Análisis de los motivos para la práctica del piragüismo en jóvenes escolares
Análisis de los motivos para la práctica del piragüismo en jóvenes escolares
Resumen
El propósito de nuestro estudio fue examinar las motivaciones por las cuales los niños y adolescentes practican o practicarían piragüismo. El objeto de nuestro estudio fue el análisis de las diferentes motivaciones para el inicio y la continuidad de su práctica en sus clubes de referencia después de haber sido aplicadas varias sesiones y unidades didácticas para su promoción en los centros escolares. Se estudiaron 254 alumnos/as de 4º de primaria a 4º de la ESO, aunque una vez depurados los datos “mising” la muestra estuvo formada por 239 sujetos, con edades comprendidas entre los 9 y 17 años que completaron la versión en castellano del BREQ-2 “Escala de regulación de la conducta en el ejercicio físico” de Markland y Tobin (2004) y un cuestionario basado en la versión en castellano del “Participation Motivation Inventory” (Gill y cols 1983) al cual le añadimos ítems relacionados con características propias de los deportes náuticos. Los resultados muestran que solo el 55,2% de los sujetos practican deporte federado siendo las diferencias por género muy marcadas ya que de ellos el 73,5% son varones y el 36,5% mujeres. El fútbol es el deporte más practicado. Hemos encontrado diferencias en cuanto a la maotivación, mostando aquellos que paractican deporte unos niveles más altos de motivación (algo lógico) y en cuanto a la edad nos encontramos que a mayor edad va disminuyendo esa motivación hacia la práctica física deportiva. No encontramos diferencias en cuanto a la motivación por deportes.
1.INTRODUCCIÓN:
A pesar de que numerosos estudios revelan que la práctica de actividad físico-deportiva moderada posee unos efectos positivos sobre la salud innegables, tanto a nivel físico como psicológico (American College of Sports Medicine, 2000) el sedentarismo se está configurando como un importante problema en la infancia y en la adolescencia (Blasco, 1994). Aunque se da por supuesto que los niños ya realizan actividad física en la escuela, en sus clases de educación física, y que por lo tanto ya podríamos hablar de una niñez y 1ª adolescencia activa, esta suposición no está apoyada por la investigación empírica. Los datos procedentes de numerosos estudios informan que la actividad física realizada en el colegio, por sí sola, no es suficiente para promover beneficios saludables óptimos. Esto es debido a que los niños durante sus clases de educación física no dedican el tiempo suficiente a practicar actividad física (Castillo, Balaguer y Tomás, 1997). Parcel y cols. (1987) encontraron que en una clase de 30 minutos de educación física, sólo se dedicaban 2 minutos a una actividad vigorosa. Por lo tanto, las clases de educación física son necesarias aunque no suficientes para mantener a nuestros niños/adolescentes saludables (física, psicológica y social); es por ello por lo que deben complementar la actividad realizada en el colegio con más actividad física a realizar fuera del colegio. Esto ha llevado a algunos investigadores a diferenciar entre práctica de actividades físicas dentro y fuera del colegio (Wold, 1995). Los trabajos que han estudiado los predictores de la actividad física han estructurado el análisis entre factores personales, sociales y ambientales (Sallis, et al. 1992). Como factor personal más destacado se encuentra que la percepción de la competencia física o deportiva está asociada positivamente con la actividad física practicada por los niños y los adolescentes (Moreno, 1997). La intención de ser activo en el futuro ha sido relacionado consistente y positivamente con la práctica de actividad física (Biddle y Goudas, 1996). Otros factores personales, tales como la salud percibida y la forma física percibida, han mostrado ser importantes predictores de la participación de los niños en actividades físicas (Moreno, 1997). Entre los factores sociales recogidos en la literatura destacan, la práctica de actividad física de los otros significativos ya que se considera un predictor importante de la actividad física entre la gente joven (Van Der Horst y