicador de la obesidad el 30% de porcentaje de grasa corporal en niños y el 20-25% en niñas. Por consiguiente existe una diferenciación en la distribución de grasa corporal de acuerdo al sexo, a la edad e incluso a la etnia cultual, la cual es un indicador de variabilidad de estos datos de referencia, evidenciándose un menor porcentaje graso en personas de etnia negra (Sweeting, 2007).
En la actualidad la obesidad infantil representa un importante problema social y de salud pública y está ganando importancia en el escenario epidemiológico mundial. Su prevalencia ha aumentado en las últimas décadas en todo el mundo, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo a causa de los problemas de nutrición. En países en proceso de desarrollo como Brasil, el aumento de los problemas de peso en niños fue de un 240% (pasando del 3,7% al 12,6%), de ese estimación del 10% de la población infantil con problemas de peso el 25% es obesa (Enes & Slater, 2010). En países como EEUU en los últimos 30 años el aumento de los problemas de peso fue de un 62%, presentando actualmente un 12,6% de los niños de 13 años y un 10,8% de la niñas, y un 13.9% de los niños de 15 años y un 15,1% de las niñas problemas de obesidad (Merrick, Birnbaum, Kandel, & Morad, 2004). Incluso en gran parte de los países europeos ha aumentado drásticamente el porcentaje de niños obesos. Se estima que el 20% de los niños europeos presentan problemas de sobrepeso y el 4% es obeso, siendo mayor este problema epidemiológico en países como Grecia; Italia y España (Livingstone, 2001). Por lo tanto, este aumento de la obesidad infantil a nivel global es vinculado a que patologías como la hipertensión, la resistencia a la insulina, disfunción endotelial y dislipidemia, características de la enfermedad cardiovascular, son ahora comunes en niños y adolescentes obesos (Wearing et al., 2006).
Una de las características de los niños pre-púberes que presentan obesidad es la evidencia de alteraciones tanto en su estructura como en la función músculo-esquelética. La obesidad y el sobrepeso en niños y niñas suponen un mayor factor de riesgo de sufrir alteraciones estructurales como pies planos, pérdida de la alineación postural, o padecer déficits funcionales como la pérdida de equilibrio. Existen evidencias de que los niños con sobrepeso presentan peores resultados (aunque de manera no significativa), en el test de equilibrio estático en apoyo monopodal. Por consiguiente podemos suponer que la obesidad y el sobrepeso son un factor de riesgo a sufrir distintas alteraciones en los niños, como pueden ser las modificaciones de la alineación postural y las correspondientes asimetrías musculares, las cuales pueden suponer la aparición de limitaciones y patologías lesionares en un futuro.
Con el rápido aumento de la obesidad infantil a nivel global y la preocupación por la creciente prevalencia de las lesiones músculo-esqueléticas, existe una necesidad de establecer las consecuencias a largo plazo de la adiposidad en el desarrollo ontogénico de las estructuras músculo-esqueléticas en los niños y su impacto sobre la función locomotora y el posterior desarrollo de trastornos músculo-esqueléticos. Por consiguiente es de vital importancia una correcta y temprana educación en el ejercicio físico (Aguado Jódar, 2009).
La escuela y las diferentes modalidades deportivas son los primeros contactos efectivos de los niños con las actividades motoras. En los adolescentes con una vida activa, que no son atletas, es habitual encontrar diferencias antropométricas tanto de la fuerza, la flexibilidad como de la coordinación, inducidos por los deportes asimétricos y actividades escolares. Por consiguiente podemos afirmar que no sólo las diferentes actividades causan desequilibrios diferentes, sino que la práctica continúa de deportes esencialmente unilaterales (como en el caso de los atletas), tienen probablemente mayor índice de asimetría de un hemicuerpo respecto al otro. (Schell, Johnston, Smith, & Paolone, 1985).
Las asimetrías musculares no son algo exclusivo de los atletas que practican deportes esencialmente unilaterales, sino que estas pueden darse incluso en todos los niños con un nivel de actividad física normal, ya que la actitud unilateral es algo natural dentro del esquema físico al que se vincula. Por motivos obvios, esta actitud pasa inadvertida, pero independientemente de ello todas las personas de todas las edades, clases, tipos y razas, ejecutan los movimientos con más habilidad con uno de los lados del cuerpo, el cual en consecuencia, es utilizado de forma más acentuada, conduciéndonos así hacía una asimetría muscular. Por consiguiente, estas diferencias musculares que se pueden observar tanto en atletas como en no atletas, deben servir de alerta a la sociedad y principalmente a los profesores de educación física, para evitar así su aparición y las correspondiente limitaciones (Le Boulch, 1988).
