Aplicación de contenidos rítmico-expresivos en educación física. Aspectos metodológicos
Resumen
La Educación Física no se reduce exclusivamente a aspectos perceptivos y motrices, sino que implica otros de carácter cognitivo, expresivo, comunicativo y afectivo. En general, las posibilidades comunicativas, creativas, recreativas y sociales que derivan del tratamiento de la danza como agente educativo de la Expresión Corporal, justifican la importancia de trabajar este contenido en el marco escolar de la Educación Física actual. Se puede afirmar que la danza es una manifestación expresiva que presenta amplias posibilidades para la formación del alumnado desde un punto de vista integrador (plano físico, intelectual y emocional). Sin embargo, es un recurso que generalmente se desaprovecha por desconocer su inmenso valor.
El trabajo que se desarrolla a continuación tiene el propósito de contribuir a que el profesorado utilice la danza como contenido rítmico-expresivo en las clases de Educación Física. De esta forma, y para facilitar la intervención didáctica del docente en el aula, se presenta una propuesta danzada en la que se incluyen aspectos metodológicos fundamentales tales como la selección de la música, la elaboración de los pasos de baile, la organización del grupo y el desarrollo de la capacidad creativa.
Fundamentación teórica
La Educación Física es un proceso educativo que emplea la actividad física como medio para el desarrollo óptimo y bienestar del individuo (Wuest y Bucher, 1999). No se trata de un mero aprendizaje de movimientos, sino de un camino hacia la educación total de la persona que utiliza el movimiento como agente pedagógico. Así, se puede afirmar que la Educación Física no se reduce exclusivamente a aspectos perceptivos y motrices, sino que implica otros de carácter cognitivo, expresivo, comunicativo y afectivo (Viciana y Arteaga, 2004). Las posibilidades comunicativas, creativas, recreativas y sociales que derivan del tratamiento de la danza como agente educativo de la Expresión Corporal, justifican la importancia de trabajar este contenido en el marco escolar de la Educación Física actual. Sin embargo, es un recurso que generalmente se desaprovecha por desconocer su inmenso valor.
En un contexto educativo, el trabajo de danza permite coordinar destrezas físicas, actividad intelectual y expresión de emociones y sentimientos. De esta forma, Cuellar (1996) define danza como un lenguaje del cuerpo y a la vez una actividad motriz que combina armoniosamente en el espacio movimientos que una audición musical crea y ordena. Se hace necesario destacar que el concepto de danza se puede definir desde distintos puntos de vista o distintas dimensiones: artística, terapeútica, educativa y recreativa (Batalha, 1999). Desde una perspectiva pedagógico-terapeútica, la danza se entiende como un lenguaje no verbal del cuerpo que se expresa a través de vivencias profundas (Fux, 2007). Como una de las formas de arte y de expresión más antiguas de la humanidad, la danza recoge los elementos plásticos de los movimientos utilitarios de los hombres y sus grandes posturas corporales para combinarlos en una composición coherente y dinámica animada por el espíritu (Marrazzo, 1975).
En general, se ha revisado como el desarrollo de contenidos rítmico-expresivos incide positivamente en la salud y calidad de vida de los adolescentes: (1) permite el desarrollo y mejora de la condición física; (2) favorece la interacción e integración social; (3) facilita la liberación de tensiones; (4) canaliza el estrés y (5) ayuda en el desarrollo de la capacidad creativa (Fructuoso y Gómez, 2001). Por otro lado, Padilla y Hermoso (2003) recogen que la danza, además de permitir un trabajo para la educación del cuerpo y del movimiento, abre el camino hacia el desarrollo de la creatividad, la relación entre compañeros, el conocimiento de uno mismo, el conocimiento de otras culturas y el desarrollo de la capacidad expresiva. En un contexto educativo, estos mismos autores (Padilla y Hermoso, 2003) proponen un modelo de danza divergente donde la creatividad, el juego y la socialización predominen sobre el modelo (la técnica), la repetición y la memorización de patrones de movimiento.
La danza como agente educativo de la Expresión Corporal dentro de la Educación Física actual
En este apartado se van a destacar dos aspectos fundamentales: las características del proceso de enseñanza-aprendizaje de cualquier tipo de danza o baile y la danza como interpretación intencional de un ritmo o de una música.