cols. 2007). La práctica de actividad física de los padres, de los amigos y de los hermanos está positivamente asociada con la práctica de actividad física de los adolescentes (Sallis et al., 2000; Wuerth, Lee y Alfermann, 2004) Además, la facilidad para hacer amigos, tanto dentro como fuera de la escuela y la frecuencia semanal de estar con los amigos después del colegio, han aparecido asociadas con la práctica deportiva del adolescente (Wold et al. 1994). El acceso a instalaciones deportivas ha sido considerado un factor ambiental que está positivamente relacionado con la práctica de actividad física de los jóvenes de todas las edades (García, 2006; Zakarian y cols. 1994), Castillo y Balaguer (1998) encontraron que ser miembro de algún club deportivo está fuertemente asociado con altos niveles de práctica de actividad física en niños y adolescentes. Diversos estudios indican que los predictores de la práctica de actividad física difieren substancialmente según el género y se señala la necesidad de estudiarlos en los diferentes subgrupos de la población entre hombres y mujeres (Brustad, 1996). En la búsqueda de explicaciones tanto de la práctica deportiva como del abandono de ésta se han propuesto diferentes teorías o modelos, cada cual enfatizando variables y mecanismos diferentes. Algunas teorías han enfatizado el aspecto psicológico o individual del sujeto, mientras que otras han reparado más en el componente social, vinculado al medio donde se desenvuelve el sujeto (Chillón, 2005). Muchos de estos modelos han sido desarrollados para adultos siendo luego extrapolados y aplicados a niños y adolescentes lo cual, para algunos autores, representa un error (Welk, 1999). Investigadores como Smith y Biddle (1999), Hagger y cols. (2001) coinciden en señalar las teorías y modelos sociocognitivos como los más relevantes a la hora de explicar las conductas relacionadas con la salud y la actividad física. Los más difundidos son el modelo de Creencia de Salud de Maiman y Becker (1974), el modelo de la Teoría de la Conducta Planificada de Ajzen (1991), el modelo de Autoeficacia de Bandura (1986), el modelo Transteórico de Prochaska y DiClemente (1982), el de Participación en Actividad Física de Sonstroem (1988) o el Modelo de Conducta de Ejercicio, de Noland y Feldman (1984). Paralelamente a estos modelos generales, otros autores han planteado teorías que tratan de explicar el fenómeno de socialización de la práctica deportiva (Lewko Greendorfer 1988), estudiando la influencia que ejerce la familia, los pares y la escuela en el ámbito del deporte. En particular, varias investigaciones concluyeron que los niños y los adolescentes son más propensos a ser físicamente activos cuando sus padres y sus amigos participan en actividades físico-deportivas de forma regular (Piéron 2002), les impulsan a practicar (Biddle y Goudas 1996) o incluso cuando practican deporte con ellos (Shropshire y Carroll 1997). Un análisis efectuado de la literatura publicada entre 1970 y 1998, realizado por Sallis, Prochaska y Taylor (2000), constatan una asociación significativa entre actividad física, el apoyo de los padres y/o de otras personas representativas para el sujeto, como sus hermanos y hermanas. Otro estudio de revisión efectuado sobre publicaciones más recientes (1998-2005), realizado por Van Der Horst y cols. (2007), sirvió para poner de relieve también las influencias de la familia y los amigos en la práctica deportiva. Trabajos recientes como el de Romero, Garrido y Zagalaz (2009), han recalcado también que el hecho de llevar a un niño al club deportivo, de hacerlo socio y apoyarlo son factores que propiciarán la práctica de actividades físico-deportivas. Esta aproximación considera que para que los jóvenes deportistas mantengan o aumenten su motivación hacia la práctica deportiva, debería llegar a conocerse cuáles son los motivos que les llevan a practicar deporte, en nuestro caso piragüismo. Precisamente el interés por conocer los motivos que llevan a los jóvenes a practicar deporte ha preocupado a gran número de autores que han diseñado investigaciones para identificarlos, sin embargo en la literatura no hemos encontrado estudios