El objetivo del presente estudio fue conocer ¿cuales son las asimetrías musculares, tanto en los miembros superiores como en los inferiores?, que pueden afectar a niños en período escolar, con edades comprendidas entre los 10 y los 12 años, de Vigo.
Material y métodos
Para realizar este estudio se seleccionó de forma aleatoria, una muestra de 288 niños (146 niñas y 142 niños), de edades comprendidas entre los diez y doce años. Todos ellos fueron seleccionados de los cursos de 5 º grado (n = 120) y 6 º grado (n = 168), de las escuelas primarias de Vigo, España.
El protocolo de evaluación seguido en este estudio fue aplicado a todos los sujetos, el cual se efectuó en tres fases estandarizadas:
- En la primera fase, se aplicaron los cuestionarios relativos a la lateralidad de las manos y los pies de cada niño. Para determinar la lateralidad de las manos se aplicó a cada sujeto el cuestionario de preferencia manual “DHQ” (The Dutch Handedness Questionnaire), preparado por Van Strien (1992). Este es un cuestionario compuesto por diez ítems, los cuales se corresponde con un grupo de actividades de la vida cotidiana y mediante los cuales se pretende determinar la mano de preferencia a la hora de realizarlas (derecha, izquierda o ambas). Para valorar la lateralidad de los pies (lado del pie dominante) se aplicó el cuestionario de Coren y Porac (QCP-1978), el cual utiliza cuatro conjuntos, de cuatro elementos cada uno, para estimar los cuatro índices de preferencias laterales correspondientes a las manos, pies, ojos y oídos.
- En la segunda fase, se evaluaron los perímetros musculares de cada sujeto, para ello se midió el perímetro del brazo derecho sin contracción y con contracción, el perímetro del brazo izquierdo sin contracción y con contracción; el perímetro del cuádriceps crural de la pierna derecha y la izquierda; y el perímetro del gemelo de la pierna derecha e izquierda.
- En la tercera fase se aplicaron cuatro pruebas de actividad física:
– Valoración de la fuerza de prensión palmar de la mano derecha e izquierda, con un dinamómetro (Jamar Hydraulic Hand Dynamometer, Sammons Preston, Bolingbrook, Illinois, USA).
– Test Sit & Reach, para medir la flexibilidad de los sujetos (concretamente de la espalda baja, los extensores de cadera y los flexores de rodilla).
– Prueba de flexibilidad de los hombros (Fitnessgram), en la cual le pedimos a los sujetos que unan las puntas de los dedos de ambas manos en la espalda, flexionando el brazo sobre el hombro mientras el brazo opuesto se pasa por detrás a la altura del codo en forma diagonal, esta prueba se debe realizar en ambos lados (derecho e izquierdo)
– Prueba de salto de longitud “Standing Long Jump Test” adaptada a un solo pie (batería Eurofit pruebas de fitness, 1995).
Procedimientos estadísticos. Se analizó la media, desviación estándar, test de Shapiro-Wilk, prueba de chi-cuadrado de Pearson, prueba de correlación de Spearman para medidas independientes y el test de intervalos de Wilcoxon. El nivel de significación estadística se estableció en p <0,05.
Resultados y discusión
Tras el análisis estadístico de los datos obtenidos nos encontramos con los siguientes resultados, los cuales agrupamos según su p valor en estadísticamente significativos o no significativos:
- existen diferencias estadísticamente significativas entre la fuerza de prensión de la mano derecha e izquierda en los niños y las niñas con 11/12 años (p<0,05).
- existen diferencias estadísticamente significativas entre la fuerza de prensión de la mano derecha e izquierda en los niños de 10/11 años. En el caso de las niñas con este rango de edad existen diferencias, pero no son estadísticamente significativas (p>0,05).