En primer lugar, el proceso de enseñanza-aprendizaje de cualquier tipo de danza o baile se caracteriza fundamentalemente por tres aspectos: la sencillez, una metodología de enseñanza expresiva y la utilización del juego como elemento motivador y facilitador del aprendizaje (Castañer, 2000; Montávez y Zea, 1998; Ordás et al., 2010; Viciana y Arteaga, 2004).
- La sencillez en el proceso de enseñanza-aprendizaje de cualquier tipo de danza o baile, se refiere tanto a los movimientos que constituyen la danza (pasos de baile) como a la organización y evolución del grupo (Viciana y Arteaga, 2004).
- Una metodología de enseñanza expresiva es aquella que permite al alumnado utilizar sus propios recursos expresivos, desarrollar su capacidad creativa, implicarse en su proceso de aprendizaje y socializarse en el aula (Castañer, 2000; Ordás et al., 2010; Montávez y Zea, 1998).
- Cuando se baila (al igual que cuando se realiza cualquier otra actividad motriz), cuerpo, espacio y tiempo se convierten en elementos que interactúan entre sí de una forma simultánea (Viciana y Arteaga, 2004). De esta forma, para que el juego se convierta en un elemento motivador y facilitador del aprendizaje en un contexto educativo, las propuestas danzadas del profesorado tienen que permitir al alumnado jugar con el cuerpo, el espacio de baile, la música y los compañeros/as (Montávez y Zea, 1998).
Entre el cuerpo y la música, se establece un elemento común: el movimiento; una medida común: el tiempo y una forma común de expresión: el ritmo. El elemento rítmico es el resultado de nuestra capacidad de organizar los diferentes materiales sonoros en función de su intensidad dentro del factor tiempo (Catañer, 1988). El ritmo permite ordenar el cuerpo en el tiempo y en el espacio de una forma simultánea.
Una de las actividades que desarrolla de forma especial el sentido rítmico, es la danza. La danza se puede entender como la interpretación intencional de un ritmo o de una música (Ortiz, 2008). De esta forma, para trabajar con la formación de estructuras coreográficas adaptadas a una música, los profesionales de cualquier ámbito de la Actividad Física y el deporte, deben conocer y aprender a utilizar correctamente los elementos básicos del ritmo (Ortiz, 2008):
- Pulsos: son los tiempos o pulsaciones regulares sobre los que cobra vida el ritmo. El ritmo base de una melodía corresponde a la sucesión continua e ininterrumpida de pulsos.
- Acentos: son las pulsaciones que destacan en intensidad y se repiten de forma periódica dentro del conjunto de pulsaciones.
- Tempo: es la frecuencia media del pulso musical (número de pulsaciones de una melodía en un minuto). Este elemento rítmico determina la velocidad a la que deben ejecutarse los movimientos que conforman cualquier forma danzada o baile.
- Frase musical: es otro elemento fundamental para la construcción de coreografías que deriva de la utilización de los tres anteriores. Se define como la agrupación de ocho tiempos o pulsos seguidos, donde el primer pulso estaría acentuado.
- Compás: es la métrica del ritmo. Se trata del elemento rítmico más específico y menos necesario para trabajar el contenido danza en un contexto educativo. No obstante, es recomendable utilizar músicas con métricas sencillas (compases binarios y cuaternarios) que permitan al alumnado identificar el ritmo base de la música (los pulsos) de una forma fácil y rápida.
En danza, la música es fuerza motivadora que potencia la sensibilidad hacia el ritmo y la Expresión Corporal, genera el placer de ejecución del movimiento y provoca la atención por la estética del mismo. De esta forma, se puede afirmar que la música es un instrumento pedagógico importante en el tratamiento de la motricidad y ofrece un buen repertorio de valores didácticos. No puede reducirse a la sola función de soporte rítmico del movimiento, sino que hay que saber explotar toda su riqueza si es que se la considera forma de complementación y organización del medio educativo. La presencia de la música debería de considerarse como una forma de organización del medio sonoro, que se introduce como variable que permite jugar con una gama mayor de factores que se desprenden tanto de la riqueza intrínseca de la música como del repertorio musical empleado.