sobre piragüismo. Está quedando claro, a raíz de las investigaciones más recientes, que los jóvenes deportistas se acercan más al deporte por motivos intrínsecos que extrínsecos (Villamarín y cols., 1998), así como la existencia de una clara relación entre la motivación y el rendimiento (García y Llames, 1992). Gill y cols. (1983), Gould y cols. (1985), Balaguer y Atienza (1994), González y cols. (2000) y García (2006) destacan que los motivos son bastante similares para practicar diferentes deportes, así los más destacados y comunes serían: “mejorar el nivel”, “estar físicamente bien”, “divertirme”, “hacer ejercicio”, “mantenerse en forma”, “aprender nuevos movimientos o habilidades”, y “hacer nuevos amigos”. Otros motivos valorados como menos importantes fueron: “satisfacer a padres o amigos”, “ser importante y popular” y “sentirse importante” (Balaguer y Atienza, 1994; Villamarín y cols. (1998); “ser famoso”, “sentirse importante”, “aceptar desafíos” y “eliminar tensión” (López y Márquez, 2001). En cuanto a las investigaciones que tienen como base teórica el clima motivacional tarea-ego (Roberts, 2001), destacar que, en general, los motivos que llevan a los niños a practicar deporte están orientados más hacia “la tarea” (se potencia el esfuerzo y destaca el dominio de la tarea y la mejora personal) y no a los resultados. Los niños practican por aprender, por divertirse, por estar en forma, por hacer nuevos amigos, por mejorar; mientras que los motivos orientados al ego se fomenta la comparación social y enfatiza la habilidad normativa tales como: los resultados, ganar, ser importante o popular, hacer aquello en lo que destacan, Por otro lado las recompensas quedan en un lugar más secundario, sobre todo en las niñas (Klint y Weiss, 1987; Lázaro y cols., 1996). Es decir, los resultados de estos estudios dejan claro que los jóvenes se acercan más al deporte por motivos intrínsecos que extrínsecos. Por ello los entrenadores de equipos de iniciación deportiva, para satisfacer las demandas de los jóvenes, habrán de hacer hincapié en el desarrollo y mejora de habilidades básicas y específicas, así como en la diversión, dentro de sus programas de iniciación y entrenamiento. Debe ser competencia de todos aumentar los niveles e intensidad de la práctica de la actividad física de nuestros jóvenes en particular y de la población en general. Para ello debemos capacitar y formar a todos aquellos que tienen alguna responsabilidad directa con la población diana para así aumentar los índices de adherencia a la actividad física y al deporte; para ello sólo deben poseer el dominio técnico-táctico de la actividad concreta, sino también la capacidad para motivar a las personas y ayudarlas a descubrir y dirigir adecuadamente su motivación. Por tanto, el éxito profesional requiere poseer de conocimientos y una comprensión profunda de los factores motivacionales que dirigen la conducta y por otro de poseer los procedimientos y estrategias para crear un clima adecuado y positivo para aumentar la efectividad en el propio individuo y en los grupos El objetivo de este estudio ha sido, por un lado, construir un cuestionario para investigar los motivos que son más significativos para que los alumnos/as de 4º, 5º y 6º de primaria y 1º, 2º, 3º y 4º de la ESO se involucren en la práctica del piragüismo como deporte extraescolar, es decir, examinar a nivel descriptivo las razones que determinan o podrían determinar la elección del piragüismo como actividad deportiva principal. Y por otro lado medir el nivel motivacional para la realización de la práctica deportiva en general. En ambos estudios pretendemos averiguar si existen diferencias entre géneros.
2. MÉTODO
Muestra
La muestra está compuesta por 254 escolares, aunque realizada la depuración “mising” la muestra resultante ha sido de 239 sujetos pertenecientes a los colegios públicos de Catoira, Pontecesures y Pontedeume (Galicia) con edades comprendidas entre los 9 y los17 años (M=12,33; D.T.=1,76). De la muestra 118 hombres y 121 mujeres. Todos los alumnos/as han participado en algún programa de promocióniniciación del piragüismo a través de sesiones programadas en sus centros educativos.