- se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre el salto de longitud con el pie derecho e izquierdo en el grupo de chicos de 11/12 años (p<0,05). En el caso de las niñas con este rango de edad existen diferencias, pero no son estadísticamente significativas (p>0,05).
- se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre el salto de longitud con el pie derecho e izquierdo en el grupo de niñas con 10/11 años. En el caso de los niños con este rango de edad existen diferencias, pero no son estadísticamente significativas (p>0,05).
- existen diferencias estadísticamente significativas entre la circunferencia del brazo derecho e izquierdo contraído en los niños con 10/11 años y en las niñas con 11/12 años.
- existen diferencias estadísticamente significativas entre la circunferencia de la pierna derecha e izquierda tanto en las niñas como en los niños con 11/12 años, tanto a nivel de los cuádriceps crurales como de los gemelos. En el caso de los niños y niñas pertenecientes al grupo de edad de 10/11 años no se evidencia esta significancia.
En la siguiente tabla (Tabla 1) se muestra de forma visual los resultados obtenidos en las siguientes pruebas: test de fuerza de prensión palmar de la mano derecha e izquierda; prueba de salto de longitud “Standing Long Jump Test” adaptada a un solo pie; perímetro del brazo derecho e izquierdo en contracción y perímetro de la pierna derecha e izquierda a nivel del cuádriceps crural y los gemelos. Por consiguiente, se expone si existen diferencias estadísticamente significativas (p<0,05) o no significativas (p>0,05) entre las extremidades derechas e izquierdas de los niños y niñas respecto a cada prueba.
Tabla 1. Resultados de las pruebas aplicadas a los escolares por género y edad.
Tabla 1. Análisis de las asimetrías musculares en niños en edad escolar
Podemos observar como indiferentemente del sexo de los sujetos o de la edad de los mismos existe una predisposición a la asimetría funcional y estructural de sus extremidades.
Conclusiones
Los niños y niñas con edades comprendidas entre los diez y los doce años presentan de forma significativa asimetrías musculares en sus extremidades, así como alteraciones de la fuerza y la capacidad de salto de una extremidad respecto a otra. Esta alteración del esquema corporal puede suponer una patología y una limitación de la capacidad funcional en el futuro. Por lo tanto, es necesario que en los niños y niñas con edades de 10 a 12 años, además de en las etapas anteriores del crecimiento, establecer controles sobre el desarrollo de la musculatura de todo el organismo, especialmente de las extremidades, para detectar prematuramente cualquier asimetría que está teniendo lugar y establecer de esta manera, el trabajo compensatorio adaptado en el momento preciso para evitar futuros problemas.
Bibliografía
- Aguado Jódar, X. (2009). ¿Afecta el sobrepeso a la huella plantar y al equilibrio de niños en edad escolar?Apunts.Medicina De l’Esport, 45(165), 9.
- Enes, C. C., & Slater, B. (2010). [Obesity in adolescence and its main determinants].Revista Brasileira De Epidemiologia = Brazilian Journal of Epidemiology, 13(1), 163-171.
- Le Boulch, J. (1988). A educação pelo movimento: Psicocinética na idade escolar (C. E. Reis Trans.). (3ª Ed ed.). Porto Alegre: Artes Médicas.
- Livingstone, M. B. (2001). Childhood obesity in europe: A growing concern.Public Health Nutrition, 4(1), 109-116.
- Merrick, J., Birnbaum, L., Kandel, I., & Morad, M. (2004). Obesity and adolescence. A public health concern. International Journal of Adolescent Medicine and Health, 16(4), 387-388.
- Schell, L. M., Johnston, F. E., Smith, D. R., & Paolone, A. M. (1985). Directional asymmetry of body dimensions among white adolescents. American Journal of Physical Anthropology, 67(4), 317-322.
- Sweeting, H. N. (2007). Measurement and definitions of obesity in childhood and adolescence: A field guide for the uninitiated. Nutrition Journal, 6, 32-32.
- Wearing, S. C., Hennig, E. M., Byrne, N. M., Steele, J. R., & Hills, A. P. (2006). The impact of childhood obesity on musculoskeletal form. Obesity Reviews: An Official Journal of the International Association for the Study of Obesity, 7(2), 209-218.
Agradecimientos
A todos los alumnos participantes y a los colegios de Vigo, que nos permitieron realizar las mediciones.