Danzas de animación/presentación. Aspectos metodológicos
En general, las danzas de animación/presentación persiguen trabajar la cohesión de grupo permitiendo una relación positiva entre los miembros. Dicho de otro modo, la ejecución de la danza tiene por objeto que el grupo se conozca, se relacione y se comunique. Además, la simplicidad en cuanto a los pasos de baile y a la organización-evolución del grupo (precisamente para que pueda darse esa comunicación e interacción entre los miembros) hace que cualquier persona, con unas nociones rítmicas básicas, pueda trabajar con este tipo de danzas.
En las clases de Educación Física, las danzas de animación/presentación permiten: (1) iniciar al alumnado en el trabajo de danza como contenido rítmico-expresivo de una forma sencilla, socializadora y lúdica; (2) incidir positivamente en el trabajo de socialización en el aula y cohesión de grupo y (3) implicar al alumnado en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la danza desarrollando su capacidad creativa.
Para facilitar la intervención didáctica del docente en el aula, se desarrollan una serie de aspectos metodológicos relacionados con la selección de la música, la elaboración de los pasos de baile, la organización del grupo y el desarrollo de la capacidad creativa.
Selección de la música: criterios rítmico y motivacional
1. Criterio rítmico: – Pulsos y acentos bien marcados de forma que el alumnado no tenga problemas para discriminar las frases musicales. – En cuanto al tempo, es conveniente que no sea ni demasiado lento ni demasiado rápido (p.e. entre 130 y 150 ppm). Trabajar con tempos muy rápidos, puede aumentar en exceso la intensidad del trabajo físico y/o la dificultad en la ejecución de los pasos de baile (velocidad demasiada alta). Por el contrario, tempos demasiados lentos, pueden resultar desmotivantes y dificultar igualmente la ejecución de los pasos de baile (velocidad demasiado baja). – Coreografiar entre cuatro y ocho frases musicales según nivel del grupo. Hay que tener en cuenta que cuanto más larga sea la coreografía, más pasos tendrá que memorizar el alumnado y mayor dificultad en el aprendizaje.
2. Criterio motivacional: – La música tiene que cumplir el objetivo de activar y animar al movimiento. Para ello resulta muy interesante utilizar música adecuada a las edades del grupo con el que trabajemos. – Utilizar música recopilada en pista única. De esta forma conseguiremos que las dinámicas tengan una continuidad en el tiempo y mantengan el nivel de activación del grupo.
Elaboración de los pasos de baile: tipo y ejecución de movimientos
1. Tipo de movimientos: los movimientos o pasos que constituyen el baile tienen que ser sencillos. A modo de ejemplo, se pueden utilizar juegos de palmas, habilidades básicas como giros, saltos, desplazamientos hacia delante o hacia atrás, saludos con las manos, pasos de aeróbic (caja, viña, uve…), etc.
2. Ejecución de movimientos: – No enseñar más de dos movimientos o pasos por frase musical. – La pareja ejecutará los pasos de baile de forma simultánea. – La pareja ejecutará los pasos de baile con idéntica lateralidad.
Organización y evolución del grupo: organización inicial y tareas danzadas
1. Organización inicial: todo el grupo en parejas enfrentadas que estarán ubicadas libremente por el espacio de baile. La pareja que enseñará la danza (profesor/a-alumno/a) se situará en una posición destacada fuera del grupo.
2. Tareas danzadas
Tarea 1: – Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje de la danza, el alumnado contará en voz alta los tiempos que dura cada frase musical. El conteo permitirá al alumnado interrelacionar ritmo musical con ritmo corporal. – En primer lugar, las parejas aprenderán la danza sin música y con una estrategia en la práctica analítica: paso/s de la primera frase musical (1); paso/s de la segunda frase musical (2); 1 + 2; paso/s de la tercera frase musical (3); 1 + 2 + 3; paso/s de la cuarta frase musical (4); 1 + 2 + 3 + 4; etc.
Tarea 2: – Las parejas bailarán al ritmo de la música con cambios de pareja. Estos cambios se llevarán a cabo libremente por el espacio en el tiempo que dura una serie musical (agrupación de cuatro frases musicales). – La dinámica se mantendrá hasta que todos/as hayan bailado con todos/as.
Tarea 3: – Las parejas se organizarán en círculos concéntricos. Los alumnos/as que están colocados en el círculo de afuera bailarán con los alumnos/as que están colocados en el círculo de adentro. – Los alumnos/as colocados en el círculo de afuera serán los que se desplacen un puesto hacia la derecha para cambiar de pareja aprovechando los pasos de la última frase musical. – Las parejas cambiarán de posición en el círculo. Si estaban a dentro pasarán afuera y viceversa.