Instrumento
Uno de los cuestionarios utilizados en esta investigación está basado en la versión en castellano del “Participation Motivation Inventory” (Gill y cols 1983) presentada por González y cols. (2000) al cual le añadimos ítems relacionados con características propias de los deportes náuticos “Me gusta relacionarme con la naturaleza” “Me gusta la flora, fauna y paisaje del río”, otros ítems relacionados con el atractivo físico “Me gusta tener un cuerpo atractivo y esbelto” “Me gusta tener un cuerpo atlético con tono muscular” e ítems relacionados con la influencia del profesor “Me lo sugiera mi profesor/a de Educación Física” . En este cuestionario los sujetos han de valorar la importancia de una serie de motivos por los cuáles practican o practicarían piragüismo. Para cada uno de los 39 ítems los sujetos responden si están “totalmente en desacuerdo “,”En Desacuerdo”, “Ni de acuerdo ni en desacuerdo”, “ De acuerdo” y “Totalmente de Acuerdo”. El otro instrumento utilizado fue el Cuestionario de Regulación de la Conducta en el Ejercicio Físico-2 (BREQ-2), versión traducida al español (Moreno, Cervelló, y Martínez, 2007) del instrumento denominado Behavioral Regulation in Exercise Questionnaire-2 (BREQ-2; Markland y Tobin, 2004). Dicho cuestionario está compuesto por un total de 19 ítems, contemplando cinco factores que representan diferentes tipos de motivación. Desde el grado mayor de determinación, los tipos de motivación quedan ordenados del siguiente modo: regulación intrínseca (cuatro ítems; ej. “Yo practico Ejercicio Físico o Deporte porque creo que es divertido”); regulación identificada (cuatro ítems; ej. “Yo practico Ejercicio Físico o Deporte porque valoro los beneficios que tiene”); regulación introyectiva (cuatro ítems; ej. “Yo practico Ejercicio Físico o Deporte porque me siento culpable cuando no lo practico”); regulación externa (tres ítems; ej. “Yo practico Ejercicio Físico o Deporte porque los demás me dicen que debo hacerlo”) y desmotivación (cuatro ítems; ej. “no veo por qué tengo que practicar Ejercicio Físico o Deporte porque”); todos los ítems se responden a través de una escala tipo Likert cuyo rango va desde el valor 0 (nada verdadero) a 4 (totalmente verdadero). Procedimiento de recogida de datos La recogida de datos se realiza mediante un cuestionario anónimo que se autocumplimenta en clase de educación física por los alumnos en la propia clase y durante un período aproximado de una hora. Durante la administración de los cuestionarios el profesor/a de educación física está presente.
Análisis de los datos. Descriptivos por practica deportiva: De los 239 sujetos 132 (55,2%) practican algún deporte federado (6 practican dos) y 107 (44,8%) no practican Diferencias por género. Hemos encontrado diferencias significativas en cuanto al género ya que el 76,5% son chicos y el 36,5% son mujeres lo que viene a mostrar el gran trabajo a realizar para la incorporación de la mujer al ámbito deportivo.
Tabla 1. Por Género y deporte
Sin duda el fútbol es el deporte con mayor arraigo social, seguido del piragüismo y baloncesto. La instauración de la unidades didácticas en los centros educativos es fundamental para la captación temprana de los alumnos/as y su incorporación posterior a los clubes de piragüismo tal y como se puede comprobar
Tabla 2. Resultados Breq-2
Contenido disponible en el CD Colección Congresos nº 18
No hemos encontrado diferencias en cuanto la género, es decir presentan el mismo nivel de motivación
Tabla 4. Practican deporte federado vs no practican
Hemos encontrado diferencias Significativas en cuanto a la Motivación. Intrínseca (t=5.31, p menor que0.001) y la Regulación Identificada t=3.97, p menor que0.001), es decir, aquellos sujetos que practican deporte presentan unos niveles de autorregulación intrínseca e identificada mayores que los que no practican, así pues, los sujetos que practican deporte se divierten o consideran que el deporte es importante para su vida (salud, relaciones sociales) mostrará más interés, emociones positivas, estados psicológicos óptimos (flow), concentración, esfuerzo, rendimiento y, ante todo, intenciones de seguir practicando.