Desarrollo de la creatividad
Es muy importante destinar un espacio para el desarrollo de la capacidad creativa del alumnado. En esta propuesta danzada, cada pareja podrá crear su propia danza de animación siguiendo las orientaciones que se detallan a continuación:
- Cada pareja inventará su danza de animación utilizando sus propios recursos expresivos.
- Las parejas montarán una serie coreografiada (cuatro frases musicales).
- Durante el tiempo que dure el proceso de creación, la música estará sonando.
- El tiempo de creación dependerá de las características del alumnado: experiencia previa con el trabajo de creatividad, con el trabajo de danza, nivel de motivación del grupo, implicación en las clases, grado de autonomía, nivel de responsabilidad, etc.). En general, para este tipo de danzas, sería suficiente destinar entre 15 y 30 minutos.
- Pasado el tiempo de creación, las parejas mostrarán su trabajo al resto de compañeros/as.
Conclusiones
- En un contexto educativo, el proceso de enseñanza-aprendizaje de cualquier tipo de danza o baile tiene que ser sencillo. Para ello, es conveniente que utilicemos una metodología de enseñanza expresiva que favorezca la socialización e implicación del alumnado.
- En el proceso de enseñanza de cualquier tipo de danza o baile, el juego se convierte en un elemento motivador y facilitador del aprendizaje.
- Si entendemos “danza” como interpretación intencional de un ritmo o de una música, para trabajar con la formación de estructuras coreográficas adaptadas a una música, los profesionales de cualquier ámbito de la Actividad física y el Deporte tenemos que conocer y aprender a utilizar correctamente los elementos básicos del ritmo.
- En la Educación Física actual, la danza como agente educativo de la Expresión Corporal permite un trabajo para la educación del cuerpo y del movimiento. Además, abre el camino hacia el desarrollo de la creatividad, la relación entre compañeros, el conocimiento de uno mismo, el conocimiento de otras culturas y el desarrollo de la capacidad expresiva del alumnado.
Las danzas de animación persiguen fundamentalmente trabajar la socialización y cohesión de grupo. Además, la simplicidad en cuanto a los pasos que constituyen la danza y a la organización del grupo, hacen posible que cualquier docente, con unas nociones rítmicas básicas, pueda utilizar este tipo de danzas en sus clases de Educación Física.
Bibliografía
- Castañer, M. (1988). El soporte musical en la gimnasia rítmica deportiva. Apunts. Educación Física y Deportes (11-12), 37-41.
- Castañer, M. (2000). Expresión Corporal y Danza. Barcelona: Inde.
- Cuellar, M.J. (1996). Danza, la gran desconocida: Actividad Física paralela al Deporte. Boletim da Sociedade Portuguesa de Educaçao Física (13), 89-98.
- Fructuoso C., y Gómez, C. (2001). La danza como elemento educativo en el adolescente. Apunts. Educación Física y Deportes (66), 31-37.
- Fux, M. (2007). Ser danzaterapeuta hoy. Madrid: Lumen.
- Marrazo, T. (1975). Mi cuerpo es mi lenguaje. Expresión Corporal de la Danza. Buenos Aires: Ciordia.
- Montávez, M., y Zea, M.J. (1998). Expresión Corporal. Propuestas para la acción. Córdoba: M.M y M.J.Z.
- Ordás, R., García, I., y Calvo A. (2010). Me muevo con la Expresión Corporal. Sevilla: MAD.
- Ortiz, M. (2008). La danza libre y la composición coreográfica en el ámbito educativo. En S. Galo, J. Coterón, J. Gil y A. Sánchez (eds.). El movimiento Expresivo (pp. 211-218). Salamanca: Amarú ediciones.
- Padilla, C., y Hermoso Y. (2003). “Siglo XXI: perspectivas de la danza en la escuela. Tavira: revista de Ciencias de la Educación (18), 9-20.
- Viciana, V., y Arteaga, M. (2004). Las Actividades Coreográficas en la Escuela. Danzas, Bailes, Funky, Gimnasia-Jazz. Barcelona: Inde.
- Wuest D.A., and Bucher, C.A. (1999). Foundations of Physical Education and Sports (13 ed.). Boston: WCB/McGraw-Hill.