Tabla 5. Edad (de 8 a 12 versus 13-17 años)
Hemos dividido la muestra en dos grupos, un primer grupo formado por los alumnos/as de primaria (N=136) con edades comprendidas entre los 8 y 12 años y un segundo grupo formado por los alumnos/as de la ESO (N=102) con edades comprendidas entre los 13 y 17 años. Hemos encontrado diferencias significativas para la Motivación Intrínseca (t=3.63, p menor que0.001) y Regulación Identificada (t=2.29, p menor que0.05) y para la desmotivación (t=-2.056, p menor que 0.001); es decir los alumnos/as de primaria presentan una motivación más alta para la práctica deportiva que los de secundaria. Esto corrobora estudios de Nuviala y Nuviala (2003) en la misma línea, constataron una diferencia de un 18 % entre los practicantes de Primaria y de Secundaria en la Provincia de Huelva.
Tabla 6. DEPORTE QUE PRACTICAN (Fútbol-Baloncesto-Piragüismo)
No hemos encontrado diferencias significativas en cuanto al tipo de deporte practicado, es decir, los sujetos presentan unos niveles de motivación altos en los tres deportes más practicados. Un deportista que practica porque se divierte o porque considera el deporte importante para su vida (salud, relaciones sociales) mostrará más interés, emociones positivas, estados psicológicos óptimos (flow), concentración, esfuerzo, rendimiento y, ante todo, intenciones de seguir practicando. Mientras que, la motivación menos autodeterminada puede provocar aburrimiento (Ntoumanis, 2001), infelicidad (Standage et al. 2005) y abandono deportivo (Sarrazin y cols., 2002). MOTIVOS PARA LA PRÁCTICA DEL PIRAGÜISMO: Basándonos en el cuestionario basado en la versión en castellano del “Participation Motivation Inventory” (Gill y cols 1983) presentada por González y cols. (2000) al cual le añadimos ítems relacionados con características propias de los deportes náuticos “Me gusta relacionarme con la naturaleza” “Me gusta la flora, fauna y paisaje del río”, otros ítems relacionados con el atractivo físico “Me gusta tener un cuerpo atractivo y esbelto” “Me gusta tener un cuerpo atlético con tono muscular” e ítems relacionados con la influencia del profesor “Me lo sugiera mi profesor/a de Educación Física” . En este cuestionario los sujetos han de valorar la importancia de una serie de motivos por los cuáles practican o practicarían piragüismo. Para cada uno de los 40 ítems los sujetos responden si están “totalmente en desacuerdo “, ”En Desacuerdo”. Realizado un análisis factorial exploratorio, utilizando para la extracción el método de Componentes Principales y una rotación varimax, como resultado se extajeron 7 factores que explicaban conjuntamente un 64,02% de la varianza total de los datos. Además la consistencia de la escala en su conjunto fue muy elevado (Alfa cronbach=0,956).
Tabla 6. Gente que prectica piragüismo según las siguentes circusntancias
3. DISCUSIÓN
Es de destacar la escasa participación de las mujeres en la práctica física deportiva, lo cual corrobra otros estudios (Castillo y Balaguer, 1997; Nuviala y Nuviala, 2003) sólo una de cada 3 realizan actividad física o deporte, cifra que baja en la adolescencia. La captación debe realizarse en la edad anterior a la pubertad/adolescencia (menos de 12 años), ya que tal y como podemos comprobar la motivación para la realización de actividad física o deportiva baja conforme aumenta la edad. La incorporación a los clubes deportivos de su entorno es fundamental para que influye en una mayor práctica deportiva y de ejercicio físico intenso, tanto en el grupo de los chicos como en el de las chicas (García et al. 1995; Sallis et al. 1992; Zakarian et al. 1994). Las motivaciones para la práctica del piragüismo son distintas a otros deportes, siendo las más destacadas las relacionadas con “estar en forma” “tener un cuerpo esbelto” y por supuesto que les gusten los deportes naúticos. Destacar finalmente la poca influencia que el profesor/a de educación física tiene en principio en la elección del deporte a practicar.
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